Los balances del último trimestre no sorprendieron al mercado. La apreciación real del dólar terminó golpeando fuertemente a las ganancias de las compañías pertenecientes al S&P 500. Las expectativas para este trimestre muestran progresos en determinados sectores, como el tecnológico que brinda mejores perspectivas a las estrategias más defensivas.
La aceleración de la inflación y la suba de tasas que se registraron en los primeros tres trimestres del año hicieron retroceder a 10 de los 11 sectores que componen al S&P 500. El sector energético fue el único que escapó a la tendencia general, favorecido por el alza de los precios internacionales producto de la guerra en Ucrania y de los bajos stocks. Si bien las preocupaciones sobre la desaceleración del nivel de actividad siguen latentes, la mejora en el último dato de inflación dio esperanza al mercado que ya espera de parte de la Fed una desaceleración en las próximas subas de tasas. Ante este escenario, la mira se ubica en el cierre de la temporada de balances del 3Q22 y en los pronósticos de cara al último trimestre del año.
En cuanto a la temporada de balances del último trimestre, a mediados de octubre cuando se presentaban los primeros resultados, las estimaciones apuntaban a una tasa de ganancias de 2,5% i.a., el menor crecimiento desde el 3Q20 (-5,7% i.a.) aunque sin el sector energético este dato se corregía a una contracción de 2% i.a. Por su parte, la tasa de ventas se proyectaba en 9,7% i.a., marcando una desaceleración respecto al promedio de 14,9% i.a. que registraban los últimos cuatro trimestres previos. Al día de hoy –ya con el 97% de las empresas habiendo presentado resultados– el dato viene superando las estimaciones al registrar una tasa de ganancias de 4,2% i.a, aunque la misma se debe a la mejor performance del sector energético –sus ganancias subieron 140% i.a– mientras que si se la excluye, el resultado es una contracción de 3,6% i.a.
Cabe resaltar que, aún teniendo en cuenta al sector energético, las ganancias se ubican por debajo del promedio de los últimos 5 años (14,5%) y también de los últimos 10 años (8,8%). La desaceleración en las ganancias respecto a trimestres previos se explica no sólo por el encarecimiento en los costos sino también por la fortaleza que viene registrando el dólar en lo que va del año. La postura agresiva de la Fed y la debilidad de las economías de Europa y Japón llevó a consolidar a la moneda norteamericana frente a sus pares mundiales: el DXY avanzó un 8,9% durante 2022. Esto impactó negativamente en los balances de las compañías ya que aproximadamente un 40% de las firmas dentro del S&P 500 operan a nivel internacional y reciben sus ganancias en otras monedas. A esto se le sumó la debilidad en la demanda por el menor crecimiento global, especialmente de China.
Si bien los resultados entre los sectores que componen el S&P son heterogéneos, con sólo tres sectores con crecimiento en las ganancias, el comportamiento general fue una desaceleración en la tasa de ganancias respecto a los trimestres anteriores. Además del sector energético, sólo el sector industrial (+19,4% i.a.) y de Real Estate (+14,8%i.a.) mejoraron sus ganancias. Por el lado del sector industrial, el segmento de transporte es el principal impulsor, con las aerolíneas registrando una tasa de ganancias promedio de 502% i.a. en el 3Q22. Este número se explica porque un año atrás los viajes se encontraban en niveles mínimos por la pandemia a nivel global. Sin tener en cuenta a este segmento, el sector industrial registraría un avance más moderado de 3,2% i.a. Entre los sectores que tuvieron caídas en sus ganancias se destacó el de comunicaciones (-26,1% i.a.), que dado su alto nivel de endeudamiento se vio golpeado por la suba de tasas al tiempo que se perjudicó por el encarecimiento de las publicidades. Le siguieron el sector financiero (-16,4% i.a.) y el de materiales (-8,8% i.a.).
El deterioro en los resultados continuará en el 4Q22 ya que el 58% de las firmas anunciaron recortes de estimaciones de ganancias. Se pronostica un contexto de soft-landing: la inflación continuará conviviendo con un menor nivel de actividad que hará que los resultados marquen una contracción de 0,4% i.a. y de 5,2% i.a. sin el sector energético. Sólo cuatro de los sectores proyectan ganancias interanuales positivas para el 4Q22: energía (71% i.a), industrial (42% i.a.), real estate (6,9%) y utilidades (4,8%). En el lado opuesto están los sectores de materiales (-21,3% i.a. por la caída del precio del cobre y menor demanda de China) y comunicaciones (-20,9% i.a.). Respecto a este último, la mayor parte de las firmas que lo componen ya anunció nuevos planes de recortes presupuestarios como despidos masivos o planes de desinversión que comenzarían a impactar en el balance de los primeros meses de 2023.
Por su parte, el sector tecnológico proyecta una caída de ganancias de 7,8% i.a. para el 4Q22. Sin embargo, continúa siendo el sector de mayor calificación de compra con un 61% de sus compañías en esta categoría mientras que sólo el 4% se encuentran en calificación de venta. Esto se debe a que gran parte de estas firmas se vio fuertemente golpeada por el escenario internacional, otorgándole un nuevo momento atractivo de entrada. Este análisis está apoyado por el ratio Forward P/E de 21,3 que registran actualmente, por debajo del promedio de 21,8 de los últimos 5 años.
Recomendación de inversión
Ante el contexto actual a nivel global, se espera que la temporada de balances continúe marcando una fuerte volatilidad sobre los mercados. Sin embargo, cabe destacar que el índice S&P 500 marca una tasa esperada de P/E futura de 17,6, marcando una leve mejoría respecto al 15,6 del 3Q22. Esta mejoría se pronostica principalmente para los segmentos más tradicionales, donde el sector tecnológico se muestra atractivo por el downside que acumula en lo que va del año (-21,7%). Dado el mayor ROE y la menor tasa de endeudamiento en relación a segmentos como robótica o inteligencia artificial, consideramos que puede mostrar una recuperación más rápida. A esto se le suma que las empresas con mayor poder de mercado logran trasladar la suba de costos a precios finales de una forma más eficiente ante contextos inflacionarios. Entre estas firmas destacan Apple, Microsoft o Globant que pueden adquirirse como CEDEARs en el mercado local.
Por el contrario, aún no vemos momento de entrada en el sector de comunicaciones que todavía registra débiles perspectivas para 8 de los 10 segmentos que lo componen. Se espera que la menor demanda de avisos publicitarios y el encarecimiento del endeudamiento – producto de las altas tasas – vuelvan a golpear al sector durante el 4Q22. Por estas razones recortaremos nuestras tenencias del sector dentro de nuestra Cartera Global Cohen para aumentar exposición a sectores más defensivos con utilidades que registran mejores perspectivas para el 4Q22.