- La inflación mensual minorista de noviembre se registraría en 3,1%, acumulando 46% en el año. La dinámica mensual se sostiene frente a un contexto económico signado por la dominancia de la política fiscal.  

- Las proyecciones de inflación se sostienen en niveles mayores respecto al mes anterior. El relevamiento de expectativas de mercado (REM) del Banco Central proyecta un crecimiento anual mayor del nivel de precios de 51,1% durante este año.

Fuente: INDEC y BCRA

Resumen

- El control de una inflación crónica demanda mayores instrumentos de política económica que el control de precios, más aún en una economía con desequilibrios monetarios tras la abrupta expansión.

- Las inflaciones de dos dígitos, consideradas medias y relativamente altas, son complejas de gestionar ante la ausencia de medidas integrales que tengan un ancla, medidas ortodoxas como la contracción y siendo posible algún elemento heterodoxo como una política de ingresos hacia los sectores más vulnerables.

- Si no establecen anclas nominales, los desalineamientos inflacionarios respecto al objetivo de estabilización serán distantes y pueden seguir en una dinámica como la actual.  

- Las expectativas de mercado se sostienen en un nivel alto de inflación dada la incertidumbre de mercado y la fuerte emisión monetaria. Estimamos que esta dinámica de precios se sostendrá hasta fin de año y, al menos, el primer trimestre del año 2022.

- Las proyecciones del comportamiento de precios son nuevamente mayores respecto del mes previo y para los próximos tres años. Para este año se registraría una inflación de 51,1%, en el año 2022 se situaría en 51,8% y hacia el año 2023 se proyecta 42,2% anual.  

- Nuevamente destacamos que la evolución inflacionaria seguirá siendo la principal complejidad para la política económica dada la dinámica mensual que no se desacelera y, a su vez, un contexto de elevada incertidumbre de mercado y mayor necesidad de financiamiento fiscal.  

- El nivel general del Índice de Precios al Consumidor (IPC) registraría en noviembre una variación mensual de 3,1% y, en términos interanuales, un aumento de 57%. Las proyecciones de mercado establecen que el nivel promedio de variación mensual será mayor durante el resto del año, diferencia notoria respecto a las proyecciones previas.

- Durante los primeros once meses del año el aumento acumulado de precios sería de 46%, mientras que en el mismo período del año 2020 fue 30,9% y en el año 2019 fue 48,3%. El desempeño futuro estará determinado por la dinámica monetaria y el nivel de presión cambiaria.

- El Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) registró un crecimiento interanual de 56,4% en octubre de 2021 sosteniéndose un nivel mensual relativamente alto desde octubre de 2020.

- El nivel general del Índice de Costo de la Construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires de octubre 2021 registra un aumento intermensual de 3,9%, ciertamente una mayor dinámica respecto al mes anterior.

- La gestión sobre una inflación crónica demanda mayores instrumentos de política económica que los que se están observan actualmente. Ciertamente, el control de precios es un elemento de muy corto alcance y eficacia que no tendrá resultados de largo plazo si no se opta por mayores instrumentos como la tasa de interés y estabilizar la volatilidad de los tipos de cambio.

- Ante un régimen de tipo de cambio múltiple, mercado con varias cotizaciones, es determinante la convergencia a la estabilidad de todos los mercados cambiarios dado que las presiones en uno, como el tipo informal, deterioran expectativas de precios.  

- Si no se establecen instrumentos de estabilización, los desalineamientos inflacionarios respecto al objetivo de desinflación serán distantes y pueden sostenerse en una dinámica como la actual.  

- Las inflaciones de dos dígitos, consideradas medias y relativamente altas, son complejas de gestionar ante la ausencia de medidas integrales que al menos tengan un ancla, medidas ortodoxas como la contracción monetaria mediante el ajuste de tasa de interés y siendo posible algún elemento heterodoxo como una política de ingresos hacia los sectores más vulnerables. Todos estos elementos deben ser anunciados y acordados en un gran espectro político.

- La inflación del mes de noviembre de 2021 registraría un aumento mensual de 3,1%. Nuevamente, el ritmo inflacionario mensual se situaría en un nivel alto para el objetivo necesario de desinflar las expectativas en toda la estructura de precios de la economía  y tras una caída inédita del PIB en el año 2020.  

- El crecimiento del IPC acumularía 46% en el período enero-noviembre 2021. Esa dinámica sería similar al del período anterior a la pandemia, es decir, al acumulado durante los primeros once meses del año 2019 donde la inflación registró 48,3%.

- Nuevamente destacamos que economías con procesos inflacionarios de períodos prolongados deben gestionar ajustes de precios con sobrerreacciones que adicionan impulsos inerciales sobre la dinámica general de precios.

- Desde esos aspectos, las expectativas inflacionarias de los agentes siguen sosteniéndose en un nivel alto de inflación mensual frente a la incertidumbre del mercado. En efecto, estimamos que se sostendrá hasta fin de año y, al menos, el primer trimestre del año 2022. En efecto, las proyecciones inflacionarias informadas por el Banco Central se ajustaron a la suba

- En ese sentido, las proyecciones informadas en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), realizado por el Banco Central, estiman que la inflación minorista de diciembre sería 3,4%, nivel promedio mayor de lo transcurrido del año. A su vez, la inflación anual para el año 2021 se proyecta en 51,1%, 0,7 puntos porcentuales por encima de la proyección anterior. Mientras que para el año 2022, la proyección es  51,8%, representando 2,6 puntos porcentuales de aumento respecto a lo informado por el REM de noviembre.

- Las proyecciones para el primer trimestre de 2022 registran un nivel mensual ascendente de la dinámica de precios. Concretamente, en el período enero-marzo 2022, el promedio de aumento de precios minoristas se situaría en 4%, nivel similar al registrado en el mismo período de este año, el cual fue 4,1%.

- Debemos notar que las estimaciones de mercado registran un crecimiento mayor de precios lo cual no es un aspecto favorable ante el objetivo de sustentar la dinámica macroeconómica. En efecto, ante un mayor desalineamiento de expectativas respecto de una gestión desinflacionario, se presenta mayor complejidad y necesidad de instrumentos para estabilizar esa coyuntura. Efectivamente esto es un escenario potencial para la economía argentina.

- La dinámica mensual del Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) durante octubre  registró un nivel similar respecto del mes anterior. Concretamente, el aumento fue del orden de 2,8% respecto de septiembre 2021. Mientras que la dinámica del nivel mayorista general respecto al mismo mes del año anterior registró un crecimiento de 56,4%.  

- La variación intermensual del IPIM se explica como consecuencia de la suba intermensual de 2,9% en los productos nacionales, donde el factor manufacturas y energía eléctrica presentó un crecimiento de 2,9%. Mientras que los precios de los productos importados ascendieron 2,3% mensual.  

- El Índice del Costo de la Construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires correspondiente al mes de octubre de 2021 registra un crecimiento de 3,9% respecto de septiembre de 2021. Esto nota nuevamente una dinámica mayor al aumento intermensual del mes precedente, en el cual se había registrado una expansión de 3% en septiembre respecto de agosto. El crecimiento se conforma del alza de 3,5% en Materiales, Mano de Obra en 4,4% y 3,6% en Gastos Generales.

- Las consecuencias socioeconómicas de la inflación crónica que se traduce en pérdida de poder adquisitivo de los agentes económicos donde principalmente se ajusta el poder adquisitivo de los salarios. En simultáneo, los costos sociales se materializan en la contracción del consumo y menor cantidad de personas que acceden a la canasta alimentaria.

- En ese sentido, una medida parcial de ese ajuste puede notarse si se observa que en el período enero-septiembre del año 2021 el crecimiento acumulado de los ingresos totales de los asalariados fue 38,3%, mientras que la inflación acumulada de ese mismo período fue 37%.