La población mundial, que hace algo menos de 200 años era de tan sólo 1.000 millones de habitantes, llegó en el año 2020 a los 7.800 millones, de acuerdo a la información provista por Naciones Unidas (UN) (7.794.799.000). Esa población se distribuye en forma heterogénea sobre nuestro planeta. A tal punto que, el 90% se concentra en el hemisferio norte, restando sólo un 10% para el hemisferio sur, en el que tan sólo un 20% es superficie terrestre. 

El grado de concentración es tal que, tan sólo en dos países, China (1.439 millones) e India (1.380 millones) habita el 36% de la población mundial y los 20 países más poblados del mundo -lo que representa aproximadamente un 10% del total de países- concentran el 70% del total de habitantes del planeta (típico caso de la Ley de Pareto). En 2027, se espera que India desplace a China del primer lugar. 

De acuerdo a estas estimaciones, la población mundial llegaría a 8.500 millones en 2030, a 9.700 millones en 2050 -de los cuales casi el 20% tendrá más de 65 años- pudiendo llegar a un pico de cerca de 11.000 millones para 2100.

En el gráfico 1 puede observarse el incremento del peso relativo de la población mayor de 65 años con respecto a la menor de 15. Este fenómeno se conoce como el  “envejecimiento de la población”. 

Esta relación puede medirse con el índice de envejecimiento (IE) que representa la cantidad de mayores de 65 (pasivos definitivos) por cada 100 menores de 15 (pasivos transitorios). Del gráfico 1 surge que este índice evolucionó de 16,7 en 1980 a 36,6 en 2020.

Por su parte, el IE presenta valores muy disímiles de una región a otra del mundo (gráfico 2). Para el continente africano es de tan sólo 8,7, mientras que para el continente europeo -sin duda el más envejecido- alcanza a 118,6. Es decir que, en este último caso, la población mayor de 65 años supera en casi un 20% a la menor de 15 años.

Del gráfico 2 también se desprende que, con excepción del continente africano, el porcentaje de población activa (15-64 años)  es bastante similar de un continente a otro. También se observa la similitud entre la estructura poblacional del continente asiático y la de América Latina y el Caribe y la marcada diferencia entre las estructuras de África y Europa.


Sin llegar a los valores extremos que muestra el continente europeo, nuestro país no es ajeno al tema del envejecimiento como se evidencia en el gráfico 3, del que surge que, el IE pasó de ser 18,9 en 1960 a 46,7 en 2020 (estimación UN). Se estima que para 2050, con una población de casi 55 millones de habitantes, los mayores de 65 años en la Argentina superen el 17% de la población, alcanzando un IE de 90. Es decir, casi igualando la cantidad de mayores de 65 a la de menores de 15.

Las principales causas del envejecimiento de la población, son el aumento de la esperanza de vida al nacer, debido a los avances de la medicina y a una mejora generalizada en las condiciones de vida de la población y, por otro lado, la disminución de la tasa de natalidad  con la consecuente disminución de la tasa global de fecundidad (cantidad de hijos por mujer). Esto último obedece a distintas causas tales como la inserción de la mujer en el mundo laboral y el retraso en la edad del matrimonio. Un tercer factor que puede influir en el envejecimiento poblacional son las migraciones internacionales.

El envejecimiento de la población es más urbano que rural, más femenino que masculino -dada la mayor esperanza de vida de la mujer- y con marcada diferencia en los estratos socioeconómicos más altos.

La edad mediana de la población argentina -aquella que divide a la población en dos partes de igual número de habitantes- se estima en 31,5 años en 2020 y se espera que llegue a los 40 años en el año 2050.

Obviamente que la situación es muy distinta de un lugar a otro de nuestro país.  Sin duda, el distrito “más envejecido” es el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Bastará con decir que la población de CABA se mantiene aproximadamente en los mismos valores desde el año 1947 (alrededor de 3 millones de habitantes) y que el IE es de 84,8, bastante próximo a una relación de igualdad entre ambos segmentos. Dentro de CABA, la Comuna 2 es la más envejecida con un IE de 153,7.

La principal consecuencia del fenómeno del envejecimiento es una mayor demanda de salud y el financiamiento del sistema previsional, el que se ve agravado debido a que parte de la población se encuentra sin trabajo o con trabajo informal y que, por ende, no aporta al sistema previsional.

Como muestra de la importancia que, al tema del envejecimiento se le ha dado en el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instituido la década 2021-2030 como la Década del Envejecimiento Saludable de modo que textualmente “ofrece la oportunidad de aunar a los gobiernos, la sociedad civil, los organismos internacionales, los profesionales, las instituciones académicas, los medios de comunicación y el sector privado en torno a diez años de acción concertada, catalizadora y de colaboración para mejorar las vidas de las personas mayores, sus familias y las comunidades en las que viven.” Por su parte, la ONU estableció en 1990, al día 1 de Octubre como el Día Internacional de las Personas de Edad.