House View local: octubre de 2025.
El gobierno nacional consiguió un contundente e inesperado triunfo en las elecciones legislativas. Interpretamos este resultado como un voto de confianza de la sociedad al programa económico que logró bajar abruptamente la inflación y los niveles de pobreza heredados de la gestión anterior, sustentado en el ordenamiento de las cuentas públicas y en una menor intervención del Estado en la economía. No es un dato menor el apoyo internacional con el que cuenta el gobierno, especialmente del Tesoro americano, que tuvo un rol destacado en el último tramo de la campaña al intervenir en el mercado de cambios para contener la presión cambiaria. El resultado electoral deja al oficialismo en una posición política mucho más sólida, con una cantidad de legisladores que le permitirá avanzar en una agenda de reformas estructurales, aunque no sin antes negociar acuerdos con otras fuerzas políticas, incluso con el peronismo. Disipado el riesgo de gobernabilidad que había aumentado en los meses previos –más aún tras la derrota en las elecciones de PBA– y con Milei fortalecido, incluso con altas probabilidades de reelección, las perspectivas para los activos locales mejoraron notablemente. Así lo reflejó la reacción de las valuaciones, con un rally alcista histórico, una marcada caída del riesgo país, un fuerte salto en las acciones y una mejora en la deuda en pesos.
A pesar del cambio favorable en las expectativas, el mercado cambiario continúa tensionado y el tipo de cambio sigue operando cerca del techo de la banda, en un contexto en el que las reservas internacionales continúan en descenso. Insistimos en que el esquema cambiario actual, con un piso de banda irreal, impide al BCRA comprar divisas, lo que limita la acumulación de reservas y la remonetización de la economía, presionando sobre las tasas de interés que, pese a la reciente baja, se mantienen muy elevadas en términos reales y restringen la capacidad del país de retomar el sendero de crecimiento interrumpido en febrero pasado. Consideramos que este último punto sigue siendo la parte débil del programa y aquella sobre la que el gobierno deberá brindar mayores precisiones para, al menos, revertir la tendencia de las reservas y lograr que el riesgo país se acerque a los 400 pb para volver al mercado financiero en 2026 y refinanciar los vencimientos de deuda.
Somos optimistas a corto plazo, con una nueva “luna de miel” entre el gobierno y el mercado. Esperamos avances en la agenda de reformas, pero también ansiamos noticias sobre una política concreta para acumular reservas internacionales en 2026, ya sea mediante un nuevo esquema cambiario o una actualización de las bandas actuales, así como la eliminación de las restricciones que aún rigen para las empresas en el mercado de cambios, con el objetivo de dinamizar la inversión y descomprimir la tensión cambiaria.
El gobierno logró el apoyo necesario para continuar con el plan económico y deberá consolidar el equilibrio fiscal, retomar el camino de la desinflación y corregir el desequilibrio cambiario y monetario para que la economía retome el crecimiento.
Gobernabilidad asegurada. Contra todos los pronósticos y encuestas que anticipaban un empate o una derrota del oficialismo en las elecciones de medio término, el gobierno logró un amplio triunfo en casi todo el país, siendo la gran sorpresa haber superado al peronismo incluso en la provincia de Buenos Aires, donde menos de dos meses antes había perdido por más de 14 pp. Concretamente, el oficialismo (LLA) alcanzó el 41% de los votos para Diputados, frente al 32% de Fuerza Patria –y otros partidos afines que compitieron con distinto sello en algunas provincias–. Entre el resto de los espacios se destacó Provincias Unidas con solo el 7% –la fuerza liderada por gobernadores que buscaba terciar en la contienda no logró imponerse en ninguno de los distritos que actualmente gobiernan–. El resultado se explica principalmente por la sorpresiva victoria en la provincia de Buenos Aires, donde LLA obtuvo el 41,5% de los votos contra 40,9% de Fuerza Patria, a lo que se sumaron triunfos en otros 15 distritos, con definiciones contundentes en los más grandes: CABA (47,3% vs. 27,0% FP), Mendoza (53,9% vs. 25,1%), Córdoba (42,4% vs. 28,3% Provincias Unidas) y Santa Fe (40,7% vs. 28,7% FP). De esta forma, LLA suma 40 nuevos diputados y conforma un bloque total de 84, que asciende a 107 junto con los legisladores del PRO, superando al bloque del peronismo, que perdió cuatro bancas y quedó con 97, mientras que 53 diputados permanecen repartidos en distintos bloques. La mejora en el poder también alcanzó al Senado, dado que LLA ganó en seis de las ocho provincias en juego y agrega 13 bancas al bloque actual de seis, conformando junto al PRO y aliados un total de 26 senadores, frente a 28 del peronismo y 18 distribuidos en otros espacios. Así, Milei se asegura el tercio necesario para bloquear vetos y juicios políticos, y queda más cerca de reunir los apoyos necesarios para aprobar reformas –deberá sumar 21 votos adicionales en Diputados, un objetivo plausible considerando que 28 legisladores responden a gobernadores, y 11 en el Senado–.


El mercado festejó. Además de confirmar el rumbo económico, otro de los mensajes que dejó la última elección es que el peronismo perdió fuerza y atraviesa una profunda crisis interna, lo que reduce sus chances de retomar el poder en 2027. Con este escenario de fondo, la reacción del mercado ante la sorpresa electoral no se hizo esperar y fue diametralmente opuesta a la registrada tras las elecciones de legisladores provinciales en PBA el pasado 7 de septiembre, cuando el peronismo había superado por más de 14 pp a LLA. Concretamente, mientras que en la semana posterior a los comicios en PBA el riesgo país subió 16% hasta 1.100 pb, el Merval retrocedió 17% y el tipo de cambio aumentó 6%, en las cinco ruedas posteriores al triunfo nacional de LLA el riesgo país se desplomó 37%, el Merval avanzó más de 50% y el tipo de cambio oficial retrocedió 3%.

Consolidar el equilibrio fiscal. En septiembre, el Sector Público Nacional registró un superávit primario de 0,14% del PBI ($696,7 MM), lo que implicó una reducción real del 35% respecto de septiembre de 2024. El menor superávit respondió a que los ingresos cayeron 3,0% i.a. en términos reales –explicado principalmente por la baja de 92% i.a. real en Bienes Personales y de 26% i.a. real en derechos de exportación–, en tanto que el gasto primario se mantuvo constante en términos reales. El aumento de 3% i.a. en subsidios, 4% i.a. en jubilaciones con bono, 17% i.a. en gasto de capital y 18% i.a. en AUH fue compensado por la reducción de 36% i.a. en transferencias discrecionales a provincias, 27% i.a. en planes sociales y 11% i.a. en salarios. Si bien la carga de intereses se redujo 11% i.a. real –ya que los intereses de las Lecap no se contabilizan en el base caja–, el resultado financiero fue un superávit de $309,6 MM, casi la mitad en términos reales del registrado un año atrás. De esta manera, en los primeros nueve meses de 2025 los ingresos cayeron 1,0% real, mientras que el gasto aumentó 2,0% i.a. real, por lo que el superávit primario alcanzó 1,4% del PBI, 0,3 pp menos que en igual período del año anterior. El superávit financiero se mantuvo en 0,4% del PBI, igual que en 2024. En los últimos 12 meses, el superávit primario continúa deteriorándose mes a mes, desde su máximo de 1,8% en diciembre de 2024 del PBI hasta el 1,5% actual. Afianzar la disciplina fiscal será clave en los próximos meses y, en este sentido, es una buena señal el envío de una ley de Presupuesto para 2026 que contemple un superávit primario de 1,5% del PBI.

Leve repunte de la inflación. En septiembre, el IPC Nacional estuvo en línea con las expectativas del mercado y registró un aumento de 2,1% m/m, el más alto desde abril y 0,2 pp superior al de agosto. El repunte del mes se explicó por el comportamiento de los bienes, que aceleraron por tercer mes consecutivo y subieron 2,0% m/m –frente a 1,6% m/m en agosto–, al tiempo que los precios de los servicios avanzaron 2,3% m/m, su menor dinamismo desde octubre de 2020. Por grandes divisiones, lo más destacado fue que el IPC Core anotó un alza de 1,9% m/m, los regulados 2,6% m/m –ambos en línea con el mes previo– y los estacionales 2,0% m/m –tras una caída de 0,8% m/m en agosto–. Con este resultado, el IPC Nacional acumuló un incremento de 22% en lo que va del año y de 31,8% en los últimos doce meses. La mala noticia provino de los precios mayoristas, que volvieron a acelerarse con una suba de 3,7% m/m –frente a 3,1% en agosto, la mayor desde marzo de 2024–, impulsados por los productos importados, que aumentaron 9,0% m/m, y los nacionales, 3,0% m/m. En el último año, los precios mayoristas acumularon un incremento de 24%, aunque en los tres meses previos avanzaron a un ritmo anualizado promedio del 45%. Para octubre esperamos que los precios continúen en alza gradual, con un piso previsto para el IPC de 2,4% m/m.

Repunte transitorio de la actividad en agosto. Luego de tres meses consecutivos de caída, en agosto el nivel de actividad registró un leve repunte. Concretamente, el EMAE mostró un aumento de 0,3% m/m, de 2,4% respecto del mismo mes del año anterior y acumula en lo que va del 2025 un alza de 5,2% i.a. Los sectores que más contribuyeron al crecimiento anual fueron: intermediación financiera (+26,5%), minería (+6,4%), hoteles y restaurantes (+6,4%) y, en menor medida, construcción (+2,6%), En cambio, el desempeño más débil se observó en industria (-5,1%), comercio (-1,7%) y agro (-1,4%). A pesar de esta mejora, la economía se mantiene 0,6% por debajo del nivel de diciembre de 2024, aunque 3,4% por encima de noviembre de 2023. Estimamos que en septiembre la actividad habría vuelto a retroceder, lo que confirma un escenario de leve recesión.

Tocando el techo. Durante octubre, el mercado cambiario estuvo bajo una presión extrema, algo normal en períodos electorales, aunque en esta ocasión fue mayor a la habitual, en parte por el calendario electoral y la planificación financiera del gobierno, que incentivó el adelanto de liquidaciones del agro. Por un lado, la oferta de divisas del sector cayó con fuerza, ya que se habían anticipado ventas en septiembre para aprovechar la eliminación temporaria de retenciones. En octubre, la liquidación del agro fue de apenas USD 1.100 M, el menor registro del año, muy por debajo de los USD 8.200 M del mes anterior y equivalente a un tercio de lo liquidado en octubre del año pasado. Por otro lado, la demanda de divisas se mantuvo elevada ante la incertidumbre electoral y las expectativas de una modificación en el régimen cambiario. El gran protagonista del mes fue el Tesoro de EE. UU., que, en el marco del apoyo explícito de Trump al gobierno de Milei, vendió más de USD 2.000 M en el mercado cambiario, lo que permitió contener la presión. En este contexto, y pese a las restricciones para operar en el mercado de cambios, el tipo de cambio oficial volvió a mostrar una tendencia alcista y, al igual que en septiembre, tocó el techo de la banda, obligando al BCRA a vender divisas para defender el esquema. Así, en octubre la cotización del dólar subió 5,6% m/m y cerró en $1.443 –a menos del 4% del techo de la banda–, acumulando en el año un alza de 40% y de 46% i.a. Desde que el BCRA migró del esquema de crawling-peg al de bandas cambiarias con apertura del cepo para personas humanas, el tipo de cambio siguió una tendencia alcista y volátil que lo dejó muy cerca del techo. Entre abril y octubre, aumentó a una tasa promedio del 4% m/m y, de mantenerse el esquema actual, no podría subir más de 1% m/m. La buena noticia es que, en ese mismo período, la inflación promedió 2% mensual, lo que permitió recomponer competitividad y llevar el TCRM al nivel más alto desde abril del año pasado, 24% por encima del de diciembre pasado.

Reservas internacionales en baja. Las ventas de divisas del BCRA –en los días en que el tipo de cambio superó el techo de la banda– y del Tesoro por USD 46 M y USD 2.064 M, respectivamente, fueron determinantes para que el stock bruto de reservas internacionales se redujera en USD 992 M en octubre, finalizando el mes en USD 39.383 M. También hubo pagos netos a organismos internacionales por USD 200 M, mientras que la única ayuda provino del aumento de los depósitos privados en dólares, ante la mayor dolarización de carteras, lo que permitió que los encajes en moneda extranjera subieran casi USD 1.300 M, compensando parcialmente la caída del mes. Aún más preocupante fue la dinámica de las reservas netas, que en octubre disminuyeron casi USD 3.000 M y cerraron en torno a USD 10.000 M negativos. Mientras el gobierno no anuncie modificaciones en la política cambiaria, la tendencia de las reservas continuará siendo negativa debido a los próximos vencimientos de deuda en moneda extranjera, alejando cada vez más el cumplimiento de la meta establecida con el FMI, que prevé para fin de año un saldo negativo de USD 3.500 M.

Volatilidad y caída en las tasas de interés. Repitiendo la dinámica de los últimos meses, las tasas de interés mostraron volatilidad a lo largo de octubre: alcanzaron nuevos máximos a mediados del mes y luego cedieron, cerrando por debajo de los niveles de septiembre. La TAMAR promedió una TNA de 50,8% –equivalente a 4,2% TEM– frente al promedio de 52,1% del mes anterior, aunque finalizó el mes en una TNA de 38% –3,2% TEM–, tendencia que continuó en los primeros días de noviembre. La baja de tasas respondió a un sistema financiero más líquido –por el ajuste del crédito– y al hecho de que el Tesoro solo renovó el 70% de los vencimientos del mes, inyectando $4,5 billones al mercado. Además, el BCRA volvió a mensualizar la integración del efectivo mínimo, otorgando mayor margen al sistema financiero. En una perspectiva más amplia, desde que el BCRA eliminó las Lefis para favorecer tasas de interés endógenas, la TAMAR promedió 3,9% TEM, frente a una devaluación promedio de 4,9% m/m y una inflación de 2% m/m. Con menor incertidumbre financiera, si el gobierno logra convencer de la sostenibilidad del sistema de bandas y disipa las expectativas de devaluación, las tasas de interés –actualmente excesivamente altas en términos reales– deberían ceder y volver a los niveles de julio.

Dinámica del mercado en octubre
Durante el último mes se distinguieron dos etapas bien definidas. Tras la euforia inicial impulsada por el apoyo del Tesoro de EE. UU., el mercado local ingresó en una fase de lateralización, con algunos activos que incluso registraron retrocesos. Sin embargo, esta tendencia comenzó a revertirse en la semana previa a las elecciones legislativas, cuando se observó una mejora generalizada que se potenció tras los comicios, dando lugar a un rally tanto en bonos como en acciones.
En el balance mensual, los bonos soberanos en dólares avanzaron 32,7%, destacándose los Bonares, liderados por el AL35 (+43,1%), en tanto que los Globales también registraron fuertes subas, con el GD41 (+36,3%) como principal referente. Con este panorama, el riesgo país se comprimió hasta 660 pb, desde los 1.228 pb de fines de septiembre. En lo que va del año, los soberanos revirtieron el desempeño negativo que mostraban hasta septiembre y acumulan un alza de 9,9%, con los GD30 (+11,0%) y GD35 (+10,9%) entre los de mejor performance. El repunte de los bonos trajo aparejada una normalización en la forma de las curvas: los Globales recuperaron una pendiente positiva, al tiempo que los Bonares se mantienen prácticamente planos. Actualmente, el tramo corto de Bonares rinde 11,7% TIR y el largo, 11,1%, mientras que en la curva de Globales los rendimientos se ubican entre 9,8% y 10,6% TIR. A su vez, el spread de paridades entre legislaciones cayó a 2,7%, reflejando la mejora relativa de los Bonares frente a los Globales y una menor percepción de riesgo sobre la ley local.
Los BOPREAL –tradicionalmente de menor volatilidad– subieron 5,8% en el mes, acumulando en el año un alza de 12,7% y consolidándose como el activo en dólares de mejor desempeño de 2025. Dentro del segmento, se destacaron el BOPREAL Serie 4 (+32,2%) –de menor monto emitido– y el BOPREAL Serie 1C (+12,7%). La curva ofrece rendimientos que oscilan entre 3,3% y 11,9%.
Los bonos subsoberanos avanzaron 8,8% en octubre, acumulando una ganancia de 10,8% en 2025. El PBA 2037 lideró las subas mensuales (+26,7%), con un incremento anual de 10,4%. Los corporativos, por su parte, aumentaron 1,1%, impulsados mayormente por el YPF 2029 (+3,3%), con una mejora total anual de 5,5%.
El Merval se destacó como el activo más beneficiado en dólares, con un salto de 72,7% en octubre, recortando la caída anual a 6,7%. Bancos, industria y utilities fueron los sectores más favorecidos.
Dentro del segmento en pesos, los bonos duales registraron la mejor performance, con una suba de 28,4%, cerrando con una TEM promedio de 1,3% en su versión a tasa fija y un spread de 4,2% sobre la TAMAR en la variable. Los bonos CER mostraron un avance mensual de 22,2% y de 33,5% en el año, llevando las tasas reales a un dígito. Actualmente, la curva ofrece rendimientos de CER +9% en los tramos corto y medio, y de CER +8% en el largo. Las Lecap registraron un alza de 11,6% en el mes (+32,8% YTD), con rendimientos de 2,2% TEM en el tramo corto, 1,9% TEM en el medio y 2,4% TEM en el largo. Por último, los dollar-linked ganaron apenas 1,0% en octubre, aunque se mantienen como el activo en pesos de mejor desempeño del año, con una suba de 46,1% y una tasa promedio de devaluación +2%. En particular, el Bonte 2030 se destacó con una ganancia mensual de 32,2%, ofreciendo una TIR del 29,9% sin put y 28,5% con put a 2027.

Estrategia
Bonos soberanos en moneda extranjera. La amplia victoria oficialista nos lleva a pasar de una estrategia defensiva a una postura más ofensiva en bonos soberanos, favoreciendo una compresión adicional de spreads. Si bien el riesgo país se ubica en torno a 670 pb, aún se mantiene muy por encima de los niveles observados en Latinoamérica (322 pb), lo que deja margen para una valorización adicional. En este contexto, mantenemos una visión constructiva sobre los bonos en dólares, bajo un escenario en el que el riesgo país se comprima hacia la zona de 475 pb de cara al primer trimestre de 2026. Bajo este supuesto, preferimos el AE38, que ofrece mayor potencial de upside y un rendimiento cercano a 11,7% TIR, y el GD41, que combina liquidez con un rendimiento de 10,7% TIR.
Deuda BCRA. La deuda del BCRA también muestra espacio para revalorizarse en este nuevo escenario. En particular, el BOPREAL Serie 4-A (BOA8D) ofrece un rendimiento de 11,8% TIR, levemente por debajo del 12% TIR que presenta actualmente el AL30, con una duration algo superior. Al tratarse de un instrumento emitido por el BCRA, su riesgo de crédito es menor que el de la deuda del Tesoro, mientras que el bajo monto de emisión (USD 845 M) y la posibilidad de ser utilizado para la cancelación de impuestos a partir de abril de 2028 refuerzan su atractivo relativo. Dentro de este segmento, también se destaca el BOPREAL Serie 1-C, con un rendimiento de 8,7% TIR y el mismo beneficio impositivo a partir de abril de 2027.
Bonos subsoberanos. Si bien el resultado fiscal de las provincias se deterioró en el primer semestre de 2025 respecto del mismo período de 2024 –registrando un superávit primario equivalente al 0,2% del PBI y financiero del 0,1% del PBI–, los gobiernos subnacionales continúan mostrando una posición fiscal relativamente ordenada. Así, los bonos subsoberanos siguen siendo una buena alternativa para diversificar portafolios en dólares. Entre las opciones más atractivas destacamos Salta 2027 (SA24D, 7,3% TIR), Córdoba 2032 (CO32, 8,9% TIR) y Mendoza 2029 (PMM29, 7,6% TIR). Incluso la provincia de Buenos Aires –que actualmente cotiza con una prima de riesgo superior al resto por su posición fiscal más frágil– podría ofrecer un interesante potencial de revalorización en el Buenos Aires 2037 (BA37D, 13,6% TIR) si logra mostrar señales de mayor alineamiento con la política fiscal a nivel provincial y nacional, percepción que el mercado comenzó a incorporar tras la victoria legislativa de LLA.
Bonos Corporativos. Estos instrumentos ofrecen menor volatilidad y una exposición más acotada al riesgo político local, constituyéndose en una alternativa defensiva dentro de la cartera en dólares. En este sentido, privilegiamos los emisores bajo ley extranjera, que combinan rendimientos atractivos con mejor convexidad y un perfil riesgo-retorno más favorable que sus pares bajo ley local. Dentro de este universo, destacamos YPF 2029 (YMCIO; 7% TIR), Telecom 2031 (TLCMO; 8,1% TIR) y TGS 2031 (TSC3O; 7,3% TIR), que ofrecen una buena combinación entre retorno, solidez crediticia y liquidez. También recomendamos las siguientes ON bajo ley argentina para aquellos inversores que, ante las restricciones cambiarias vigentes, prefieran esta alternativa: YPF 2027 (YM35O; 6,3% TIR) en el tramo corto, y Vista Energy 2029 (VSCPO; 6% TIR) y Telecom 2028 (TLCOO; 7,7% TIR) en el tramo largo.
Deuda en pesos. Consideramos que el frente externo sigue siendo el punto más frágil del esquema económico, algo que se refleja no solo en las cuentas externas, sino también en las expectativas implícitas del mercado, donde los contratos de dólar futuro –a partir de enero– ya operan por encima del techo de la banda cambiaria. Ante este panorama, estimamos que el Gobierno debería recalibrar el esquema de bandas, estableciendo un piso más alineado con el tipo de cambio vigente para permitir la recompra de divisas y fortalecer las reservas. Bajo este escenario, mantenemos preferencia por instrumentos dollar-linked. En particular, destacamos el TZVD5 (devaluación +17,4%) y la D16E6 (devaluación +9,7%), que descuentan una devaluación implícita al vencimiento del 2,3% y 3%, respectivamente, niveles que lucen bajos frente a nuestras proyecciones. En paralelo, la baja en las tasas nominales y una desinflación más lenta podrían derivar en una compresión de las tasas reales, generando un contexto favorable para los bonos ajustables por CER. En este segmento, destacamos el TZX26 (CER +9,3%). Por su parte, los bonos duales continúan siendo atractivos: a pesar de la expectativa de baja de tasas, la TAMAR breakeven se mantiene muy por debajo de la vigente (38,3% TNA), por lo que las tasas deberían derrumbarse para igualar el rendimiento de la alternativa a tasa fija al vencimiento. Para perfiles más agresivos, el Bonte 2030 (29,8% TNA) se presenta como una opción interesante para estrategias de carry trade de mayor plazo, permitiendo capturar rendimientos en dólares competitivos incluso bajo un escenario exigente de tipo de cambio. En un escenario conservador, con una compresión de tasas hacia 20% TNA en los próximos meses, el bono ofrecería un retorno potencial significativo.
Acciones. El índice Merval, que actualmente se ubica en torno a USD 1.975, muestra señales de estar consolidando una tendencia alcista sostenida tras la fuerte recuperación desde los USD 1.250 que marcaba antes de las elecciones de octubre. Este avance refleja una mejora en las expectativas de los inversores sobre el escenario político y económico, acompañada por un mayor flujo hacia activos argentinos y una mayor estabilidad cambiaria. Un factor clave de “viento de cola” proviene de la marcada baja del riesgo país, que descendió hasta 650 pb y podría seguir reduciéndose hacia la zona de 450 pb en enero de 2026. De materializarse, esa compresión de spreads soberanos reforzaría la valuación de los activos argentinos y consolidaría al Merval en una fase sostenida de tendencia alcista en la búsqueda de nuevos máximos. Considerando la correlación entre riesgo país y Merval en dólares durante el período presidencial de Javier Milei, un riesgo país entre 400 y 450 pb determinaría un objetivo de mínima para el índice entre USD 2.520 y USD 2.720 –recordemos que, ante una baja en la tasa de descuento, el mercado tiende a anticiparse convalidando en precios el crecimiento esperado de las ganancias de las empresas–. Mantenemos la preferencia por los activos recomendados en informes anteriores, destacando oportunidades en PAMP, TGNO4, BYMA y el CEDEAR de VISTA para exposición exclusivamente local, junto con los CEDEARs de Tenaris, Ternium y Nubank. Recordemos que actualmente se están presentando los balances correspondientes al 3Q25.
PAMP fue una de las compañías que ya publicó sus resultados al 3Q25, donde se destacan los siguientes puntos por segmento:
El desarrollo de Rincón de Aranda y las sinergias derivadas de su integración vertical en generación eléctrica nos permiten proyectar un precio objetivo de USD 120 por ADR para los próximos 12 meses, con un objetivo de mínima de USD 90,7 por ADR, valuando los acres de dicha área según precios recientemente convalidados en operaciones de compraventa.
*Los datos utilizados en el presente informe tienen fecha de cierre 6 de noviembre de 2025.
Noticias globales: el mundo hoy.
El mercado corrigió con fuerza tras los datos laborales que mostraron el mayor número de despidos en más de dos décadas y reavivaron las preocupaciones por un enfriamiento del empleo. El informe, junto con las persistentes dudas sobre las elevadas valuaciones de las empresas de inteligencia artificial, presionó a las acciones tecnológicas y reavivó la volatilidad. En contrapartida, la expectativa de una Fed más flexible impulsó la renta fija, mientras el dólar cayó y el oro se mantuvo firme en un contexto donde, ante el cierre parcial del gobierno (shutdown) más largo en la historia de EE. UU., los reportes privados se vuelven la principal referencia sobre la situación económica.
En acciones, volvieron las preocupaciones por las altas valuaciones de las empresas tecnológicas vinculadas a la IA y los temores por una desaceleración del mercado laboral a raíz del informe de Challenger. Qualcomm cayó 3,1% tras reportar ingresos por licencias de propiedad intelectual levemente por debajo de lo esperado, mientras Tesla perdió 2,6% antes de su asamblea anual de accionistas. Entre las mayores bajas también se destacaron Oracle (-2,1%), Palantir Technologies (-5,3%) y AMD (-5,3%). Las principales large caps también retrocedieron: Nvidia (-2,6%), Microsoft (-1,5%), Amazon (-1,9%) y Meta (-1,7%).
La expectativa de deterioro en el empleo impulsó las probabilidades de que la Fed recorte la tasa en 25 pb en diciembre, que alcanzaron el 70%. En este sentido, las tasas de los bonos del Tesoro operaron a la baja, con la UST2Y y la UST10Y cayendo 7 pb hasta 3,56% y 4,09%, respectivamente. Esto dio impulso a todos los segmentos de renta fija, con subas de 0,4% para el índice de Bonos del Tesoro y mercados emergentes. Los destacados de la rueda fueron los Investment Grade, con una suba de 0,5%, mientras que los High Yield se mantuvieron neutrales.
En el mercado de monedas, el impacto fue una caída en el US Dollar Index, que retrocedió 0,5% y se ubicó nuevamente por debajo de 100. Concretamente, cerró en 99,68 gracias a las subas de 0,5% y 0,6% que mostraron el euro y la libra, respectivamente, y a la baja de 0,6% del dólar frente al yen. En Brasil, el dólar continuó con descensos y perdió otro 0,2%, cerrando en USDBRL 5,35.
El petróleo WTI retrocedió 0,3% a USD 59,4 por barril tras nuevos recortes de precios de Arabia Saudita y en medio de persistentes riesgos de suministro por sanciones de EE. UU. y ataques ucranianos a infraestructura rusa. El aumento de producción de la OPEP+ y otros países mantiene la presión por sobreoferta. La soja retrocedió 2,5% a USD 401 por tonelada tras alcanzar un máximo de 16 meses, afectada por la débil demanda china de suministros estadounidenses, que siguen gravados con un arancel de 13% frente al 3% aplicado a Brasil y Argentina. Aunque China anunció la suspensión de aranceles de represalia desde el 10 de noviembre, aún no se registran compras a gran escala, en un contexto en que el shutdown en EE. UU. interrumpe los reportes del USDA.
En la noticia económica del día, las empresas en EE. UU. anunciaron en octubre 153.000 despidos, el nivel más alto para ese mes desde 2003, según Challenger, Gray & Christmas. El aumento refleja recortes de costos, ajustes tras las contrataciones del período pospandemia y la reestructuración asociada a la adopción de IA. En lo que va del año, las compañías eliminaron más de 1,09 M de puestos, 44% más que en todo 2024, con el sector tecnológico liderando los recortes.
Por su parte, el Banco de Inglaterra mantuvo su tasa en 4% tras una votación dividida 5-4, en línea con lo esperado, aunque crece el apoyo dentro del comité a nuevos recortes. La entidad destacó que la inflación ya alcanzó su pico y que la desinflación avanza gracias a una política aún restrictiva, menor crecimiento salarial y desaceleración en los precios de los servicios. Con una economía débil y mayor holgura en el mercado laboral, los riesgos en torno al objetivo del 2% se consideran más equilibrados. El banco indicó que futuros recortes dependerán de los datos entrantes y que, de continuar la desinflación, la tasa podría reducirse gradualmente.
Noticias locales: el país hoy.
El jueves hubo poco volumen por el feriado bancario. En ese contexto, los soberanos en dólares registraron leves caídas, mientras que el Merval en dólares corrigió. En pesos, las curvas TAMAR y CER mostraron subas, al tiempo que la tasa fija operó mixta y los dollar-linked retrocedieron. En paralelo, los dólares financieros se mantuvieron estables.
La deuda en pesos cerró con leves subas en todos sus segmentos, a excepción de los dollar-linked que cayeron un 0,2%. Los bonos CER lideraron con un avance del 0,6%, al tiempo que las Lecap ganaron un 0,2% y los duales se mantuvieron prácticamente sin cambios.
Por su parte, la deuda en dólares cayó en el margen y cerró con leves pérdidas del 0,1%, al igual que los BOPREAL, que se mantuvieron neutrales. En tanto, el riesgo país subió 17 pb, hasta los 638 pb.
Los dólares financieros operaron estables, con un alza del 0,1% en el MEP y una caída del 0,1% en el CCL, que finalizaron en $1.479,5 y $1.501, respectivamente. A su vez, los futuros subieron levemente un 0,1% en una rueda con muy poco volumen. De esta manera, la curva de tasas se sostiene en torno al 25% en todos los tramos.
El Merval retrocedió un 2,2% en dólares, mientras que en pesos cayó un 2,4%. Así, cerró en USD 1.985 y acumula una baja del 7,8% en lo que va del año. La caída fue impulsada por los sectores de consumo básico, construcción y utilidades, al tiempo que las acciones que más perdieron corresponden a Edenor (-4,8%), Supervielle (-4,6%) y Cresud (-4,3%). Las acciones que cotizan en Wall Street cedieron en promedio un 2,2%, lideradas por MELI (-7,3%), Supervielle (-4,5%) y Cresud (-4,2%).
¿Qué variables macro avanzan de manera positiva y cuáles se encuentran bajo tensión?
✅D A T O P O S I T I V O D E L A S E M A N A
El spread legislativo de paridades promedio entre los bonos soberanos en dólares comprimió a 3,4%. Tras el resultado electoral adverso para el oficialismo en PBA en septiembre, el spread había llegado a niveles máximos de 10,4%. Esta compresión refleja una mejora en la confianza del mercado en los instrumentos bajo legislación local, que aún tiene recorrido si continúa la normalización de las curvas.

⚠️A M O N I T O R E A R
En la última licitación, el Tesoro enfrentaba vencimientos por $7,7 billones y colocó $8,5 billones, alcanzando un del 111,2%. Además de extender la duration con títulos que abarcaron desde tres meses hasta casi un año y medio, logró una baja en las tasas respecto a la licitación anterior: la TEA promedio ponderada se ubicó en 35%, por debajo del 40,5% previo –niveles que no se registraban desde julio de 2025–. Pese al buen resultado, la menor liquidez del Tesoro –cuyos depósitos en el BCRA se redujeron de $9,8 billones a fines de octubre a $5,2 billones tras la licitación previa– lo llevó a convalidar rendimientos por encima de la curva de mercado, ofreciendo un premio de 2,44 pp en la Lecap S27F5, de 1,5 pp en la S31G6 y de 1,1 pp en la T30A7. De cara a los próximos meses, la evolución de los depósitos del Tesoro seguirá siendo un punto a monitorear, ante una mayor necesidad de caja hacia fin de año y posibles compras de dólares.

🚨R I E S G O
La recaudación tributaria en octubre bajó 4,1% i.a., siendo el tercer mes consecutivo a la baja. El retroceso del mes pasado estuvo determinado por la caída de 68% i.a. en Bienes Personales –por la alta base de comparación, dado que un año atrás se realizaron pagos por el Régimen Especial de Ingreso por blanqueo– y de 66% i.a. real de Derechos de exportación –debido a la baja transitoria a 0% de las retenciones en septiembre, que incentivó el adelantamiento de las exportaciones–, a lo que esto se sumó el impacto por la eliminación del impuesto PAIS. Entre estos tres tributos anotaron una caída real de 77% i.a., mientras que el resto registraron un alza de 4% i.a. impulsados por los impuestos ligados al nivel de actividad como IVA y el impuesto al cheque que subieron 3,3% i.a. y 7,5% i.a. real, respectivamente. La caída de los ingresos del Tesoro pone presión a las cuentas públicas y obliga al gobierno a seguir recortando gastos para cumplir con la meta fiscal comprometida de un superávit primario de 1,5% del PBI.

Análisis de precisión del comportamiento de los distintos instrumentos bajo las nuevas expectativas.
Tras el rally posterior a las elecciones y la compresión del riesgo país hasta 633 pb, el mercado local ingresa en una etapa de reacomodamiento, con tasas que comienzan a estabilizarse y un escenario financiero que gana cierta previsibilidad. Sin embargo, como venimos señalando, el tipo de cambio se mantiene firme pese al giro en las expectativas, reflejando una demanda de divisas aún elevada y un BCRA que, bajo el esquema actual, enfrenta limitaciones para acumular reservas.
Si bien el mercado cambiario ganó algo de aire tras la mejora en las expectativas y podría mantener cierta estabilidad en el corto plazo, vale la pena analizar con detenimiento la relación riesgo-retorno de las estrategias de carry trade. Evaluar hasta qué punto conviene asumir riesgo cambiario para capturar rendimientos en dólares cobra relevancia en un contexto donde las alternativas en moneda dura –particularmente los soberanos– recuperan protagonismo y aún muestran margen de compresión.
En el siguiente cuadro se muestra el tipo de cambio breakeven que igualaría el rendimiento entre mantener una posición en instrumentos a tasa fija y una inversión en bonos soberanos en dólares, tomando como referencia el GD35 y distintos escenarios de exit yield.

Del análisis se desprende que, a medida que el riesgo país se reduce y las tasas en dólares continúan comprimiéndose, el tipo de cambio que igualaría rendimientos debería ubicarse en niveles cada vez más bajos –un escenario poco probable, como expusimos en Nuevo punto de partida. En este contexto, y considerando que resulta más factible una continuidad en la compresión de tasas que una apreciación adicional del tipo de cambio, el atractivo relativo del carry trade se diluye frente a las alternativas en dólares, que podrían ofrecer retornos comparables o incluso superiores, sin exposición al riesgo cambiario. En particular, si el riesgo país se redujera hasta 475 pb –nivel consistente con una yield del 9%–, el tipo de cambio debería ubicarse por debajo de $1.451 para que el rendimiento en dólares de un instrumento a tasa fija como el T13F6 supere al del GD35, considerando el pago de cupones en enero.
Dónde posicionarse
ESTRATEGIA EN PESOS
Curva CER
Más allá del menor atractivo relativo del carry trade, el universo en pesos continúa ofreciendo oportunidades selectivas, especialmente dentro de los bonos CER, que podrían beneficiarse de un nuevo ciclo de baja en las tasas reales. El BCRA parece avanzar en esa dirección: flexibilizó los encajes permitiendo que hasta un 5% pueda integrarse en promedio mensual y, en la rueda del miércoles, redujo la tasa de simultáneas en ByMA, absorbiendo pesos al 22% TNA –frente al 25% TNA previo–.
En este sentido, tomando como referencia las proyecciones del REM de octubre –que anticipan una desaceleración gradual de la inflación–, analizamos cuál debería ser el nivel de tasas reales que iguale el rendimiento de un instrumento a tasa fija en horizontes de tres, seis y doce meses. Bajo este supuesto, ese umbral se ubica entre 10,7% y 16,4% para el tramo 2026, entre 9,5% y 11% para el tramo 2027 y entre 9,6% y 10,3% para el tramo 2028, según el horizonte de inversión. Esto implicaría que, para que un instrumento a tasa fija supere en rendimiento a los bonos CER, las tasas reales deberían aumentar respecto de los niveles actuales o que la desaceleración de la inflación resulte más lenta que la prevista. A medida que las tasas reales continúen comprimiéndose, el retorno de los CER ganará mayor protagonismo frente a la alternativa a tasa fija. En particular, mantenemos nuestra preferencia por el TZX26 (CER + 9,4%) y sumamos al TZXD7 (CER + 9%), de mayor duration, que podría capturar una mayor compresión de tasas reales a medida que se normalicen las condiciones de liquidez.

Duales
Los bonos duales continúan perfilándose como una alternativa atractiva dentro del universo en pesos. Si consideramos la tasa TAMAR breakeven promedio –aquella que iguala el rendimiento directo de un instrumento a tasa fija con la de un dual de duration similar–, esta se mantiene muy por debajo de la TAMAR actual. En este sentido, el TTM26 (TAMAR + 5,1%) y el TTJ26 (TAMAR + 6,8%) lucen particularmente interesantes: sus TAMAR breakeven se ubican en 18,3% y 22,5%, respectivamente, frente a una TAMAR vigente del 37,6% TNA. Esto implica que la tasa debería caer de manera abrupta para que dejen de superar a las alternativas a tasa fija, además de ofrecer una cobertura efectiva si las tasas demoran más en ceder de forma significativa.
Curva a Tasa Fija
Para perfiles más agresivos, el Bonte 2030 (27,8% TNA) se presenta como una alternativa atractiva para estrategias de carry trade de mayor plazo, permitiendo capturar rendimientos en dólares competitivos incluso bajo supuestos exigentes de tipo de cambio. En un escenario conservador, con compresión de tasas hasta 20% TNA en los próximos 12 meses, el bono ofrecería un retorno potencial en dólares del 16,4% con un tipo de cambio de $1.800 y del 4,7% con $2.000, sin considerar la reinversión de cupones. Si las tasas se mantienen en los niveles actuales, el upside sería del 2,3% con un tipo de cambio de $1.800, aunque con un tipo de cambio de $2.000 la pérdida sería del 7,9%. En ese contexto, aumenta el riesgo de mantener posiciones en pesos al reducirse el spread compensatorio por riesgo cambiario.
Dollar-linked
Finalmente, seguimos recomendando mantener posiciones en instrumentos dollar-linked, ante la necesidad de que el Gobierno avance en una recalibración del esquema de bandas cambiarias que permita recomponer reservas y reducir las fragilidades del frente externo, tal como expusimos anteriormente. En este marco, destacamos el TZVD5 (devaluación +6,5%) y la D16E6 (devaluación +5%), que descuentan una devaluación implícita al vencimiento del 2,2% y 1%, respectivamente –por debajo de nuestras proyecciones–.
ESTRATEGIAS EN DÓLARES
Mantenemos una visión constructiva sobre la deuda soberana en dólares, respaldada en los tres pilares fundamentales expuestos en nuestro informe Nuevo punto de partida. Desde la publicación de ese informe a finales de octubre, el AE38 registró una marcada compresión del spread de paridad frente al GD38 –de 8,4% a 2,9%–, reflejando una convergencia más consistente con el nivel actual de riesgo país y posicionándose como el bono de mejor desempeño en las últimas cinco ruedas.

En este contexto, favorecemos una rotación de posiciones desde el AE38 (TIR 11,3%; MD 4,8) hacia el AL35 (TIR 10,9%; MD 5,6), y desde el GD41 (TIR 10,7%; MD 6,1) hacia el AL41 (TIR 10,9%; MD 6,0). Ambos bonos, por su mayor duration, ofrecen un potencial de apreciación superior ante una compresión adicional del riesgo país hacia 475 pb en el primer trimestre de 2026. Bajo este escenario, estimamos subas potenciales del 18,3% para el AL35 y del 18,5% para el AL41.
Noticias locales: el país hoy.
El miércoles el dólar oficial retrocedió casi un 2%, mientras que los financieros operaron levemente a la baja y los futuros quedaron por debajo del techo hasta enero. Para los activos fue una rueda positiva, con subas para los soberanos en dólares y las acciones. La deuda en pesos también tuvo un desempeño favorable, liderada por los duales, seguida por los CER y los títulos a tasa fija, mientras que los dollar-linked retrocedieron. El BCRA redujo la tasa de simultáneas y, a su vez, se observó una compresión en las tasas de caución.
En la antesala de la licitación, la deuda en pesos mostró un desempeño positivo favorecido por la baja de tasas en la rueda de simultáneas en ByMA, con el BCRA absorbiendo pesos al 22% TNA –vs. 25% TNA previo–, lo que impulsó la demanda por títulos del Tesoro. Los duales fueron los más favorecidos al subir un 0,4%, mientras que los bonos CER y la curva a tasa fija avanzaron un 0,3%. En tanto, los dollar-linked fueron los únicos en registrar pérdidas, consistentes con la caída del tipo de cambio oficial, y cerraron con un retroceso del 0,5%. Las tasas también cedieron levemente, con la caución a un día en 21,5% TNA y la repo en 27,8% TNA.
La deuda en dólares extendió las ganancias de la semana y cerró con subas del 1,1%, destacándose el tramo largo bajo ambas legislaciones, que avanzó un 2,2% en promedio. En consecuencia, el riesgo país cayó 39 pb hasta 621 pb y los BOPREAL subieron un 1%.
Tras dos ruedas consecutivas al alza, y a pesar de la baja de tasas, el tipo de cambio oficial cayó un 1,7% y cerró en $1.447,5 –alejándose del techo de la banda en $1.498,5–. Así, acumula una suba del 0,3% en el mes. Los dólares financieros mostraron leves retrocesos, con caídas de 0,1% para el MEP y 0,4% para el CCL, que cerraron en $1.480,3 y $1.499,6, respectivamente, ampliando la brecha al 2%-4%. En tanto, el stock de reservas brutas aumentó en USD 213 M y cerró en USD 41.013 M.
Los contratos de dólar futuro bajaron un 0,7%, con una fuerte reducción en el volumen, que pasó de USD 1.011 M a USD 707 M. El interés abierto aumentó unos USD 16 M hasta USD 7.477 M. Las TNA implícitas en los contratos se mantuvieron estables en torno al 25%. El mercado descuenta una devaluación directa de 3,8% para fin de diciembre, con el contrato por debajo del techo de la banda, mientras que enero se ubica justo en el límite. A partir de febrero, el mercado proyecta un dólar por encima del techo.
El Merval subió un 0,9% en dólares CCL, mientras que en pesos cayó un 1,1%. De esta forma, cerró en un nivel de USD 2.037, impulsado por los sectores construcción, comunicación e industria. Las mayores subas fueron para LOMA (6,9%), COME (6,5%) y ByMA (3,7%), mientras que los principales retrocesos correspondieron a IRSA (-2,8%), CEPU (-2,6%) y Cresud (-2,1%). En tanto, las acciones que cotizan en la Bolsa de Nueva York avanzaron en promedio 1,2%, con LOMA (6,7%), Adecoagro (4,3%) y Telecom (3,0%) a la cabeza, mientras que CEPU (-2,0%), Edenor (-1,6%) y Macro (-0,3%) registraron las mayores bajas.
Noticias globales: el mundo hoy.
El mercado rebotó tras la toma de ganancias previa, con liderazgo del sector tecnológico y respaldo de mejores datos en servicios y empleo privado. Las tasas largas repuntaron y la renta fija cedió terreno, mientras el dólar se mantuvo estable, el oro recuperó y el petróleo corrigió por señales de sobreoferta. En cambio, la soja extendió su impulso ante la distensión comercial entre EE. UU. y China. Todo ocurrió en medio del shutdown más largo de la historia de EE. UU., que limita la visibilidad de los datos oficiales.
Tras un martes débil, las acciones repuntaron a medida que se disiparon las preocupaciones por las valuaciones de las empresas vinculadas a la IA. El Nasdaq lideró con un avance de 1,2%, seguido por el S&P 500 con +0,8% y el Dow Jones con +0,6%. Los sectores energético, de consumo discrecional y tecnológico encabezaron las alzas. Nvidia subió 1,6%, al tiempo que Alphabet y Broadcom avanzaron más de 2% cada una. AMD ganó 3,4%, recortando pérdidas iniciales tras presentar una proyección de ingresos que decepcionó al mercado. McDonald’s trepó 2,4% tras reportar un crecimiento de ventas en EE. UU. superior a lo esperado, y Qualcomm avanzó 4,8% antes de publicar sus resultados al cierre. En contraste, Palantir Technologies cayó 1,1%, extendiendo sus recientes bajas, en tanto que Super Micro Computer se desplomó 9,9% luego de ofrecer una previsión de ganancias inferior a lo previsto para el período actual.
Con los datos positivos del ISM de servicios y del empleo ADP, la UST2Y y la UST10Y subieron 5 pb y 6 pb, respectivamente, alcanzando niveles de 3,63% y 4,16%, ante una moderación en las expectativas de enfriamiento económico. De esta manera, el mercado descuenta un tercer recorte del año de 25 pb para la reunión de la Fed en diciembre, con una probabilidad del 65%. En este contexto de tasas al alza, el índice de bonos del Tesoro cayó 0,4%, lo que generó un contagio en la curva de Investment Grade y en la deuda de mercados emergentes, que retrocedieron 0,2% cada una. En tanto, los High Yield se destacaron con una suba de 0,1%.
El impacto en el US Dollar Index (DXY) fue neutral, cerrando en 100,2. Sin embargo, en las últimas cinco ruedas avanzó 1,0% y se ubica en su nivel más alto desde mayo. El euro se mantuvo estable y la libra subió 0,2%, movimiento compensado por un avance del dólar frente al yen de 0,3%. En Brasil, la divisa retrocedió 0,7% hasta USDBRL 5,36. El oro fue el gran beneficiado de la jornada, al recuperar 1,3% y alcanzar los USD 3.983.
Por otro lado, el petróleo WTI cayó 1,5% hasta USD 59,6 por barril, presionado por el aumento de inventarios en EE. UU. y los temores de sobreoferta global ante la mayor producción de la OPEP+ y otros países. A su vez, la debilidad de los datos manufactureros de Asia y EE. UU. reforzó las preocupaciones por una menor demanda energética. Por su parte, la soja, que continúa reflejando los efectos del nuevo acuerdo entre China y EE. UU., avanzó 1,0% y cerró en USD 411 la tonelada.
En el dato económico del día, el índice ISM de servicios subió a 52,4 en octubre desde 50 en septiembre, superando las previsiones de 50,8 y marcando la expansión más fuerte del sector desde febrero. La actividad empresarial mejoró a 54,3 (vs. 49,9) y los nuevos pedidos a 56,2 (vs. 50,4), mientras que el empleo continuó en contracción con 48,2 (desde 47,2), reflejando cautela sobre la fortaleza económica. Según el ISM, no hubo señales de despidos generalizados, aunque el cierre parcial del gobierno afectó la actividad y generó preocupación. El índice de pedidos pendientes prolongó su tendencia bajista de tres años y medio, cayendo a 40,8 (vs. 47,3), al tiempo que las presiones de precios aumentaron a 70 (desde 69,4) por el impacto de los aranceles.
También se publicó el informe de empleo ADP, que mostró que las empresas privadas en EE. UU. incorporaron 42.000 puestos de trabajo en octubre, tras una revisión al alza que reflejó una pérdida de 29.000 en septiembre, superando las previsiones de 25.000. Fue el primer aumento desde julio, aunque no generalizado. El sector de servicios sumó 33.000 puestos, impulsado por comercio, transporte y utilidades (47.000), educación y salud (26.000) y actividades financieras (11.000). En cambio, se registraron caídas en servicios profesionales (-15.000), información (-17.000) y ocio y hospitalidad (-6.000). El sector de bienes agregó 9.000 empleos, principalmente en recursos naturales/minería (7.000) y construcción (5.000), mientras que la manufactura perdió 3.000. Asimismo, el crecimiento salarial anual se mantuvo estable en 4,5% para quienes conservaron su empleo y en 6,7% para quienes cambiaron de trabajo, reflejando un equilibrio entre la oferta y la demanda laboral.
Noticias locales: el país hoy.
La rueda del martes comenzó con caídas en los activos locales que fueron mayormente revertidas. Los soberanos en dólares anotaron subas, mientras que el Merval exhibió una pérdida. En pesos, se vieron mejoras generalizadas en todas las curvas, especialmente en dollar-linked. En tanto, las tasas repo y de caución se mantuvieron sin cambios. En el mercado de cambios, se observó una nueva suba en el dólar oficial, que quedó cercano al techo de la banda, mientras que los financieros se mantuvieron neutrales y los futuros cayeron.
La deuda en pesos tuvo una rueda positiva en todos sus segmentos, siendo los dollar-linked los más destacados al subir un 0,4%, mientras que los bonos CER, los duales y la curva a tasa fija avanzaron un 0,2%. En cuanto a las tasas de corto plazo, continuó observándose mayor estabilidad, con la caución a un día cerrando en 23,1% TNA y la repo en 28% TNA, al tiempo que la TAMAR cerró el lunes en 38,3% TNA.
Por su parte, la deuda en dólares tuvo una rueda de menor a mayor en una jornada desfavorable a nivel global, pero luego revirtió las caídas para cerrar con ganancias del 0,3%. Los Globales fueron los más destacados con subas del 0,4%, mientras que los Bonares subieron un 0,1%. En este contexto, el riesgo país se mantuvo en 655 pb y los BOPREAL cayeron en el margen.
El tipo de cambio oficial volvió a estar presionado al alza, subiendo un 1,1% para cerrar en $1.473,17 –a un 1,7% del techo de la banda–, en una rueda sin intervención por parte del BCRA. Los dólares financieros se mantuvieron estables, con el MEP cayendo un 0,2% y cerrando en $1.481,4, mientras que el CCL se mantuvo sin variaciones en $1.506,1, acotando la brecha al 1%-2%. Por su parte, el stock de reservas brutas subió en USD 14 M y cerró en USD 40.800 M.
Los futuros de dólar retrocedieron un 1,03%, con subas en el volumen por USD 340 M, alcanzando un nivel de USD 1.011 M, mientras que el interés abierto se mantuvo sin cambios. Con esto, la TNA de noviembre cerró negativa, mientras que para diciembre se ubicó en 18%.
El Merval retrocedió un 1,1% en dólares y 0,3% en pesos, cerrando en un nivel de USD 2.021, con caídas en los sectores de comunicación, bancos y energía. Las acciones que más bajaron fueron IRSA (-11,6%), Mirgor (-4,7%) y Aluar (-4,5%), mientras que las de mejor desempeño fueron Cresud (2,4%), ByMA (2,1%) y Ternium (1,9%). Las acciones que cotizan en Wall Street cayeron 2,3%, lideradas por IRSA (-4,4%), Globant (-3,4%) y Supervielle (-3,3%).
Hoy se llevará a cabo la licitación en la que el Tesoro deberá enfrentar vencimientos por $10,8 billones, principalmente correspondientes a la Lecap S10N5, mientras que cuenta con $4,7 billones depositados en el BCRA. El menú ofrecido contempla tres instrumentos a tasa fija (S27F6, S31G6 y T30A7) –siendo la de agosto de nueva emisión–, dos bonos CER (TZXM6 y TZXO6), dos letras TAMAR de nueva emisión (M31G6 y M31Y7) y una letra dollar-linked (D30A6).
Noticias globales: el mundo hoy.
El mercado mostró un tono negativo, con una toma de ganancias generalizada tras el fuerte impulso previo del sector tecnológico vinculado a la inteligencia artificial. La cautela se extendió ante las advertencias de posibles correcciones y las señales mixtas de la Fed, que moderaron las expectativas de nuevos recortes de tasas. En este contexto, los rendimientos de la UST10Y cedieron levemente, el dólar se fortaleció y el oro retrocedió, mientras que el petróleo y los granos recortaron parte de las subas recientes.
Las acciones registraron caídas significativas de 1,61% en el Nasdaq, 1,04% en el S&P 500 y 0,64% en el Dow Jones. El reciente rally apalancado por la IA y los acuerdos generados a su alrededor perdió fuerza tras las advertencias de importantes bancos sobre una posible corrección más profunda en los mercados. Los sectores tecnológico, energético e industrial fueron los de peor desempeño, en tanto que el de consumo básico logró cerrar en terreno positivo. Palantir Technologies cayó 7,4% por preocupaciones de valuación, pese a superar las estimaciones trimestrales y elevar su proyección anual de ingresos. Nvidia retrocedió 3,1%, Tesla 3,8% y AMD 2,2%, antes de la publicación de sus resultados tras el cierre.
En paralelo, los rendimientos del Tesoro estadounidense retrocedieron luego de que el Departamento del Tesoro redujera sus proyecciones de endeudamiento y ante nuevas señales mixtas de la Fed. La UST10Y bajó 2 pb hasta 4,09%, mientras el mercado ajustó las probabilidades de un recorte de tasas en diciembre al 70%, en medio de posturas dispares entre funcionarios sobre inflación y mercado laboral. El presidente de la Fed de Chicago, Austan Goolsbee, afirmó que continúa más preocupado por la inflación que por el empleo, al tiempo que la gobernadora Lisa Cook advirtió un aumento en los riesgos de debilidad del mercado laboral. Por su parte, la presidenta de la Fed de San Francisco, Mary Daly, instó a “mantener la mente abierta”, y la gobernadora Miran enfatizó que la política monetaria sigue siendo restrictiva. En este escenario, los bonos del Tesoro subieron 0,1%, los corporativos Investment Grade 0,2%, los High Yield se mantuvieron neutrales y la deuda de mercados emergentes retrocedió 0,1%.
Por otro lado, el dólar DXY superó la barrera de los 100 puntos al avanzar 0,3%, cerrando en 100,2 ante la incertidumbre respecto de la decisión de la Fed sobre el recorte de tasas para diciembre. El euro cayó 0,3%, la libra perdió 0,9% y el dólar retrocedió 0,4% frente al yen. En Brasil, subió 0,8% y cerró en USDBRL 5,4. A su vez, el oro bajó 1,5% y finalizó en USD 3.942 la onza, afectado por la menor expectativa de recortes de tasas y la distensión en el conflicto entre EE. UU. y China.
El petróleo WTI retrocedió 0,9% y se ubicó en USD 60,5 por barril tras cuatro subas consecutivas, afectado por temores de sobreoferta pese a la decisión de la OPEP+ de pausar los incrementos de producción entre enero y marzo. Persisten riesgos de suministro por las sanciones más duras de EE. UU. a petroleras rusas y nuevos ataques ucranianos contra infraestructura energética. Por su parte, luego de seis ruedas consecutivas de alzas, la soja cayó 1,1% y cerró en USD 407 la tonelada. El cobre también retrocedió 2,4% ante señales de débil demanda en China y la fortaleza del dólar, aunque se mantiene cerca de máximos recientes por la escasez global de oferta.
Noticias locales: el país hoy.
En el comienzo de la semana, los activos locales mostraron una corrección. Los bonos soberanos en dólares y los BOPREAL retrocedieron, mientras que en el segmento en pesos se registraron caídas en las curvas CER y a tasa fija, con avances en los duales y los dollar-linked. En el frente cambiario, los tipos de cambio financieros se mantuvieron estables y el oficial continuó bajo presión, acompañado por incrementos en los contratos de futuros. El Merval extendió su buen desempeño y alcanzó niveles no vistos desde comienzos del año. Finalmente, la Secretaría de Finanzas anunció las condiciones de la licitación del miércoles, que incluirá instrumentos a tasa fija, CER, dollar-linked y TAMAR.
La Secretaría de Finanzas comunicó las condiciones de la licitación que se llevará a cabo este miércoles 5 de noviembre, en la que deberá afrontar vencimientos por $10,8 billones, principalmente correspondientes a la Lecap S10N5, mientras que el Tesoro cuenta con $4,7 billones depositados en el BCRA. El menú ofrecido contempla tres instrumentos a tasa fija (S27F6, S31G6 y T30A7) –siendo la de agosto de nueva emisión–, dos bonos CER (TZXM6 y TZXO6), dos letras TAMAR de nueva emisión (M31G6 y M31Y7) y una letra dollar-linked (D30A6).
Tras el rally de la semana anterior, el lunes comenzó con un tono más calmo y la deuda en dólares registró caídas del 0,6% en una rueda también negativa para la deuda emergente. Los bonos soberanos bajo ley local fueron los más afectados al caer un 0,9%, mientras que aquellos bajo ley extranjera retrocedieron un 0,4%. En tanto, los BOPREAL cayeron un 1,8% y el riesgo país subió 12 pb hasta 669 pb.
La deuda en pesos tuvo un desempeño mixto en una jornada en la que el tipo de cambio se mantuvo bajo presión y las tasas cerraron con leves caídas. La tasa de caución a un día se ubicó en 23,2% TNA y el call interbancario en 28,7%, mientras el BCRA continuó absorbiendo liquidez a través de simultáneas en ByMA al 25% TNA. En este contexto, los dollar-linked concentraron el mayor interés, con subas del 0,7% en línea con el alza del tipo de cambio, seguidos por los duales, que avanzaron 0,5%. La curva a tasa fija retrocedió en el margen, con cierta presión en el tramo largo, a excepción del Bonte, que volvió a destacarse con un alza del 0,6%. Los bonos CER, en cambio, quedaron rezagados y registraron una leve baja del 0,2%.
El tipo de cambio oficial arrancó la semana bajo presión y subió un 1%, cerrando en $1.457,42, a un 2,8% del techo de la banda, en una rueda sin intervención del BCRA y con un flujo del agro que se mantuvo escaso, en torno a los USD 22 M. Los dólares financieros, en cambio, mostraron estabilidad y cerraron con una suba del 0,1% en el MEP y una caída del 0,1% en el CCL, en $1.484,38 y $1.505,97, respectivamente, acotando la brecha al 2%-3%. En tanto, el stock de reservas brutas aumentó en USD 1.404 M para cerrar en USD 40.786 M, explicado principalmente por la recomposición de encajes a comienzos de mes.
Los contratos de dólar futuro subieron un 0,6% promedio, impulsados por los contratos de enero, febrero y marzo. En la rueda se observó una caída de USD 137 M en el volumen y de USD 8 M en el interés abierto, explicadas mayormente por el contrato de noviembre. La TNA de noviembre cerró en 32%, por encima de la Lecap del mismo mes, mientras que el resto de la curva se mantiene en niveles en torno a 27%.
El Merval anotó una suba de 3,4% en pesos, mientras que en dólares avanzó 2,2%, hasta alcanzar los USD 2.043 puntos, un nivel no visto desde febrero de 2025. Las acciones estuvieron impulsadas principalmente por los sectores de comunicación, utilidades e industria, con Ternium (7,0%), Telecom (7,0%) e IRSA (5,8%) a la cabeza. En tanto, las que más retrocedieron fueron LOMA (-3,2%), TGS (-1,4%) y Mirgor (-1,4%). Para las acciones que cotizan en Wall Street, la suba fue más moderada, con un avance del 0,8% liderado por Telecom (7,1%), Edenor (5,8%) y CEPU (4,9%), mientras que Bioceres (-8,4%), LOMA (-2,6%) y Adecoagro (-2,2%) mostraron bajas.
Noticias globales: el mundo hoy.
Las acciones operaron mixtas, con el sector tecnológico avanzando gracias a nuevos acuerdos en inteligencia artificial, mientras que en renta fija la rueda fue negativa ante la incertidumbre sobre el rumbo de las tasas de la Fed. El dólar se mantuvo firme y los commodities estables, destacándose la soja por el optimismo comercial entre EE. UU. y China. Por otro lado, los datos manufactureros en EE. UU. reflejaron una economía que continúa enfriándose.
Las acciones mostraron un comportamiento dispar, con el Nasdaq liderando con un +0,47%, seguido del S&P 500 con una suba de 0,2%, en tanto que el Dow Jones perdió 0,4%. El impulso del Nasdaq se debió a una serie de acuerdos vinculados a la IA que concentraron las ganancias en las grandes tecnológicas. Nvidia ganó casi 3,5% y Microsoft se mantuvo prácticamente sin cambios tras confirmar licencias de exportación para enviar GPUs de clase Nvidia a los Emiratos Árabes Unidos, además de firmar un contrato multianual independiente para proveer servicios de nube basados en GPU por unos USD 9.700 M. Amazon trepó cerca de 5% luego de anunciar una asociación multianual con OpenAI, valuada en unos USD 38.000 M, que dependerá fuertemente de grandes despliegues de GPUs. En cambio, los sectores de materiales e inmobiliario quedaron rezagados después de que el índice manufacturero ISM no alcanzara las expectativas. Entre las bajas se destacaron Apple (-0,8%), Meta (-0,9%) y Broadcom (-1,2%). A su vez, Kimberly-Clark se desplomó más de 13,5% tras anunciar una oferta de aproximadamente USD 48.000 M por Kenvue, cuyas acciones subieron más de 15%.
En el mercado de bonos, las tasas se mantuvieron neutrales en 4,11% para la UST10Y, a pesar de que el PMI manufacturero mostró una contracción más pronunciada de lo anticipado y del anuncio del fin de la reducción del Quantitative Tightening de la Fed a partir de diciembre. En el mercado primó la cautela ante las declaraciones de Powell, quien señaló en su conferencia que un tercer recorte de 25 pb en diciembre no está garantizado. Actualmente, el mercado descuenta con una probabilidad del 68% ese tercer recorte. Como resultado, la performance de los activos de renta fija fue negativa: los bonos del Tesoro perdieron 0,4%, mientras que los corporativos Investment Grade y High Yield, junto con la deuda de mercados emergentes, retrocedieron 0,7%.
En paralelo, el dólar DXY operó levemente al alza, con una suba de 0,1%, y cerró en 99,8. La variación se explicó por caídas de 0,1% tanto en el euro como en la libra, y por una apreciación del dólar frente al yen de 0,1%. En Brasil, perdió 0,3% y cerró en USDBRL 5,36. Por su parte, el oro registró un leve aumento de 0,2% hasta USD 4.011 la onza.
El petróleo WTI se mantuvo estable en USD 61 por barril, tras la decisión de la OPEP+ de pausar los aumentos de producción ante señales de demanda débil y posible sobreoferta. La producción real continúa por debajo de lo previsto, al tiempo que las sanciones de EE. UU. a Rusia y un ataque ucraniano en el Mar Negro añadieron incertidumbre al suministro global. En agrícolas, la soja extendió su tendencia alcista y avanzó 1,8% hasta USD 411 la tonelada, impulsada por el optimismo en torno al acuerdo entre EE. UU. y China, que prevé la suspensión de todos los aranceles anunciados desde el 4 de marzo sobre la soja y otros productos agrícolas. Además, la Casa Blanca indicó que China importará un mínimo de 25 M de toneladas anuales durante los próximos tres años.
En el dato económico del día, el índice manufacturero ISM de EE. UU. bajó a 48,7 en octubre desde 49,1 en septiembre, por debajo de las previsiones de 49,5, marcando su octavo mes consecutivo de contracción. La producción cayó a 48,2 (desde 51), los nuevos pedidos se ubicaron en 49,4, los inventarios en 45,8 y el empleo en 46, con el 67% de las empresas aún evitando contratar. En tanto, las presiones de precios se moderaron (58 frente a 61,9) y las entregas de proveedores se ralentizaron por tercer mes consecutivo (54,2). Solo los sectores de alimentos, bebidas y transporte mostraron expansión, confirmando la debilidad persistente del sector industrial estadounidense.
La transferencia de riqueza redefine el legado familiar y exige preparar líderes con visión global.
Una de las mayores transferencias de riqueza de la historia ya está en marcha. Se estima que hacia 2035 la generación de menores de 40 años se convertirá en la fuerza económica más influyente. En este sentido, UBS prevé que, hasta 2048, se transferirán intergeneracionalmente alrededor de USD 83,5 billones en capital entre individuos de alto patrimonio (HNWIs).
Este fenómeno redefine la gestión patrimonial: ya no se trata solo de conservar un legado, sino de formar gestores capaces de ampliarlo con visión y propósito.

El nuevo perfil del inversor heredero
Las diferencias entre generaciones suelen reflejarse en su tolerancia al riesgo, sus horizontes de inversión y su manera de entender el rol del capital. Un estudio de BNY Mellon Wealth Management indica que más de un tercio de los millennials y de la generación X planea adoptar estrategias más dinámicas y orientadas al crecimiento cuando asuman el control del patrimonio familiar.
Esta nueva mentalidad se traduce en una preferencia clara por los activos alternativos, capital privado, deuda privada, mercados emergentes o cripto activos, frente a las estrategias tradicionales de preservación. La generación emergente, además, posee una mirada global: ha crecido en contacto con distintas culturas, opera con visión internacional y busca oportunidades fuera de las fronteras familiares y geográficas.

El desafío para las familias no radica solo en acompañar este cambio, sino en canalizarlo dentro de estructuras que mantengan cohesión, disciplina y propósito común. ¿Cómo traducir este potencial en una estrategia operativa que asegure la continuidad y crecimiento del patrimonio?
¿Cómo conectar con la Next Gen?
Más allá de los productos financieros, la nueva generación valora la experiencia integral. Son nativos digitales, demandan inmediatez y esperan una relación fluida y continua con sus asesores. Mientras que muchos de sus padres prefieren la conversación presencial, los millennials y centennials prefieren plataformas interactivas, reportes en tiempo real y herramientas intuitivas que les permitan participar activamente en la gestión.
Un informe reciente del Capgemini Research Institute revela que el 81% de los jóvenes de patrimonio neto ultra alto (UHNW por sus siglas en inglés) planea reemplazar las firmas que hoy asesoran a sus familias, principalmente por falta de innovación, escasa personalización y deficiencias digitales. En ese contexto, la adaptación tecnológica no es un plus: es una condición para sostener la relación de confianza.
Otro pilar central es la educación financiera. Muchos padres desean que sus hijos estén preparados, pero los programas tradicionales suelen ser teóricos y poco aplicables. La formación efectiva combina experiencia práctica, participación gradual y diálogo estructurado. Como señala Josh Brown, CEO de Ritholtz Wealth Management, “los jóvenes conectan más con personas que con marcas”. Las firmas que logran humanizar su servicio y construir comunidad son las que permanecen.
Finalmente, la nueva generación busca asesoría más allá del balance: planificación fiscal, bienestar, impacto social, educación, viajes o experiencias de lujo personalizadas. La filantropía, por ejemplo, se ha convertido en una vía estratégica para desarrollar liderazgo responsable y fortalecer el sentido de pertenencia familiar.
Tres ejes operativos para la familia y el asesor
La transición de herederos a gestores exige un abordaje estructurado en tres planos complementarios:
En un entorno de competencia global y disrupción tecnológica, la fidelización del capital familiar dependerá de la capacidad de las firmas para ofrecer un servicio digital, personalizado y con sentido.
Un cambio de paradigma
El valor del patrimonio no reside solo en lo que se hereda, sino en la capacidad de cada generación para hacerlo evolucionar.
La transferencia patrimonial del siglo XXI no se mide por montos, más bien por la capacidad de adaptación y liderazgo. De esta forma, el desafío no radica en entregar el control, sino en preparar a quienes lo recibirán para ejercerlo con criterio, información y visión.
Las familias deben comprender que la sucesión no es un evento; es un proceso continuo de aprendizaje. Y los arquitectos del legado deben asumir el rol de traductores entre generaciones: vincular la experiencia del pasado con las herramientas del futuro.
Porque la verdadera continuidad no depende de la riqueza que se transfiere, sino de la sabiduría con la que se gestiona.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
La tan contundente como inesperada victoria del oficialismo en las elecciones legislativas reconfiguró el escenario político, aseguró el rumbo económico y generó un renovado clima de confianza para los activos locales, que vivieron una semana histórica. Los bonos soberanos subieron más de 20%, el riesgo país retrocedió más de 400 pb, el Merval ganó más de 50% y la deuda en pesos registró importantes avances. Las tasas de interés comenzaron a moderarse tras semanas de tensión, en un contexto en que el Tesoro y el BCRA buscaron aliviar las condiciones de liquidez y otorgar mayor estabilidad al mercado monetario. Pese al shock positivo, el mercado cambiario continuó tensionado y el tipo de cambio se mantuvo cerca del techo de la banda, mientras las reservas internacionales volvieron a caer. Sin la preocupación por la falta de gobernabilidad, el Gobierno tiene la oportunidad de avanzar en una ambiciosa agenda de reformas que fortalezca la solvencia macroeconómica, apoyada en el equilibrio fiscal y la desregulación. La fuerte caída del riesgo país allana el camino para que más empresas y provincias se beneficien de la apertura financiera y acerca al Tesoro a los mercados de capitales, aunque deberá presentar un plan para revertir la caída de las reservas internacionales y eliminar definitivamente los controles cambiarios que aún persisten para las empresas. En el plano político, las miradas de esta semana estarán puestas en el impacto de los cambios de gabinete nacional anunciados por el presidente durante el fin de semana. En el ámbito económico, se destaca la publicación de la recaudación de octubre y diversos indicadores de actividad de septiembre.
Gobernabilidad asegurada. La contundente victoria del oficialismo redefinió el equilibrio político y marcó un punto de inflexión en las expectativas del mercado. Con más del 41% de los votos a nivel nacional y una diferencia superior a 10 puntos sobre el peronismo –incluso imponiéndose en la provincia de Buenos Aires–, el Gobierno fortaleció su posición parlamentaria y mejoró considerablemente sus condiciones de gobernabilidad. La Libertad Avanza contará con 93 diputados propios (107 con aliados) y 20 senadores (26 con aliados), conformando un Congreso más favorable y con capacidad real para impulsar reformas estructurales. Este nuevo escenario político despeja parte de la incertidumbre que había condicionado la agenda económica y sienta las bases para una etapa de mayor estabilidad institucional y financiera.
Tipo de cambio estable. Disipada la incertidumbre electoral, el tipo de cambio inició la semana con una fuerte caída que luego se moderó, para cerrar con un retroceso del 2,9%. Así, el tipo de cambio oficial finalizó en $1.443 –a 3,7% del techo de la banda– y acumuló una suba del 5,6% en octubre. La estabilidad cambiaria se mantuvo incluso en un contexto de baja liquidación del agro y tasas en descenso. Por su parte, los dólares financieros cayeron un 2,9% el MEP y un 4,2% el CCL, cerrando en $1.482,7 y $1.507,7, respectivamente, acotando la brecha al rango del 3%-4%. En el corto plazo, esta dinámica podría sostenerse, apoyada en un mayor flujo financiero que refuerce la oferta en el MLC.
Reservas internacionales en baja. Pese al mejor panorama financiero y a que el tipo de cambio se mantuvo cerca del techo de la banda, el BCRA mantuvo a rajatablas el esquema cambiario, sin intervenir en el mercado. En este marco, las reservas internacionales cayeron USD 1.833 M y terminaron la semana con un stock bruto de USD 39.382 M, mientras las reservas netas quedaron con saldo negativo en torno a USD 10.000 M. La fuerte baja semanal respondió a la reducción de encajes en moneda extranjera, al tiempo que las operaciones del Tesoro solo restaron USD 14 M por pagos netos de deuda –se registró una compra de USD 7 M el martes, lo que podría marcar el piso del tipo de cambio–. En todo octubre, las reservas brutas disminuyeron USD 991 M a raíz de la venta neta de divisas del Tesoro y otros pagos a organismos internacionales, que implicaron una salida de USD 2.100 M compensada parcialmente por el aumento de encajes en moneda extranjera –asociado al incremento de más de USD 1.000 M en los depósitos en dólares del sector privado–. Peor aún fue la dinámica de las reservas netas, que en octubre descendieron casi USD 3.000 M. Mientras el Gobierno no anuncie modificaciones en la política cambiaria, la evolución de las reservas continuará siendo negativa debido a los próximos vencimientos de deuda en moneda extranjera, lo que lo alejaría cada vez más de la meta establecida con el FMI, que prevé para fin de año un saldo negativo de USD 3.500 M.
Marcada caída en los futuros. La baja del tipo de cambio se reflejó también en los contratos de dólar futuro, que mostraron retrocesos promedio del 4,7%. Las expectativas de una modificación del esquema cambiario en el corto plazo parecen moderarse, y el mercado ahora descuenta un tipo de cambio por encima del techo de la banda recién hacia enero de 2026, mientras que hasta hace pocas semanas lo hacía a partir de noviembre. Las mayores caídas se observaron en los contratos más largos, que retrocedieron 5,5%, en tanto el interés abierto promedio se mantuvo prácticamente estable en la semana, cerrando en USD 8.672 M. A su vez, el volumen promedio aumentó USD 600 M hasta USD 1.479 M. Por último, las tasas implícitas cerraron por encima de la TNA de las Lecaps para los contratos más cortos: 30% TNA para noviembre, 29% TNA para diciembre y luego descienden gradualmente hasta 27% TNA hacia septiembre del próximo año. Así, la curva descuenta una devaluación implícita promedio del 2,4% m/m en noviembre y diciembre, 2,2% m/m promedio en el primer trimestre de 2026 y 2% m/m para el resto de los plazos.
El Tesoro prioriza la liquidez. En la última licitación de octubre, en la que el Tesoro enfrentaba vencimientos por $11,4 billones, adjudicó $6,8 billones, lo que implicó un rollover del 57%, igual que el promedio mensual. En un contexto de tasas tensionadas, el Tesoro priorizó otorgar mayor liquidez al mercado y liberó cerca de $5,1 billones (quedarían $4,7 billones de depósitos en el BCRA), lo que contribuyó a aliviar las condiciones de liquidez y favoreció una baja en las tasas que podría continuar en el corto plazo. El 85% del monto adjudicado se concentró en Lecaps con vencimiento menor a cinco meses (S28N5, T30E6 y S30A6), con tasas levemente por encima de la curva, mientras que el resto se distribuyó entre los nuevos Boncap S30O6 y T30A7, colocados a una TEM de 2,55%, en línea con el mercado secundario. Las letras dollar-linked quedaron desiertas.
Las tasas comienzan a normalizarse. A la licitación, en la que se liberaron cerca de $5 billones, se sumó la decisión del BCRA de flexibilizar parcialmente la exigencia de encajes, permitiendo a los bancos integrar hasta el 95% del requisito de manera diaria y completar el 100% en promedio mensual. Si bien no implica un cambio significativo, la medida otorga algo más de margen de maniobra para que las entidades financieras administren su liquidez, y no se descartan nuevos ajustes en los próximos días para consolidar la normalización de las tasas. En este contexto, las tasas comenzaron a ceder con fuerza: la caución a un día retrocedió más de 20 pp y cerró en 23,7% TNA, la tasa Repo cayó cerca de 30 pp hasta 32,6% TNA y la TAMAR cedió 15 pp para ubicarse en 43,4% TNA. En la medida en que esta tendencia se consolide, el resto de las tasas del sistema debería continuar bajando, generando condiciones más propicias para una recuperación gradual del crédito y un mayor dinamismo de la actividad.
Tasas reales en descenso. Las curvas en pesos acompañaron el clima de euforia poselectoral y registraron subas en todos sus segmentos, con los bonos CER entre los más demandados, al tiempo en que las tasas nominales caen con fuerza y la inflación muestra una desaceleración algo más gradual de lo previsto. Estos bonos avanzaron un 11,3% en la semana, acumulando un alza del 22,2% en el mes, y ya rinden por debajo de CER+10% en todos sus tramos: CER+8% en 2025, CER+9% en 2026 y CER+8% en los vencimientos posteriores. Hace apenas un mes, estos mismos instrumentos rendían por encima del 20%, reflejando una fuerte compresión de tasas reales. Actualmente, la curva descuenta una inflación implícita del 1,5% m/m para octubre, 30,9% acumulada en 2025 y 18,4% en 2026. Los duales le siguieron con un aumento del 7,6%, impulsados por el TTD26 (+11%), mientras que lideran en rendimiento mensual con ganancias del 26%. A estos precios rinden un margen de TAMAR +4,2% y 1,3% TEM en su versión a tasa fija. La curva a tasa fija quedó más rezagada, con una suba del 5% en la semana y un avance acumulado del 11,6% en el mes. Dentro del segmento se destacó el Bonte 2030, que registró un incremento del 16,2% semanal y del 32,2% mensual. La compresión de rendimientos fue significativa: la curva rinde actualmente 30% TNA (2,5% TEM) en el tramo corto y 27,7% TNA (2,3% TEM) en el tramo largo, frente a un promedio de 47% TNA (3,9% TEM) la semana anterior, retornando así a niveles similares a los observados antes del fin de las LEFI en julio, cuando se inició el ciclo de tasas reales elevadas. Por último, los dollar-linked fueron los únicos en registrar pérdidas, al caer un 2,3%, pero acumulando un alza del 2,6% en el mes. A estos precios rinden devaluación +4,2% y descuentan una devaluación del 2,8% directa hacia fines de 2025.
Derrumbe del riesgo país. La semana fue sumamente positiva para toda la renta fija en dólares tras una notable caída de 421 pb del riesgo país, que cerró en 660 pb, nivel no observado desde junio de este año. Esto permitió a los soberanos destacarse ampliamente por encima del resto de las curvas, con una suba promedio del 23,9% en la semana, 32,7% en octubre y un retorno al terreno positivo en el año, con una ganancia del 9,9%. La curva de Bonares fue la más beneficiada, dado que el mercado había incorporado en precios un escenario electoral negativo y buscaba cobertura en legislación extranjera, lo que generaba un amplio spread de paridades. Dentro de los Bonares, el AE38 y el AL41 registraron alzas de 36,2% y 29,7%, respectivamente, acortando los spreads desde 15% y 8% a 2,7% y 2,6%, respectivamente. Estas variaciones normalizaron la curva de Globales, que ahora presenta una pendiente positiva con rendimientos de entre 9,8% y 10,4%. En tanto, los Bonares pasaron a mostrar una curva menos negativa y más aplanada, con TIRs de entre 11,7% y 11,4%. Todo esto permitió a Argentina volver a arbitrar contra las curvas de países comparables y contra corporativos CCC, con los que pasó de tener un spread de 707 pb a 14 pb. Los BOPREAL también tuvieron una buena semana, con una suba del 6,5% y un cierre mensual positivo del 5,8%. Se destacó el BOPREAL Serie 4 A, que avanzó 26,7%. Así, los BOPREAL se mantienen como el activo de renta fija en dólares de mejor performance del año, con una ganancia del 12,7%. A estos precios, ofrecen TIRs de entre 3,28% y 11,3%. En cuanto a la deuda subsoberana, el aumento fue del 7,1% semanal y del 8,8% en el mes, elevando la ganancia anual al 10,8%. Como es habitual, el avance fue liderado por Buenos Aires 2037, que ganó 22,0%. En paralelo, los corporativos avanzaron apenas un 0,6% en la semana, liderados por YPF 2033, que subió 4,6%. En octubre, los corporativos ganaron 1,1%, acumulando un alza del 5,5% en el año. Es importante destacar que, con esta compresión del riesgo país, empresas locales como YPF y Tecpetrol volvieron a colocar deuda en el exterior: YPF emitió USD 500 M a 2031 con una tasa de 8,75%, mientras que Tecpetrol colocó USD 750 M a 2030 con una tasa de 7,6%. La Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Santa Fe también evalúan nuevas emisiones.
Rally del Merval. El Merval cerró la semana con una ganancia récord de 50,6% en dólares y 44,5% en pesos, acumulando en octubre un alza del 72,5%. El índice accionario marcó el lunes la mayor suba diaria de su historia y concluyó en un nivel de USD 1.991. Desde el mínimo alcanzado en septiembre, en la semana posterior a las elecciones en PBA, el Merval acumula una ganancia del 84%. Pese a la impresionante recuperación, aún pierde en el año un 6,7% en dólares y se mantiene un 21% por debajo de su máximo histórico alcanzado en enero. Los sectores bancario, industrial y utilidades fueron los que más aprovecharon este avance, en tanto que Supervielle (85,1%), COME (80,9%) y TGN (79,3%) fueron las acciones de mejor desempeño en dólares. En lo que va del año, solo CEPU (9,3%), TGS (8,4%) y ByMA (5,6%) presentan rendimientos positivos, mientras que el resto del panel aún no logró recuperar las pérdidas. Por el lado de las acciones que cotizan en la Bolsa de Nueva York, la suba fue más moderada, aunque igualmente destacable: avanzaron 36,5%, impulsadas por Supervielle (84,5%), Edenor (71,9%) y Galicia (66,9%).
Lo que viene. La semana comienza con cambios en el gabinete nacional –Adorni asume en la Jefatura de Gabinete en reemplazo de Francos y Santilli pasa a ocupar el Ministerio del Interior tras la salida de Catalán–. Mientras tanto, el mercado mantendrá el foco en la evolución del tipo de cambio y su adaptación al nuevo equilibrio de tasas, junto con el avance de las emisiones corporativas y provinciales, que comienzan a recuperar impulso en un entorno más favorable. En la agenda económica, hoy lunes se conocerá el dato de recaudación de octubre –se espera que continúe la caída en términos reales– y las primeras estimaciones privadas de inflación del mes pasado –en torno al 2,3% m/m–. Asimismo, durante la semana, el INDEC publicará los datos de actividad de septiembre –minería, construcción e industria–, de los cuales se esperan resultados negativos, al tiempo que el BCRA difundirá el REM con las primeras proyecciones privadas de inflación y tipo de cambio tras las elecciones, ofreciendo una primera lectura sobre cómo se reacomodan las expectativas en este nuevo contexto político.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
A pesar de que el shutdown (cierre parcial del gobierno por falta de acuerdo del presupuesto) sigue lejos de resolverse y entra en su segundo mes, la última semana de octubre fue positiva para los activos globales. La tregua comercial alcanzada entre EE. UU. y China, junto con los buenos resultados corporativos del último trimestre, mantuvieron el optimismo de los inversores. El paño frío lo puso Powell, quien si bien confirmó la baja de 25 pb en la tasa de referencia, dejó dudas sobre los próximos movimientos. Impulsadas por las empresas tecnológicas, las acciones de los tres principales índices estadounidenses cerraron la semana al alza, culminando octubre con un sólido avance y en nuevos máximos históricos. Las dudas sobre los próximos pasos de la Fed y la tensión en el Congreso de EE. UU. por el límite de la deuda presionaron los rendimientos de los bonos, lo que afectó a la renta fija, que en la última semana perdió todo lo ganado en el mes. El dólar se fortaleció y cerró octubre en su nivel más alto desde agosto, mientras que el oro volvió a caer y terminó el mes apenas por encima de los USD 4.000 la onza. La distensión en la guerra comercial entre EE. UU. y China impulsó a los commodities agrícolas, especialmente a la soja, que alcanzó la mejor cotización desde julio del año pasado y cerró su mejor mes del año. En tanto, el precio del petróleo continuó bajo presión bajista ante el exceso de oferta global. Con una agenda económica acotada por la continuidad del shutdown, los inversores seguirán atentos a los indicadores privados de empleo, a los balances empresariales y a las declaraciones de los directores de la Fed sobre los próximos pasos en materia monetaria.
Tregua por un año. Donald Trump y Xi Jinping alcanzaron un acuerdo clave durante su reunión en Corea del Sur, que marcó una distensión significativa en la relación comercial entre ambas potencias. EE. UU. redujo los aranceles a las importaciones chinas del 57% al 47% y aplazó por un año las restricciones a la exportación de tierras raras, minerales esenciales para la industria tecnológica y de defensa. Por su parte, China se comprometió a reanudar las compras de soja estadounidense y a cooperar en la lucha contra el tráfico de fentanilo, mientras que Washington reducirá los aranceles vinculados a ese producto del 20% al 10%. Asimismo, China iniciará el proceso para importar energía desde EE. UU., con la posibilidad de concretar compras a gran escala de petróleo y gas de Alaska. Si bien se abordaron temas globales como Ucrania, los líderes evitaron discutir sobre Taiwán. El encuentro, el primero cara a cara desde 2019, fue calificado por Trump como “un 12 sobre 10” y dejó un tono de optimismo sobre una tregua comercial y un renovado canal de cooperación bilateral.
La Fed bajó la tasa. La Fed decidió reducir nuevamente la tasa de interés en 25 pb, llevándola al rango de 3,75%–4,00%, en línea con las expectativas del mercado y acumulando dos recortes consecutivos por primera vez desde 2020. La medida refleja la preocupación del organismo por la desaceleración del mercado laboral y el aumento de los riesgos a la baja para la actividad, pese a que la inflación aún se mantiene por encima del objetivo del 2%. Lo destacado en la conferencia de Powell fue que moderó las expectativas de un nuevo recorte en diciembre, señalando que este no está garantizado y que la decisión dependerá de la evolución de los datos de inflación y empleo en las próximas semanas. En la reunión, dos funcionarios disintieron: la gobernadora Miran apoyó un recorte mayor de medio punto, mientras que el presidente de la Fed de Kansas City, Jeff Schmid, abogó por mantener las tasas sin cambios. Si bien el comunicado mantuvo un tono prudente, el anuncio incluyó un cambio relevante en el frente de balance: la Fed pondrá fin al programa de reducción de activos (Quantitative Tightening) a partir del 1 de diciembre, consolidando un giro gradual hacia una postura más expansiva. Esto implica que la Fed dejará de disminuir sus tenencias de bonos del Tesoro y MBS para reinvertir el capital en los mismos bonos.
Reacción al alza en las tasas. Tras la reunión de la Fed, las tasas reaccionaron al alza y cerraron la semana con subas. El impacto fue más pronunciado en el tramo corto de la curva, ya que disminuyó la expectativa de un recorte en diciembre, lo que generó un empinamiento. Concretamente, la UST2Y subió 12 pb hasta 3,60%, mientras que la UST10Y avanzó 10 pb hasta 4,09%. Por su parte, la UST30Y aumentó 7 pb y cerró en 4,66%. El mercado de futuros de tasas descuenta un recorte de 25 pb para la reunión de diciembre con una probabilidad del 63% y proyecta dos recortes adicionales para 2026.
Semana negativa para la renta fija. La renta fija en general tuvo una semana negativa. La deuda del Tesoro cayó 0,5% en la semana y cerró octubre con una ganancia de 0,3%. En corporativos, los Investment Grade mostraron la peor performance, con una baja de 1,2% en la semana y 0,1% en el mes, mientras que los High Yield retrocedieron 0,3% y 0,5%, respectivamente. Los TIPs perdieron 0,6% en la semana, aunque en el mes avanzan 0,1%. El mejor desempeño volvió a ser el de los bonos emergentes, que subieron 0,4% en la última semana y cerraron octubre con una ganancia de 1,6%, consolidándose como el segmento de renta fija con mejor performance en 2025, con una suba acumulada de 8,6%.
Los balances continúan superando expectativas. Durante la semana se registró un flujo importante de resultados corporativos, con un predominio de balances sólidos que mostraron resiliencia pese a algunos retrocesos puntuales. Reportaron resultados 173 compañías, elevando al 63% del índice las firmas que integran el S&P 500, y el 82% mostró sorpresa positiva en sus beneficios, que crecieron 10,3% i.a. La mayoría de los sectores presentaron subas en sus ganancias, liderados por tecnología y financiero, con avances de 22% i.a., mientras que sólo comunicación y energía registraron caídas de 6% i.a. y 2% i.a., respectivamente. A nivel corporativo, Microsoft reportó utilidades afectadas por su inversión en OpenAI, aunque confirmó la reestructuración de la compañía como empresa con fines de lucro. En el sector salud, UnitedHealth y Eli Lilly elevaron sus proyecciones de ganancias e ingresos, reflejando un desempeño robusto. En consumo y logística, UPS sorprendió con resultados superiores a lo esperado y Amazon impulsó su unidad cloud con el mayor crecimiento en casi tres años. Por el lado de las bajas, Meta registró un cargo fiscal extraordinario y mostró cautela sobre el impacto de su elevado gasto en IA, mientras que AbbVie reflejó posibles ajustes por recortes en precios de medicamentos.
Acciones imparables. Las acciones cerraron la semana con avances generalizados, con los tres principales índices cerca de máximos históricos. El Nasdaq lideró las subas con un alza semanal de 1,6%, acumulando 4,4% en octubre. El S&P 500 avanzó 0,3% en la semana y 2,0% en el mes, mientras que el Dow Jones subió 0,3% semanal y 2,1% mensual. Las small caps, por su parte, se movieron de forma desacoplada, retrocediendo 2,2% en la semana y cerrando octubre con una ganancia de 0,8%, quedando rezagadas frente a los principales índices en el acumulado anual. Por sectores, la tecnología lideró el impulso gracias a sólidos resultados corporativos (+2,8% semanal; +7,1% mensual), seguida por consumo discrecional (+1,4% semanal; +0,6% mensual). En contraste, los sectores con peor desempeño fueron real estate (-4,3% semanal; -3,1% mensual), consumo no cíclico (-3,7% semanal; -2,8% mensual) y materiales (-3,6% semanal; -4,3% mensual).
Acciones mixtas en el resto del mundo. A nivel internacional, los mercados operaron de manera mixta. El índice de acciones globales excluyendo EE. UU. cayó 0,4% en la semana, aunque acumuló un avance de 2,0% en octubre. Las acciones de mercados emergentes mostraron una leve suba semanal de 0,2% y un incremento mensual de 3,4%. Dentro de este grupo, Brasil lideró con un alza de 2,0% en la semana y cerró octubre con un modesto 0,3% positivo, mientras que China retrocedió 1,6% en la semana y 3,6% en el mes. Entre los mercados desarrollados, Japón ganó 1,2% semanal y acumuló 4,1% en el mes, impulsado por expectativas de políticas fiscales expansivas, mientras que las acciones europeas retrocedieron 1,3% en la semana y cerraron octubre con un leve avance de 0,5%.
Se fortalece el dólar y se debilita el oro. Durante la semana, el oro mostró cierta volatilidad y cerró con una caída de 3,0%, aunque mantiene un alza de 3,4% en octubre, finalizando en USD 3.988,6 la onza. El inicio de la semana estuvo marcado por la toma de ganancias tras los máximos recientes y por la reducción de tensiones geopolíticas y comerciales derivadas de la tregua entre EE. UU. y China, que disminuyó la demanda de refugio de valor. A mitad de semana, el metal tocó mínimos cercanos a USD 3.950 por onza, pero se recuperó hacia el cierre ante el fuerte interés de bancos centrales, que continúan comprando oro de manera sostenida. En lo que va del año, el oro acumula una suba de 51,9%. El dólar (DXY) aprovechó esta caída en el oro para extender las subas de la semana previa. En concreto, avanzó 0,9% en la semana y acumula un alza de 2,1% en el mes, cerrando en 99,81. Este incremento se explicó por las caídas del euro (-0,9%) y la libra (-1,4%), mientras que frente al yen el dólar avanzó 0,8%. En Brasil, el dólar cayó 0,2% semanal, aunque en octubre subió 1,0% y cerró en USDBRL 5,38.
Semana positiva para los commodities, a excepción del petróleo. El precio del petróleo WTI retrocedió 1,0% en la semana y cerró en USD 60,8 por barril, acumulando una caída de 2,5% en el mes, afectado por las preocupaciones sobre un exceso de oferta global. La semana estuvo marcada por señales de mayor producción de la OPEP+, que confirmó un incremento de 137.000 barriles diarios a partir de diciembre, junto con el aumento de la oferta en EE. UU. y el Mar del Norte, y un nivel récord de 1.400 millones de barriles almacenados en buques. Aunque las sanciones de EE. UU. a Rosneft y Lukoil y la posibilidad de una escalada militar en Venezuela generaron episodios de soporte, el repunte fue limitado por las perspectivas de superávit de crudo hacia fin de año. En agrícolas, la soja cerró la semana con una suba de 4,4%, alcanzando USD 399,7 por tonelada, y consolidó un avance mensual de 8,6%, impulsada por las expectativas de un mayor flujo comercial entre EE. UU. y China tras el acuerdo alcanzado entre Trump y Xi Jinping. Durante la semana, el optimismo llevó al grano a sus niveles más altos en más de 15 meses, luego de confirmarse los primeros embarques desde la nueva cosecha estadounidense. Sin embargo, hacia el cierre, las ganancias se moderaron ante la cautela del mercado respecto del volumen efectivamente comprometido y del impacto potencial sobre los precios de los competidores sudamericanos. En cuanto al cobre, mostró una leve caída semanal de 0,3%, cerrando en USD 5,08 la libra, aunque concluyó el mes con un sólido avance de 5,6%. Los movimientos también respondieron al optimismo previo a la reunión entre Trump y Xi y a las preocupaciones por la oferta global tras accidentes y problemas de producción en minas clave de Indonesia, Chile, República Dominicana y Congo.
Lo que viene. No se esperan novedades respecto del shutdown, que entra en su segundo mes y probablemente tendrá un impacto negativo en la actividad del último trimestre del año. Esto continuará limitando la publicación de datos económicos oficiales. Mientras tanto, las miradas del mercado estarán puestas en la publicación del PMI manufacturero y de servicios, que ofrecerán indicios sobre el estado de la actividad –se prevé contracción en la industria y expansión en servicios–. En cuanto al mercado laboral, se difundirá el informe de empleo privado ADP, del cual se espera una creación neta de 25 mil nuevos puestos, recuperando parte de la caída de 32 mil registrada en septiembre. A su vez, el martes se publicarán los datos de empleo del JOLT. También habrá discursos de varios miembros de la Fed, quienes compartirán su visión sobre la política monetaria. Hacia el final de la semana se conocerá el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan. En materia de balances, Palantir, Realty Homes, Vertex, AMD, Uber, Arista Networks, Pfizer, McDonald’s, Qualcomm, Airbnb, WBD y Microchip Technology presentarán resultados.
Los contratos de dólar en A3 operaron con fuertes caídas de 4,70% promedio en la semana poselectoral
Los contratos de dólar en A3 operaron con fuertes caídas de 4,70% promedio en la semana poselectoral. Las bajas tuvieron mayor impacto en el tramo corto de la curva, con retrocesos de 5,65% para el contrato de septiembre, 5,50% para el de agosto y 5,21% para el de julio. De esta manera, los contratos de noviembre y diciembre cerraron por debajo del techo de la banda, mientras que a partir de enero se ubican por encima.
El próximo contrato en vencer es el de noviembre, que cotiza en $1.478 y marca una devaluación directa de 2,4%. Para los tres meses siguientes, los precios reflejan que el aumento en el dólar correría en niveles en torno al 2,2%: 2,4% en diciembre ($1.513), 2,3% en enero ($1.548) y 2,2% en enero ($1.575). A partir de ahí, señalan una devaluación que continúa al ritmo de 2,0% promedio hasta septiembre del 2026.
La curva de tasas (TNA) se desplazó hacia abajo en todos sus tramos. En octubre muestra una tasa negativa, en tanto que noviembre cerró en 30% TNA. Desde ahí, la tasa cae gradualmente a niveles de 26% para septiembre.
El volumen operado subió fuertemente frente a la semana anterior. En las últimas cinco ruedas se comerciaron USD 7.565 M. El viernes 31 de octubre el interés abierto cerró en USD 8.731 M, mostrando una suba de 4% m/m y de 206 a/a.



Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 31/10/2025
¿Trade táctico o trade estratégico?
Las elecciones legislativas del 27 de octubre en Argentina dejaron un resultado sorpresivo que fue muy bien recibido por el mercado financiero. El oficialismo obtuvo un desempeño ampliamente mejor al anticipado y logró consolidar una base parlamentaria más equilibrada, reduciendo la incertidumbre política de cara a las reformas económicas pendientes. La reacción fue inmediata: los activos locales registraron fuertes subas en bonos y acciones.
El corolario fue una caída en el riesgo país, reflejando una mejora en las expectativas sobre la gobernabilidad y la sostenibilidad del programa económico. Para los inversores, el mensaje central fue claro: un Congreso más previsible y alineado con políticas fiscales y monetarias responsables refuerza la confianza en el proceso de estabilización y en el potencial de recuperación de los activos argentinos.
A partir de este punto, analizamos cómo este nuevo equilibrio político redefine el escenario para la deuda, la renta variable y el mercado cambiario.
Punto de partida local
En las semanas previas a las elecciones legislativas, el mercado argentino se desenvolvió en un entorno de alta incertidumbre y búsqueda de cobertura, reflejando la falta de claridad sobre el rumbo económico y político. Los bonos en dólares cotizaban a precios que incorporaban dudas sobre la capacidad de repago, mientras que las acciones mostraban valuaciones deprimidas, propias de un clima de aversión al riesgo. El mercado cambiario se mantuvo extremadamente volátil, con intervenciones simultáneas del Tesoro argentino, el Tesoro estadounidense y el BCRA, que operó tanto en el mercado spot —defendiendo el techo de la banda cambiaria— como en los mercados de futuros y títulos dollar linked. A esto se sumaron modificaciones regulatorias frecuentes, que segmentaron el acceso a los distintos canales de compra de dólares, y ajustes continuos en encajes, tasas y participación del BCRA, acentuando la sensación de inestabilidad. En paralelo, medidas puntuales como los incentivos fiscales a la liquidación de exportaciones agrarias intentaron reforzar la oferta de divisas. En síntesis, el mercado operaba en “modo cobertura”, priorizando la preservación de capital ante un marco incierto. La normalización de flujos y regulaciones demandará tiempo. Sin embargo, hay que remarcar para las conclusiones de este artículo que la disciplina fiscal se mantuvo.
Punto de partida internacional
Argentina se disoció del comportamiento de los activos de riesgos en este año.
Tanto renta fija como renta variable están ofreciendo rendimientos sumamente generosos para los portfolios internacionales.
La renta fija de países emergentes estuvo ofreciendo rendimientos positivos de doble dígito hasta el momento que este artículo se escribió. Esto lo podemos ver en el siguiente gráfico. Por su parte el GD30, con mucha más volatilidad, le queda algo de recorrido para alcanzar la buena sintonía internacional. A efectos ilustrativos, comparamos la trayectoria de un bono argentino con una canasta representativa de deuda emergente, destacando la divergencia de comportamiento registrada durante el año.

Por el lado de la renta variable, la diferencia es aún más abrumadora. Durante el año el índice Merval viene marcando un rendimiento negativo medido en dólares americanos. Por su parte el índice de acciones emergentes que utilizamos para la comparación (EEM), viene teniendo un año histórico con rendimientos por arriba del 30%. Esta es una comparación más justa. Se trata de dos canastas de acciones y la diferencia queda más que explícita en este cuadro.

Punto de partida de los portfolios
La incertidumbre previa a las elecciones legislativas fue un factor dominante en la toma de decisiones financieras, con inversores que eligieron posicionarse de manera conservadora, priorizando portfolios dolarizados y activos de baja volatilidad ante la falta de claridad sobre el rumbo político y económico del país. Este contexto de cautela llevó a una marcada reducción del apetito por riesgo local, reflejando tanto la prudencia frente a posibles shocks como la necesidad de preservar capital en un entorno de alta volatilidad. Sin embargo, con el resultado electoral ya definido y la expectativa de un horizonte político más claro, es altamente probable que se produzcan rotaciones de portafolio hacia activos más riesgosos, tanto en renta fija como variable, en busca de capturar valor en un nuevo escenario de mayor certidumbre. Este artículo busca precisamente acompañar y orientar ese proceso de reasignación, ofreciendo una lectura de mercado que ayude a identificar las oportunidades y riesgos que se abren en la nueva etapa.
El camino hacia adelante
En las próximas líneas voy a escribir impresiones que espero para las diferentes clases de activos y su recomendación en portfolios.
Renta Fija en pesos
Tasa fija
Este es uno de los mercados que en el corto plazo puede sufrir volatilidad por los cambios en la política monetaria que se anticiparon. Será importante seguir las noticias y anuncios en esta materia. En especial en cuanto a los encajes bancarios. Sin embargo, anticipamos que las tasas deberían bajar en todos los tramos. Portfolios que busquen rendimiento en pesos atractivos, estirar los vencimi entos para apostar a bajas de tasas es una alternativa con sustento.
Tasas reales
La curva CER ofrece tasas reales elevadas en términos históricos, tanto al compararse con su propia serie como con los rendimientos de otros países emergentes. A modo de ejemplo Sudáfrica paga entre 4 y 4,5 con vencimientos a 5 años.
Esperando un esquema monetario más relajado para adelante podemos anticipar que estos títulos van a comprimir rendimientos. Esta curva tiene mucho atractivo para inversores corporativos que tengan pesos debido a la cobertura contra la inflación. Se espera que la inflación retome un sendero descendente en los próximos meses. Sin embargo, pagar por esta cobertura para tener tranquilidad es una decisión para impulsar.
En el siguiente gráfico busco mostrar la volatilidad que tienen estos instrumentos en lo largo de las columnas y el nivel actual de rendimientos.

No espero que volvamos a ver rendimientos negativos en términos de inflación. Sin embargo, los rendimientos de estos títulos se encuentran en doble dígito. Lo esperable es que vuelvan a situarse en torno al 6 u 8 en términos reales.
Para recomendaciones sobre títulos particulares recomiendo leer la nota de Justina Gedikian y Francisco Speroni Nuevo punto de partida.
Renta fija en dólares
La deuda en dólares se ha convertido en uno de los segmentos más observados del mercado tras las elecciones, concentrando la atención de los inversores por su potencial de recuperación y su relevancia estratégica para el programa económico. El respaldo financiero de Estados Unidos —a través de líneas swap, acuerdos bilaterales y el apoyo de bancos internacionales— marcó un hito histórico, reduciendo la percepción de riesgo y mejorando las condiciones de liquidez externa. El objetivo de mediano plazo es claro: reconstruir el acceso a los mercados de capitales internacionales, con una reapertura que podría consolidarse hacia enero, en línea con la estacionalidad positiva de flujos. En este contexto, la pregunta clave —¿ya es tarde para posicionarse?— encuentra una respuesta optimista: aún no. Los precios actuales todavía ofrecen potencial de alza significativo, en particular para quienes puedan asumir riesgo y extender duration, especialmente en bonos bajo ley local, donde el riesgo de repago se ha reducido sensiblemente. Además, el mercado comienza a anticipar nuevas emisiones corporativas en moneda dura e incluso la reapertura del crédito para emisores de menor calificación, un escenario que exige una selección cuidadosa de la calidad crediticia dentro de las carteras.
Renta Variable
El optimismo en la renta variable argentina se ha consolidado como uno de los ejes centrales del nuevo escenario de inversión. Desde la perspectiva académica, los modelos de valuación de empresas —basados en el descuento de flujos futuros a una tasa de interés apropiada— permiten entender el repunte reciente de los precios: el mercado no solo proyecta una mejora en los flujos de caja esperados, sino, sobre todo, una caída significativa en la tasa de descuento ante un contexto de mayor estabilidad macroeconómica y menor riesgo percibido. Ambos factores confluyen en un aumento de las valuaciones en el corto plazo, reflejando una renovada confianza en el equity argentino. A más largo plazo, la posible reincorporación de Argentina al índice de mercados emergentes representa un catalizador adicional, al anticipar flujos internacionales que podrían expandir los múltiplos y sostener la tendencia alcista. En este contexto, resulta valioso seguir los análisis de Juan José Vázquez para identificar oportunidades en acciones individuales, así como considerar fondos comunes de inversión que permitan una exposición diversificada a esta clase de activos en expansión.
Mercado de futuros
Diversos estudios empíricos sobre economías emergentes muestran que las políticas fiscales y monetarias creíbles, previsibles y sostenibles tienden a generar apreciación de la moneda. Cuando los gobiernos mantienen una trayectoria fiscal responsable y los bancos centrales actúan de manera consistente con metas de estabilidad de precios, las primas de riesgo disminuyen y la confianza de los inversores aumenta, fortaleciendo la moneda local.
Además de los fundamentos macroeconómicos, comprender el comportamiento y las necesidades de los participantes del mercado es esencial para anticipar la evolución de la moneda en economías emergentes. Los flujos de capital, la demanda de cobertura cambiaria, las estrategias de carry trade y las expectativas sobre política económica influyen directamente en el valor de la divisa, a menudo amplificando o atenuando los efectos de la política fiscal y monetaria. La reacción de bancos, fondos de inversión y corporaciones ante cambios en tasas de interés o señales fiscales puede alterar significativamente la trayectoria del tipo de cambio, incluso cuando los fundamentos son sólidos. Por ello, una visión integral sobre el futuro de la moneda requiere no solo analizar la coherencia y credibilidad de las políticas macroeconómicas, sino también entender cómo los agentes interpretan, internalizan y responden a dichas señales, dado que sus decisiones colectivas son las que finalmente determinan el precio observable de la moneda.
Teniendo en cuenta este marco conceptual habrá que estar atentos a las decisiones en cuanto a la política monetaria y las señales que den los participantes de mercado. Del lado de la oferta de dólares se ubicarán exportadores y empresas que liquiden divisas de sus emisiones de deuda.
Del lado de la demanda se ubicarán importadores, ahorristas, turistas, el Tesoro argentino y potencialmente el Tesoro de Estados Unidos.
Para los portfolios corporativos que tienen futuros en carteras es recomendable mantener cobertura para los flujos ciertos que tengan en dólares. Sugerimos priorizar decisiones con impacto real en la cadena de valor por sobre las posiciones meramente especulativas sobre la evolución del tipo de cambio.
Trade táctico o trade estratégico
Como reflexión final, surge la pregunta clave: ¿estamos frente a un trade táctico o ante el inicio de un trade estratégico? La historia reciente de los mercados argentinos ofrece una lección de prudencia: los analistas más experimentados solían repetir frases como “Argentina es trading” para describir el comportamiento errático de la renta variable o “Argentina se compra en 30 y se vende en 70” al hablar de los bonos soberanos en dólares, reflejando la naturaleza cíclica y volátil de los activos locales. Sin embargo, el nuevo contexto político y macroeconómico abre una incógnita hacia adelante: si las reformas avanzan y se consolida un marco de estabilidad, las posiciones estratégicas podrían comenzar a ganar protagonismo, dando lugar a un entorno de menor volatilidad y valuaciones más sostenibles. En definitiva, el desafío para los inversores será discernir si este momento marca otra oportunidad táctica o el inicio de un cambio estructural más profundo en los activos argentinos.
¿Cómo esta tecnología está redefiniendo la dinámica de los mercados globales?
1. La IA está detrás del alto retorno del S&P 500 desde 2023
El índice S&P 500 acumula un rendimiento del 17% en lo que va de 2025, que se suma al 26% obtenido en 2023 y al 25% de 2024, para totalizar un impresionante 85% en tres años. Durante este período, el desempeño estuvo apuntalado por un grupo de 15 tecnológicas fuertemente posicionadas para beneficiarse del auge de la inteligencia artificial (IA).
El grupo está conformado por las siete magníficas (Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Meta, Tesla y NVIDIA), junto con Broadcom, Oracle, Palantir, AMD, IBM, Cisco, Micron y Salesforce, que en promedio rindieron un extraordinario 494% en este lapso.

2. Un valor de mercado sin precedentes
Con una valuación conjunta de USD 26,2 billones, estas quince compañías superan el valor combinado de cualquier mercado de valores del mundo, excepto el de Estados Unidos. Este fenómeno no solo refleja el peso económico de la revolución tecnológica, sino también la magnitud del optimismo que rodea a la IA.

3. Concentración récord en el S&P 500
Este grupo de quince compañías beneficiarias de la IA representa hoy el 43% del S&P 500, una cifra sin precedentes en la historia del índice. En otras palabras, el mercado estadounidense se transformó en una gran apuesta por el futuro de esta tecnología.

4. El liderazgo de Estados Unidos en infraestructura crítica
Estados Unidos cuenta con 5.426 centros de datos activos, más que la suma de los siguientes nueve países con mayor número de instalaciones. Estos centros constituyen la base física sobre la cual tiene lugar el procesamiento de datos a gran escala, esencial para el entrenamiento, desarrollo y funcionamiento general de la inteligencia artificial.

5. Inversiones gigantes que pesan sobre el flujo de fondos
Mantener este liderazgo requiere un esfuerzo financiero considerable. En los últimos 12 meses, los cinco principales inversores en centros de datos –Microsoft, Alphabet, Amazon, Meta y Oracle– destinaron 63% de su flujo de fondos operativo a inversiones de capital, un salto notable desde el 47% del período previo y muy por encima del 15% registrado en 2012. La tendencia es clara: la expansión de la infraestructura de IA está consumiendo una porción creciente del flujo de caja de las grandes tecnológicas.
El peso de estas inversiones empieza a generar cierta inquietud en el mercado. Por un lado, los retornos sobre el capital son inciertos, y podrían derivar en pérdidas significativas si la capacidad de procesamiento no se monetiza a tiempo ni con la intensidad necesaria. Por el otro, el financiamiento de estos proyectos requiere utilizar las posiciones de caja acumuladas durante años o, en el caso de Oracle, recurrir a niveles preocupantes de endeudamiento.
Esa tensión alcanzó un nuevo nivel con la caída reciente de 11% en las acciones de Meta, luego de que la empresa incrementara su estimación de gastos de capital para 2025, fijando el mínimo en USD 70.000 M (vs. USD 66.000 M previamente). De forma similar, Microsoft retrocedió 3% luego de presentar resultados, donde se destacó un gasto de capital de USD 35.000 M en el trimestre, USD 5.000 M por encima de lo estimado por los analistas.

6. Elevadas valuaciones, un reflejo del optimismo del mercado
El entusiasmo por la inteligencia artificial llevó las valuaciones a niveles históricamente elevados. Este grupo de quince empresas cotiza hoy a un promedio ponderado de 31 veces su ganancia estimada a 12 meses, producto tanto de la magnitud de las subas recientes en sus cotizaciones como de las altas expectativas del mercado sobre su futuro.
Este es el principal factor detrás del ascenso en el múltiplo sobre ganancias del S&P 500, que actualmente cotiza a 23 veces ganancias, un 20% por encima de su promedio histórico de x19 registrado en la última década.
Excluyendo las 15 mayores beneficiarias de la IA, la situación del mercado es muy distinta. Las restantes 485 empresas del S&P 500 cotizan a apenas 17 veces su ganancia futura.

7. Valuaciones elevadas… ¿rendimientos decepcionantes?
Históricamente, suele existir una relación inversa entre el múltiplo de ganancias pagado al invertir y el retorno que se obtiene en el futuro.
El gráfico siguiente ilustra cómo los periodos en los que el S&P 500 partía de múltiplos elevados tendieron a registrar retornos anuales más bajos en los diez años siguientes (datos mensuales de 1992 a 2015). En otras palabras, valuaciones altas han sido tradicionalmente un indicio de rendimientos futuros decepcionantes.
Sin embargo, los múltiplos también reflejan la calidad del negocio subyacente. Empresas con alto crecimiento de ingresos, márgenes amplios y sólido retorno sobre el capital suelen justificar valuaciones más elevadas. Por eso, no sorprende que las compañías tecnológicas líderes en IA coticen a múltiplos significativamente mayores que empresas maduras o en sectores en declive.
Aunque los múltiplos actuales son elevados, su justificación dependerá de la capacidad de estas compañías para monetizar de manera efectiva las masivas inversiones que están realizando en infraestructura y desarrollo de IA. Por ahora, el S&P 500 se mantiene como una apuesta estratégica por el futuro de la inteligencia artificial y el potencial retorno de estas inversiones.

Noticias locales: el país hoy.
El jueves continuó la onda verde para la renta fija en dólares y las curvas en pesos. Las tasas en pesos de caución y repo siguieron comprimiendo. Los dólares financieros operaron estables, mientras que el oficial y los futuros retrocedieron. El Merval cerró a la baja luego de cinco ruedas con fuertes subas.
La deuda en pesos tuvo una rueda positiva, liderada por los bonos CER que subieron 1,4%. Los duales le siguieron con avances de 1,1%, al tiempo que la curva a tasa fija cerró con ganancias de 0,9% y los dollar-linked subieron en el margen. Las tasas continuaron cediendo, con la caución a un día en 27% TNA y la repo en 41,4% TNA.
La deuda en dólares registró su cuarta rueda consecutiva con ganancias y cerró con subas de 0,6%, liderada por los Bonares, que avanzaron 1%. Se destacaron el AE38 y el AL41, que ganaron 2,7% y 3%, respectivamente, mientras que los Globales subieron 0,3%. En tanto, los BOPREAL avanzaron 0,4% y el riesgo país cerró en 676 pb.
El tipo de cambio oficial cayó otro 1,2% y cerró en $1.433,67, alejándose 4,3% del techo de la banda, en una rueda sin intervención del BCRA y con el agro liquidando tan solo USD 10 M. Así, el tipo de cambio oficial acumula una suba de 4,9% en el mes. Los dólares financieros se mostraron algo más tensionados y registraron una suba de 0,6% en el MEP y 0,5% en el CCL, cerrando en $1.473 y $1.487,9, y la brecha se amplió a 3%-4%. En tanto, el stock de reservas brutas cayó en USD 270 M para cerrar en USD 40.495 M.
Los contratos de dólar futuro se mantuvieron estables, con leves caídas de 0,1%. La variación vino acompañada por una baja en el volumen y el interés abierto de USD 81 M y USD 45 M, respectivamente. Con esto, el contrato de diciembre se mantiene en el límite superior de la banda, mientras que a partir de noviembre se ubican por encima. La curva de TNA a partir de noviembre se sitúa en 34% y desciende a 26% para el resto de los contratos.
El Merval retrocedió luego de cinco ruedas consecutivas al alza, en las cuales acumuló una suba de 49%. La caída fue de 1,0% en dólares y 0,3% en pesos, cerrando en un nivel de USD 1.871. Las acciones que más cayeron fueron Telecom (-5,7%), Holcim (-5,6%) y Edenor (-4,1%), mientras que Mirgor (5,0%), Ternium (2,2%) y ByMA (1,6%) mostraron rendimientos positivos. Para las acciones que cotizan en Wall Street, la baja promedio fue de 2,3%, liderada por Bioceres (-10,4%), Edenor (-4,5%) y Cresud (-3,7%).
Noticias globales: el mundo hoy.
El mercado adoptó un tono más negativo pese al alivio temporal en las tensiones comerciales entre EE. UU. y China. Los acuerdos alcanzados entre ambos países fueron recibidos con moderado optimismo, pero las señales más restrictivas de Powell reavivaron la preocupación por la política monetaria. Las acciones tecnológicas lideraron las bajas ante balances mixtos, mientras que el dólar y el oro repuntaron.
EE. UU. y China alcanzaron nuevos acuerdos comerciales tras la reunión entre los presidentes Trump y Xi. Washington eliminará el arancel del 10% conocido como “arancel al fentanilo” y suspenderá por un año el gravamen recíproco del 24% sobre productos chinos, además de pausar la ampliación de controles de exportación a firmas incluidas en la Entity List. Por su parte, Beijing autorizó la compra de grandes volúmenes de soja, sorgo y otros productos agrícolas estadounidenses, y se comprometió a mantener el suministro de tierras raras, minerales críticos e imanes “de manera abierta y libre”. Asimismo, China iniciará el proceso para importar energía desde EE. UU., con la posibilidad de concretar compras a gran escala de petróleo y gas de Alaska.
En paralelo, el S&P 500 cayó 0,7% y el Nasdaq retrocedió 1,3% el jueves, presionados por pérdidas en los sectores de tecnología y servicios de comunicación, en tanto que el Dow Jones se mantuvo neutral. Meta se desplomó 11,2% tras registrar un cargo único de USD 15.930 M por impuestos, y los inversores mostraron cautela ante el aumento del gasto de capital vinculado al desarrollo de IA. Microsoft bajó 3,2% después de informar que su inversión en OpenAI redujo las ganancias trimestrales en USD 3.100 M. En contraste, los sectores financiero e inmobiliario estuvieron entre los de mejor desempeño. Alphabet subió 3,1% gracias a resultados superiores a lo esperado, y Eli Lilly ganó 4,3% tras elevar su proyección de ingresos anuales. JPMorgan (+1,5%), Visa (+2,3%) y Goldman Sachs (+1,0%) también registraron sólidas subas.
En el mercado de bonos primó la preocupación tras las señales restrictivas de Powell, quien indicó que no estaba asegurado un tercer recorte de 25 pb en diciembre debido a la persistente inflación. En tanto, el quantitative tightening finalizará a comienzos de diciembre, cuando la Fed renovará la totalidad de los vencimientos de bonos del Tesoro que tiene en cartera y reinvertirá sus activos de MBS en letras del Tesoro. Las probabilidades de un tercer recorte de 25 pb en diciembre se ubican en 73%. En este contexto, las tasas de interés operaron al alza, con la UST2Y subiendo 2 pb hasta 3,61% y la UST10Y avanzando 3 pb hasta 4,09%. Así, los bonos del Tesoro cayeron 0,2%. En corporativos, los Investment Grade retrocedieron 0,5% y los High Yield 0,1%, mientras que la deuda de mercados emergentes perdió 0,1%.
El contexto de tasas benefició al US Dollar Index, que avanzó otro 0,3% y cerró en 99,54. La variación se explicó por la caída del euro y la libra, que retrocedieron 0,3% y 0,4%, respectivamente, al tiempo que el dólar subió 0,9% frente al yen. En Brasil, se fortaleció 0,4% frente al real y cerró en USDBRL 0,4%. A pesar del fortalecimiento de la divisa y de la tregua entre EE. UU. y China, el oro interrumpió una racha de cuatro ruedas consecutivas de bajas, impulsado por la fuerte demanda de los bancos centrales. En concreto, subió 2,3% y alcanzó un nivel de USD 4.021 la onza.
El petróleo WTI cayó otro 0,3% hasta USD 60,3 el barril, ya que la OPEP+ está preparada para confirmar un incremento de 137.000 barriles diarios en la producción para diciembre, en línea con sus esfuerzos por recuperar cuota de mercado. Esto coincidió con el aumento de los niveles de producción informado por empresas con operaciones en EE. UU. y el Mar del Norte. Además, los volúmenes de petróleo almacenados en buques alcanzaron un récord histórico de 1.400 millones de barriles esta semana, elevando las proyecciones sobre los inventarios globales.