Pese a que el cierre transitorio del gobierno federal –el shutdown– generó un apagón estadístico y refleja la tensión política en EE. UU., donde republicanos y demócratas no logran acuerdo sobre el límite de la deuda, los mercados siguieron en alza. Los rendimientos de los bonos del Tesoro registraron una leve caída, lo que impulsó a la renta fija, mientras que las acciones volvieron a marcar nuevos máximos históricos en un contexto en el que el dólar continuó debilitado. El buen clima financiero se extendió al resto de los mercados, aunque volvió a destacarse la bolsa de China, que se consolida como la ganadora del año. El oro volvió a subir y se aproxima a los USD 4.000 la onza. En cuanto a las materias primas, se destacó el marcado retroceso del precio del petróleo ante las perspectivas de mayor oferta de la OPEP. Con pocas esperanzas de que se alcance consenso en el Congreso, el cierre de gobierno continuaría esta semana, por lo que la agenda económica seguirá suspendida, generando un foco de incertidumbre para los inversores, especialmente porque implicará crecientes costos sobre el nivel de actividad.
Shutdown y apagón estadístico. El gobierno federal de EE. UU. continuó cerrado ante la falta de acuerdo entre los congresistas republicanos y demócratas respecto de la extensión de subvenciones vinculadas al Obamacare. En tanto persista el cierre de gobierno, no se publicarán los datos económicos oficiales y de alta sensibilidad, como la dinámica del mercado laboral –que debía conocerse el viernes– y el de inflación, previsto para esta semana pero que seguramente se demorará. Esto no solo tiene implicancias económicas directas –cientos de miles de empleados públicos enfrentan suspensiones temporales, retrasos salariales e incluso pérdida de empleo–, sino que también puede afectar el camino de recortes de tasas de la Fed previsto para la próxima reunión del 29 de octubre. El impacto económico del cierre dependerá de su duración, dado que incide sobre la actividad del sector privado al no habilitarse permisos, pagos y licencias, lo que obliga a interrumpir operaciones. Los shutdowns anteriores le restaron entre 0,4 pp y 0,6 pp al PBI del trimestre.
Noticias económicas de la semana. Con el apagón estadístico oficial, los datos privados cobraron protagonismo. Se destacó el PMI manufacturero ISM de septiembre, que se ubicó en 49,1 pts, acumulando siete meses consecutivos en zona de contracción. Tampoco fueron alentadoras las cifras del ISM de servicios, que el mes pasado se estancó en 50 pts. En cuanto al empleo, el informe ADP mostró una caída de 32.000 puestos en el sector privado, reforzando las señales de desaceleración en un mercado laboral presionado y con una demanda debilitada.
Tasas a la baja. El contexto de shutdown presionó a la baja los rendimientos de los bonos del Tesoro. La UST2Y cayó 8 pb hasta 3,57%, al igual que la UST10Y, que cerró en 4,11%, mientras que la UST30Y retrocedió 6 pb, ubicándose en 4,71%. De esta manera, en el año la UST2Y acumula un recorte de 68 pb, la UST10Y 47 pb y la UST30Y apenas 7 pb. Con ello, la pendiente de la curva se muestra más positiva hasta el tramo a 20 años, en tanto que entre los tramos de 20 a 30 años la curva pierde pendiente. El mercado de futuros de tasas en EE. UU. descuenta con un 98% de probabilidad un segundo recorte de 25 pb por parte de la Fed en octubre y un tercero en diciembre, con una probabilidad del 86%. Además, prevé dos recortes adicionales para 2026.
Leve mejora de los bonos. La baja de tasas favoreció a la mayoría de los segmentos de renta fija. Los Investment Grade lideraron las ganancias con un alza semanal de 0,4% y un acumulado de 4,5% en el año. En segundo lugar, los bonos del Tesoro avanzaron 0,2% en la semana y 0,5% en 2025. Los bonos de mercados emergentes sumaron 0,1% semanal y se destacan como los de mejor performance en el año, con una suba de 7,0%. En contraste, los High Yield retrocedieron 0,2%, aunque mantienen un avance anual de 2,9%. Finalmente, los TIPS (Treasury Inflation-Protected Securities) se mantuvieron neutros en la semana y acumulan un incremento de 4,3% en lo que va del año.
Acciones imparables. A pesar de los datos económicos negativos y del cierre de gobierno, las acciones retomaron el impulso alcista tras una semana en rojo, con los tres principales índices alcanzando nuevos máximos históricos. El Nasdaq lideró las ganancias con un avance semanal de 1,2%, con una suba total de 18,0% en lo que va del año. El S&P 500 sumó 1,1% en la semana y 14,5% en 2025, mientras que el Dow Jones ganó 1,1% y registra un incremento de 10,0% en el año. Las small caps se destacaron en un contexto de menores tasas, subiendo 2,4% en la semana y alineándose con el desempeño de los índices de gran capitalización, con un avance acumulado de 11,8% en 2025. El impulso semanal provino principalmente del sector de salud (+7,4%), tras conocerse que las farmacéuticas alcanzaron un acuerdo con Trump que permitirá a los pacientes acceder a medicamentos recetados con descuento a través de un nuevo portal federal. También sobresalió el sector tecnológico (+2,9%), sostenido por el optimismo en torno a la inteligencia artificial y nuevas alianzas corporativas, como las de Hitachi con OpenAI y Fujitsu con Nvidia. A su vez, las utilities ganaron 2,9% en la semana. En terreno negativo, la energía cayó 3,1%, presionada por la fuerte baja del precio del petróleo, al tiempo que comunicaciones perdió 1,5%. En lo que va del año, salud acumula un alza de 6,0%, tecnología 23,5% y utilities 18,0%. Por su parte, energía y comunicaciones avanzan 3,9% y 20,3%, respectivamente.
Las acciones chinas se despegan del resto. En el plano internacional, se observaron subas generalizadas en las acciones superiores a las del mercado estadounidense. Concretamente, el índice de acciones mundiales excluyendo EE. UU. avanzó 2,8% en la semana, mientras que el índice global que incluye a EE. UU. ganó 1,9%. Los mercados emergentes registraron un alza semanal de 3,0%, con una performance destacada de China, que trepó 3,6% y se consolida como la bolsa de mejor desempeño en lo que va del año, con una suba de 42,2%. Brasil, si bien retrocedió 1,9% en la semana, acumula una ganancia de 34,0% en 2025. Por su parte, en los mercados desarrollados, las acciones de Europa avanzaron 3,0%, con un aumento total de 28,5% en 2025, mientras que Japón subió 1,8% en la semana y 22,1% en el año.
Dólar estable y oro en máximos. El DXY retrocedió 0,5% en la semana, manteniéndose lateralizado en torno a los 97,71 puntos y acumulando en el año una pérdida de 9,9%. La debilidad estuvo explicada principalmente por la apreciación de la libra esterlina (+0,3%) y del euro (+0,2%). En Brasil, el dólar se depreció 0,1% en la semana, llevando la baja acumulada en 2025 a 13,6%, con un cierre en USDBRL 5,34. En contraste, el oro alcanzó nuevos máximos históricos por segunda semana consecutiva, aumentando 3,3% y 48,0% en el año, para cerrar en USD 3.885 por onza. De esta manera, se consolida como la clase de activo con mejor desempeño en lo que va de 2025.
Fuerte caída en petróleo. El petróleo WTI cerró la semana en USD 60,9 por barril, acumulando una baja semanal de 7,8% y de 15,1% en lo que va del año. La presión sobre los precios se mantuvo durante casi toda la semana debido a las expectativas de un aumento significativo de la oferta por parte de la OPEP+, con varios miembros evaluando incrementos de entre 274.000 y 411.000 barriles por día en noviembre, sumado a la reanudación de exportaciones desde Irak y al récord de producción en EE. UU. Las preocupaciones por un exceso de oferta en 2025, señaladas por la AIE y grandes productoras, junto con la caída estacional de la demanda y el shutdown en EE. UU., reforzaron el sesgo bajista. Solo factores como la demanda de China para sus reservas y la menor actividad de refinerías aportaron soporte parcial, permitiendo una leve recuperación el viernes tras cuatro jornadas consecutivas de caídas. Por su parte, la soja cerró la semana en USD 375,7 por tonelada, acumulando un incremento semanal de 0,9% y de 2,4% en 2025. Los precios mostraron volatilidad, comenzando con una caída por la débil demanda estadounidense y el abastecimiento de China desde Argentina y Brasil, pero se recuperaron a lo largo de la semana ante perspectivas de un renovado interés de China en futuras compras tras declaraciones de Trump. El mercado también reaccionó a las medidas de apoyo anunciadas por el Tesoro de EE. UU., destinadas a compensar la ausencia de China, fomentar mercados alternativos y garantizar financiamiento y respaldo a la producción para los agricultores afectados. Por último, el cobre subió 7,3%, superando los USD 4,9 por libra y con un avance total de 26,9% en el año. Los precios se vieron impulsados por interrupciones en la oferta, como el accidente en la mina Grasberg (Indonesia) y la caída de producción en Chile tras el terremoto en El Teniente, mientras que la débil demanda industrial y el superávit global limitaron la magnitud de las ganancias.
Lo que viene. El cierre del gobierno estadounidense seguirá siendo el centro de atención la próxima semana, dado que el prolongado impasse entre los miembros del Congreso muestra pocas señales de mejora. El Senado votará una medida de financiación provisional por siete semanas, respaldada por el Partido Republicano, y un proyecto de ley demócrata que incluye disposiciones sobre atención médica. Con ambos partidos en punto muerto, parece improbable que se apruebe alguno de los proyectos, por lo que no se espera una resolución en el corto plazo. El cierre pone en riesgo la publicación de datos de agencias federales, como la balanza comercial, las solicitudes de subsidio por desempleo y el informe presupuestario. Aun así, se esperan las actas de la última reunión del FOMC y los discursos de varios funcionarios de la Fed, incluido Jerome Powell. Entre las publicaciones no gubernamentales, se prestará especial atención a la encuesta preliminar sobre la confianza del consumidor de Michigan correspondiente a octubre.