Durante la semana pasada el Banco Central había devaluado a razón de 4 centavos por día (17% anualizado); esta semana dicho ritmo fue aún menor: solo apreció el tipo de cambio 3 centavos por día (12% anualizado). De esta manera, se volvió a romper el récord como la semana con menor devaluación en todo el año, reflejando que, en vistas del dato del IPC de abril de 4,1% el jueves y con una soja cerca de los USD 600, la estrategia de usar el tipo de cambio como ancla nominal para contener la inflación seguirá firme hasta las elecciones.
Con este marco de fondo, los contratos de dólar futuro mostraron caídas en torno al 1,7%, siendo los meses del segundo semestre del año los más afectados. De esta manera, la curva de tasas implícitas revirtió parte del empinamiento que venía exhibiendo las últimas semanas: pasó de un rango de 29-51% (para los contratos de mayo-febrero) a un rango de 29-47%.
Vemos que esta tendencia a la baja podría mantenerse, sobre todo para los contratos más cercanos a las elecciones (septiembre-octubre-noviembre) debido a esta fuerte diferencia entre el ritmo devaluatorio actual (12%) y lo que esperan esos contratos (entre 36% y 41%).