Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 09/05/2025
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
Los mercados financieros locales cerraron la semana con tono positivo, con subas generalizadas en bonos y acciones en un contexto en el que los dólares operaron a la baja. Sin embargo, esta calma aparente parece más inducida que genuina. Aunque el BCRA evita intervenir directamente en el mercado de cambios, se multiplican los incentivos para empujar al dólar oficial hacia el piso de la banda. La fuerte caída en los futuros de Rofex y la posible emisión de un bono peso-linked con suscripción en dólares muestran que la política económica busca mantener al tipo de cambio contenido, al menos en el corto plazo, de la mano de la emisión de deuda en un contexto de marcado deterioro de la cuenta corriente. Las dudas siguen estando en la evolución de las reservas internacionales, dado que, con el BCRA dispuesto a intervenir solo cuando el tipo de cambio perfore el piso, la meta firmada con el FMI parece difícil de alcanzar. En cuanto a los indicadores, la volatilidad e incertidumbre de marzo se reflejaron en los datos de actividad, que interrumpieron su recuperación y presentaron retrocesos generalizados, aunque se espera que repunten en abril. Mientras tanto, el frente fiscal continúa ordenado, con la recaudación en alza, lo que ayuda a anclar expectativas. Esta semana, la atención estará centrada en la licitación del Tesoro, los datos de inflación y el resultado fiscal de abril.
La incertidumbre cambiaria golpeó a la actividad. En marzo, la actividad industrial retrocedió 4,5% m/m s.e., lo que llevó el nivel de producción a valores similares a los de junio de 2024. Aun así, en la comparación interanual se registró un aumento de 5,2%, y el primer trimestre cerró con un crecimiento acumulado de 6,1% i.a. La contracción fue generalizada entre sectores, con la única excepción de minerales no metálicos y metálicos, que avanzaron 2,3% m/m. Las principales caídas se observaron en la refinación de petróleo, químicos, caucho y plástico (-7,9%), automotores y otros equipos de transporte (-6,9%) y madera, papel, edición e impresión (-7,1%). Por su parte, la construcción también mostró una baja mensual de 4,1% m/m s.e., aunque en términos interanuales creció 15,8% i.a. frente a un piso de comparación bajo. La pesca, en tanto, cayó 12,2% m/m desestacionalizado, a pesar de haber crecido 6% i.a. gracias al fuerte repunte en crustáceos. En la misma línea, la minería mostró una contracción del 1,1% m/m s.e., aunque con una leve mejora de 2,3% i.a. El retroceso generalizado en sectores urbanos y no urbanos sugiere una caída mensual del PBI en marzo.
Firme la recaudación en abril. La recaudación tributaria volvió a crecer en términos reales en abril, con un aumento de 7% i.a., a pesar de haber contado con un día hábil menos que el mismo mes del año pasado. El desempeño fue impulsado por los tributos vinculados al empleo, que crecieron 25% i.a. en su octavo mes consecutivo de subas reales, reflejando el incremento en las remuneraciones y en el tope de la base imponible. También se destacó el impuesto a las Ganancias, que trepó 33% i.a., favorecido por una baja base de comparación y el ingreso de anticipos de sociedades y personas humanas. Los impuestos asociados a la actividad avanzaron 5% i.a., con subas destacadas en Créditos y Débitos (+17%), Combustibles (+44%) e IVA DGI (+3%). Los tributos vinculados al comercio exterior aumentaron 5% i.a. real, con un alza del 42% i.a. en retenciones —a pesar del fin del dólar blend— y un crecimiento de 23% i.a. en derechos de importación por mayores volúmenes. En lo que va del año, la recaudación acumula una suba real de 7% i.a., traccionada principalmente por los impuestos coparticipables.
Se ajustaron las expectativas. Tras la flexibilización del cepo cambiario, el REM de abril mostró que los analistas revisaron al alza sus proyecciones de inflación: estiman que el IPC de abril se ubicó en 3,2% m/m, un punto porcentual por encima del informe previo y levemente por debajo del dato de marzo (3,7%). También corrigieron la inflación interanual esperada a diciembre a 31,8%, una suba de 4,3 p.p. respecto del REM de marzo. Para el tipo de cambio, ajustaron la proyección de fin de año a $1.322/USD (un 45% por encima del piso de la banda inferior a fin de año). En cuanto a tasas, se modificó la expectativa para diciembre a una TAMAR de 27,0% nominal anual (2,2% efectiva mensual), 3 p.p. por encima del REM previo. Por el lado de la actividad, se proyecta un crecimiento del PBI de 5,1% en 2025 (+0,1 p.p.), mientras que el avance del primer trimestre fue ajustado a 1,7% t/t s.e. (+0,2 p.p.). En materia externa, se espera un superávit comercial de USD 9.811 M para 2025 —prácticamente la mitad del observado en 2024—, levemente inferior al estimado en marzo (USD 10.335 M), debido a un recorte en las proyecciones de exportaciones y un leve aumento en las importaciones.
Fuerte caída y posible intervención en futuros de dólar. Los futuros de Rofex cayeron un 4,7%, especialmente los contratos de noviembre 2025 (-5,5%) y diciembre 2025 (-6%). Además, el volumen de contratos operados el miércoles y jueves alcanzó 3,89 M y 1,9 M, respectivamente, volúmenes récord que podrían dar indicios de una participación del BCRA. La tasa de devaluación mensual implícita se encuentra en 4,4% para mayo, con un promedio de 2,3% entre junio y octubre, y de 1,9% para el resto de los contratos.
Bajó el tipo de cambio. La intervención en el mercado de futuros habría influido para que, aun sin intervención del BCRA en el mercado de cambios, el dólar oficial cerrara la semana en $1.113,6, cayendo un 5% ($58) en la semana y ubicándose un 3,3% por encima de los niveles previos al esquema de bandas de flotación. Mientras tanto, los dólares financieros operaron a la baja, con caídas del 2,7% para el MEP y del 3,2% para el CCL, cerrando en $1.147,5 y $1.159,4, respectivamente. De esta manera, abril culminó con la brecha cambiaria en 3% para el MEP y 4% para el CCL.
Cayeron las reservas internacionales. El BCRA cerró la primera semana de mayo con un stock de reservas brutas por USD 38.155 M, registrando una caída de USD 773 M en lo que va del mes. Dado que la metodología acordada con el FMI para contabilizar las reservas netas no incluye el desembolso del FMI, la variación del precio del oro ni la de los DEG, el stock de reservas netas bajó hasta los USD 8.000 M negativos. La meta para junio establece un nivel de USD 2.500 M negativos, por lo que sería necesario sumar USD 5.500 M. De ese total, se espera que USD 2.000 M provengan de préstamos de organismos internacionales y de un repo, mientras que el resto —USD 3.500 M— el Gobierno buscaría obtenerlo mediante la emisión de deuda peso-linked.
Repuntan los depósitos en dólares. En las primeras tres ruedas de mayo, los depósitos en dólares del sector privado subieron USD 32 M, alcanzando USD 30.413 M. Desde la flexibilización del cepo del 11 de abril, acumulan un aumento de USD 1.366 M, reflejando una mayor demanda minorista. En el caso de los préstamos en moneda extranjera, comenzaron mayo con una suba de USD 19 M y, desde el 11 de abril, sumaron apenas USD 403 M. El mayor dinamismo de los depósitos frente a los préstamos derivó en un alza de los encajes en el BCRA por USD 1.295 M desde que se levantaron las restricciones a la compra para personas físicas, en tanto que el efectivo en caja de los bancos bajó en USD 495 M.
Tasas de interés estables. Luego de la volatilidad que mostraron tras la flexibilización del peso, las tasas de interés de los depósitos en pesos se mantuvieron la semana pasada en los mismos niveles que la semana previa: 33,1% TNA la Badlar y 34,5% TNA la TAMAR.
Rally de la curva de pesos. De la mano de la caída en los tipos de cambio, continuó el rally de la curva de pesos, a excepción de los dollar linked, que siguen perdiendo atractivo. La tasa fija culminó la semana con ganancias del 1,3%, lo que llevó a una compresión de 0,1 p.p. en las TEM. Los rendimientos se ubicaron en 2,5% TEM en el tramo corto y medio, y en 2,4% en el tramo largo. Mientras tanto, la curva CER avanzó un 2,5%, probablemente arbitrando con la curva a tasa fija, que había subido notablemente en las últimas semanas. A estos precios, los bonos indexados rinden CER -3% para el tramo 2025, CER +8% para el 2026 y CER +9% para el resto de los plazos. Así, la inflación breakeven para abril se ubica en 2,7% mensual, mientras que para 2025 se ubica en 26,6% i.a. Los grandes ganadores de la semana fueron los duales, que registraron subas del 3,8% y rinden 2,2% TEM (vs. 2,5% TEM la semana previa) en su versión a tasa fija, y un margen del 4,7% sobre la tasa TAMAR (vs. 7,9% la semana previa). La tasa TAMAR breakeven promedio se ubica en el rango de 24%-25%; es decir, para que los duales paguen tasa variable —en lugar de tasa fija— al vencimiento, la tasa promedio proyectada desde hoy hasta dicho vencimiento debería superar esos niveles. A los niveles actuales, pagan la tasa mayorista. Mientras tanto, los dollar-linked cayeron de manera notable un 5%, en línea con la caída en los tipos de cambio, y rinden devaluación +7%.
El gobierno emitiría un nuevo bono peso-linked. En la semana, el director del BCRA, Federico Furiase, mencionó la posibilidad de que el Gobierno emita un nuevo bono peso-linked. Este instrumento, con regulación offshore, le permitiría al Gobierno acumular reservas sin necesidad de intervenir dentro de las bandas de flotación, ya que se suscribiría y pagaría en dólares, y se convertiría a pesos al tipo de cambio oficial. Por lo tanto, su rendimiento dependería de la variación en el tipo de cambio oficial más una tasa adicional en pesos. Cuanto más cerca del piso de la banda se ubique el dólar al vencimiento, mayor sería el rendimiento; y menor si se encuentra cerca del techo..
El riesgo país quebró los 700 pb. Los soberanos en dólares registraron una leve suba del 0,8% en la semana, impulsados por los tramos 2035 y 2038, con alzas del 1,2% para el GD35 y del 1,4% para el GD38. De esta manera, el riesgo país logró quebrar los 700 pb y cerró en 678 pb. En esta oportunidad, la suba vino ligeramente por debajo de la de países comparables, que anotaron una ganancia del 1,1%. A estos precios, la curva de Globales se encuentra con una pendiente plana —es decir, todos los rendimientos están en torno a un mismo nivel del 11%—, mientras que la de Bonares aún muestra una ligera pendiente negativa, con el tramo corto rindiendo 12% y el tramo largo 11%. En cuanto a la deuda del BCRA, se observó una mejor performance, con subas promedio del 1,4%, impulsadas por el BOPREAL Serie 2, que avanzó un 1,7%. Los BOPREAL Serie 1 actualmente ofrecen una TIR en torno al 10%, similar a la de los soberanos, a excepción del Serie 1-A, que se encuentra en 5,4%. Los corporativos y provinciales acompañaron con subas del 0,2% y 0,3%, respectivamente. En ONs se destacó Arcor 2027 bajo ley NY. En sub-soberanos, lideró nuevamente Buenos Aires 2037, con un avance del 0,6%.
Buena semana para las acciones. En las últimas cinco ruedas, el Merval se destacó con una suba del 5,7% en dólares CCL y del 0,6% en pesos. Así, cerró la semana en un nivel de USD 1.832 puntos. De esta manera, mostró una mejor performance que Brasil (+1,6%), LATAM (+2,2%) y el S&P 500 (−0,4%). Se observó un fuerte impulso desde el sector industrial, acompañado por comunicación y energía, mientras que el sector financiero fue el más perjudicado. En acciones, lo más destacado estuvo en TGN (+9,4%), CEPU (+8,7%) y Telecom (+8,0%). Por el lado de las pérdidas, los peores desempeños los registraron BYMA (-5,3%), COME (-5,0%) y Galicia (-4,9%). Para los activos que cotizan en la Bolsa de Nueva York, si bien fue una semana positiva, las ganancias estuvieron por debajo de las del mercado local. En concreto, avanzaron un 1,7% promedio, impulsados por Globant (+10,8%), IRSA (+6,1%) y TGS (+5,2%), en tanto que AdecoAgro (-7,2%), Galicia (-3,3%) y Supervielle (-2,7%) mostraron rendimientos negativos.
Lo que viene. Hoy, la Secretaría de Finanzas dará a conocer las condiciones de la licitación que se llevará a cabo este miércoles 14, al enfrentar vencimientos por $6,2 billones, principalmente correspondientes a la Lecap S16Y5. Además, se publica el IPC de la Ciudad de Buenos Aires, que servirá como anticipo del dato nacional previsto para el miércoles, con una inflación que rondaría el 3,2% m/m. Mañana martes se conocerá el índice de salarios de marzo, que probablemente muestre una caída en términos reales, considerando la suba del 3,7% m/m del IPC en ese mes. El viernes 16 se difundirá el resultado fiscal de abril, que confirmaría la continuidad del superávit fiscal.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
Luego de tres semanas de fuertes subas impulsadas por la pausa impuesta por Trump en la aplicación del arancel universal, en la última semana los mercados tomaron un respiro y presentaron leves retrocesos tanto en bonos como en acciones. A su vez, el dólar se fortaleció y el petróleo recuperó algo del terreno perdido en los meses anteriores. La Fed cumplió con las expectativas y no movió la tasa de referencia por tercera reunión consecutiva, destacando que la actividad sigue mostrando indicadores sólidos, aunque alertaron que, por la suba de aranceles, los riesgos de una estanflación aumentaron. Mientras tanto, el déficit comercial de marzo siguió empeorando ante el salto de las importaciones, que se adelantaron a la suba de aranceles, en tanto que los datos de actividad de abril mostraron una inesperada recuperación del sector servicios. En cuanto a la política comercial, Trump celebró un principio de acuerdo con el Reino Unido, lo que genera expectativas de más acuerdos en el corto plazo, pero sin perder de vista que el arancel universal del 10% no se movería. La semana arranca con el optimismo generado por la reunión del fin de semana entre autoridades norteamericanas y chinas, en la que acordaron una tregua por 90 días en los que EE. UU. baja el arancel de 145% al 30%, al tiempo que China lo reduce del 125% al 10%. Además, la semana estará marcada por la publicación de la inflación y de las ventas minoristas de abril.
La negociación avanza. Desde el temblor que provocó aquel 2 de abril, cuando anunció un arancel universal del 10% y luego un arancel recíproco para los países con los que mayor déficit comercial tenía, Trump puso la vara muy alta para negociar, dejando en claro que ya nada volvería a la situación previa a su asunción. Posterior a la medida, que generó un fuerte golpe en los mercados financieros —afectando principalmente a los activos americanos—, comunicó una pausa en la aplicación del arancel recíproco, abriendo las puertas a una negociación. Es decir, el escenario del arancel promedio no será del 2,3%, sino que tendrá un piso de 10% y escalará entre 15% y 25%, de acuerdo al resultado de las negociaciones con China, a quien por el momento se le mantienen aranceles en 125%. De hecho, la semana pasada Trump firmó un acuerdo comercial bilateral limitado con el Reino Unido, que marca el inicio de una serie de tratados que Washington busca sellar en el corto plazo. La excepción es con China, con quien el enfrentamiento es más directo, aunque el mercado estuvo expectante de la reunión que tendrían el fin de semana en Suiza el secretario del Tesoro, Bessent, y el viceministro chino, He Lifeng. De acuerdo a lo anunciado ayer, Trump consideró que la reunión fue “muy buena” y que se negoció un “reinicio total”, de forma “amistosa, pero constructiva”.
La Fed espera, pero alerta por la estanflación. Por tercera reunión consecutiva, la Fed cumplió con las expectativas del mercado y mantuvo la tasa de interés de referencia en un rango de 4,25%-4,50%. El comunicado destacó que los últimos datos de actividad fueron buenos, con un mercado laboral sólido, alto nivel de empleo y baja desocupación, mientras que el proceso de desinflación continúa, aunque la dinámica de precios sigue por encima del objetivo del 2% i.a. que tiene la autoridad monetaria. Powell y el resto de los directores insisten con la decisión de esperar, dado que sigue preocupando la fuerte suba de aranceles que lanzó el presidente Trump, ya que prevén que puede impulsar la inflación y ralentizar el crecimiento económico. Remarcaron que, en este escenario de buenos indicadores de corto plazo, pero con incertidumbre en el mediano plazo –en el que aumentó la probabilidad de una estanflación–, la Fed no necesita apresurarse para bajar la tasa de referencia. Luego del anuncio, el consenso de mercado aumentó la probabilidad de que, en la próxima reunión del 18 de junio, la Fed vuelva a dejar la tasa de referencia sin cambios, en tanto que esperan tres recortes de tasa en el segundo semestre, para que termine el año en un rango de 3,50%-3,75%.
Empeora el saldo comercial. En línea con el comportamiento que se viene dando desde noviembre del año pasado, en marzo el déficit comercial de EE. UU. se amplió a USD 140.500 M, levemente por encima de las expectativas. También representó más del doble del déficit de marzo del año pasado, debido al fuerte salto que mostraron las importaciones previo al aumento de los aranceles que empezarían a regir a partir de abril. Concretamente, en marzo las importaciones subieron 4,4% m/m y 27% i.a., en tanto que las exportaciones anotaron un alza de apenas 0,2% m/m y 6,7% i.a. Con este resultado, en el 1Q25 el déficit de la balanza de bienes y servicios se amplió a USD 394.300 M, prácticamente el doble del mismo período del año pasado, debido a que las importaciones totales aumentaron 23,3% i.a., mientras que las exportaciones lo hicieron al 5,2% i.a. El aumento del déficit comercial fue generalizado con todos los socios comerciales, aunque se destacó el deterioro frente a Europa, con quien se registró un déficit de la balanza de bienes de USD 149.000 M, tres veces superior al del mismo período de 2024, a raíz del alza del 60% i.a. en las importaciones frente al 6,1% i.a. de las exportaciones. Asimismo, con China el rojo comercial subió de USD 60.800 M a USD 70.800 M, producto de que las importaciones aumentaron 5,2% i.a., al tiempo que las exportaciones cayeron 13,1% i.a.
La actividad resiste. El fuerte aumento que tuvieron las importaciones en los primeros meses del año –dado que las empresas apuraron sus compras del exterior para evitar el alza de los aranceles– fue el principal motivo por el cual en el 1Q25 el PBI marcó una caída de 0,3% t/t anualizado. Al subir 41% t/t anualizado, las importaciones tuvieron una contribución negativa de más de 5 pp, en tanto que el consumo privado y la inversión registraron un desempeño aceptable. Con la puesta en vigencia de los aranceles, esperamos que esta situación se invierta y que sea el consumo de las familias el que aporte las peores noticias para el PBI. Pero por ahora, esto no se viene reflejando en los datos que van llegando del inicio del 2Q25. Al buen dato de empleo de abril, la semana pasada se sumó el repunte del ISM de servicios, que avanzó a 51,6 desde 50,8 en marzo. También es alentadora la dinámica de las peticiones iniciales de desempleo, que en la primera semana de mayo bajaron 13.000 hasta 228.000, levemente por debajo de las expectativas, lo que marca que el mercado laboral continúa por un buen sendero. Con todo esto, el Nowcast de la Fed Atlanta estima que en el 2Q25 la actividad marcaría un alza de 2,3% t/t anualizado, impulsado por el consumo privado, que marcaría un avance del 3,3% t/t anualizado.
Repuntan las tasas. Con datos de actividad mejores a los esperados y con las preocupaciones sobre la dinámica de la inflación, los rendimientos de los bonos del Tesoro operaron al alza. La UST2Y cerró en 3,88%, 4 pb más alta que al cierre de la semana anterior, y acumula un suba de 26 pb en lo que va de mayo. Por su parte, la UST10Y terminó en 4,38%, 6 pb más que la semana anterior y 21 pb por encima del cierre de abril. Esto golpeó a los bonos del Tesoro y a los corporativos IG. Así, el índice agregado de bonos perdió 0,2% en la semana y en mayo acumula una caída de 1,3%, empujado por la mala performance de los bonos del Tesoro y los corporativos Investment Grade, que cayeron 0,3% y 0,2% en la semana, y 1,5% y 1,2% en lo que va del mes, respectivamente. En cambio, los bonos High Yield apenas subieron 0,1%, en tanto que los emergentes avanzaron 0,4%.
Leve recuperación del dólar. Tras la fuerte caída que tuvo en los primeros cuatro meses del año –perdió casi un 10%–, el dólar comenzó mayo recuperando algo del terreno perdido. En la última semana, el dólar DXY subió 0,4%, acumulando en lo que va del mes un alza de 0,9%. El fortalecimiento del dólar fue generalizado, aunque lo más destacado fue el avance frente al yen japonés, al apreciarse 0,3% en la semana y 1,6% en el mes, mientras que contra el euro ganó 0,4% y 0,7%, respectivamente. Diferente fue la performance contra las monedas emergentes, frente a las cuales perdió algo de terreno: contra el yuan retrocedió 0,5% en la semana y lo mismo en lo que va del mes, en tanto que contra el real brasileño perdió 0,1% en la semana y 0,4% en el mes.
Commodities en alza. Semana heterogénea para los precios de las materias primas, con el petróleo y el oro en aumento, mientras que la soja y el cobre tuvieron una leve caída. En el caso del petróleo, en la semana recuperó 4,6% y cerró con el WTI cotizando en USD 61 el barril, alejándose del mínimo del 5 de mayo cuando había llegado a cotizar en USD 56. A pesar de este repunte, en lo que va de 2025 acumula un retroceso de 15%. El oro siguió aprovechando la mayor incertidumbre global y subió 2,7%, cerrando la semana en USD 3.327 la onza –en el año acumula un alza de 27%–. El precio de la soja bajó 0,5% en la semana, cerrando en USD 384 –en el año acumula una ganancia de 4,6%–, al tiempo que el cobre perdió 0,4% –en el año lleva ganado 16%–.
Una pausa en la recuperación. Luego de la fuerte recuperación que tuvieron las acciones en general desde el piso del 12 de abril —acumularon un alza de 13%—, en la última semana tomaron un respiro y los principales índices americanos operaron a la baja. Concretamente, el S&P 500 perdió 0,3%, impulsado por el retroceso en las acciones del sector de salud que cayó 3,8%, mientras que el resto de los sectores operaron estables. Con este resultado, en lo que va de mayo el S&P 500 acumula un alza de 1,9%, pero registra una pérdida de 3,6% en lo que va del año arrastrado por la caída de 6,3% en las acciones tecnológicas, de 9,7% en las de consumo discrecional y de 3,7% en las del sector energético. Para el resto del mundo también fue una semana más tranquila y con leves retrocesos, con el índice global sin EE. UU. perdiendo 0,3%, aunque los resultados de mayo y del año son muy positivos, con una ganancia de 1,6% y 10,9%, respectivamente. Latam tuvo la mejor performance semanal, con un avance de 2,3% –en el año gana 21,8%–, y en menor medida Europa, con una suba de 0,5% –en el año sube 20,9%–.
Lo que viene. La semana arranca con la expectativa en torno a la reunión que mantuvieron representantes del gobierno de Trump y de China en Ginebra, durante el último fin de semana, respecto de las negociaciones por un nuevo acuerdo comercial. Según lo anunciado, la desescalada de la guerra arancelaria implica una reducción de los gravámenes a China del 145% al 30% por parte de EE. UU., en tanto que China reducirá las tasas sobre productos estadounidenses del 125% al 10% durante 90 días —ambas potencias modificarán sus gravámenes antes del 14 de mayo—. En cuanto a la agenda económica, se destaca la publicación de la inflación de abril, de la que se espera un repunte de 0,3% m/m, revirtiendo la caída de 0,1% registrada en marzo, mismo resultado que se espera para el IPC Core. También será importante la publicación de los precios mayoristas, de los que se prevé un alza de 0,2% m/m frente a una caída de 0,4% m/m el mes anterior. No menos relevante será la primera estimación del índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, luego del desplome registrado en abril, cuando marcó el nivel más bajo de los últimos tres años. Con respecto al consumo, se publicarán las ventas minoristas, que se espera moderen su dinamismo tras el repunte de marzo, impulsado por compras adelantadas frente a la suba de precios derivada de los mayores aranceles.
Los contratos de dólar en A3 operaron fuertemente a la baja en la semana, retrocediendo 4,7%...
Los contratos de dólar en A3 operaron fuertemente a la baja en la semana, retrocediendo 4,7%. Los volúmenes operados fueron inusuales, lo cual permite pensar en una posible intervención por parte del BCRA en los futuros. En la rueda del miércoles se vio una caída en torno al 8% que afectó principalmente a los contratos largos y luego tuvieron un rebote. Los contratos que más cayeron en la semana fueron los del tramo largo: diciembre (-6,0%), noviembre (-5,5%) y enero (-5,4%).
El próximo contrato en vencer es el de mayo, que cotiza en $1.198 y marca una devaluación directa de 3,2% y mensualizada de 4,4%. Para los tres meses siguientes, los precios reflejan que la suba en el precio del dólar correría en niveles en torno al 1,6%: 1,7% en junio ($1.169), 1,9% en julio ($1.191) y 1,6% en agosto ($1.210). A partir de ahí, señalan una devaluación que continúa al ritmo de 1,8% promedio hasta marzo del 2026.
De esta manera, la curva de tasas (TNA) mostró una suba en el tramo de mayo a octubre, con una pendiente negativa que comienza en 54% en mayo y alcanza 25% en octubre, donde se mantiene hasta abril 2026.
El volumen operado registró un fuerte aumento que lo llevó a valores inusuales. En las últimas tres ruedas se comerciaron USD 8,8 M. El viernes 9 de mayo el interés abierto cerró en 4.307 millones de contratos, presentando una suba de 26% m/m y de 145% a/a.
Redes de valor para un escosistema más sólido y competitivo.
Cuando se habla de las SGRs (Sociedades de Garantía Recíproca), suele afirmarse que están destinadas exclusivamente a beneficiar a las PyMEs. Y esa afirmación es cierta: el objetivo principal de las SGRs es, justamente, facilitar el acceso al financiamiento a las pequeñas y medianas empresas.
Sin embargo, existe un modelo de articulación muy potente que muchas veces pasa desapercibido. Y es que las grandes empresas pueden convertirse en socios estratégicos en este proceso, ayudando a sus cadenas de valor PyME a financiarse en mejores condiciones, sin resignar eficiencia ni competitividad.
Las grandes empresas enfrentan un doble desafío. Por un lado, deben gestionar relaciones con proveedores que operan con cheques como forma de pago; y por otro, lidiar con clientes que demandan plazos más largos para cancelar sus compras.
Por consiguiente, la pregunta es ¿cómo resolver ambos frentes sin tensar la estructura financiera? La respuesta está en un esquema virtuoso: las Cadenas de Valor, donde las grandes empresas actúan como fiadoras ante las SGRs para que sus proveedores y/o clientes PyME puedan acceder a financiamiento en el mercado de capitales.
Existen tres tipos de cadenas de valor: una diseñada exclusivamente para proveedores, otra enfocada únicamente en clientes y una tercera opción híbrida que combina ambas modalidades.
Cadena de valor para proveedores
Una cadena de valor permite a una empresa grande (en adelante, Empresa Fiadora) ofrecer a sus proveedores una línea de financiamiento para descontar cheques emitidos por la propia Empresa Fiadora. La gran empresa otorga una fianza global a una SGR para avalar operaciones de financiamiento de sus proveedores PyME.
Una vez aprobada la cadena, la SGR emite los avales correspondientes. Luego, el proveedor PyME factura a la Empresa Fiadora, que, como contrapartida, emite un cheque de pago diferido para cubrir dicha factura. Finalmente, Cohen Aliados Financieros, por ejemplo, negocia esos eCheqs en el Mercado Argentino de Valores (MAV), permitiendo al proveedor PyME acceder al cobro anticipado.
Cadena de valor para clientes
La Empresa Fiadora también puede implementar una cadena de valor para sus clientes, con una diferencia clave respecto de la de proveedores: los clientes tienen la posibilidad de negociar cheques que sean tanto propios como de terceros.
Aquí, la gran empresa también otorga una fianza global a la SGR, pero esta vez en beneficio de sus clientes PyME. Los clientes acceden a una línea de crédito avalada por la SGR y presentan sus propios cheques (o de terceros) para ser negociados por Cohen en el MAV, obteniendo así liquidez inmediata.
Cadena de valor híbrida
En este caso, la Empresa Fiadora estructura un esquema que abarca tanto a sus proveedores como a sus clientes PyME. Bajo esta modalidad, otorga una única fianza global a la SGR, que permite canalizar operaciones de financiamiento de ambos extremos de su cadena productiva. Esto no solo amplía el alcance del programa, sino que también refuerza la sostenibilidad del ecosistema en su conjunto, alineando intereses comerciales y financieros a lo largo de toda la red de valor.
Beneficios:
En resumen, las SGRs no son exclusivas de las PyMEs, pero sí están pensadas para ellas. Y cuando una gran empresa se suma a una Cadena de Valor, lo hace para cumplir ese mismo propósito: potenciar a las PyMEs que la rodean, facilitando su acceso al financiamiento en mejores condiciones. Porque apoyar a las PyMEs no es solo una buena práctica empresarial, es una estrategia inteligente para construir un ecosistema más sólido, competitivo y sostenible.
Noticias locales: el país hoy.
La rueda del jueves fue positiva para los bonos soberanos en dólares y los BOPREAL, con el riesgo país cayendo por debajo de los 700 pb. La deuda en pesos también tuvo una jornada favorable, mientras que el tipo de cambio oficial cerró en baja. Las reservas brutas siguieron cayendo, mientras el BCRA mantiene su decisión de no intervenir en el mercado de cambios. En el plano macroeconómico, el REM corrigió al alza la proyección de inflación para 2025, mientras que la industria y la construcción mostraron caídas mensuales en marzo.
Los bonos soberanos en dólares registraron subas moderadas del 0,2%, con leves caídas en el tramo corto y subas moderadas en el tramo largo. Mientras tanto, el riesgo país perforó los 700 pb, alcanzando los 678 pb. Los BOPREAL continuaron al alza, con subas del 0,8%.
La deuda soberana en pesos tuvo otra rueda positiva, de la mano de la estabilidad en los tipos de cambio, mientras que los títulos dollar-linked siguieron cayendo. La curva a tasa fija registró subas del 0,3%, sosteniendo el repunte en el tramo largo, con subas de hasta el 1,3%. Luego de varias jornadas lateralizando, los bonos CER repuntaron un 1,2% y los duales registraron otra rueda con subas en torno al 1,2%. Mientras tanto, los títulos dollar-linked cayeron un 1,8%.
Los contratos de dólar futuro tuvieron un rebote del 1,0% luego de la fuerte caída en la rueda del miércoles. Al igual que el miércoles, los contratos más largos fueron los que mayores subas registraron. La tasa implícita de variación mensual para diciembre 2025 avanzó a 1,5%, en tanto que la curva de TNA descomprimió y alcanzó el 25% para mayo, y a partir de junio se mantiene con una pendiente plana en torno al 21%. Nuevamente se vio un aumento en el interés abierto, con 269.321 contratos, y el volumen operado fue de USD 2,9 M.
En el mercado de cambios, el BCRA culminó con un stock de reservas brutas por USD 37.997 M, bajando en USD 307 M desde el miércoles y USD 963 M en lo que va de mayo. Mientras tanto, el BCRA cerró otra rueda sin intervención en el MLC y el dólar oficial cayó un 3,7%, cerrando en $1.117,5. En lo que va del mes, el tipo de cambio cayó un 4,7%. En cuanto a los dólares financieros, el MEP (GD30) avanzó un 0,1%, mientras que el CCL cayó un 0,2%, cerrando en $1.143,8 y $1.151,4, respectivamente.
El Merval tuvo un leve retroceso del 0,6% en dólares CCL y del 1,3% en pesos, y cerró la rueda en un nivel de USD 1.781 puntos. Las principales caídas se vieron en Ternium (-4,0%), BYMA (-3,5%) y Transener (-2,6%). Del otro lado, las mayores subas fueron para TGN (+3,79%), TGS (+1,7%) e IRSA (+1,5%).
En marzo, la actividad industrial retrocedió 4,5% m/m desestacionalizado, lo que llevó el nivel de producción a valores similares a los de junio de 2024. Aun así, en la comparación interanual se registró un aumento de 5,2%, y el primer trimestre cerró con un crecimiento acumulado de 6,1% i.a. La contracción fue generalizada entre sectores, con la única excepción de minerales no metálicos y metálicos, que avanzaron 2,3% m/m. Las principales caídas se observaron en la refinación de petróleo, químicos, caucho y plástico (-7,9%), automotores y otros equipos de transporte (-6,9%) y madera, papel, edición e impresión (-7,1%).
Por su parte, la construcción también mostró una baja mensual de 4,1% m/m s.e., aunque en términos interanuales creció 15,8% i.a. frente a un piso de comparación bajo. El primer trimestre del año acumuló un crecimiento de 5,6% i.a.
En el REM de abril, los analistas revisaron al alza sus proyecciones de inflación: estiman que el IPC de abril se ubicó en 3,2% m/m, un punto porcentual por encima del informe previo y levemente por debajo del dato de marzo (3,7%). También corrigieron la inflación interanual esperada a diciembre a 31,8%, una suba de 4,3 p.p. respecto del REM de marzo.
Para el tipo de cambio, ajustaron la proyección de fin de año a $1.322/USD (un 45% por encima del piso de la banda inferior a fin de año). En cuanto a tasas, se modificó la expectativa para diciembre a una TAMAR de 27,0% nominal anual (2,2% efectiva mensual), 3 p.p. por encima del REM previo. Por el lado de la actividad, se proyecta un crecimiento del PBI de 5,1% en 2025 (+0,1 p.p.), mientras que el avance del primer trimestre fue ajustado a 1,7% t/t s.e. (+0,2 p.p.).
Noticias globales: el mundo hoy.
En la rueda del jueves se vio optimismo en los mercados producto del acuerdo comercial entre EE. UU. y el Reino Unido, y de la expectativa por la próxima reunión entre EE. UU. y China, lo que le dio un fuerte impulso tanto a las acciones como al petróleo, a diferencia del oro, que retrocedió. La tasa de los bonos del Tesoro a diez años subió 9 pb y, en consecuencia, el dólar se fortaleció a nivel global, excepto en Brasil, donde el real continúa apreciándose. Se conoció además el dato de solicitudes iniciales de subsidio por desempleo, que se ubicó levemente por debajo de lo esperado.
Trump anunció un marco de acuerdo comercial con el Reino Unido, el primer gran pacto desde que Estados Unidos impuso aranceles generalizados a principios de este año. Además, calificó el acuerdo como un avance significativo que impulsará las exportaciones estadounidenses, aunque se mantiene un arancel del 10%. Concretamente, el núcleo del acuerdo consiste esencialmente en un intercambio comercial mediante el cual el Reino Unido obtendrá una reducción de los aranceles estadounidenses en sectores clave. Los principales focos son el acero —los aranceles de EE. UU. sobre el acero británico se reducirán del 25% al 0%— y las exportaciones de automóviles, donde los aranceles se reducirán del 27,5% al 10%, según un comunicado del Reino Unido. A cambio, el primer ministro Starmer ofrecerá concesiones para abrir más los mercados del Reino Unido a productos como automóviles estadounidenses, etanol, maquinaria y productos agrícolas, así como negociaciones en curso sobre los llamados impuestos a los servicios digitales que afectan a las empresas tecnológicas de EE. UU. También insinuó que los aranceles a China podrían reducirse según el resultado de las negociaciones comerciales que tendrán lugar este fin de semana en Suiza, donde funcionarios estadounidenses se reunirán con sus contrapartes chinas.
Por su parte, las acciones tuvieron una fuerte suba tras las expectativas de menores aranceles a socios clave. El S&P 500 y el Nasdaq avanzaron un 1,2% y un 1,7%, respectivamente, borrando las pérdidas del "Día de la Liberación" y alcanzando sus niveles más altos desde marzo, mientras que el Dow sumó un 1,3%. Las tecnológicas lideraron las subas, con Tesla trepando más de un 4% y Palantir disparándose un 8,4% tras recortar la fuerte caída del día anterior. Apple y Alphabet también subieron, recuperando parcialmente el retroceso de la última sesión. Por otro lado, Arm cayó un 5% tras presentar una guía de resultados pesimista, y Eli Lilly perdió más de un 3% en medio de pérdidas generalizadas en el sector salud, tanto en Europa como en América del Norte.
El rendimiento de la UST10Y subió 9 pb, ubicándose en 4,37% el jueves, en tanto que la UST2Y retrocedió 10 pb y cerró en 3,89%. Estos movimientos de tasas implicaron una caída del 0,5% en los bonos del Tesoro, que repercutió en Investment Grade y Mercados Emergentes, cayendo un 0,4% y un 0,3%, respectivamente.
En línea con el movimiento de tasas, el índice DXY avanzó un 1,1% y superó la barrera de los 100. Concretamente, avanzó un 0,7% frente al euro, 0,4% frente a la libra y 1,4% frente al yen. Distinta fue la historia en Brasil, donde el dólar perdió un 1,4% frente al real y cerró en USDBRL 5,67, debido a la suba de 50 pb en la tasa Selic por parte del Copom —dejándola en 14,75%— y a la señal de que este podría ser el movimiento final del ciclo. Esto mantiene a Brasil con una de las tasas de interés reales más atractivas del mundo, impulsando flujos hacia su mercado.
En commodities, el petróleo WTI rebotó un 3,3% y cerró en USD 60 el barril, impulsado por el optimismo acerca de los avances en las próximas negociaciones comerciales entre EE. UU. y China, actores clave en la demanda global de crudo. El oro fue en sentido contrario al petróleo y retrocedió un 1,8%, cerrando en USD 3.304 la onza, producto del alivio en las tensiones comerciales que le quitan demanda a los activos de refugio.
En la noticia económica del día, las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo en Estados Unidos cayeron en 13.000, ubicándose en 228.000 en la semana que finalizó el 3 de mayo, ligeramente por debajo de las expectativas del mercado (230.000), y marcando un fuerte contraste con el máximo de dos meses registrado la semana anterior. Mientras tanto, las solicitudes continuas de desempleo disminuyeron en 29.000, situándose en 1.879.000, aliviando así el repunte observado a mediados de abril, cuando se alcanzó el nivel más alto en más de tres años.
¿Qué variables macro avanzan de manera positiva y cuáles se encuentran bajo tensión?
✅D A T O P O S I T I V O D E L A S E M A N A
La recaudación volvió a crecer en términos reales, con una suba de 7% i.a. en abril, marcando el sexto mes consecutivo de variaciones positivas. El dato se destaca aún más considerando que abril tuvo un día hábil menos que el mismo mes de 2024. En el acumulado del primer cuatrimestre, la mejora real interanual alcanza el 7,8%, sostenida por el buen desempeño de los tributos ligados al empleo y a las ganancias, mientras los impuestos asociados a la actividad y el comercio exterior también mostraron señales de recuperación.
⚠️A M O N I T O R E A R
La semana estuvo marcada por una fuerte caída en los futuros de dólar, que el miércoles llegaron a bajar casi un 8% en promedio, con mayor impacto en los tramos más largos. El volumen operado fue récord: se negociaron 3,9 M de contratos, el mayor nivel en tres años, y el interés abierto subió USD 869 M en una sola rueda. La magnitud del movimiento también se reflejó en el spot, que cayó 7,2% en sólo dos ruedas. Un retroceso de esta magnitud, con semejante volumen, refuerza la idea de que la prioridad de anclar expectativas de devaluación podría estar contando con la participación del BCRA.
🚨R I E S G O
Tras el acuerdo con el FMI, las reservas netas salieron del terreno negativo y cerraron abril en torno a los USD 5.500 M. Sin embargo, para el cumplimiento de la meta con el propio Fondo se utiliza una metodología que excluye los desembolsos del organismo y valúa el oro y otros activos del BCRA a precios de enero de 2025. Bajo ese criterio, las reservas netas aún se mantienen negativas en aproximadamente USD 7.200 M. El interrogante del mercado es cómo se logrará acumular cerca de USD 9.000 M adicionales hacia fin de año para alcanzar el objetivo acordado con el FMI.
Una solución a los stocks heredados de dividendos y servicios de deuda con el exterior.
ESTRATEGIA EN DÓLARES
Desde el punto de vista de la persona jurídica que deba cancelar sus compromisos con el exterior, el tipo de cambio implícito que deberá asumir dependerá, en primer lugar, del precio de emisión y, en segundo lugar, del precio de negociación en el mercado secundario. En este contexto, y teniendo en cuenta que a principios de 2024 los BOPREAL se emitieron a la par, suponemos que ocurrirá lo mismo en esta instancia. Si bien no conocemos cuál será el precio del BOPREAL Serie IV en el mercado secundario, estimamos que debería cotizar a una paridad del 80%, o incluso algo menor, considerando que la emisión vence post finalización del mandato actual. Estimamos que el BOPREAL debería cotizar a una paridad mínima del 75% (equivalente a 12,4% TIR – en línea con la TIR actual del AL30) y a una paridad máxima del 80% (equivalente a una TIR del 10,2% en base a curva de mercado de BOPREAL).
En este sentido, suscribir BOPREAL y luego venderlo en el mercado secundario implicaría asumir un tipo de cambio de entre $1.441,9 y $1.538 (es decir, una brecha del 25% y 33%, respectivamente).
Si bien no luce un tipo de cambio atractivo, la demanda por estos instrumentos estará determinada por las empresas que hayan accedido al mercado oficial de cambios y que no puedan cancelar sus pasivos mediante dólares CCL debido a la restricción cruzada vigente (para acceder a los dólares financieros deberían esperar 90 días). Ya que no se han levantado los controles de cambios para estas entidades, los pesos “atrapados” podrían canalizarse a través de esta nueva emisión del BCRA. Así, el precio de emisión podría ser un termómetro de la demanda potencial y del apuro de las entidades por cancelar sus obligaciones con el exterior.
Si tomamos los registros del BCRA como indicador de la demanda potencial, observamos que la deuda externa del sector privado –tanto la comercial como la intercompany– cerró 2024 en USD 101.300 M; es decir, USD 3.100 M por debajo del nivel de 2023. Aunque parte de esa disminución pudo haberse afrontado vía contado con liquidación, gran porción de ese stock pendiente representa un apetito por el desendeudamiento en dólares que podría canalizarse hacia el nuevo BOPREAL.
En síntesis, la fortaleza de la demanda por el nuevo BOPREAL Serie IV –proveniente de empresas con pesos “atrapados” y pasivos en dólares– se reflejará directamente en el precio de emisión que convalide el BCRA. Cuanto más apuro tengan esas entidades por desendeudarse en divisas, menor será el incentivo de la autoridad monetaria para emitir los bonos bajo la par.
Para un inversor interesado en dolarizar su cartera, el BOPREAL Serie IV se presenta como una alternativa particularmente atractiva. Con un rendimiento potencial en dólares cercano al 10,2%, supera el retorno que podría ofrecer un bono corporativo hard dollar, sumado a los beneficios impositivos que se ofrecerían a través de este instrumento. Además, al tratarse de una emisión del BCRA, disminuye el riesgo respecto al Tesoro Nacional.
ESTRATEGIAS EN PESOS
Por su parte, en el universo de instrumentos de renta fija en pesos, si bien mantenemos una visión que favorece los tramos cortos de las curvas CER y Lecap, decidimos estirar algo de duration para capturar mayores tasas. Además, con la reciente caída en el tipo de cambio en torno a los $1.150 y el cierre de la brecha, tiene sentido sumar dollar linked a las tasas que están ofreciendo. En cuanto al carry, luce como una estrategia arriesgada que requiere de precisión en los tiempos de entrada y salida.
Destacamos el riesgo del carry trade, ya que aunque en el esquema de flotación dentro de las bandas el Gobierno tiene la potestad de intervenir, ha afirmado en reiteradas ocasiones que no lo hará. Al encontrarnos algo por debajo del centro de las bandas, los niveles de dólar MEP que igualan la rentabilidad entre invertir en una Lecap y comprar dólares se ubican dentro del rango de flotación, entre el centro y la zona superior. Para dar un ejemplo claro: hoy, con un tipo de cambio a $1.154, comprando la Lecap S30Y5 con vencimiento el 30/5/2025 se requiere de un dólar de $1.176 en el día del vencimiento para no perder ni ganar. De encontrarse por debajo, se habrá realizado una ganancia en dólares; y de hacerlo por arriba, se habrá perdido. Ambos escenarios son factibles, aunque estructuralmente vemos un tipo de cambio estable en el centro de la banda, con cierta presión al alza.
En Lecap alargamos los plazos a agosto, con la S15G5 (vto. 15/8/2025, TEM 2,55%). Este instrumento ofrece una TEM superior a la Lecap de mayo (2,41%) y en línea con el resto de la curva (en torno a 2,50%), que luce con pendiente plana. Pensando en una presión al alza en las tasas reales, producto de la búsqueda del Gobierno de empujar el tipo de cambio al piso de la banda, la Lecap de agosto, estando en el tramo corto de la curva, ofrece liquidez y menor volatilidad ante estos posibles cambios en la tasa.
En cuanto a la curva CER, mantenemos la posición en el TZX25 (vto. 30/6/2025, CER -6,1%). Este instrumento ofrece cobertura contra la inflación hasta abril, que proyectamos por encima de los niveles de breakeven, actualmente en 2,8%. Por otro lado, sumamos posiciones en TZXD5 (vto. 31/12/2025, CER +7,5%), con tasas reales atractivas, y capturando la inflación hasta octubre, época de elecciones cuando, producto de la incertidumbre, podría haber presión en el tipo de cambio que genere un traslado a los precios.
Por último, agregamos posiciones en el dollar-linked TZVD5 (vto. 31/12/2025, devaluación +14,98%). Si bien cuentan con poca liquidez, el cierre de la brecha entre el dólar financiero y el oficial hace que el DLK pase a operar como un hard dollar. Luego de la abrupta caída en el dólar A3500 y los futuros, se abre una oportunidad de inversión en dollar-linked, actualmente cotizando a una TIR elevada. Desde la flexibilización del cepo para personas humanas, este instrumento muestra un comportamiento en línea con los futuros y los dólares financieros. De esta manera, si proyectamos un tipo de cambio más en torno al centro de la banda, los DLK tienen espacio para una compresión en rendimientos.
Recomendación: para inversiones en pesos sugerimos la siguiente cartera: 20% S15G5 (TEM 2,55%) + 10% S29G5 (TEM 2,44%) + 20% TZX25 (CER -6,1%) + 20% TZXD5 (CER +7,5%) + 15% TZVD5 (Devaluación +14,98%) +15% TTM26 (TEM 2,4%).
La industria de pagos enfrenta su mayor desafío: el ascenso de un sistema más rápido y menos costoso
El procesamiento de pagos es un negocio de altos márgenes, dominado por dos gigantes: Visa y Mastercard. Juntas, estas empresas procesan alrededor del 90% de las transacciones globales, excluyendo China. Esto representa más de 350.000 millones de operaciones al año en más de 200 países, por un valor que supera los USD 25 billones.
Visa cotiza en bolsa unos USD 700.000 M, ubicándose en el puesto 14 entre las empresas más valiosas del mundo.
A lo largo de los últimos tres años, sus ingresos crecieron a un ritmo de 10% anual, con un margen de ganancias estable que promedia el 56%. En otras palabras, por cada dólar que ingresa, 56 centavos se convierten en ganancias, un nivel de rentabilidad comparable al de NVIDIA y al alcance de muy pocas compañías en el mundo.
Su desempeño excepcional y posición dominante convalidan un elevado múltiplo de valuación, equivalente a 33 veces su ganancia anual.
Mastercard, por su parte, cotiza en USD 510.000 M y ocupa el puesto 17 entre las empresas más valiosas del mundo.
A lo largo de los últimos tres años, sus ingresos crecieron a un ritmo de 12% anual, con un margen de ganancias promedio del 47%. Aunque este nivel es inferior al 56% alcanzado por Visa, sigue siendo excepcionalmente alto.
Además, Mastercard crece a un ritmo más acelerado que Visa, impulsada en parte por sus sólidos segmentos de valor agregado, que abarcan servicios de ciberseguridad y análisis de datos transaccionales. Gracias a estas ventajas competitivas, la compañía cotiza a 37 veces su ganancia anual.
Ahora bien, el modelo de negocio de estas compañías se sostiene sobre las comisiones que se cobran por procesar transacciones, en un sistema que involucra tanto a los bancos emisores de las tarjetas como a las propias redes de pago. El valor que aportan Visa y Mastercard proviene de su infraestructura tecnológica, que permite transmitir información de forma rápida, segura y confiable.
Cuando un comercio recibe un pago con tarjeta de débito o crédito, entre el 1,5% y el 3% del monto es retenido en concepto de comisiones. De ese total, Visa y Mastercard capturan aproximadamente un 0,2% del valor procesado.
Este mecanismo, clave para su rentabilidad, se ve amenazado por el ascenso de una nueva forma de pago: las stablecoins.
Las stablecoins son tokens digitales (criptomonedas) diseñados para mantener una paridad de 1:1 con una moneda establecida, típicamente el dólar estadounidense. Su valor radica en que permiten enviar y recibir pagos prácticamente sin costo, sin intermediarios y con mayor velocidad.
En total, hay alrededor de USD 240.000 M en circulación en este tipo de activos, principalmente entre las dos más grandes: Tether (USD 149.000 M) y USD Coin (USD 62.000 M).
El ascenso de las stablecoins es tal que, el pasado 30 de abril, el Comité Asesor de Préstamos del Tesoro de EE. UU. celebró una reunión para analizar su futuro. En ella, se proyectó que el volumen de transacciones mensuales podría crecer desde USD 700.000 M en la actualidad hasta USD 6 billones en 2028, superando los montos procesados mensualmente por Visa y Mastercard.
En respuesta a esta tendencia, Donald Trump está promoviendo en el Congreso el GENIUS Act, una ley que permitiría a bancos y otras entidades emitir sus propias stablecoins. La iniciativa también establecería regulaciones clave para su funcionamiento, incluyendo el requisito de que estén respaldadas por bonos del Tesoro estadounidense, lo que explica el creciente interés del Tesoro en esta clase de activos.
Como muestra del momento que atraviesan, el holding MGX –propiedad del gobierno de Abu Dhabi– anunció recientemente la compra de USD 2.000 M en acciones de Binance, a ser transferidos mediante la stablecoin USD 1.
Visa y Mastercard están buscando alternativas para adaptarse al nuevo contexto. En sus resultados trimestrales presentados la semana pasada, ambas compañías dedicaron un espacio a las stablecoins.
Visa anunció el desarrollo de una plataforma diseñada para ayudar a los bancos a emitir sus propias stablecoins, con BBVA como primer cliente piloto. Mastercard, por su parte, reveló que está colaborando con plataformas cripto para habilitar pagos con stablecoins en más de 150 millones de comercios a nivel global.
Sin embargo, independientemente de los avances que logren, el ascenso de las stablecoins implica una competencia más directa y comisiones más bajas, lo que presionará los márgenes de estas empresas e impactará en el centro de su modelo de negocios.
Noticias globales: el mundo hoy.
El miércoles la atención se concentró en los anuncios de la Fed, que, como se esperaba, mantuvo la tasa de interés sin cambios. Mientras tanto, se mantiene la incertidumbre respecto de los acuerdos comerciales, luego de que Trump afirmara que no flexibilizará los aranceles antes de la reunión prevista para este fin de semana en Suiza. En este contexto, subieron las acciones —en medio de presentaciones de balances—, los bonos y el dólar, en tanto que retrocedieron los commodities.
La Reserva Federal mantuvo la tasa de fondos federales en el rango de 4,25%–4,50% por tercera reunión consecutiva en mayo de 2025, en línea con lo esperado, mientras los funcionarios adoptan un enfoque de cautela ante la preocupación de que los aranceles de Trump puedan impulsar la inflación y frenar el crecimiento económico. Los responsables de política monetaria señalaron que la incertidumbre sobre el panorama económico ha aumentado aún más, y que los riesgos de un mayor desempleo y una mayor inflación se han incrementado. Durante la conferencia de prensa habitual, Powell afirmó que todavía es pronto para determinar si la inflación o el desempleo será el problema más relevante, y que la Fed no tiene necesidad de apresurarse a ajustar las tasas de interés. El banco central puede permitirse ser paciente, monitoreando los datos entrantes y manteniendo una actitud de espera. Asimismo, la Fed indicó que, si bien las variaciones en las exportaciones netas han afectado los datos, los indicadores recientes sugieren que la actividad económica ha seguido expandiéndose a un ritmo sólido.
Las acciones cerraron al alza el miércoles, con el S&P 500 subiendo un 0,4%, el Nasdaq 100 avanzando un 0,4% y el Dow Jones un 0,7%. En particular, Nvidia subió un 3,1% tras reportes de una posible flexibilización en las reglas de comercio de chips. Disney saltó un 10,9% gracias al sólido crecimiento en su segmento de streaming, mientras que Alphabet cayó un 7,5% ante rumores de que Apple (−1,1%) estaría explorando alternativas de búsqueda con inteligencia artificial.
La decisión de la Fed de mantener la tasa y el señalamiento de un aumento en la incertidumbre respecto de la economía —tanto en desempleo como en inflación— generaron una caída en las tasas de los bonos del Tesoro. La UST10Y retrocedió 4 pb, acomodándose en 4,28% y, en consecuencia, el índice de bonos del Tesoro avanzó un 0,2%. Esto repercutió positivamente en otros segmentos de renta fija, especialmente en Mercados Emergentes, que anotaron una suba del 0,4%.
El dólar avanzó nuevamente a nivel global y el US Dollar Index ganó un 0,71%, al fortalecerse un 0,6% contra el euro y la libra, y un 1,1% frente al yen. Este mismo comportamiento se observó en Brasil, donde el dólar se fortaleció un 0,5% frente al real y cerró en USDBRL 5,74.
Para el petróleo fue una jornada bajista, producto de la creciente incertidumbre económica que podría generar menor demanda. Así, retrocedió un 1,9% hasta los USD 58. El oro también operó a la baja, debido a que la reunión de funcionarios de EE. UU. y China es vista como una posible oportunidad de aliviar tensiones comerciales, lo que afectó a la demanda de activos de refugio. En concreto, retrocedió un 1,8% y cerró en USD 3.368 la onza.
Noticias locales: el país hoy.
La jornada del miércoles estuvo marcada por una fuerte caída de los contratos de dólar futuro, que impactó en una baja del spot y los dólares financieros. En un contexto favorable para la deuda de emergentes, los soberanos en dólares tuvieron una buena performance, al igual que los BOPREAL. Los instrumentos en pesos registraron ganancias tanto en dólares como en pesos, a excepción de los dollar linked, y el Merval tuvo una suba en dólares en el margen. Se dio a conocer el índice de producción industrial minero de marzo, destacándose la producción de petróleo crudo.
En el mercado de cambios, el BCRA culminó con un stock de reservas brutas por USD 38.304 M, bajando en USD 248 M desde el martes y USD 656 M en lo que va de mayo. En paralelo, el BCRA cerró otra rueda sin intervención en el MLC y el dólar oficial cayó un 4,2%, cerrando en $1.153,5 –en lo que va del mes, el tipo de cambio avanzó un 1,6%–. Asimismo, los dólares financieros retrocedieron un 4,8%, tanto el MEP (GD30) como el CCL, alcanzando $1.142 y $1.153,7, respectivamente.
En los futuros de dólar se vio una fuerte baja de 7,96% promedio, con mayor impacto en los contratos más largos. Los de diciembre (-9,69%), enero (-9,55%) y noviembre (-9,39%) fueron los que más cayeron. De esta manera, la curva de TNAs comprimió nuevamente y para mayo se encuentra en -18%, mientras que junio muestra una tasa de 1% y continúa subiendo hasta 15% en abril de 2026. La variación mensual implícita promedio del tipo de cambio oficial se ubica en 0,9% para diciembre de 2025.
La deuda soberana en pesos tuvo una rueda positiva, de la mano de la caída en los tipos de cambio, en tanto que los títulos dollar linked descendieron fuertemente. La curva a tasa fija registró alzas del 0,7%, liderada por el tramo largo, que subió un 1,4%. Los bonos CER avanzaron un 0,4%. Los duales, por su parte, fueron los grandes ganadores, con subas del 1%, en línea con los Boncap de duration similar. En cambio, los títulos dollar-linked cayeron un 4,8%, en línea con la baja de los tipos de cambio y los futuros.
Los bonos soberanos en dólares registraron dos jornadas consecutivas de subas, avanzando un 0,4%, liderados por el tramo largo de Globales que ganaron un 1%. No obstante, el riesgo país continúa sin ceder y registró un aumento de 25 pb desde el martes, cerrando en 766 pb. Los BOPREAL continuaron al alza, con subas del 0,2%.
El Merval avanzó un 0,5% en dólares CCL y terminó la jornada en un nivel de USD 1.768, en tanto que en pesos retrocedió un 3,3%. TGN (+4,46%) y Holcim (+4,56%) fueron las acciones que más se destacaron.
En marzo, el índice de producción industrial minero (IPI minero) creció 2,3% i.a., con un acumulado en el primer trimestre de +2,2% i.a. Por componentes, resaltó el aumento en la producción de petróleo crudo (+10,4% i.a.), arenas para construcción y fracking (+20% i.a.) y minerales para la industria química (+36,5% i.a., con el litio creciendo +53,4% i.a.). En contraste, la extracción de gas natural (-1,2% i.a.) y los servicios de apoyo a la actividad petrolera (-10,7% i.a.) registraron caídas.
Análisis de la nueva política monetaria tras la flexibilización del cepo.
El régimen actual está basado en un principio simple pero exigente: el BCRA sigue sin emitir pesos para financiar al Tesoro ni a sus propios pasivos y, además, abandona el uso de la tasa como herramienta de política. En su lugar, concentra su accionar en la cantidad de dinero en circulación, tomando como referencia el M2 transaccional del sector privado (circulante en poder del público sumado a depósitos en cuentas corrientes y cajas de ahorro del sector privado en pesos, excluyendo vista remunerada de personas jurídicas). A partir de modelos propios de demanda de dinero, define una trayectoria trimestral de agregados monetarios, con metas explícitas acordadas con el FMI que actúan como ancla nominal. La evolución de este esquema se controla en tiempo real y cualquier desvío frente a la meta habilita al Central a intervenir, absorbiendo o inyectando liquidez.
Dentro de las bandas, el tipo de cambio flota permitiendo la compra de divisas, aunque las autoridades han sido explícitas en que esto solo sucederá si el dólar toca el piso: en este caso, el BCRA interviene comprando divisas y emitiendo pesos sin esterilización, concediendo cierta remonetización. En cambio, si alcanza el techo, vende reservas y retira pesos, absorbiendo el excedente de liquidez. Estas intervenciones tampoco se esterilizan, lo que refuerza la coherencia entre el ancla monetaria y el tipo de cambio. Además, el BCRA conserva herramientas complementarias como los cambios en el régimen de encajes y la posibilidad de operar en el mercado secundario de títulos, si bien su uso es acotado y coordinado con el frente fiscal.
Tras la flexibilización del cepo, el mercado enfrentó un shock inicial de iliquidez, propiciado por el BCRA que se retiró del mercado de pases. Las primeras ruedas posteriores al anuncio mostraron una fuerte contracción monetaria, con tasas interbancarias que promediaron el 46%. Sin embargo, ese apretón fue transitorio. El regreso del BCRA a los pases y la emisión de pesos asociada al bajo rollover del Tesoro en abril (por debajo del 75%) impulsaron un aumento de la liquidez y una calma en las tasas. El retorno de los bancos a las LEFIs terminó de consolidar ese giro (al 11 de abril, las LEFIs del sector privado llegaron a un mínimo de $1,6 billones y se recuperaron a $6,2 billones a fin de abril, el valor más alto desde mediados de febrero).
Este cambio no tardó en reflejarse en las tasas. Las cauciones a siete días cayeron más de 10 puntos en pocas ruedas, y tanto las tasas cortas como largas se comprimieron en un entorno de mayor liquidez y menor expectativa inflacionaria para abril. Tras la flexibilización del cepo, las primeras estimaciones indicaban una inflación del 5% m/m, pero ya con el cierre del mes y la estabilización del tipo de cambio, la estimación actual cerró en torno al 3% m/m, por debajo de marzo. La relajación monetaria también se refleja en los encajes, que pasaron de niveles mínimos a un comportamiento más expansivo, en parte debido a cambios en la integración del efectivo mínimo y en parte por el bajo rollover del Tesoro.
En este nuevo equilibrio, las LEFIs se consolidaron como el principal instrumento del BCRA. Tras salirse de la operatoria de pases, estas letras volvieron a ser el canal preferido para absorber pesos. A su vez, el saneamiento del balance del BCRA –facilitado por el rescate de Letras Intransferibles por parte del Tesoro con recursos del FMI– permitió reducir pasivos en dólares y fortalecer su hoja de balance.
Todavía queda por analizar con más precisión la evolución del M2 transaccional, que será el termómetro clave para anticipar giros en la política monetaria. La base monetaria promedio de abril, así como los desvíos frente a la meta del segundo trimestre, también deberán seguirse de cerca en las próximas semanas.
El esquema actual delega en el mercado la fijación de tasas. Sin una tasa de política de referencia válida –aunque se mantiene la de política económica en 29% TNA–, las referencias más relevantes pasan a ser la Badlar (32% TNA) y la TAMAR (33% TNA). En este marco, con un tipo de cambio operando en el centro de la banda, el BCRA no interviene ni compra reservas, lo que implica una postura monetaria neutral desde el frente cambiario. Las condiciones de liquidez están siendo definidas por los flujos del Tesoro y la dinámica del sistema bancario. Si el tipo de cambio se acercara al piso y el Central decidiera intervenir comprando dólares, eso implicaría una expansión no esterilizada. Por ahora, el sesgo monetario se mantiene restrictivo, en línea con la meta de desinflación.
En síntesis, si el objetivo es mover el dólar hacia la parte inferior de la banda cambiaria, la política deberá endurecerse. Absorber más liquidez, convalidar tasas más altas y aceptar cierto costo en términos de actividad parecen condiciones necesarias. El nuevo BOPREAL para empresas puede leerse también en ese sentido: una herramienta para sostener el sesgo contractivo. Además, habrá que seguir de cerca las licitaciones del Tesoro, que podría marcar el rumbo ofreciendo mayores tasas, logrando mejores niveles de rollover y, en consecuencia, evitando que la liquidez sobrante relaje demasiado las tasas bancarias. Por ahora, todo indica que la prioridad sigue siendo la baja de la inflación, un objetivo económico que, en un año electoral, es una meta principalmente política. Y si bien el tipo de cambio dejó de ser el ancla explícita –con un régimen que ahora “flota”–, la liquidez del mercado, y en consecuencia las tasas, seguirán operando como instrumentos para mantenerlo contenido.
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En la jornada del martes se vio un avance en los soberanos en dólares, ayudado por un contexto global. Los dólares financieros y los bonos dollar-linked retrocedieron en el margen, los futuros quedaron prácticamente sin cambios, mientras que el dólar oficial subió. Se vieron ganancias en las Lecap más largas, al igual que en la curva CER, y se destacaron las acciones, que subieron a diferencia de Brasil y Emergentes.
Tal como se había anunciado, ayer el Ministerio de Economía canceló Letras Intransferibles en poder del BCRA por un total de USD 12.000 M (la con vencimiento en junio de 2025, la con vencimiento en abril de 2026 y, parcialmente, la de vencimiento en abril de 2029), utilizando recursos provenientes del acuerdo con el FMI que ya estaban depositados en la cuenta del Tesoro Nacional. La operación incluyó la cancelación total de los títulos con vencimiento en junio de 2025 y abril de 2026, y una cancelación parcial de los que vencen en abril de 2029.
En el mercado de cambios, el BCRA culminó con un stock de reservas brutas por USD 38.552 M, bajando en USD 397 M desde el lunes. Parte de esta caída se explica por el pago de intereses por USD 612 M al FMI, que fue compensado por la suba del oro (+3%) y del yuan chino (+0,8%). Mientras tanto, el BCRA cerró otra rueda sin intervención en el MLC y el dólar oficial subió un 2,1%, cerrando en $1.203,83. En lo que va del mes, el tipo de cambio avanzó un 2,7%. Los dólares financieros cayeron un 0,1% el MEP (GD30) y un 0,3% el CCL, cerrando en $1.200 y $1.211,9, respectivamente. Así, la brecha con el tipo de cambio oficial se contrajo casi al 0% para el MEP y 1% para el CCL.
Los futuros de dólar operaron sin variaciones. Así, la tasa de variación mensual implícita promedio hasta diciembre se mantiene en 1,7% y la curva de TNA comprimió y ahora luce con una pendiente positiva, que va de 5% en mayo a 21% en octubre, donde se mantiene hasta abril de 2026.
La deuda soberana en pesos tuvo una rueda estable, mientras que los títulos dollar-linked mostraron mayor calma tras la suba de ayer. La curva a tasa fija registró subas del 0,1%, mientras que los bonos CER subieron un 0,3%, liderados por el tramo medio, que subió un 0,5%. Los duales, por su parte, se mantuvieron firmes con subas del 0,2%. Mientras tanto, los títulos dollar-linked cayeron un 0,2%.
Tras la caída de ayer, los bonos soberanos en dólares repuntaron un 1,2% y recuperaron las caídas del lunes. En línea con esta suba, los BOPREAL subieron un 1%.
El Merval avanzó un 3,5% en pesos y 1,0% en dólares CCL, alcanzando un nivel de USD 1.715. Esta suba se dio a contramano de EE. UU., Brasil y Emergentes, que registraron pérdidas. Las acciones que más subieron fueron YPF, COME y VALO, en torno al 6%. Para los activos que cotizan en la Bolsa de Nueva York, la suba fue de tan solo 0,1% y se destacaron Cresud y Galicia con ganancias de alrededor de 2%.
En cuanto al dato económico del día, en abril los despachos de cemento aumentaron 27,7% i.a. y 16,7% m/m sin estacionalidad. Este insumo evidencia la recuperación paulatina pero sostenida de la construcción, el sector más rezagado en 2024.
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En la rueda de ayer, los principales índices de acciones americanos retrocedieron luego de que las nuevas declaraciones de Trump reavivaran la tensión comercial. Diferente fue el caso de la renta fija, que repuntó ante la expectativa de que la Fed mantenga las tasas sin cambios en la reunión de hoy. Por otro lado, el petróleo rebotó, a la vez que el oro reafirmó su tendencia al alza. En cuanto a datos, se dieron a conocer la balanza comercial y el índice de optimismo económico, que en ambos casos resultaron peor de lo esperado.
Las declaraciones de Trump, en las que sostuvo que no era necesario firmar acuerdos, contradijeron los comentarios recientes del Secretario del Tesoro, Scott Bessent, y redujeron las expectativas de un alivio arancelario. Se prevé que esta semana se reanuden las negociaciones comerciales entre EE. UU. y varios países asiáticos, mientras que las conversaciones con China parecen haberse estancado. A su vez, un tenso intercambio entre Trump y el recién electo primer ministro canadiense, Mark Carney, puso de manifiesto tensiones diplomáticas, con Carney declarando: “Canadá no está en venta”, a lo que el presidente norteamericano respondió con sarcasmo: “Nunca digas nunca”.
Esta persiste incertidumbre respecto a los conflictos comerciales afectaron las acciones. El martes, el S&P 500 retrocedió un 0,5%, el Nasdaq un 0,6% y el Dow Jones un 0,8%. Las grandes tecnológicas operaron en baja: Meta perdió un 1,5% y las acciones de Tesla cedieron un 2% ante débiles ventas en Europa.
Asimismo, la UST10Y cayó 6 pb, hasta 4,32%, a medida que los inversores se volcaron a deuda gubernamental de largo plazo tras una sólida licitación del bono a 10 años. La Fed compró casi USD 15.000 M en bonos durante la subasta, la mayor cifra desde 2021. Hoy se espera que Powell mantenga sin cambios la tasa de interés, aunque podría ofrecer pistas sobre el impacto económico de las políticas comerciales de Trump. La baja en las tasas favoreció a la renta fija de mercados emergentes, que avanzó un 0,4%.
El dólar DXY bajó 0,6% y cerró en 99,28. Este movimiento se explicó por la caída de 0,5% frente al euro, 0,6% contra la libra y 0,9% ante el yen.
En cuanto a commodities, el petróleo WTI rebotó un 3,4% y cerró en USD 59,6, luego de señales de desaceleración en la producción de shale en EE. UU. que ayudaron a reducir los temores de sobreoferta. Diamondback Energy, un importante productor en la cuenca pérmica, recortó su proyección de producción y advirtió sobre una próxima caída en la actividad de perforación terrestre. Otro operador clave de shale también anunció recortes, lo que indica que los bajos precios comienzan a impactar en la producción. Mientras tanto, la modesta reducción de Arabia Saudita en los precios oficiales de venta reflejó un enfoque cauteloso respecto de su participación de mercado, suavizando el clima negativo tras el acuerdo de la OPEP+ para aumentar la producción en junio. Un índice PMI de servicios en EE. UU. mejor de lo esperado también sugirió una resiliencia subyacente de la demanda. El oro, por su parte, continúa su camino al alza y avanzó otro 2,5%, alcanzando los USD 3.416 la onza y acumulando una suba de 30% en 2025.
Siguiendo con la tendencia que viene marcando desde noviembre del año pasado, el déficit comercial de EE. UU. de marzo marcó un nuevo récord al registrar un rojo de USD 140.500 M, frente a las previsiones de un déficit de USD 137.000 M. Las importaciones aumentaron un 4,4% m/m hasta un máximo histórico de USD 419.000 M, en anticipación a nuevos anuncios de aranceles previstos para abril. Las compras subieron en productos farmacéuticos, autos de pasajeros y accesorios informáticos, pero cayeron en metales manufacturados, oro no monetario y petróleo crudo. Por su parte, las exportaciones aumentaron apenas un 0,2% m/m, aunque también alcanzaron un récord de USD 278.500 M, impulsadas por ventas de autos de pasajeros, gas natural, oro no monetario y accesorios informáticos, si bien cayeron las exportaciones de aeronaves civiles. El déficit comercial de EE. UU. se amplió fuertemente con la Unión Europea (USD -48.300 M vs. USD -30.900 M), destacándose a nivel global Irlanda (USD -29.300 M vs. USD -14.000 M), y Vietnam (USD -14.100 M vs. USD -12.400 M). No obstante, se redujo con China (USD -24.800 M vs. USD -26.600 M), Suiza (USD -14.700 M vs. USD -18.800 M) y Canadá (USD -4.900 M vs. USD -7.400 M), y se mantuvo prácticamente sin cambios con México en USD 16.700 M.
Por último, el Índice de Optimismo Económico RCM/TIPP bajó a 47,9 en mayo, su nivel más bajo en siete meses y por debajo de lo esperado. Cayeron tanto la perspectiva económica (43,6) como la financiera personal (52,5), al tiempo que la confianza en las políticas federales subió levemente a 47,6, aunque sigue en territorio pesimista por 45 meses consecutivos.
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El lunes fue una rueda negativa para la deuda en dólares y en pesos, afectada por el contexto global. Con el BCRA fuera del mercado cambiario, subieron tanto los dólares financieros como el oficial, al igual que los futuros y los bonos dollar-linked. En sintonía con la renta fija, las acciones también cerraron en baja. En el frente fiscal, la recaudación de abril mostró una mejora real interanual, apuntalada por Ganancias y Seguridad Social.
Sobre este último punto, la recaudación tributaria nacional de abril habría mostrado una suba de 6,5% real i.a., asumiendo una inflación en torno al 3,5% m/m. Al excluir los tributos asociados al comercio exterior, el aumento sería de 11,5% real i.a. Por tributo, la mayor caída —sin considerar la eliminación del impuesto PAIS— correspondería a Bienes Personales, con una baja cercana al 51% real i.a. En el otro extremo, los tributos con mayor crecimiento serían Combustibles Líquidos (+44% real i.a.), seguidos por Derechos de Exportación (+40,5% real i.a.) y Ganancias (+32,5% real i.a.). El IVA, principal impuesto del sistema, habría caído 1,7% real i.a. en abril. Incidió negativamente en este resultado la suspensión de la derogación de los certificados de exclusión de la percepción aduanera.
En el mercado de cambios, el BCRA culminó con un stock de reservas brutas por USD 38.949 M, bajando en USD 11 M desde el miércoles. Mientras tanto, el BCRA cerró otra rueda sin intervención en el MLC y el dólar oficial subió un 0,6%, cerrando en $1.178,5. Con la suba de hoy, el tipo de cambio se mueve a un ritmo del 3,6% promedio mensual. Los dólares financieros, por su parte, subieron un 1,9% el MEP (GD30) y un 1,5% el CCL, cerrando en $1.201,87 y $1.216,2, respectivamente. Así, la brecha con el tipo de cambio oficial subió al 2% para el MEP y 3% para el CCL.
En Rofex se vio una nueva suba de 1,03% en los contratos de dólar futuro. El avance tuvo mayor fuerza en el tramo corto de la curva, que pasó a mostrar una pendiente negativa con TNA de 43% para mayo, 32% para junio y 29% en julio, mientras que para los siguientes meses se mantiene plana en torno al 25%. Hasta diciembre de 2025, la tasa implícita de variación mensual del tipo de cambio se ubica en 1,9%.
La deuda soberana en pesos registró leves retrocesos, mientras que los títulos dollar-linked mostraron una mayor demanda, en consonancia con el alza en los tipos de cambio. La curva a tasa fija registró caídas del 0,1%, liderada por el tramo largo, que cayó un 0,5%. Los bonos CER también retrocedieron un 0,1%, aunque el tramo corto-medio se mantuvo firme (+0,2%). Los duales, por su parte, retrocedieron un 0,1%, mostrando menor volatilidad que los Boncap de duration similar. Mientras tanto, los títulos dollar-linked repuntaron un 2,6%.
La deuda soberana en dólares no muestra signos de repunte, en un contexto en el que la coyuntura internacional tampoco resulta favorable. Así, el mes comenzó con caídas del 1%, siendo el tramo medio-largo el más afectado, con caídas del 1,4%, mientras que el tramo corto descontó un 0,5%. Los BOPREAL, por su parte, cayeron un 0,7%, mientras que el riesgo país subió 15 pb hasta los 741 pb.
El Merval sufrió una nueva caída de 1,9% en pesos y 3,2% en dólares CCL. Impulsado por un retroceso en el sector de bancos, el Merval cerró en USD 1.700. Las acciones que más cayeron fueron Supervielle (-5,41%), Banco Macro (-4,05%) e YPF (-3,58%). Se vieron subas en Mirgor (+3,51%), COME (+2,87%) y TXAR (+2,32%).
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El lunes, Trump reavivó su retórica proteccionista al imponer un arancel del 100% a las películas extranjeras y afirmar que no tiene intención de llegar a un acuerdo con el presidente chino Xi Jinping esta semana, aunque su gabinete insinuó posibles acuerdos con otros países. De esta manera, cayeron las acciones, cortando una racha positiva de nueve ruedas, y retrocedieron los bonos del Tesoro. Aun así, los datos de servicios publicados por el ISM fueron más sólidos de lo esperado, sugiriendo que la economía de EE. UU. sigue siendo robusta de cara al impacto de mayores aranceles. Por su parte, el petróleo sufrió una nueva caída luego de que se confirmara un aumento en la producción por parte de OPEP+, mientras el oro registró una nueva suba.
Las acciones en EE. UU. cayeron luego de nueve ruedas consecutivas de alzas. El S&P 500 y el Nasdaq 100 retrocedieron 0,6% y 0,7%, respectivamente, en tanto que el Dow Jones lo hizo en 0,2%. Asimismo, Berkshire Hathaway perdió un 5% tras el anuncio de su CEO, Warren Buffett, de que se retirará a fin de año.
Por otro lado, la tasa de la UST10Y subió unos 2 pb y cerró en 4,34%, al tiempo que la UST2Y se mantuvo en 3,84%. La falta de claridad sobre si Trump mantendrá los aranceles por un período prolongado llevó a los mercados a consensuar que la Reserva Federal mantendría sin cambios la tasa de interés esta semana. Si bien las preocupaciones por una contracción económica llevaron a los futuros de tasas a anticipar múltiples recortes por parte de la Fed este año, el apoyo a los bonos del Tesoro se vio compensado por el temor a que una política económica incierta dañe el "excepcionalismo" de EE. UU. en los mercados de capitales. Esto afectó a la renta fija en Emergentes e Investment Grade, que cedieron 0,2% y 0,1%, respectivamente.
En monedas se vio nuevamente una depreciación del dólar, con el US Dollar Index cayendo un 0,24% y perdiendo 0,2% frente al euro y 0,8% frente al yen. Por el lado del real brasileño, el dólar recuperó algo de lo perdido la semana anterior y avanzó un 0,6%. Con esto, cierra en USD/BRL 5,69 y en el año baja un 8%.
En cuanto a commodities, el precio del petróleo WTI disminuyó un 2% este lunes, hasta USD 57,1 por barril (el nivel más bajo desde enero de 2021) y acumula una caída del 20% durante 2025. Este retroceso se dio luego de que la OPEP+ acordara aumentar la producción, avivando temores sobre un exceso de oferta global. La organización acelerará los incrementos de producción por segundo mes consecutivo, aumentando la oferta en junio en 411.000 barriles por día. Esto podría devolver hasta 2,2 millones de barriles diarios al mercado para noviembre, ya que Arabia Saudita –líder del grupo– busca castigar a algunos miembros que han superado sus cuotas. El oro, por su parte, avanzó un 2,9%, alcanzando los USD 3.335 la onza, de la mano de un dólar más débil e incertidumbres acerca de las negociaciones comerciales entre EE. UU. y China.
En cuanto a la noticia económica del día, el índice ISM de servicios subió inesperadamente a 51,6 en abril de 2025, desde un mínimo de nueve meses de 50,8 en marzo y por encima de las previsiones de 50,6. Los nuevos pedidos (52,3 vs. 50,4) y los inventarios (53,4 vs. 50,3) crecieron a un ritmo más acelerado, y la actividad empresarial se mantuvo en territorio de expansión (53,7 vs. 55,9). Además, el empleo siguió contrayéndose, aunque a un ritmo más moderado (49 vs. 46,2). Por otro lado, los tiempos de entrega de los proveedores se alargaron levemente (51,3 vs. 50,6) y las presiones sobre los precios aumentaron al nivel más alto desde febrero de 2023 (65,1 vs. 60,9).
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
La semana corta cerró sin grandes movimientos en los mercados. El dólar oficial y los financieros convergieron hacia el centro de la banda, pero ya sin la volatilidad observada la semana anterior. Los bonos en dólares lateralizaron con leves bajas y la deuda en pesos mostró resultados mixtos. En otra semana sin intervención del BCRA, las reservas brutas cayeron USD 200 M, aunque se mantienen en terreno positivo desde la implementación del nuevo esquema cambiario; netas de desembolsos del FMI y otros organismos, el aumento mensual se explica principalmente por mayores encajes bancarios. En el plano macro, los primeros datos apuntan a un traslado a precios moderado tras la flexibilización cambiaria, con una inflación de abril que sería algo inferior a la de marzo. Sin embargo, el salto en la velocidad de la depreciación –de 1% a 4,9% m/m– podría empezar a sentirse más claramente, sobre todo en un contexto en el que los salarios privados ya mostraban en febrero una leve caída real. A esto se suma una confianza en el Gobierno que, aunque todavía alta en términos históricos, acumula cinco meses consecutivos de baja. La semana que comienza será clave para seguir de cerca la dinámica del tipo de cambio: podría incrementarse la liquidación del agro y reactivarse la demanda minorista. Además, se publicarán los datos de actividad de marzo (industria, construcción, minería y pesca), el REM del BCRA y las primeras estimaciones privadas de inflación de abril.
Quinto mes de caída de la confianza en el Gobierno. La confianza en el Gobierno volvió a retroceder en abril, con una baja de 1,8 puntos que dejó el índice en 46,6%, según la medición realizada entre el 3 y el 11 del mes. Aunque el nivel sigue siendo elevado en perspectiva histórica, acumula cinco descensos mensuales consecutivos, con una pérdida de 6,8 puntos desde el pico de noviembre. En términos comparativos, el dato correspondiente al mes 16 del mandato se ubica 5,6 puntos por debajo del que registraba la gestión de Macri en el mismo momento de su administración.
Leve retroceso real en salarios privados. En febrero, los salarios registrados del sector privado crecieron 2,3% m/m, apenas por debajo de la inflación (2,4%), aunque todavía mostraron una mejora real del 13% i.a. debido a una base de comparación muy baja. Por su parte, los salarios del sector público aumentaron 4,5% m/m, superando al IPC, y acumularon una suba real del 7% i.a. Sin embargo, el estancamiento nominal de los ingresos privados podría derivar en una mayor caída real en los meses siguientes, en un contexto de inflación en alza –3,7% en marzo y 3,5% estimado para abril– y con paritarias limitadas por la decisión oficial de no homologar acuerdos que superen el 1% m/m.
Las reservas brutas cayeron USD 200 M en la semana corta. El BCRA cerró abril con un stock de reservas brutas por USD 38.960 M; no obstante, registró una caída de USD 208 M en la última semana. Si se considera la acumulación de reservas sin contabilizar los desembolsos de organismos internacionales desde la adopción del esquema de bandas, las reservas brutas ascendieron en USD 1.079 M en el mes. Gran parte de esta suba se explica por el aumento en los encajes bancarios, producto del crecimiento de los depósitos en dólares de privados, que subieron USD 1.322 M desde el 11/04.
Abril cerró con un tipo de cambio oficial 4,9% superior al de marzo. El BCRA continúa sin intervenir en el mercado de cambios y el dólar oficial finalizó el mes en $1.172, lo que representa un aumento del 8,7% respecto a los niveles previos al esquema de bandas de flotación, y del 4,9% frente al promedio de marzo, tras dos meses de crawling peg al 1% m/m. En la última semana del mes, los dólares financieros mostraron leves variaciones: el MEP retrocedió 0,5% y cerró en $1.179, mientras que el CCL subió 0,1%, alcanzando los $1.197,9. Así, el CCL registró una caída promedio del 0,9% m/m en abril y del 9,5% respecto al cierre de marzo. Como resultado, la brecha con el dólar oficial se ubicó en 1% para el MEP y 2% para el CCL al finalizar el mes.
El BCRA anunció una nueva serie de BOPREAL. Con el objetivo de ordenar los stocks de dividendos y utilidades retenidas generadas hasta diciembre de 2024, y como parte de la tercera fase del Programa Económico, el BCRA aprobó la emisión de la Serie 4 de BOPREAL. El monto total de emisión será de hasta USD 3.000 M, los títulos estarán nominados en dólares y pagarán un cupón de 3% de manera semestral. El capital amortiza bullet en octubre de 2028 y se suscribirá en pesos al tipo de cambio de referencia de la Comunicación A3500. Cabe destacar que podrá utilizarse hasta USD 1.000 M para cancelar obligaciones impositivas y aduaneras, según lo determine ARCA. El monto total de emisión se adjudicará por adhesión en licitaciones sucesivas, las cuales comenzarán a mediados de mayo.
Soberanos lateralizando. En una semana corta para el mercado local, los bonos soberanos en dólares perdieron terreno al caer un 1,0%, en línea con la baja en los bonos de países comparables, que retrocedieron un 1,5%. De esta manera, el riesgo país avanzó hacia los 726 pb. Los tramos del 2035 fueron los más afectados, con bajas de 1,6% para el AL35 y 1,7% para el GD35, en tanto se destacó el GD29 con una suba de 1,5%. En paralelo, la curva de Globales permanece plana, rindiendo 11% en todos sus tramos, mientras que la de Bonares continúa levemente invertida, con TIRs de 13% en el tramo corto y entre 11%-12% para el tramo largo. En los BOPREAL se vio una performance opuesta. Concretamente, avanzaron un 0,7%, impulsados por el Serie 1-A, que ganó un 1,9% y están rindiendo entre 10% y 12%, en línea con los soberanos. Por su parte, los corporativos subieron un 0,2%, al tiempo que los bonos provinciales retrocedieron un 0,3%, con Buenos Aires 2037 cayendo 1,1%.
Semana neutral para la deuda en pesos. La deuda soberana en pesos se mantuvo estable, con leves subas en la curva a tasa fija y bajas en los bonos CER. La tasa fija culminó con ganancias del 0,6%, con alzas a lo largo de toda la curva, aunque los rendimientos se mantuvieron en el rango de 2,4% TEM en el tramo corto y 2,6% en el tramo medio-largo. Mientras tanto, la curva CER cayó un 0,1% sin mostrar signos de recuperación. A estos precios, los bonos indexados rinden CER -3% para el tramo 2025, CER +9% para el 2026 y CER +10% para el resto de los plazos. Así, la inflación breakeven para abril se ubica en 2,9% mensual, en tanto que para 2025 se ubica en 24,6% i.a. En cuanto a los duales, avanzaron un 0,2% y rinden 2,5% TEM en su versión tasa fija y un margen del 7,9% sobre la tasa TAMAR. La tasa TAMAR breakeven promedio se sitúa en el rango de 24%-25%; es decir, para que los duales paguen tasa variable –vs. tasa fija– al vencimiento, la tasa promedio proyectada desde hoy hasta el vencimiento debería superar esos niveles. A los niveles de tasas actuales, pagan la tasa mayorista. En paralelo, los dollar-linked operaron con poca liquidez: subieron un 0,1% y rinden devaluación +12%. A su vez, los futuros de Rofex cedieron un 1,6%, con mayores caídas en los contratos entre septiembre de 2025 y marzo de 2026 (-2,3%), dejando a la tasa de devaluación mensual implícita en 2,3% para mayo, 2,1% en junio y 1,9% para el resto de los contratos.
Caída en las acciones. A contramano de EE. UU. (+0,3%), Brasil (+0,4%) y Emergentes (+0,6%), el Merval retrocedió un 3,8% en dólares CCL y un 5,8% en pesos. De esta forma, cerró en un nivel de USD 1.895. Los sectores de utilidades y comunicación sufrieron las mayores caídas. En acciones, TGN (-9,3%), Edenor (-8,6%) y Telecom (-8,2%) protagonizaron las bajas, en tanto que Mirgor (+4,5%) y Ternium (+1,5%) fueron las únicas en registrar subas. Para activos que cotizan en la Bolsa de Nueva York, el retroceso fue algo menor, cayendo 1,3%, con Adecoagro (-8,3%), Vista (-4,9%) y Cresud (-4,1%) liderando las caídas. Al contrario, Ternium (+3,6%), MELI (+2,5%) y Despegar (+1,5%) registraron avances.
Lo que viene. El miércoles se publicará el indicador de producción minera de marzo, mientras que el jueves 8 se conocerán el índice de producción industrial, el de actividad de la construcción y el índice pesquero, todos correspondientes al mismo mes. Según los indicadores adelantados, la industria habría vuelto a mostrar una contracción –el IPI-OJF cayó 2,3% m/m sin estacionalidad–, aunque podría registrarse una suba en la construcción (el índice Construya mostró un avance de 8,2% m/m s.e.). Ese mismo jueves, el BCRA publicará el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que debería reflejar el impacto del nuevo esquema cambiario en las proyecciones macroeconómicas. También se conocerán las primeras estimaciones privadas de inflación de abril, que hasta ahora se ubican entre 3% y 3,5% m/m, por debajo de la inflación de marzo.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 30/04/2025
Los contratos de dólar en Rófex operaron a la baja, con retrocesos de 1,8%...
Los contratos de dólar en Rófex operaron a la baja, con retrocesos de 1,8%. Los contratos que más cayeron fueron los del tramo largo: diciembre (-2,8%), enero (-2,5%) y febrero (-2,4%).
El próximo contrato en vencer es el de mayo que cotiza en $1.198 y marca una devaluación directa de 2,2% y mensualizada de 2,1%. Para los tres meses siguientes, los precios reflejan que la suba en el precio del dólar correría en niveles en torno al 1,8%: 2,0% en junio ($1.221), 1,9% en julio ($1.242) y 1,8% en agosto ($1.263). A partir de ahí, los precios señalan una devaluación que continúa al ritmo de 1,9% promedio hasta marzo del 2026.
De esta manera, la curva de tasas (TNA) se comprimió fuertemente en todos sus tramos respecto de la semana anterior, mostrando una pendiente aplanada que comienza en 26% en mayo, alcanza 22% en septiembre y cierra en 25% en marzo.
Por último, el volumen operado presentó un fuerte aumento. En las últimas tres ruedas se comerciaron 7,4 millones de contratos. El miércoles 30 de abril el interés abierto cerró en USD 4.183 M, mostrando una caída de 1% m/m y una suba de 163% a/a.