Semana de ajuste para los mercados globales, con caídas generalizadas tanto en bonos como en acciones. Los buenos datos de actividad y los temores sobre la dinámica fiscal en EE. UU. volvieron a presionar los rendimientos de los bonos del Tesoro, que alcanzaron su nivel más alto en tres meses, profundizando la caída de los índices de renta fija, que se encaminan a cerrar el peor mes del año. Aunque la temporada de balances del 3Q24 sigue aportando buenos resultados, el S&P 500 pausó su rally, registrando bajas generalizadas en los sectores, con una caída más marcada en Value. El dólar continuó fortaleciéndose a nivel global, el oro alcanzó un nuevo récord, y los commodities subieron impulsados por el petróleo, que volvió a estar bajo presión por el riesgo geopolítico. Comienza una semana clave con importantes indicadores por publicarse, como el consumo de los hogares, el índice de Precios PCE de septiembre, el PBI del 3Q24 y los datos de empleo de octubre, que serán cruciales para juzgar la salud de un escenario de soft landing o bien de reflation y con tasas de interés más altas por más tiempo.
El mundo seguirá creciendo y la inflación bajando. En su informe semestral de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO), el FMI destacó el sólido desempeño de la actividad global en un contexto de desaceleración de la inflación. Tras una expansión del 3,3% i.a. en 2023, se proyecta un crecimiento estable del PBI global del 3,2% i.a. para 2024 y 2025. En términos de inflación, luego de un alza del 6,7% i.a. en 2023, se espera que descienda a 5,8% i.a. este año y a 4,3% i.a. en 2025, con la inflación de las economías desarrolladas acercándose al objetivo de política monetaria. El crecimiento estable se observa tanto en economías avanzadas, con una expansión prevista del 1,8% i.a., como en emergentes, proyectadas al 4,2% i.a. Entre las economías desarrolladas, destaca el desempeño de EE. UU., que crecería un 2,8% i.a. en 2024 —ajustando al alza las previsiones— aunque desaceleraría al 2,2% i.a. en 2025. Europa y Japón, en cambio, crecerán solo un 0,8% i.a. y 0,3% i.a. en 2024, respectivamente, y en 2025 se espera que aceleren a un 1,2% i.a. y 1,1% i.a., respectivamente. En las economías emergentes, se proyecta que China continúe desacelerándose, con un crecimiento estimado del 4,8% i.a. en 2024 y 4,5% i.a. en 2025, mientras que India se consolidará como motor económico, con un crecimiento del 7,0% i.a. este año y 6,5% i.a. el próximo. Respecto a América Latina, el desempeño sería modesto, con un crecimiento del 2,1% i.a. en 2024 y 2,5% i.a. en 2025, impulsado por Brasil, que crecería un 3,0% i.a. y 2,2% i.a., respectivamente.
Se confirma el buen momento de la actividad americana. La semana continuó aportando buenos datos para el nivel de actividad. En el mercado laboral, el número de personas que solicitaron prestaciones por desempleo cayó en 15.000 respecto a la semana anterior, ubicándose en 227.000 en el período finalizado el 19 de octubre, el nivel más bajo desde principios de mes y notablemente por debajo de las expectativas del mercado, que apuntaban a 242.000. El nowcast de Atlanta mantuvo su estimación de crecimiento del PBI del 3Q24 en 3,3% t/t saar, reforzando la idea de un no landing y descartando una recesión en el corto plazo. Además, el PMI compuesto global preliminar aumentó a 54,3 puntos en octubre desde 54,0 en septiembre, señalando un sólido crecimiento de la actividad empresarial al inicio del 4Q24. Este crecimiento fue impulsado por el sector servicios, que registró 55,3 puntos, mientras que la producción manufacturera se contrajo por tercer mes consecutivo, situándose en 47,8 puntos.
Más presión sobre las tasas. Entre los buenos datos de actividad y el leve repunte de la inflación —que presionan a la Fed para no avanzar agresivamente en la flexibilización monetaria—, junto con las preocupaciones sobre la dinámica de las finanzas públicas de EE. UU. en los próximos años, los rendimientos de los bonos del Tesoro volvieron a subir, alcanzando los niveles más altos de los últimos tres meses. Las expectativas de recorte de tasas de la Fed se mantienen en 25 pb para la reunión del 18 de noviembre y otros 25 pb para diciembre; sin embargo, aumenta la probabilidad de que no haya cambios, lo que llevaría la tasa de referencia a cerrar el año en 4,50% y proyectaría un nivel de 3,75% para 2025. En cuanto a las cuentas públicas, tanto el plan de Kamala Harris —que incluye mayores impuestos corporativos, programas de asistencia social y créditos fiscales— como el de Trump —que propone recortes de impuestos no compensados por un aumento de aranceles— podrían ampliar el déficit considerablemente. Las proyecciones sugieren que la deuda pública podría aumentar entre USD 1,5 y USD 15 billones para 2035, elevando el nivel de deuda actual del 102% PBI a cerca del 140% para ese año. Con este contexto, todos los tramos de la curva de bonos del Tesoro subieron en la última semana, consolidando la tendencia de octubre. La UST2Y subió 14 pb, alcanzando 4,10% —acumulando un alza mensual de 45 pb—, mientras que la UST10Y cerró en 4,23%, 16 pb por encima de la semana previa y 43 pb más alta que a finales de septiembre.
Se fortalece el dólar y suben los commodities. El dólar mantuvo la tendencia alcista que viene marcando desde el 24 de septiembre, acumulando un alza del 4%. En la última semana, el DXY subió un 0,7%, sumando en octubre una ganancia del 3,5%. La apreciación fue generalizada frente a todas las monedas: frente al Euro ganó un 0,7% en la semana y un 3,2% en el mes; contra el Yen, un 1,9% en la semana y un 6,0% en el mes, cerrando la semana en USDJPY 152. Frente a las monedas emergentes, la suba fue más moderada, con un alza semanal del 0,3% y mensual del 1,5% frente al Yuan, y del 0,3% y 4,8%, respectivamente, frente al real brasileño. Pese a la fortaleza del dólar, el oro continuó su rally alcista, subiendo un 1,0% en la semana y acumulando un 4,3% en octubre, lo que representa un alza del 33% desde fines de 2023, alcanzando un récord de USD 2.750 por onza. En cuanto a los commodities, la tensión en Medio Oriente volvió a presionar al petróleo, que subió un 3,7% en la semana y un 5,7% en octubre, cerrando en USD 72 el barril de WTI. La soja también tuvo una buena semana, subiendo un 1,8% hasta USD 363 la tonelada.
Mercado a la baja. Semana negativa tanto para la renta fija como para la renta variable. En cuanto a los bonos, la suba de los rendimientos del Tesoro impactó en todos los índices, que están registrando su peor mes del año con una caída promedio del 2,6% en lo que va de octubre. El índice agregado perdió un 0,9%, afectado por la caída del 1,3% en los Investment Grade, mientras que los bonos del Tesoro y los corporativos High Yield retrocedieron un 0,8% y 0,7%, respectivamente. Por el lado de la renta variable, el S&P 500 perdió un 0,9%, reduciendo su ganancia en el mes a un 0,9%. El mal desempeño semanal fue generalizado entre sectores, siendo los Value los más afectados, mientras que las mega caps tuvieron una mejor performance, destacándose Tesla con una suba semanal del 22% tras los buenos resultados del 3Q24. Esto se reflejó en la caída del 2,7% en el Dow Jones, mientras que el Nasdaq cerró con una ligera alza semanal del 0,2%, acumulando un 2,0% en octubre y un 23,2% en lo que va del año, superando al S&P 500 que lleva una ganancia del 21,8%. Muy rezagado quedó el Dow Jones, con un incremento del 11,7%.
Buenos resultados, pero muy heterogéneos. Hasta el momento, el 36% de las empresas que componen el S&P 500 han presentado sus balances del 3Q24, destacándose una mayoría con sorpresas positivas en beneficios. Las ventas aumentaron un 5,97% i.a., mientras que los beneficios crecieron un 3,54% i.a., aunque con marcadas diferencias entre sectores. Entre los ganadores se destaca el sector tecnológico, con un alza del 44% i.a., mientras que los sectores energético (aún con pocas empresas reportadas) e industrial mostraron retrocesos del 40% i.a. y 20% i.a., respectivamente.
Lo que viene. Semana clave con una agenda cargada de publicaciones en la que el mercado se debatirá entre un escenario de soft-landing o, aunque poco probable, de una desaceleración pronunciada, influyendo en las expectativas de los inversores sobre los próximos movimientos de la Fed respecto a la baja de tasas. Por un lado, se publicará el PBI de EE. UU. del 3Q24; las proyecciones del Nowcast de Atlanta apuntan a una aceleración del crecimiento a 3,3% t/t anualizado, mientras que el consenso espera una moderación al 2,5%. También se dará a conocer el informe de ingresos y gastos de las familias de septiembre, que será clave para confirmar la buena dinámica en ingresos, consumo, nivel de ahorro e índice de precios PCE. No menos relevantes serán los indicadores de empleo de octubre, que deberán aclarar si el fuerte desempeño de septiembre fue temporal o si el mercado laboral sigue recalentado con presión en los salarios. Se espera que la creación de empleos no agrícolas alcance los 140 mil, 100 mil menos que el mes anterior, aunque los datos podrían estar afectados por el impacto del huracán Milton y la huelga en Boeing. En cuanto a los balances corporativos, destacan las presentaciones de Microsoft, Alphabet, Visa, Meta, Coca Cola, Apple, Amazon, Mastercard y Exxon Mobil.