El mercado abrió diciembre con un sesgo negativo, afectado por la suba en las tasas globales y la debilidad del sector tecnológico, que volvió a presionar a los índices luego de un noviembre volátil. El repunte de los rendimientos en Japón impulsó el cierre de estrategias de carry trade y elevó las tasas de los Treasuries, generando correcciones tanto en deuda soberana como en corporativa y emergente. En este contexto, el dólar volvió a retroceder ante la expectativa de un nuevo recorte de tasas en diciembre, mientras que el petróleo encontró soporte en la decisión de la OPEP+ y el oro extendió avances moderados. En los datos económicos del día, el ISM manufacturero de noviembre profundizó la contracción, reforzando la percepción de una actividad que llega al último tramo del año con señales mixtas y aún lejos de una recuperación sostenida.
Las acciones comenzaron diciembre en terreno negativo y sintieron el impacto de las mayores tasas, con el S&P 500 bajando 0,6%, el Nasdaq retrocediendo 0,1% y el Dow Jones perdiendo 0,6% tras un noviembre volátil. El sector tecnológico fue el de peor desempeño, seguido por real estate, industriales y servicios de comunicación, mientras que energía logró mantenerse en terreno positivo. Las large caps operaron mayormente a la baja: Nvidia (-1,3%), Microsoft (-0,6%), Alphabet (-0,8%), Meta (-0,8%), Broadcom (-2,8%) y Tesla (-0,2%). En contraste, Amazon subió 0,8%, Apple 0,5% y Walmart 0,9%, mientras que Target quedó prácticamente sin cambios en el inicio del Cyber Monday.
Las tasas de los bonos del Tesoro subieron con fuerza, con la UST2Y avanzando 4 pb hasta 3,53% y la UST10Y alcanzando 4,09%. El movimiento respondió al repunte del bono japonés a 10 años, que saltó a 1,88%, su nivel más alto desde 2006, ante la creciente expectativa de que el Banco de Japón suba la tasa en su próxima reunión. Las declaraciones del gobernador Ueda, quien destacó la resiliencia de la economía japonesa y el menor impacto de los aranceles estadounidenses, reforzaron ese escenario.
Dado que el yen es la principal moneda de fondeo para estrategias de carry trade, un aumento en su costo impulsó el cierre de posiciones en bonos del Tesoro americano, presionando al alza los rendimientos y llevando al índice de bonos del Tesoro a caer 0,7%. En paralelo, la deuda corporativa Investment Grade retrocedió 0,9%, mientras que los High Yield bajaron 0,6%, al igual que los bonos de mercados emergentes. Por otro lado, las probabilidades de un recorte de tasas cerraron en 87% y Trump anunció que ya eligió a Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, como sucesor a presidente de la Fed.
En este contexto, con el mercado descontando el tercer recorte, el dólar continuó perdiendo valor. El DXY cayó 0,1% y cerró en 99,38, gracias a que retrocedió 0,2% frente al euro, 0,2% frente a la libra y 0,4% frente al yen. En tanto, el dólar en Brasil se fortaleció y subió 0,4% frente al real, cerrando en USDBRL 5,36. Por otro lado, el oro extendió sus subas en 0,2% y cerró en USD 4.239 la onza.
El petróleo WTI subió 1,4% hasta USD 59,4, impulsado por la decisión de la OPEP+ de mantener frenados los aumentos de producción en el primer trimestre de 2026 y por nuevas tensiones geopolíticas con Venezuela. Sin embargo, el avance sigue limitado por la posibilidad de un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania que podría levantar sanciones y aumentar la oferta global en un mercado ya presionado por temores de sobreoferta. En tanto, la soja cayó 0,8% y cerró en USD 415 la tonelada, y el cobre avanzó 0,5%.
En el dato económico del día, el índice ISM de Manufacturas de EE. UU. cayó a 48,2 en noviembre de 2025, su nivel más bajo en cuatro meses, desde 48,7 en septiembre y por debajo de las expectativas de 48,6. La lectura mostró que el sector manufacturero se contrajo por noveno mes consecutivo y a un ritmo más rápido, impulsado por caídas en entregas de proveedores (49,3 vs 54,2), nuevos pedidos (47,4 vs 49,4) y empleo (44 vs 46). También aumentaron las presiones de precios (58,5 vs 58) y los pedidos pendientes continuaron bajando (44 vs 47,9). Por el contrario, la producción repuntó (51,4 vs 48,2) y los inventarios cayeron menos (48,9 vs 45,8).




