¿Qué pasó?
Internacional

Los malos datos de la actividad económica global en un contexto de endurecimiento de la política monetaria – por la elevada la inflación – deterioran las perspectivas. A esto se suma una temporada de balances que viene decepcionando a los inversores. En este contexto, la volatilidad volvió a subir y, en la última semana, los mercados volvieron a registrar importantes pérdidas, cerrando abril con fuertes caídas. 

China no muestra señales de apertura. A pesar de que Shanghái ya acumula casi un mes de confinamiento estricto, los contagios se mantienen en un promedio diario de 30.000, al igual que la semana previa. Esto preocupa a los mercados, que ven caer sus demandas por el cierre del país con más habitantes del mundo, lo que se refleja en la caída en la producción industrial y en servicios, con el PMI de abril cayendo hasta 47 y 42 respectivamente, el peor registro desde febrero de 2020. A esto se suma que el confinamiento afecta a las cadenas de suministros de aquellas empresas que tienen fábricas en el país, como Apple y Tesla (entre otras). De esta manera, el mundo empieza a sentir los efectos del cierre en China, y se mantiene a la espera de novedades sobre su reapertura.

Rusia toma medidas contra la UE. En la última semana, el gobierno de Vladimir Putin tomó la decisión de recortar los suministros de gas a distintos países de la Unión Europea. La compañía estatal Gazprom ya recortó sus exportaciones a Bulgaria y Polonia, luego de finalizados sus contratos. A pesar de que no se espera que Rusia continúe con estas sanciones, dados los contratos futuros que aún mantiene con otros países, esto generó preocupación respecto al abastecimiento del continente y a cómo esto impactaría en los precios del sector energético. 

El petróleo volvió a subir. Luego de haber retrocedido por debajo de los USD 100, afectado por la caída en la demanda de China, el crudo avanzó 2% en la semana y cerró en USD 104. Esto obedeció a las nuevas medidas de Rusia, que reactivaron la preocupación respecto al abastecimiento energético, lo que impulsó tanto al crudo como al gas natural. Con esta performance, el petróleo cerró el mes con un alza de 5,2%, acumulando en lo que va del año un incremento del 37%, y 66% respecto a un año atrás. Entre la menor oferta por el conflicto en Ucrania, sanciones a Rusia y la caída de la demanda ante una economía global que desacelera el crecimiento, se espera que el precio del petróleo mantenga un comportamiento volátil.

Recesión en la mira. La primera previsión del PBI del 1Q22 de EE.UU marcó una contracción de 1,4% t/t anualizado, ubicándose por debajo de las expectativas del mercado, que esperaba una expansión de 1,1% t/t, siendo la primera caída desde el 1Q20. La contracción del PBI se explicó principalmente por la mala performance de las exportaciones (-5% t/t), del consumo de bienes durables (-2.5% t/t) y del gasto público (-2,7%, afectado por los menores gastos en defensa), además de la desacumulación de inventarios (le restó 0,8 pp al PBI). La buena nota la aportó el consumo de servicios y la inversión, que mantuvieron un buen dinamismo, aunque por debajo de lo esperado. El índice de precios de bienes y servicios avanzó un 8%, superando así las expectativas y confirmando la presión inflacionaria, a pesar de la caída en el crecimiento.

Leve recuperación en los bonos. Bajo este escenario, el mercado de renta fija cerró nuevamente una semana a la baja, a pesar de la leve recuperación que había tenido en los primeros días de la misma. La USD10YR terminó el mes en 2,92%, marcando así una suba de 57 pb en todo abril, mientras que la USD2YR avanzó 67 pb en el mismo período, llegando a 2,73%. Bajo este escenario, la curva de rendimientos continúa aplanándose, mostrando una proyección futura inflacionaria y recesiva para el largo plazo. Por su lado, tanto los bonos de alto rendimiento como los de mayor calidad cerraron la semana con caídas en sus precios de 1,5% y 0,8% respectivamente, alcanzando así bajas mensuales respectivas de 4,6% y 6,9%. Los bonos emergentes replicaron el mismo comportamiento, con bajas de 1,3% en la semana, 7% en el mes y 17% en lo que va del año.

Resultados empresariales dispares. La mira estuvo puesta en los resultados empresariales del 1Q22 y sus efectos en el mercado. Entre las empresas que lograron superar las expectativas, se destacaron Meta Platforms (FB), que sorprendió con su nueva cantidad de suscripciones, y Microsoft (MSFT). Sin embargo, terminaron la semana con resultados dispares: 7,2% y -1,1% respectivamente. Entre los perdedores se posicionaron Amazon (AMZN), que retrocedió por la caída en sus ventas y Apple (AAPL), ambos afectados por los malos pronósticos de crecimiento futuros. De esta manera, las dos Big Tech cerraron la semana con caídas de 14,9% y 3,2% respectivamente. 

Mercados bursátiles en rojo. Bajo este contexto, los principales índices bursátiles terminaron la semana retrocediendo, y cerrando abril como el peor mes del año: el Nasdaq cayó 3,9% esta semana, seguido por el S&P (-3,3%) y el Dow Jones (-2,5%). De esta forma, cerraron el mes con bajas de 13,3%, 8,8% y 4,9% respectivamente. Todos los sectores terminaron a la baja la semana pasada, con el de consumo discrecional marcando la mayor caída (-7,4%), afectado por el retroceso de Amazon. En el mes, solo el sector defensivo terminó al alza, con 2,3%, mientras los 10 restantes retrocedieron, con el sector de comunicaciones exhibiendo la mayor caída de (-14,1%).

China se despierta. A pesar de que continúa la preocupación respecto de los contagios, China logró marcar un avance de la última semana (4%), siendo uno de los pocos ganadores del mundo – aunque en el mes aún acumula una baja de 4,6% –. Mientras tanto, el MSCI World cayó un 2,8%, Latam retrocedió 5,5% y los mercados emergentes se mantuvieron sin variaciones. Estas caídas se sumaron a la bajas que ya venían acumulando en el mes, donde las tres zonas retrocedieron 8,1%, 6,1% y 14,1% respectivamente.

Local

La incertidumbre en el plano local, en conjunción con la caída de los mercados externos, golpeó a los activos argentinos. La alta inflación y la apreciación del dólar a nivel mundial presionan sobre la competitividad del peso, que llegó al nivel más bajo del año. A pesar de la mayor oferta del agro, el BCRA no logra revertir la tensión del mercado cambiario y las reservas internacionales tuvieron la peor semana desde que el FMI hizo el primer desembolso. Al mismo tiempo, por primera vez en el año el Tesoro no pudo renovar todos los vencimientos de abril, lo que suma un nuevo foco de tensión.

Viento de frente. El deterioro de los mercados globales, especialmente por el fortalecimiento del dólar a nivel mundial, y contra las monedas emergentes en particular, agregan un nuevo foco de tensión al mercado local, que no logra aprovechar de los buenos precios internacionales de las materias primas. Concretamente, con el fortalecimiento que tuvo el dólar en la última semana – especialmente frente al real brasileño, que revirtió la tendencia que venía mostrando hasta mediados de abril y se depreció más de 3% –, el Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM) se vio golpeado, cayendo 2% en la última semana y acumulando en abril una pérdida de 4% – que podría ser mayor si se confirma que la inflación de abril supera el 5%), 5% en lo que va del año y 17% respecto a abril del año pasado. La pérdida de competitividad es generalizada entre los socios comerciales, aunque en el último año se destacó la caída respecto al TCR con China, que cayó 21%, y contra Europa, que llegó al 27%, compensado en parte por la menor baja respecto a Brasil, con quien perdió 4% dada la apreciación del real en el último año. La pérdida del TCRM se licúa en parte por los buenos precios de las materias primas que exportamos. Por caso, en la última semana el Índice de Precios de Materias Primas (IPMP) subió 0,5% y cerró abril con un alza de 6% – y 23% en lo que va del año –, gracias al repunte de los precios agrícolas, que subieron 0,6% en la última semana, 7% en abril y 25% en los primeros 4 meses del año.

El BCRA no compra. Siguiendo con el comportamiento de los últimos 8 meses, el BCRA no logra comprar divisas en el mercado de cambios. En la última semana terminó con saldo neutral, pese a que la liquidación del agro subió más de 30%. Así, cerró abril con compras netas por USD 164 M, acumulando en los primeros 4 meses del año compras netas por apenas USD 116 M. La mayor oferta de divisas del agro se compensa por los mayores pagos de importaciones de energía, importaciones de bienes, pagos de tarjetas de crédito y de deuda comercial. Mayo es un gran desafío para el BCRA dado que es el mes con mayor liquidación del agro, lo que deberá aprovechar para comprar divisas y acumular reservas internacionales netas acorde a lo establecido en el acuerdo con el FMI.

Fuerte caída de las reservas internacionales. Sin el aporte de las intervenciones en el mercado de cambios, las reservas internacionales padecieron los pagos de deuda a organismos internacionales y la depreciación del Yuan, cerrando la semana con una caída de USD 862 M, una de las peores semanas del año. En todo abril, la caída fue de USD 1.132 M, y en lo que va del año subieron USD 2.423 M, casi exclusivamente por el desembolso de USD 6.750 M que realizó el FMI el 25 de marzo. Continuando con la tendencia que veníamos marcando, si bien mejoró en las últimas jornadas, el BCRA no logra comprar divisas del mercado cambiario, en un contexto en el que la estacionalidad en la liquidación del agro le juega a favor. Concretamente, en la última semana el BCRA compró USD 168 M, que si bien supera el pobre desempeño de las dos semanas previas, es muy poco en comparación con lo que suele ser abril (un año atrás compró USD 1.400 M). La liquidación del agro fue de USD 140 M diarios, USD 20 M menor al ritmo de las dos semanas previas. Pese a estas intervenciones, por la caída del oro y la devaluación del Yuan, las reservas internacionales cayeron en USD 438 M en la semana, cerrando con un stock bruto de USD 42.865 M. 

El BCRA devaluó al 3,9% en abril y subió la brecha cambiaria. En la última semana del mes, el BCRA mantuvo el ritmo de devaluación en torno al 60%, por lo que el tipo de cambio oficial (A3500) terminó el mes con un alza, con 3,9% entre puntas (3,5% en promedio), acumulando en los últimos doce meses un alza de 23%. Mientras tanto, el CCL y MEP se estabilizaron en la última semana, marcando una caída promedio de 1,5% y cerrando abril con un alza de 8,5%, llegando a $206, por lo que la brecha con el tipo de cambio oficial volvió a ubicarse por encima del 80%. Vale destacar que el tipo de cambio cobertura de los pasivos monetarios – circulante, depósitos a la vista y 50% de plazos fijos – se ubica en $208.

Mala licitación del Tesoro. En la última semana, el Tesoro captó casi $372.000 M, cuando debía afrontar vencimientos por $395.000 M. Como es habitual, los más demandados de la licitación fueron los bonos ajustables por CER, que captaron el 43% de la licitación, seguidos por los bonos a tasa fija, que captaron el 38%, y por un bono dollar linked que aportó el 17%, en tanto que el 2% correspondió a una letra a tasa variable. Con esto, dado que en la primera licitación del mes tampoco se había cubierto todo lo que vencía, abril cerró con un ratio de roll-over de 90%, muy por debajo del 135% que había obtenido en el primer trimestre.

Caen los bonos soberanos. Con este marco de fondo, los bonos en moneda extranjera no logran revertir la tendencia y en la última semana cayeron 0,8%, tanto los de legislación como los de legislación extranjera. En todo abril acumularon una baja de 5,7%. En este contexto, el riesgo país subió 3,6% y cerró la semana en 1.801 pb.

Asoma el riesgo de reperfilamiento. En cuanto a la curva en pesos, los de mejor desempeño fueron los bonos ajustables por CER del tramo corto de la curva. El TX23 subió 6,6% en la última semana y 12% en abril, muy por encima del TX24, que en la semana subió apenas 0,2%, y 1,4% en el mes. Dentro de los bonos ajustables por tipo de cambio, T2V2 y el TV23 subieron 4,1% y 6,3% – respectivamente – en la última semana, acumulando en abril mejoras respectivas de 11,8% y 16,6%. Si bien en la última semana se mantuvieron relativamente estables, los bonos a tasa fija terminaron el mes con una pérdida de 15%.

Mala semana para las acciones. Acorde con el mal contexto global, y de Latam en particular (en la última semana el índice de la región cayó 5%, y 15% en todo el mes), el Merval medido en moneda local cerró la semana con una caída de 2,9% (3,8% en moneda local). Con esta performance, abril cerró con una baja de 11% (3% en pesos), acumulando en el año una ganancia de 2,2%.

Lo que viene
Internacional

La mira principal de los inversores estará puesta en la reunión de la FED del próximo miércoles, en la que se espera que la entidad suba la tasa de referencia en 50 pb.

Entre los datos económicos, se publicará el PMI de servicios de abril, que se pronostica en 58,5 puntos – levemente por encima de los 58 de marzo –, y el PMI manufacturero, donde el pronóstico es 57,6 puntos – vs 57,1 del mes previo –. También se publicará la balanza comercial de marzo, donde el mercado ya pronostica un déficit cada vez mayor – 107 MM, vs 89 MM en febrero –, debido al encarecimiento de las importaciones.

Sin dudas, lo más importante sucederá el viernes, cuando se publiquen los datos del mercado laboral de abril, donde el mercado espera la creación de 400 mil nuevos puestos de trabajo – por debajo de los 426 mil de marzo – y que la tasa de desocupación baje a 3,5%. A su vez, el próximo jueves tendrá lugar una nueva reunión de la OPEP y, aunque no se espera que aumenten los suministros de crudo, nuevas declaraciones sobre la demanda del commodity podrían afectar fuertemente el precio del crudo y al sector energético en general.

Por último, a pesar de que ya se publicaron los resultados empresariales principales, esta semana se darán a conocer los datos de compañías como AMD y Pfizer (entre otras).

Local

Ya en plena temporada alta de liquidación del agro, las miradas apuntan a cómo será el ritmo de compra de divisas del BCRA. También se darán a conocer las estimaciones de IPC de abril de consultoras privadas, y el próximo viernes se publicará el REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado).

En cuanto a este último, se destaca la proyección del mercado de la inflación y del tipo de cambio para los próximos 12 meses, lo que podría influir en la decisión del BCRA en cuanto a la suba de tasas. En cuanto a indicadores macroeconómicos, se destacará publicación de la recaudación de abril del comercio bilateral con Brasil. Son buenos indicadores para ir proyectando la dinámica de las cuentas públicas y externas del último mes.