El ruido institucional que vive el país en los últimos días, producto del conflicto entre la Nación y la Ciudad de Buenos Aires por los fondos de coparticipación, aún no se vió reflejado en el diferencial de precios entre los bonos que se rigen por la ley de Nueva York y los que se rigen por ley argentina. Los spreads legislativos se encuentran en la mayoría de los casos por debajo de su promedio histórico, generando una oportunidad de hacer el pasaje a una mejor protección de capital. 

En particular, recomendamos comprar GD38 y vender AE38, con su spread en un nivel históricamente bajo de 5,9%, más de un desvío estándar por debajo de su promedio histórico de 12,5%. Oportunidades similares pero menores existen para los bonos soberanos 2029 y 2041, cuyo spread entre legislación NY y argentina se encuentran por debajo del promedio histórico, pero no por más de un desvío estándar.

En el sentido opuesto, también recomendamos comprar AL30 y vender GD30, ya que su spread actual de 15,5% se encuentra desacoplado de su promedio histórico (más de un desvío estándar por encima de este) y del resto de los instrumentos.

Si los spreads por legislación revirtieran a su promedio, el upside relativo sería de 6,6% para GD38D contra el AE38D, de 2,5% para el GD41D contra el AL41D y de 1,4% para el GD29D contra el AL29D. En tanto que el downside para el GD30D contra el AL30D sería de -5,3% (o un upside de 5,6% para el AL30).

Los bonos 2035 merecen una mención aparte: tanto su spread por legislación actual en 4,9% como su promedio histórico de 4,4% son los más bajos de los cinco bonos soberanos hard-dollar. El costo de resguardarse en la ley neoyorkina se puede obtener consistentemente más barato comprando GD35 que con el resto de los instrumentos.