El mercado mantuvo su tono optimista durante la rueda del miércoles, a pesar de ser la octava jornada de shutdown –cierre parcial del gobierno de EE. UU. por falta de aprobación del presupuesto en el Congreso–. Las acciones alcanzaron nuevos máximos históricos, impulsadas por avances en tecnología y acuerdos estratégicos, mientras los bonos permanecieron estables y el dólar se fortaleció frente a la mayoría de las monedas. La Fed mantuvo un enfoque cauteloso en sus minutas, con posibles recortes de tasas. El oro marcó nuevos récords como refugio frente a la incertidumbre y el petróleo volvió a subir ante la caída de inventarios.

En cuanto a la renta variable, las acciones continuaron su sendero alcista y alcanzaron máximos históricos nuevamente. El Nasdaq avanzó un 0,8%, seguido por el S&P500 con un 0,6% y el Dow Jones con un 0,4%. AMD trepó 10% en la jornada y acumula una ganancia superior al 40% desde el inicio de la semana, mientras el mercado evalúa el acuerdo del fabricante de chips con OpenAI, que eleva la valuación de la creadora de ChatGPT por encima del billón de dólares en una serie de operaciones cruzadas. Micron subió 5,4%, mientras que Nvidia, Oracle y Amazon avanzaron en torno a 2% cada una. En tanto, Cisco subió un 2% tras el lanzamiento de un nuevo chip de IA para centros de datos. En sentido contrario, las acciones del sector consumo defensivo y los bancos cerraron a la baja.

Por su parte, en las minutas de la reunión de septiembre, la Fed consideró apropiado llevar la tasa de fondos federales hacia un nivel más neutral ante un mayor riesgo para el empleo, aunque la mayoría de los miembros advirtió que los riesgos inflacionarios siguen sesgados al alza. Según las minutas, la mayoría prevé nuevos recortes de tasas en lo que resta del año y cerca de la mitad del comité anticipa dos bajas adicionales antes de fin de 2025. En septiembre, la Reserva Federal redujo la tasa en 25 pb hasta el rango de 4,00%–4,25%, su primer recorte desde diciembre de 2024. 

En este contexto, las tasas operaron estables, con una leve suba de 1 pb para la UST2Y, que cerró en 3,59%, mientras la UST10Y se mantuvo neutral en 4,58%. Con esto, el índice de bonos del Tesoro permaneció sin cambios, al igual que la deuda de mercados emergentes. En tanto, los bonos High Yield cayeron 0,2% y los Investment Grade un 0,1%.

El dólar volvió a mostrarse fuerte en el mundo, impulsado por la debilidad del yen –producto de las expectativas de un estímulo fiscal importante en Japón– y por la inestabilidad política en Francia, que presiona al euro. De esta manera, el DXY subió por cuarta rueda consecutiva un 0,3% y cerró en 98,86. El euro y la libra cayeron un 0,2%, mientras el dólar ganó 0,5% frente al yen. Así, el DXY redujo su pérdida acumulada en el año de 10,0% a 8,9%. La particularidad de esta racha de subas del dólar es que coincide con el avance del oro, aunque con menor fuerza. El metal subió otro 1,4% el miércoles y alcanzó un nuevo récord en USD 4.044 la onza, acumulando una ganancia de 54,1% en 2025. 

El petróleo WTI subió 1,1% a USD 62,4 por barril tras una fuerte caída de inventarios en Cushing, Oklahoma, aunque los inventarios nacionales aumentaron levemente. La demanda se mostró sólida, reflejada en menores reservas de productos refinados, pero los precios se vieron limitados por la expectativa de abundante oferta global: la OPEP+ aumenta producción, EE. UU. proyecta un récord de producción y las exportaciones rusas se mantienen altas pese a interrupciones en refinación. En el plano corporativo, Exxon Mobil volvió a Irak para explorar el yacimiento Majnoon, señalando un renovado interés en upstream. En tanto, la soja subió un 0,7% hasta USD 378,3 la tonelada. El mercado se vio además apoyado por rumores de que la administración Trump estaría considerando un paquete de ayuda agrícola de gran envergadura, con desembolsos iniciales de hasta USD 15.000 M, destinado a compensar el impacto de la suspensión de compras de soja estadounidense por parte de China.