Internacional
¿Qué pasó? 

Con los casos de COVID-19 moderando su ritmo e indicadores económicos que se encuentran muy por debajo de lo esperado, el mercado se mostró relativamente estable, sin grandes movimientos en renta fija, mientras que el equity siguió batiendo nuevos récords. Concretamente, los contagios diarios en EE.UU siguieron en alza, y en los últimos 7 días promediaron 161 mil casos por día, 5 mil más que la semana previa, aunque marcando una desaceleración en el ritmo de crecimiento. Igual tendencia marcaron las hospitalizaciones, en tanto que las muertes -como es habitual- aún no logran estabilizarse.

Los datos económicos publicados en la semana en EE.UU estuvieron por debajo de las expectativas, reflejando el impacto de la tercera ola sobre la actividad. Se confirmó la desaceleración del PMI Compuesto, que cerró agosto en 55,4 (vs 59,9 en julio) de la mano del deterioro en el sector servicios, que anotó su tercera caída consecutiva desde el récord de mayo. Lo más importante fue el dato de mercado laboral de agosto, que marcó una importante desaceleración en el ritmo de creación de empleo no agrícola: se crearon “sólo” 235 mil nuevos puestos, muy por debajo del millón de julio y muy alejado de las expectativas del mercado, que esperaba 700 mil. El menor ritmo lo marcó el sector de servicios y empleo público, que tuvo una leve caída. Sumado a la creación de 274 mil empleos del sector agrícola, la creación total de empleos en agosto llegó a 509 mil, muy por encima del crecimiento de la población económicamente activa (190 mil). La tasa de desocupación cayó hasta 5,2%, el nivel más bajo desde el inicio de la pandemia. Con esto, aún quedan 5,6 millones de puestos de trabajo menos y 2,7 millones de desocupados más que al inicio de la pandemia.

En este contexto, el rendimiento de los bonos del Tesoro se mantuvo estable, con la UST10Y cerrando en 1,32% -vs 1.31% de la semana anterior-, mientras los índices de bonos prácticamente no registraron cambios. El mercado de equity volvió a marcar nuevos récords de la mano de las tecnológicas y los sectores defensivos. Concretamente, el Nasdaq subió 1,5% (+21,6% YTD) y el S&P 500 0,6% (+21.2%). Al impulso del S&P lo aportaron los sectores defensivos, tales como salud, consumo masivo y utilities, que subieron 1,5% en promedio. Le siguieron comunicación, consumo discrecional y tecnológicas, que marcaron alzas de 0,9%: se destacaron Netflix (+5,7%), Amazon (+3,8%) y Apple (+3,8%). La peor performance de la semana se la llevaron los sectores cíclicos: bancos (-2,4%), energéticas (-1,4%), industriales (-0,3%) y materiales (-0,7).

Los commodities se recuperaron en la semana, con el WTI subiendo 0,8% hasta los USD 70 el barril, en tanto que el cobre subió 0,4% y el oro 0,5%. Sólo desentonó la soja, que cayó 2,2% hasta USD 467 la tonelada, acumulando en lo que va del año una caída de casi el 6%. Saliendo de EE.UU, los datos económicos también estuvieron por debajo de lo esperado, y encienden luces de preocupación en cuanto a la recuperación de la actividad global. Lo más importante sucedió en China, donde el PMI de servicios de agosto bajó a 47,6 desde 54,9 -el nivel más bajo desde abril de 2020-, y el PMI manufacturero cayó a 49,2 desde los 50,3 de julio, dando muestra del impacto que tuvo la variante Delta en la segunda economía del planeta. En Brasil los datos tampoco fueron buenos: el PBI del 2Q21 cayó 0,1% t/t, con caída en la inversión y estancamiento en el consumo, compensados en parte por la buena performance de las exportaciones.

En referencia a esto último, la balanza comercial de agosto marcó un superávit de USD 7.700 M, 30% superior al período del año pasado, con las exportaciones subiendo al 49% i.a. y las importaciones al 61% i.a. La producción industrial cayó 0,2% m/m en julio, acumulando en los últimos 12 meses un alza de 1,8%. Los primeros indicadores de precios de agosto marcan que la inflación se sigue acelerando: el IPC-Fipe aceleró de 1,02% en julio a 1,44% (las expectativas del mercado apuntaban a 0,9%) y le vuelve a poner presión al BCB. El PMI manufacturero de agosto bajó de 56,7 a 53,6 puntos, en tanto que el PMI de servicios subió de 54,4 a 55,1, trayendo algo de respiro.

Con este marco de fondo, el EWZ de Brasil en la semana bajó 3,1%, acumulando en el año una pérdida de 3,3%. Todos los papeles tuvieron una mala performance en la semana, entre los que se destacaron Petrobras, Santander y Gerdau, que cayeron entre 6% y 7%. El Real, en línea con el resto de las monedas, se mantuvo estable cerrando en USDBRL 5,19

Lo que viene

Esta semana no se publicarán datos económicos sensibles para el mercado. El más relevante es el índice de precios mayoristas, que en los meses anteriores tuvo un fuerte dinamismo, superando las expectativas de los analistas: para agosto, el consenso estima una suba de 0,6%, muy por debajo del alza de 1% que había marcado en julio.

También se publicará el resultado fiscal de agosto, y el mercado estará atento a su evolución tras el fuerte incremento registrado en julio dada la fuerte caída de los ingresos. Las miradas seguirán puestas en la evolución de los contagios en EE.UU y en Asia: se observa cierta desaceleración en el margen. 

Local
¿Qué pasó?

La tensión en el mercado de cambios es cada vez más fuerte. Mientras que en junio y en julio el BCRA compró USD 727 M y USD 714 M respectivamente, en agosto terminó con saldo neutral. Septiembre no arrancó mejor, y en las primeras tres ruedas el BCRA ya vendió USD 180 M, que contrasta con las compras netas por USD 140 que había marcado en las primeras ruedas de agosto. El deterioro del mercado cambiario se debe a la mayor demanda neta de divisas, dado que la oferta del agro -pese a la caída de 3% del precio de la soja en el último mes- sigue siendo muy fuerte, arrancando septiembre liquidando USD 131 M, levemente por debajo de los USD 145 M y muy por encima al ritmo de liquidación para esta altura del año.

Con estas intervenciones, las reservas internacionales cayeron USD 147 M en los primeros tres días del mes, cerrando la semana en USD 46.033 M, en tanto que las netas cerraron en USD 9.600 M -USD 5.200 M sin DEG´s que llegaron-. Con esta performance del mercado cambiario, el tipo de cambio oficial se movió con mayor volatilidad y en la última semana aceleró el ritmo de devaluación al 16% anualizado.

La brecha cambiaria se mantuvo estable, quedando en 74% para las operaciones reguladas y 82% con el CCL libre, levemente por debajo del máximo de 86% que estaba previo al refuerzo del cepo. Pero contener la brecha le empieza a ser cada vez costoso al BCRA: en julio gastó USD 350 M para intervenir en el mercado de bonos, y en agosto otro tanto -acumulando desde octubre pasado USD 1.600 M-, en tanto que la posición a futuros del BCRA en ROFEX de agosto habría sido vendedora en USD 300 M (entre mayo y julio el BCRA mantuvo una posición de 0).

En este contexto y ayudado con cierto trade electoral, el riesgo país logró perforar los 1.500 puntos y cerró en 1.490, en tanto que el Merval medido en CCL se tomó un respiro del rally que venía marcando y cayó en 1,5%.

Lo que viene

Se vienen las PASO, y el mercado local se moverá al compás de las expectativas sobre el resultado de las mismas. Lo más importante pasará por la PBA, la madre de todas las batallas, donde el oficialismo juega todas sus cartas. El resultado también dependerá de la cantidad de gente que vaya a votar y hay que tener en cuenta que en las primarias siempre hay menos polarización, mayor ausentismo y las alternativas opositoras al peronismo suelen sacar menos votos que en las elecciones generales.

Con una elección menos polarizada, nuestro escenario continúa siendo de “ni vencedores ni vencidos”: no habrá un ganador, y todas las fuerzas políticas saldrán satisfechas con la performance. El oficialismo estará cerca de lograr el quórum propio en diputados, pero puede perderlo en la Cámara de Senadores, donde Juntos por el Cambio puede aumentar el número de bancas si se confirman los resultados que marcan las encuestas en las provincias de Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe, Jujuy y Mendoza.