A pesar de los malos datos económicos y de las renovadas amenazas de suba de aranceles que tuvo la semana, los mercados volvieron a estar volátiles, aunque cerraron con un saldo favorable, con ganancias en bonos y acciones, un dólar más debilitado y los commodities estables, salvo en el caso de los metales. ¿Qué ven los inversores? Por ahora, siguen esperando que los anuncios de Trump sobre los aranceles —propone un arancel específico para cada país, lo que promete ser un proceso largo— sean solo amenazas y que aún haya tiempo para que se hagan efectivas. Esto ilusiona a los inversores, quienes piensan que habrá negociación entre los gobiernos, lo que disiparía los temores de una inflación más alta y de un menor crecimiento. Mientras tanto, los últimos datos económicos mostraron luces amarillas que habrá que seguir muy de cerca para definir el escenario que viene. La inflación se aceleró, el déficit fiscal subió y los indicadores de actividad empiezan a mostrar cierta "fatiga", especialmente las ventas minoristas que en enero retrocedieron más de lo esperado. Es muy temprano para pasar de un escenario de no landing o de soft-landing a uno de estanflación, pero sin duda será un riesgo a seguir. La Fed muestra prudencia, pues si bien destaca la buena performance del nivel de actividad, está preocupada por la inflación y el impacto del proteccionismo de Trump, por lo que prefiere esperar y no prevé mover la tasa en el corto plazo. Los inversores se aprovechan de los buenos balances de las empresas y las acciones retornaron a niveles récords, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro terminaron estables, aunque con mucha volatilidad. El dólar tuvo un marcado retroceso, especialmente frente al euro —por el impacto de un posible acuerdo entre Rusia y Ucrania, aunque luce más a especulaciones que a avances concretos— y los activos financieros del resto del mundo mostraron una importante recuperación, especialmente en Europa y China. En una semana más corta por el feriado de hoy y un calendario económico "liviano", las miradas de esta semana están en las minutas de la última reunión de la Fed y del adelanto del PMI de febrero, que dará un mejor termómetro del arranque de 2025.

Acelera la inflación. El IPC general de enero subió un 0,5% m/m, muy por encima de las expectativas que apuntaban a un alza del 0,3% m/m, anotando la séptima aceleración mensual consecutiva. Acumula en los últimos doce meses una suba del 3,0%, cada vez más alejada del 2,4% i.a. que había marcado en septiembre pasado y la más alta desde junio. Igual sorpresa negativa marcó el IPC Core —que excluye alimentos y energía—, que subió un 0,4% m/m, la mayor suba mensual desde abril de 2023, y un 3,3% i.a., lo que marca la fuerte resistencia a converger al objetivo de la Fed. La aceleración del IPC Core se apoyó tanto en bienes como en servicios: los primeros subieron un 0,3% m/m, la mayor suba desde mayo de 2023, aunque acumulan una caída del 0,1% i.a., mientras que los precios de los servicios marcaron un alza del 0,5% m/m y un 4,3% i.a. Tampoco fueron buenas noticias del índice de precios mayoristas (IPP) o al productor que en enero subieron un 0,4% m/m, por debajo del 0,5% m/m revisado al alza en diciembre y por encima de las previsiones del 0,3% m/m. En tanto, el IPP Core aumentó un 0,3% m/m, en línea con las previsiones, y un 3,6% i.a., por encima de las expectativas del 3,2%.

Aumenta el déficit fiscal. Los datos fiscales de enero también generaron preocupación, dado que el déficit presupuestario volvió a subir. El desequilibrio fiscal de enero alcanzó los USD 129 MM, lo que implicó un fuerte aumento con respecto al déficit inusualmente bajo de USD 22 MM de un año atrás, quedando muy por encima del déficit previsto de USD 88,1 MM. Los ingresos de enero aumentaron un 8% i.a., mientras que el gasto subió un 29% i.a. Con esto, en lo que va del año fiscal —que arrancó en octubre de 2024—, el déficit acumulado hasta la fecha alcanzó un récord de USD 840 MM, casi un 60% más elevado que en los primeros cuatro meses del año fiscal anterior.

Mayor déficit comercial. En el último mes de 2024, el déficit comercial se amplió a USD 98.400 M, tras una brecha revisada de USD 78.900 M en noviembre y por encima de las previsiones de un déficit de USD 96.600 M. Este es el déficit comercial más alto desde el récord de marzo de 2022. Refleja un aumento del déficit de bienes a USD 123.000 M y una disminución del superávit de servicios a USD 24.500 M. Las importaciones totales se dispararon un 3,5% m/m hasta USD 364.900 M, mientras que las exportaciones disminuyeron un 2,6% m/m hasta USD 266.500 M. En todo 2024, el déficit aumentó un 17% desde 2023 a USD 918.400 M, equivalente al 3,1% del PBI, explicado por un déficit de USD 1.220.000 M en bienes, compensado en parte por un superávit de USD 293.300 M en servicios. Las exportaciones aumentaron un 3,9% i.a. y las importaciones un 6,6% i.a. Los mayores déficits comerciales se registraron con China (USD 295.400 M), la UE (USD 235.600 M), México (USD 171.800 M) y Vietnam (USD 123.500 M).

Actividad más débil. En enero, las ventas minoristas cayeron un 0,9% m/m, mucho peor que las previsiones de una caída del 0,1% m/m y tras una ganancia revisada al alza del 0,7% m/m del mes anterior, siendo la peor performance desde marzo de 2023, probablemente afectadas por el clima severo y los incendios en Los Ángeles. Las ventas, excluyendo servicios de alimentación, concesionarios de automóviles, tiendas de materiales de construcción y gasolineras, que se utilizan para calcular el PBI, disminuyeron un 0,8% m/m nominal. Diferente fue el caso de la producción industrial que en enero aumentó un 0,5% m/m, superando las expectativas del mercado de un aumento del 0,3% m/m tras un aumento revisado al alza del 1% m/m en diciembre. Con estos resultados, sumados a los del mercado laboral publicados la semana pasada, el Nowcast de la Fed de Atlanta redujo la estimación de crecimiento para el 1Q25 a 2,3% t/t anualizado, reduciéndola desde el 2,9% de la semana previa debido al ajuste a la baja del crecimiento del consumo y la inversión que pasaron de 2,8% y 6,8% a 2,3% y 4,9%, respectivamente.

Powell sin apuro y con tono más halcón. En su presentación ante el Comité Bancario del Senado, Jerome Powell dijo que la Fed no necesita apresurarse a ajustar las tasas de interés dado que la economía se mantiene fuerte y la inflación está persistente por encima del objetivo del 2%. "Sabemos que flexibilizar la política monetaria demasiado rápido o en exceso podría obstaculizar el progreso en materia de inflación; al mismo tiempo, reducir la moderación política demasiado lentamente o en forma insuficiente podría debilitar indebidamente la actividad económica y el empleo". Este tono más “halcón” que mostró Powell confirma las expectativas de los inversores de que la Fed hará sólo un recorte de 25 pb en la reunión del 30 de julio para dejarla en 4,0% hasta octubre del año que viene.

Tasas estables. Los rendimientos de los bonos del Tesoro habían empezado la semana presionados al alza con los anuncios de aranceles al acero y aluminio y continuaron esa tendencia hasta el miércoles, luego de conocerse el dato de inflación, con la UST10Y llegando al 4,65%. Sin embargo, en las últimas dos ruedas, los inversores respiraron aliviados al saber que los aranceles recíprocos se aplicarían recién a partir de abril. Así las cosas, la curva cerró con una ligera caída en todos los tramos. La UST2Y bajó 3 pb hasta el 4,25%, mientras que la UST10Y quedó en el 4,47%, 1 pb por debajo de la semana previa. Esto le dio soporte a la renta fija que concluyó la semana con una suba promedio del 0,3%, impulsado principalmente por los corporativos Investment Grade y High Yield que se recuperaron de la caída de la semana anterior y avanzaron 0,5% y 0,6% respectivamente.

Retrocede el dólar, sube el oro y los metales. La descompresión en los rendimientos de los bonos del Tesoro y las expectativas de una salida negociada en la guerra entre Rusia y Ucrania por la intervención de Trump debilitaron al dólar y le dieron impulso al euro, que se apreció un 1,6%, compensado por el avance del 0,5% del dólar frente al yen japonés. Así las cosas, el DXY retrocedió un 1,2% en la semana y cerró en el nivel más bajo de los últimos dos meses, acumulando en el año un retroceso del 1,6%. Mejor aún fue la performance del real brasileño que se apreció otro 1,9% y quedó en USDBRL 5,70 —el más bajo desde principios de noviembre pasado—. El oro aprovechó este contexto y subió un 0,7% en la semana, acumulando una ganancia del 2,8% en el mes y del 10% en el año, cotizando en USD 2.870 la onza —incluso superó los USD 2.900 promediando la semana—. Por su parte, el resto de los commodities operaron con bajas generalizadas, salvo en el caso del cobre que subió un 1,6%, acumulando en lo que va del año un alza del 17%. El precio del petróleo WTI cedió un 0,3% hasta USD 70 el barril, mientras que la soja perdió un 1,3% y quedó en USD 380 la tonelada.

Las acciones volvieron a subir. Tras dos semanas de caída, los principales índices americanos se recuperaron y mostraron subas generalizadas. El S&P 500 subió un 1,6% en la semana, por lo que en febrero sube un 1,4% y extiende la ganancia en el año al 4,1%. Mejor desempeño tuvo el Nasdaq que en la semana subió un 2,4%, aunque en el mes lleva ganado un 2,0% y en el año un 3,4%. El Dow Jones tuvo un avance de solo un 0,8% en la semana y de un 0,3% en el mes, pero le alcanza para ser el de mejor desempeño en el año con una ganancia del 4,9%. Las tecnológicas volvieron al centro de la escena con muy buen desempeño de Apple, Nvidia y Meta que en la semana ganaron un 7,2%, un 6,1% y un 3,4% respectivamente. También fue una buena semana para las acciones del resto del mundo que en la semana anotaron un alza del 2,8% con subas generalizadas en todos los países, entre los que se destacaron los avances del 4,9% de Europa, del 7,4% en China y del 3,3% en Latam impulsado por una suba del 4,5% de Brasil. En lo que va del año, mientras que las acciones americanas ganan más de un 4,0%, las del resto del mundo suben un 7,2% de la mano de Europa, China y Latam que acumulan ganancias de entre el 13% y el 17%.

Lo que viene. Semana con agenda "liviana" en cuanto a indicadores económicos, dado que sólo se destaca el PMI preliminar de febrero, que podría dar un mejor termómetro de cómo evoluciona la actividad en el margen. Se espera que la actividad manufacturera siga recuperándose, pero la de servicios modere su crecimiento. Mientras tanto, la temporada de balances va llegando a su fin —ya se publicaron el 75% de los balances de las empresas y marcan un alza de las ganancias del 10% i.a.—. Los inversores estarán atentos a las minutas de la última reunión de la Fed y a los anuncios que pueda hacer Trump, no sólo en materia arancelaria sino también en cuanto a las negociaciones de paz en Medio Oriente y en Ucrania.