1. Delta continuó impactando

Los indicadores sanitarios en EE.UU continuaron empeorando en el último mes, alcanzando el peor nivel desde enero. El ritmo de contagios diarios subió a 166 mil por día, las hospitalizaciones superan las 95 mil y las muertes diarias llegaron a más de 1400. La mayor parte de los casos se da en los Estados donde el porcentaje de población vacunada es menor. Esto no es un problema de oferta, sino de la resistencia de la población a inocularse. En este sentido, con la aprobación definitiva de la vacuna Pfizer-BioNTech, los gobiernos y empresas avanzan en medidas tendientes a que se apliquen las dosis.

2. La actividad sintió el impacto

Tras un 2Q21 en el que la economía mostró una muy buena performance, con el PBI acelerando su marcha 6,6% de la mano del consumo privado, en los últimos dos meses los indicadores sugieren que perdió impulso. La tercera ola y la aceleración de la inflación de abril a junio golpearon la confianza del consumidor, que cayó a los niveles más bajos desde el inicio de la pandemia. Esto repercutió en el gasto de los consumidores, que en julio se moderó dada la caída en bienes y cierta desaceleración en el consumo de servicios. Lo más importante pasó por los índices de PMI, en especial el de servicios, que tras los picos registrados en mayo acumulan tres caídas consecutivas, registrando en agosto 55 puntos (desde los 70 de mayo). 

3. Menor creación de empleos y menor desempleo

En agosto la creación de empleos marcó una importante desaceleración, aunque no impidió que la tasa de desocupación continúe cayendo. Concretamente, en agosto se crearon 235 mil nuevos puestos de trabajo no agrícola, muy por debajo del millón de julio y muy alejado de las expectativas del mercado, que esperaba 700 mil. El menor dinamismo se explicó por la moderación en todos los sectores, aunque se destacó el freno en el sector de servicios -golpeado por la tercera ola- y empleo público, que tuvo una leve caída. Con la creación de 274 mil empleos del sector agrícola, la creación total de empleos en agosto llegó a 509 mil, muy por encima de los 190 mil que creció la población económicamente activa (la tasa de participación laboral se mantuvo en 61,7%). Así las cosas, la tasa de desocupación continuó cayendo hasta 5,2%, el nivel más bajo desde el inicio de la pandemia (con igual tasa de actividad, sube a 7,5%). Con esto, aún quedan 5,6 millones de puestos de trabajo menos y 2,7 millones de desocupados más que al inicio de la pandemia. Para alcanzar el pleno empleo, objetivo de la FED, la tasa de desocupación debe llegar al menos hasta 4%, para lo cual se requerirá que continúe la creación neta de empleos y que la tasa de actividad no suba.

4. La inflación afloja

Luego de mostrar un fuerte salto entre abril y junio -con el IPC subiendo al 0,9% mensual-, en julio la inflación trajo cierto alivio: subió 0,5%, y 5,3% comparado con julio del año pasado. Este resultado avaló en cierta medida la mirada de la FED en cuanto a que el salto de precios del 2Q fue por factores transitorios, teniendo en cuenta los cuellos de botella en algunos sectores. La inflación en bienes, que entre abril y junio pasado venía subiendo al 2% promedio mensual, en julio bajó a 0,5%, en tanto que los precios de los servicios, que venían subiendo al 0,5% mensual, moderaron su ritmo a 0,3%. La mejora también se observó en el PCE Core -índice de referencia de la FED-, que en julio subió 0,3% -el menor dinamismo desde febrero-, acumulando en los últimos 12 meses un alza de 3,6%.

5. Progresos sustanciales y Tapering a la vista

En las últimas minutas que emitió la FED, se destacó que la economía logró progresos sustanciales. Los precios se mueven en línea con el objetivo de largo plazo (reforzó la idea de que la aceleración reciente es transitoria), en tanto que el mercado laboral tuvo importantes avances, aunque aún queda mucho camino por recuperar. En su exposición tras la reunión de Jackson Hole, el presidente de la FED mostró apoyo al comienzo de un gradual proceso de reducción de estímulos, pero alertó que la suba de tasas no se adelantó y que para que ello suceda la economía deberá alcanzar previamente el pleno empleo. El mensaje fue claro: el Tapering comenzará en noviembre y las tasas seguirán en 0% hasta fines de 2022. El debate dentro de la propia FED está planteado, y prevemos que se mueva con extrema cautela en sus próximos comunicados, de manera de no generar grandes fluctuaciones en el mercado y evitar una situación como la de 2014. 

6. Tasas estables

La exposición de Jerome Powell en el simposio de Jackson Hole fue determinante para los movimientos del mes, resultando alcista para las bolsas y levemente bajista para los rendimientos de Treasuries. Concretamente, si bien en agosto la UST10Y subió 8 pp, se movió en un rango de entre 1,18% y 1,32%, mostrando una tendencia estable en los últimos 3 meses.

7. Dólar estable y los commodities se recuperan

El avance de la tercera ola en EE.UU y en Asia golpeó las expectativas de recuperación de la economía global. A los malos datos de julio y agosto que destacamos en EE.UU se sumaron datos de China que marcaron luces amarillas en cuanto a la fortaleza de su economía. En este contexto, el dólar a nivel global mantuvo una tendencia inestable en el corto plazo, aunque la tendencia no se movió de lo que viene marcando en los últimos tres meses. Las declaraciones de Powell trajeron alivio, y en la última semana del mes el dólar se debilitó, terminando prácticamente en los mismos niveles que en julio. Los precios de los commodities siguieron la misma tendencia, y pese a que en general las cotizaciones terminaron agosto por debajo de las de julio, en la última semana se notó una importante recuperación.

8. Mercados en máximos

Pese a la corrección en el corto plazo de las expectativas, el mercado de renta variable continúa aprovechándose de las bajas tasas de interés y batió nuevos récords: el S&P 500 subió 3% y el Nasdaq 4%. A nivel sectorial, las subas de agosto fueron generalizadas -salvo para las acciones del sector energético, que acompañando la baja del petróleo cayeron 2,0%-: se destacaron la muy buena performance del sector financiero (subió 5,1% de la mano de los bancos de inversión) y del sector de comunicación y tecnológicas, que volvieron a marcar nuevos récords de la mano de las Big Tech. También sobresalió la performance de los sectores defensivos como salud, utilities y consumo masivo. Así las cosas, con la combinación de tasas de interés bajas, recuperación económica y muy buenos balances, las empresas del sector tecnológico lograron una notable recuperación en los últimos meses, y ello permitió que el Nasdaq y el S&P 500 acumulen en lo que va del año un alza de 21%.

9. Carteras globales

La muy buena performance del mercado de equity de agosto fue determinante para el resultado de nuestras carteras globales. El mercado norteamericano subió 2,9%, los mercados emergentes -de la mano de un rebote en China- recuperaron 2,2% y las regiones desarrolladas, como Europa y Japón, subieron en torno al 1,8%. Sólo desentonó Brasil con una baja de 2,7%, aunque con reducido impacto dada su mínima participación. El muy buen momento del mercado inmobiliario en EE.UU continuó aportando rendimiento a la cartera al marcar un alza de 2.2% en el mes, en tanto que la renta fija y el oro tuvieron una contribución marginal. Así las cosas, la cartera moderada logró un rendimiento de 0,6%, acumulando 4,4% en lo que va del año, en tanto que la Cartera de crecimiento subió 1,4% en el mes y 10,4% en los primeros 8 meses.

10. Carteras Cedears

Con este marco de fondo, en agosto nuestras carteras Cedears que siguen los principales índices accionarios tuvieron muy buenos resultados, en tanto que las carteras de Brasil y Oro tuvieron rendimientos decepcionantes. Concretamente, la que mejor desempeño tuvo en agosto fue la F (100% asociada a los activos del sector financiero), que subió 6,7%, seguida por la Cartera Q (Quality, combina 17 Cedears de empresas de buena calidad en sus negocios y balances), que anotó un alza de 4,5%. Por su parte, la Cartera T (replica el Nasdaq) subió un 3,5% y la Cartera A (replica el S&P 500) subió un 3,2%. El mal desempeño de las empresas energéticas golpeó a la Cartera C -compuesta por compañías cuya actividad está más asociada al ciclo económico, como bancos, consumo y energéticas-, que subió apenas 0,1%. La cartera de B (Brasil) marcó una caída de 1,2% -fundamentalmente por el mal desempeño de Vale, que siente el impacto de la caída del precio del hierro-. La gran perdedora del mes fue la G (oro), con una caída de 6,5% que se explicó por la muy pobre performance de las empresas en un contexto en el que el precio del oro no logra repuntar.

Así las cosas, en lo que va del año la cartera F acumula un rendimiento de 35,8%, la Q 23,5%, la A y T 21% y la C 17,8%. La Cartera B logró un alza de apenas 1,4%, en tanto que la G acumula pérdidas de 10%.

11. Trades del mes

(-) Brasil. El índice MSCI Brasil (EWZ) cedió -2,7% en el mes, que se explica en gran medida por la baja de -9,3% en la minera Vale, su principal componente, con un peso de 18% dentro del índice. Vale sufrió la caída en el precio del hierro -principal insumo para producir acero-, generada por la decisión de China de limitar la producción de acero para reducir la emisión de gases contaminantes. En contraste, Petrobras rebotó 7,6% y Banco Itaú se recuperó un 3,2% en igual lapso, contrarrestando parcialmente la fuerte baja de la minera.

(+) Reflation Trade. Consistente en apostar por papeles cíclicos como energéticas y bancos, siguió vigente en agosto, aunque con selectividad y un cambio de liderazgo. Las energéticas cayeron 2%, golpeadas por la caída del precio del petróleo. El sector financiero subió 5,1% en agosto y ya es el sector con mejor performance en lo que va del año. 

(+) Reopening Trade. El mercado comenzó a apostar selectivamente a que el pico de contagios, al menos en Estados Unidos, se encuentra cerca de quedar definitivamente atrás. La línea de cruceros Carnival (CCL) rebotó 11,5% en el último mes, en tanto que las aerolíneas (JETS) sólo subieron 0,4% en agosto, e incluso la cadena de hoteles Hilton cedió -5%.

(+) Big Tech. Las tecnológicas consolidadas valuadas en más de USD 1 trillón de dólares volvieron a cobrar protagonismo gracias a su capacidad de mantener ingresos y ganancias crecientes bajo diferentes contextos, independientemente del ciclo económico. Su posición dominante y elevada disponibilidad de caja complementan las características anteriores, justificando sus cotizaciones a ratios relativamente elevados. Alphabet, Facebook, Apple y Microsoft marcaron nuevos máximos en el mes. Alphabet (Google) se destaca por sobre las demás, ya que no solo acumula el mejor desempeño en lo que va del año (+65,1%), sino que también fue la de mayor rendimiento durante agosto (+7,4%). Detrás se encuentra Facebook, la segunda “big tech” de mayor rendimiento en 2021 (+38,9%), que también tuvo el segundo puesto de rendimiento en agosto, mes en el que su cotización se incrementó 6,5%. Microsoft (+6,2%), Amazon (+4,3%) y Apple (+4,2%) también presentaron importantes subas durante agosto, superando en todos los casos al retorno del S&P 500 (+3%) y del Nasdaq (+4%) en igual lapso.

(+) Real Estate EEUU. El Real Estate norteamericano extendió sus ganancias y cerró agosto marcando nuevos máximos. Vanguard US Real Estate (VNQ) subió 2,2% en agosto y se encuentra 29,5% arriba en lo que va del año, muy cerca de las energéticas y las financieras, aunque con menor volatilidad. El ETF de constructores de viviendas (ITB) subió en igual medida que el Real Estate, aunque se encuentra con menor “momentum”, 5% por debajo de sus máximos de mayo. Los inventarios de viviendas permanecen en niveles reducidos, las ventas se mantienen firmes y el precio de venta promedio de una vivienda nueva aumentó 18,4% i.a.

12. Conclusiones

Si bien se nota cierta moderación en el margen, los principales desafíos para los meses siguientes se asocian a la persistencia de rebrotes de COVID-19 y a signos de desaceleración en la recuperación económica global. La clave seguirá estando en acelerar el proceso de vacunación.

La actividad económica tropezó por la tercera ola. Sin embargo, la economía americana está en una fase expansiva de la mano del consumo privado y aún tiene mucho por recuperar.

Con la inflación alta, pero bajo control, y con el mercado laboral con mucho por recuperar, la FED mantendrá el sesgo expansivo de la política monetaria y el tapering será muy gradual. 

Los rendimientos de los bonos tocaron un piso, pero esperamos que las tasas recobren el camino alcista a medida que la actividad se normalice.

Seguimos apostando a los sectores cíclicos que se verán beneficiados por la suba de tasas y crecimiento económico. Las tecnológicas consolidadas continúan mostrando buenas perspectivas, aunque con valuaciones relativamente altas.  En renta fija, ante la presión alcista de tasas, preferimos bonos de menor duration.

Se complicó el escenario en Brasil, con mayor volatilidad política y proyectos de mayor presión tributaria. Seguimos constructivos con Brasil en el mediano plazo y, dada la volatilidad, recomendamos que la participación no supere el 10% de la cartera.

Más allá de lo anterior, la participación de renta fija investment grade y oro en nuestras recomendaciones otorgan cobertura frente a potenciales cambios de humor en el mercado. A lo anterior se suma que cerca de 20% del mercado norteamericano está compuesto por compañías defensivas, principalmente de salud, agregando seguridad a nuestras carteras globales.