El mercado llegó al balotaje con una tensa calma. La volatilidad e incertidumbre que acompañó todo el proceso electoral obligó a los inversores a mantener una cartera diversificada, más aún cuando los pronósticos del resultado electoral eran tan parejos. Así, en la última semana antes del balotaje, los bonos soberanos y las acciones tuvieron un leve repunte, mientras que en la curva de pesos, los bonos ajustables por CER volvieron a ser los ganadores. Por otro lado, los ajustables por tipo de cambio, los contratos de dólar futuro y la brecha cambiaria operaron a la baja. Así culminó un largo período electoral que deja un piso de inflación del 10% mensual y reservas internacionales netas negativas. Indudablemente, las miradas de esta semana estarán en la transición al 10 de diciembre y en los movimientos de Javier Milei, en los que se espera mayores precisiones sobre su plan económico y equipo de gobierno.

El esquema se agota. El objetivo del gobierno fue llegar a la definición de las elecciones sin un nuevo salto cambiario, y es por ello que redobló su política de control de cambios y de tipos de cambio diferenciales para contener la pérdida de reservas internacionales. En este sentido, con un esquema que permitía liquidar el 70% de las exportaciones al tipo de cambio oficial y el 30% restante al CCL, le dio aire al BCRA para reducir la venta de divisas en el mercado cambiario y dotar de oferta en el mercado financiero para contener la brecha cambiaria. Sin perder de vista que este esquema fue acompañado por una fuerte restricción a la demanda, en la última semana el BCRA compró USD 276 M –desde el 23 de octubre compró USD 1.050 M– que, sumado a ingresos de divisas por préstamos de Organismos Internacionales, permitieron que las reservas cierren la semana en USD 21.500 M, unos USD 600 M más que la semana previa, en tanto que las reservas netas cerraron en USD 10.100 M negativas.

Vuelve el crawling peg. Tal como lo había adelantado el ministro, el miércoles 15 de noviembre el tipo de cambio oficial “A3500” aumentó en tres pesos hasta $353, dando fin al congelamiento a $350 que corría desde el lunes 14 de agosto, cuando lo había devaluado en un 22%. En las dos ruedas subsiguientes, el BCRA mantuvo un ritmo de devaluación diaria de 4,4% mensual, cerrando la semana en $354. Esta política de dejar el tipo de cambio fijo por 3 meses, con la inflación corriendo al 10% mensual, generó un atraso del Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM) del 11% desde las PASO, alcanzando el nivel más bajo desde abril de 2018. En lo que refiere a los dólares financieros, ingresaron al fin de semana largo electoral en calma: el MEP “libre” registró una caída del 4,7% en la semana y cerró en $861, mientras que el CCL disminuyó un 3,9% hasta $882. Como resultado, las brechas con el dólar oficial cerraron el viernes en 143% y 146% respectivamente, considerablemente por debajo de los niveles de 177% y 196% previos a los comicios de octubre. Por otro lado, las cotizaciones intervenidas también operaron a la baja: el MEP perdió un 2,2% hasta $855 y el CCL un 2,2%, quedando en $877, dejando sus brechas en el 142% y el 148%, respectivamente. En el Rofex, las expectativas de devaluación también siguieron cayendo: los contratos bajaron un 4,7% en promedio durante la semana. El contrato de noviembre bajó un 3,6% y cerró en $370 –implica una devaluación directa de 4,5% o un ritmo de devaluación mensualizado de 10,7% hasta fin de noviembre–, mientras que el contrato de diciembre cayó un 1,8% y cerró en $667, lo cual implica un salto del 80% contra noviembre. El contrato de enero de 2024 finalizó la semana en $770, un 15,5% más alto al de diciembre. El resto de los contratos señalan una devaluación promedio del 6,2% m/m hasta septiembre.

Continuaron liderando los CER. Los bonos en pesos tuvieron una semana mixta. El segmento CER lideró la semana, con una suba promedio del 4,4% en los bonos y del 2,6% en las letras. Como resultado, sus tasas reales se comprimieron, y los instrumentos a 2024 operan en un rango de tasas reales de entre CER +3% y +9%. Mientras tanto, los bonos duales perdieron un 0,9% y los dollar-linked un 0,6%. Así, sus tasas internas de retorno (TIR) en dólares para 2024 operan entre TIR -62% y TIR -56%. En cuanto a la tasa fija, el TO26 subió un 1,1% y ofrece una Tasa Nominal Anual (TNA) del 113%. De esta manera, se profundizó la dominancia de los CER que comenzó con la primera vuelta. Desde el 20 de octubre, los bonos ajustables por CER subieron un 15,1%, los dollar-linked solo un 3,1%, y los botes un 0,5%.

Calma en los bonos hard-dollar. Nuestro índice de bonos soberanos en moneda extranjera registró un alza de 1,3%, logrando rendimientos algo por encima de los países comparables. Los bonos regidos por la ley de Nueva York tuvieron una mejor performance, con un aumento del 2,2%, en comparación con los bonos ley local, que experimentaron una caída del 0,4%. Las paridades se mantienen en torno al 28%, en tanto que el riesgo país experimentó una disminución de 63 puntos básicos (pb), ubicándose en 2.412 pb. Por otro lado, los bonos provinciales y corporativos argentinos registraron alzas en torno al 0,3%.

Buena semana para ADRs y caída del Merval. En el mercado de renta variable, el Merval bajó 2,3% en moneda local y -1% en CCL Galicia, alcanzando un valor de USD 721. Sin embargo, se destaca el fuerte rally que tuvieron las acciones el viernes, previo a los comicios electorales, con una fuerte suba de 7,1% en moneda local. Los sectores más afectados durante la semana fueron Materiales, con una baja del 10,9%, y Consumo Discrecional, con un 5,1%. En cuanto a acciones, el mercado finalizó con caídas en Ternium -13,9%, TGNO -11% y Agrometal -10%, mientras que Edenor y Supervielle encabezaron las ganancias con aumentos del 10,7% y del 10,1%, respectivamente. Los American Depositary Receipts (ADR) registraron una suba promedio del 6,2%, destacándose Despegar con un 15,8%, Bioceres con un 13,7% y Edenor con un 11,5%. Desde las elecciones generales, el índice accionario acumula una pérdida del -13,4% en moneda extranjera. Sin embargo, a lo largo del año, el aumento es del 19,7%.

Bajó la inflación en octubre pero acelera en noviembre. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) Nacional de octubre marcó un alza general de 8,3% mensual (160% anualizada), cediendo desde el 12,7% de septiembre. Con este resultado, en lo que va del año, el IPC acumuló una suba de 120% y, comparado contra octubre del año pasado, de 143%. El IPC Core subió 8,8% mensual –versus 13,4% mensual en septiembre–, acumulando en los 10 primeros meses del año un incremento de 127% y de 150% interanual. La desaceleración respecto al mes previo se apoyó principalmente en los precios de los alimentos, que subieron 7,7% mensual -casi la mitad de lo que lo habían hecho en septiembre- y, en menor medida, por los regulados que aumentaron 6,3% mensual –versus 8,3% mensual en septiembre–. Para noviembre, teniendo en cuenta aumentos en servicios regulados, el nuevo dólar exportador y considerando la dinámica de alimentos y bebidas registrado en la primera quincena del mes, es muy probable que la inflación se ubique por encima del 10% mensual. Así, bajo cualquier escenario, cerraríamos el año con el dato anual por arriba de 170%, el más alto registrado desde 1990 (1.340%).

El día después. La elección de Javier Milei como presidente en la segunda vuelta, con una victoria más amplia de lo que preveía el consenso, marca un cambio significativo en la política argentina. Sus primeras declaraciones enfatizaron el objetivo de reordenar la economía bajo una filosofía liberal, con reducción del Estado y las regulaciones, y proponiendo una política de shock. Ahora, la atención se centra en las decisiones que tomará el gobierno actual en lo que respecta al orden de la transición. Será crucial ver las medidas que implemente para contener el mercado cambiario, especialmente después de que dejó de estar vigente el esquema del dólar 70/30 para la liquidación de exportaciones. Además, la licitación post balotaje será un indicador clave de las expectativas hacia el próximo gobierno. Se ofrecerán 10 instrumentos para financiar vencimientos por $1,5 billones (casi todos en manos privadas), todos atados al dólar y/o a la inflación.