Internacional
¿Qué pasó?

La última semana estuvo marcada por el comunicado que emitió la FED, que de a poco va cambiando su visión sobre la política monetaria. Por primera vez la mayoría de los miembros que la componen consideran que la normalización del nivel de actividad debe ser acompañada por el retiro de medidas extraordinarias que fueron adoptando durante la pandemia. Dado el mayor dinamismo de la actividad creciendo y de los precios, las perspectivas de crecimiento e inflación para este año nuevamente fueron corregidas al alza: para el PBI esperan +7,0% i.a (en diciembre del 2020 proyectaban 4,2%  y en marzo pasado 6,5%), en tanto que prevén un que los precios suban 3,4% i.a. (en diciembre esperaban 1,8% i.a. y en marzo 2.2% i.a.), al igual que la proyección de la inflación subyacente, que pasó al 3% i.a. (vs. 2,2% i.a. que preveía en mazo).

Así las cosas, la FED sigue insistiendo en que la aceleración de precios es transitoria y proyectan que la inflación en 2022 bajará al 2,1%. Con respecto a las tasas de interés, cambió el mapa de proyecciones de los miembros de la FED, el Dot Plot: de los 18 miembros, 11 prevén al menos dos subidas a lo largo de 2023 -incluso 8 miembros esperan tres subidas en dicho año-, y no menos relevante es que 7 participantes opinan que la primera subida tendría que ser en 2022. En cuanto a las compras de activos, si bien continuarán con el ritmo de compras actual, Powell reconoció que comenzaron a deliberar sobre tapering.

Gana terreno la hipótesis de que la FED normalizará la política monetaria antes de lo previsto. De hecho, la revisión al alza de la inflación de este año que marcó la FED sólo incorpora la suba que tuvieron los precios hasta abril, por lo que para que se cumpla su pronóstico en 2021, en los próximos meses la inflación mensual debería mostrar una fuerte caída (de subir al 0,4% por mes en los primeros 4 meses, debería bajar a 0,2% mensual en lo que resta del año). 

Este escenario le dio volatilidad al mercado, que terminó la semana con saldo negativo para las acciones y commodities, mientras que el dólar se fortaleció (2,0% frente a la principales monedas, siendo el Real Brasileño la excepción) y los bonos del Tesoro finalizaron prácticamente sin cambios: con UST10Y en 1,45% (vs. 1.46% la semana previa). El S&P cayó 2,2% y borró toda lo que venía ganando en el mes, acumulando en junio una baja de 1,2%. Las más golpeadas fueron las acciones de los sectores cíclicos: Materials y bancos cayeron 6,2%, energéticas 5,4% y las industriales 3,8%. Sólo escaparon a esta tendencia las tecnológicas, que marcaron una leve suba.

Las bajas se extendieron a las bolsas de Europa, Asia y Latam. En cuanto a los commodities, el cobre cayó 9,0%, el oro 6,1% y la soja 7,3%. El petróleo fue la excepción, con un alza de 1,1% (13% en lo que va de junio), dado que el aumento de la demanda se da en un contexto de menor oferta: en cumplimiento con los acuerdos de la OPEP+, Arabia Saudita está produciendo 20% menos petróleo que antes de la pandemia y Rusia un 10% menos. A esto se suma que, ante la presión de Biden y el ascenso de las energía renovables, en EE.UU no hay buenas perspectivas para aumentar la inversión en perforaciones

Lo que viene

Esta semana se conocerán adelantos de los PMI de junio, tanto de EEUU como de Europa. La atención seguirá puesta en el lenguaje de las declaraciones de Powell y la evolución de la variante Delta del COVID.

Local
¿Qué pasó? 

La volatilidad de los mercados globales y la fuerte caída que tuvieron los precios de las materias primas agrícolas son una luz amarilla para una economía que ingresa en un período de mayor incertidumbre marcado por el contexto electoral. Como venimos comentando todas las semanas, el salto que mostraron los precios de la soja y el maíz desde octubre del año pasado fue determinante para estabilizar el mercado cambiario y para que el BCRA recupere reservas internacionales. Si bien siguen siendo elevados, con el ajuste que vienen teniendo en lo que va del mes (9% en el caso de la soja), lo mejor que podemos esperar para los próximos meses es que los precios se estabilicen y no profundicen la baja.

Pese a este contexto, el agro aceleró la liquidación de divisas, que en la semana totalizó  USD 819 M, acumulando en lo que va de junio USD 2.120 M. La mayor oferta del agro se compensó con la mayor demanda neta de otros sectores, por lo que el BCRA compró poco más de USD 200 M, acumulando en las primeras tres semanas USD 550 M, muy por debajo de los USD 1.800 M que había comprado en las primeras 14 ruedas de mayo. La caída del precio del oro fue determinante para que las reservas internacionales caigan más de USD 200 M en la semana y cierren en USD 42.411 M. El BCRA mantuvo el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial en torno al 16% anualizado y los dólares financieros tuvieron un comportamiento dispar, con el MEP subiendo 1,1% (hasta $160), mientras que el CCL cayó 1,7%, terminando en $164.

Lo más importante de la semana pasó por la publicación del IPC de mayo, que subió 3,3% respecto a abril y acumula en los últimos doce meses un alza de 49%. Pese a ser el octavo mes consecutivo por encima del 3%, la buena noticia es que la inflación fue la más baja desde noviembre del año pasado, estuvo por debajo de las expectativas del mercado y marcó cierta moderación respecto al 4,1% mensual que había marcado en los primeros cuatro meses del año. La baja de la inflación también se reflejó en los precios mayoristas, que en mayo subieron 3,2%, el incremento menos elevado desde mayo del año pasado, y por debajo del 4,2% promedio registrado en los últimos 12 meses.

Mientras el gobierno trata de mantener la estabilidad cambiaria al menos hasta las elecciones, no hay avances en las negociaciones con el FMI (y todo indica que no las habrá hasta después de las elecciones). Por ende, los vencimientos de deuda en el organismo se abonarían con el uso de las reservas internacionales y los DEG’s que le girará el FMI en septiembre.

Lo que viene

Si bien la semana local estará influida por la evolución que marque el contexto global (y en particular los precios de las materias primas), también se conocerán datos económicos locales importantes como el PBI, el Balance de Pagos y el desempleo del 1Q21. De la misma forma, se conocerán datos de comercio exterior, balance cambiario y resultado fiscal correspondientes al mes de mayo.