El deterioro en las reservas y el empeoramiento de las proyecciones de la campaña agrícola llevaron a que durante la semana pasada todos los contratos operen con importantes subas. La suba promedio de la curva fue del 1,7%, destacando las alzas de 2,9% y 2,7% en los contratos de enero y febrero 2024, respectivamente, que señalan una mayor corrección devaluatoria esperada en el proceso de cambio de administración.
El contrato de marzo cotiza en $209,8, implicando un ritmo de devaluación esperada del 6,9% para el resto de marzo, bastante por encima del 5,9% que mantuvo en la semana. A partir de abril, la curva de tasas implícitas señala un ritmo de devaluación mensual promedio de 7,2%. Alcanzando un máximo de 8,1% en octubre, reflejando que aumentaron los temores de que la inflación se acelere y/o el Gobierno se vea obligado a realizar un salto cambiario.
El impacto de estas subas se ve acentuado en las tasas implícitas, que subieron en promedio 5,8 puntos en las tasas implícitas. Es decir que hubo una significativa ampliación de la curva. La tasa del contrato de marzo se ubica en 82,4%, cuando una semana atrás estaba en 72,2%. En tanto que, desde abril hasta julio quedan entre 88,5% y 96,9%. El tramo restante hasta febrero 2024 se ubica entre 101,2% y 124,5%.