Buena semana para los activos financieros locales que, pese a un entorno global volátil, cerraron en alza. El triunfo del Gobierno en las elecciones en la Ciudad otorgó al oficialismo la llave para avanzar en un acuerdo con el Pro, sumando chances de vencer al peronismo en PBA, bastión histórico. La mejora del contexto político y las buenas perspectivas para la inflación de los próximos meses mantienen la calma financiera, refuerzan el trade electoral y consolidan la estabilidad del nuevo esquema. Los bonos soberanos y las acciones subieron, el tipo de cambio bajó y la deuda en pesos mostró un desempeño favorable. Sin embargo, el escenario no está libre de riesgos. Los salarios reales dejaron de crecer, la actividad se desacelera en el margen –se frenó en marzo– y el superávit comercial se reduce rápidamente a raíz del salto en las importaciones. Para compensar que la falta de dólares ponga en riesgo la pax cambiaria, el Gobierno confía en las emisiones de deuda del sector privado y en los dólares “del colchón”. Además, endureció las restricciones cambiarias para empresas y prepara el terreno para instrumentos peso-linked que permitan captar divisas. En este contexto, las miradas de la semana estarán puestas en la licitación del Tesoro –no solo por su tamaño, sino por su composición–, que buscará renovar vencimientos significativos en pesos. Asimismo, se publicarán el índice de confianza en el Gobierno y las estadísticas de turismo internacional, dos indicadores fundamentales para anticipar la dinámica política y cambiaria de las próximas semanas. 

Simplificación tributaria para apuntalar el consumo. Con el fin de facilitar el uso de pesos y dólares “bajo el colchón”, el Gobierno lanzó el Plan Integral de Reparación Histórica de los Ahorros, estructurado en dos etapas. La primera, de implementación inmediata vía decreto, incluye la derogación de varios regímenes de información tributaria y la introducción de un esquema simplificado para el impuesto a las Ganancias. La segunda etapa, aún pendiente de tratamiento legislativo, contempla reformas en las leyes Penal Tributaria y Cambiaria –con el objetivo de blindar este marco frente a futuras administraciones y acortar los plazos de prescripción–. Entre las principales medidas, se elimina la exigencia de reporte a ARCA para consumos personales con tarjetas y billeteras virtuales, transacciones informadas por escribanos, operaciones con vehículos usados, publicaciones de inmuebles, expensas y servicios. También se prohíbe a los bancos requerir declaraciones juradas de impuestos nacionales y se actualizan los umbrales para el reporte de movimientos financieros. Por otro lado, el régimen simplificado de Ganancias (que entra en vigencia el 1° de junio) permitirá declarar ingresos descontando solo los gastos deducibles, sin necesidad de justificar consumos personales ni aumentos patrimoniales. Si bien estas medidas apuntan a dinamizar un consumo que viene desacelerándose, ya que constituyen una simplificación para consumidores y bancos al flexibilizar los regímenes de información, no queda claro el impacto macroeconómico. 

El BCRA allana el camino para el ingreso de inversores no residentes. El Banco Central elevó a 12 meses la antigüedad mínima para acceder al mercado de cambios en el caso de ONs emitidas por entidades financieras desde el 26 de mayo, encareciendo la estrategia de financiamiento en USD con vencimientos de corto plazo. Además, avanzó en la normativa que habilitará a inversores no residentes a repatriar fondos desde el mercado oficial si participan en licitaciones primarias del Tesoro en títulos nominados en moneda extranjera con una vida mínima de 180 días. Esta medida apunta a fomentar la colocación de instrumentos peso-linked –con compromiso explícito de repago en moneda extranjera y sin intervención previa del BCRA–.

Freno en la actividad económica. La incertidumbre cambiaria de marzo provocó una contracción de la actividad económica de 1,8% m/m, luego de cinco meses consecutivos de expansión, retrotrayendo el nivel general a los valores de diciembre de 2024. Si bien los indicadores preliminares de abril sugieren una recuperación parcial –sin alcanzar los niveles previos a la corrección–, la ralentización de marzo tuvo un impacto estadístico relevante: redujo el arrastre para 2025 de 5,5% a 3,8%, por lo que ajustamos nuestra proyección de crecimiento anual a 4,5% i.a. Gracias a la baja base de comparación, dicha desaceleración no impidió que la economía creciera 5,6% i.a. en marzo y acumulase una expansión de 6,1% i.a. en el primer trimestre. En el desglose sectorial, cinco ramas registraron variaciones interanuales negativas, con hoteles y restaurantes a la cabeza (-3,6% i.a.). En contraste, sobresalieron intermediación financiera (+29,3% i.a.), comercio (+9,3% i.a.) y construcción, que anotó su tercer mes de crecimiento consecutivo con una suba de 9,9% i.a. De cara al futuro, el consumo privado podría perder impulso ante la caída del salario real registrada en marzo –y presumiblemente en abril–, junto con la continua desaceleración del crédito a familias.

Aceleración de precios mayoristas. En abril, los precios mayoristas mostraron una aceleración, con un aumento de 2,8% m/m, frente al 1,5% de marzo, aunque la variación interanual (27%) se mantiene muy por debajo del IPC general (47%). El alza estuvo impulsada principalmente por los productos nacionales, que subieron 2,6% m/m, mientras los bienes importados treparon 6% m/m, reflejando el impacto de la flexibilización del cepo y de un tipo de cambio oficial que subió en promedio 4,9% m/m. La baja de aranceles a la importación podría frenar la inflación de importados. En paralelo, el índice de costo de la construcción (ICC) avanzó apenas 0,5% m/m –con una suba de 2,9% en materiales y una baja de 1,9% en mano de obra–. En términos interanuales, el costo total de la construcción aumentó 43,1% i.a., con una dinámica muy dispar entre insumos: los materiales se encarecieron 21% i.a., en tanto que los salarios del sector subieron 72,2% i.a.

Se recupera la confianza del consumidor. Pese a la desaceleración del consumo, en mayo el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) subió 3,1% m/m y llegó a 45,5 puntos, marcando el primer repunte tras tres meses de caída. El componente de expectativas futuras creció 4,9% m/m, al tiempo que las condiciones presentes avanzaron apenas 0,5% m/m, lo que sugiere que la mejora reciente se apoya más en la proyección que en la situación actual. El incremento estuvo liderado por el interior del país (+4,3% m/m) y el conurbano bonaerense (+3,3% m/m); en CABA la variación fue marginal (+0,2% m/m). El resultado se debió fundamentalmente a la mejora en las expectativas macroeconómicas (+5,3% m/m) y en la predisposición a comprar bienes durables e inmuebles (+3,8% m/m), mientras la percepción de la situación personal se mantuvo prácticamente estable (+0,2% m/m). Por nivel socioeconómico, el repunte se concentró en los hogares de menores ingresos (+4,4% m/m), en tanto que los de mayores ingresos registraron una leve baja.

Fuerte caída del superávit comercial. En abril, el saldo comercial mostró un superávit de USD 204 M, muy por debajo de los USD 1.820 M registrados en el mismo mes de 2024. Las exportaciones totalizaron USD 6.664 M en abril (+2,3% i.a.), impulsadas por productos primarios (+10,8%) y manufacturas de origen industrial (+5,5%). Por su parte, la energía cayó 10% i.a. por menores precios y las MOA se mantuvieron virtualmente estables (-0,4%). Las importaciones, en cambio, crecieron 37,3% i.a., destacándose fuertes subas en vehículos (+204%), bienes de capital (+73,4%) y bienes de consumo (+77,7%), reflejo de una mayor demanda interna en un contexto de tipo de cambio apreciado. Con este resultado, en el primer cuatrimestre las exportaciones crecieron 6% i.a. y las importaciones, 36% i.a., por lo que el superávit acumulado fue de apenas USD 1.265 M frente a los USD 6.208 M del mismo período de 2024. Aunque los saldos del agro y del sector energético superaron levemente los niveles del año anterior, el deterioro del balance comercial se explica por el fuerte incremento del déficit industrial, que se amplió de USD 8.847 M a USD 14.386 M en el año. Esta presión importadora podría intensificarse en los próximos meses, considerando además la reciente decisión del Gobierno de reducir aranceles a 27 bienes de capital (incluyendo maquinaria industrial, hornos de panadería y ascensores) con alícuotas que hasta ahora oscilaban entre el 20% y el 35%.

Las reservas no repuntan. Las reservas internacionales brutas aumentaron USD 87 M en la última semana, aunque acumulan una caída de USD 503 M en lo que va de mayo. Con este movimiento, el stock total se ubica en USD 38.425 M. A su vez, las reservas netas relevantes para el acuerdo con el FMI –sin contar diferencias de valuación– subieron USD 54 M en la semana, principalmente por el préstamo de USD 135 M recibido del BID el viernes. Desde la flexibilización del cepo, las reservas netas aumentaron cerca de USD 875 M, aún muy lejos del objetivo de acumulación de USD 5.000 M fijado para junio, lo que prácticamente garantiza la necesidad de un waiver por parte del organismo. Aunque la liquidación del agro mejoró –con un promedio diario de USD 150 M frente a USD 130 M en abril y USD 120 M en mayo de 2024–, en tanto el BCRA no intervenga dentro de las bandas del régimen cambiario no se acumularán divisas en el mercado oficial.

Las empresas volvieron a colocar ONs. Mientras el saldo comercial se achica y enciende luces amarillas al programa, la buena noticia es el regreso de las empresas al mercado de capitales: en la última semana se colocaron USD 1.710 M en obligaciones negociables, de los cuales USD 1.590 M correspondieron a legislación extranjera y USD 120 M a ley local. Se destacaron los créditos de Pampa (USD 340 M al 8 %), Telecom (USD 800 M al 9,5 %) y Pluspetrol (USD 450 M al 8,75 %). Con esto, mayo se posiciona como el mes de mayor colocación del año, con USD 2.058 M, seguido de enero con USD 1.988 M.

Calma en los tipos de cambio. El BCRA sigue sin intervenir en el mercado de cambios y el dólar oficial cerró la semana en $1.137, retrocediendo un 0,8% (equivalente a $9) durante la semana y acumulando un descenso de 3% ($35) en lo que va del mes. Así, el tipo de cambio promedio de mayo se ubica 1,8 % por encima del de abril. Los dólares financieros siguieron la misma tendencia y registraron ajustes de -1,6 % para el MEP y -0,6 % para el CCL, cerrando en $1.136,9 y $1.161,5, respectivamente.

Caen los futuros más cortos. Los futuros en A3 cayeron levemente tras las subas de la semana anterior. La mayor contracción se dio en los contratos más cortos, en especial mayo (-1%) y junio (-0,9%), al tiempo el resto retrocedió 0,1% en promedio. La tasa de devaluación mensual implícita se ubica en 1% para mayo y en 1,9% en promedio para el resto de los plazos.

Los duales pierden impulso. En sintonía con la estabilidad cambiaria, la deuda soberana en pesos registró un buen avance semanal para la curva a tasa fija y ajustable por CER, mientras duales y dollar-linked retrocedieron. Los bonos CER prolongaron la tendencia positiva y avanzaron 0,6%, aunque los rendimientos se mantuvieron estables; a estos precios, rinden CER +7% en 2025, +9% en 2026 y +10% en el resto de los plazos. De mayo a octubre, la inflación implícita en el Boncer TZXD5 respecto al T15D5 se ubica en 1,7% promedio mensual, y para todo 2025 en 26,7% i.a. Por su parte, la curva a tasa fija subió 0,4%, con mayor fuerza en el tramo corto (+0,7%), manteniéndose flat en torno al 2,5% TEM promedio en todos los tramos –salvo el T15E7, que rinde 2,3% TEM–. Los dollar-linked cedieron 0,2% y ofrecen devaluación +10%. En tanto, los duales cayeron 0,5% tras dos ruedas de subas, rindiendo 2,3% TEM a tasa fija y un margen de 5,9% sobre la TAMAR. La TAMAR breakeven promedio se sitúa entre 24% y 25%.

Bonos en dólares en alza. Los soberanos en dólares respondieron al resultado electoral y cerraron la semana con un alza promedio de 2,0%, en un contexto donde los títulos de países comparables retrocedieron 0,6% en promedio. El riesgo país terminó en 651 pb, sin cambios respecto a la semana anterior. Con este desempeño, acumulan en mayo un avance de 2,1% y de 2,6% en el año, impulsados por los bonos bajo ley NY, que ganaron 3,0%, en tanto que los de ley local subieron 1,8%. La curva de tasas de Bonares presenta una pendiente levemente negativa, con TIR de 12% en el tramo corto y 11% en el tramo largo, mientras que la curva de Globales está plana en 11% TIR para todos los plazos. Los BOPREAL avanzaron 0,5% –liderados por el Serie 1-C, que subió 1,1%– y ofrecen rendimientos entre 9% y 10%. También fue una buena semana para los subsoberanos, que ganaron 2,0% –destacándose el PBA 2037, con un alza de 4,8%–. En cambio, los bonos corporativos operaron estables.

Merval firme. A pesar del mal contexto global para la renta variable, el Merval anotó un alza de 1,2% en pesos y 2,5% en dólares CCL, cerrando el viernes en USD 2.002. En el mes acumula un avance de 11,7% en pesos y 14,4% en dólares, aunque en términos anuales permanece en terreno negativo, con caídas de -7,4% en moneda local y -5,4% en extranjera. A nivel sectorial, sobresalieron construcción, comunicación y materiales. Loma Negra (11%), Banco de Valores (8,7%) y Aluar (7,9%) fueron las acciones de mayor ganancia, al tiempo que Transener (-8,4%), Mirgor (-5,8%) y Comercial del Plata (-5,0%) fueron las de peor desempeño.

Lo que viene. Hoy lunes, la Secretaría de Finanzas dará a conocer las condiciones de la licitación que tendrá lugar el miércoles 28 y se liquidará el viernes 30. El Tesoro enfrenta vencimientos por $6,8 billones –de los cuales $5,1 billones corresponden a tasa fija y $1,7 billones a bonos CER–. Además, es probable que en esta ronda se renueven los vencimientos del 23 de mayo, por otros $1,8 billones. En materia de indicadores, hoy se publica el Índice de Confianza en el Gobierno de la UTDT, referencia clave para monitorear el respaldo al oficialismo tras su reciente victoria en CABA, y se difunden las estadísticas de turismo internacional de abril, útiles para anticipar la dinámica del déficit cambiario por turismo. El viernes, el BCRA dará a conocer el Balance Cambiario de abril.