La industria siderúrgica sufrió una baja promedio de 16% durante septiembre, acumulando caídas desde máximos que oscilan entre 22% (Nucor) y 29% (Gerdau).
La corrección no parece guardar relación con los fundamentos actuales del sector. El acero norteamericano bajó solo 5% en septiembre y se encuentra 7% por debajo de sus máximos recientes, sin embargo, dado que la caída del mineral de hierro -insumo clave- fue mayor, los márgenes podrían incluso haber mejorado. Estimamos que los resultados del segundo trimestre del año traerán márgenes de rentabilidad récord para el sector.
A pesar de lo anterior, el colapso de Evergrande generó incertidumbre no solo en el sector de la construcción –intensivo en demanda de acero-, sino también sobre el dinamismo de la economía china, que por su tamaño afecta al resto del mundo.
Al contar con un fuerte componente cíclico en su demanda, los temores sobre una desaceleración en el crecimiento económico de China impactaron sobre los futuros de acero. La posición marzo 2022 de laminado en caliente norteamericano acumula una baja de 17% desde máximos.
Dado que la economía China difícilmente sufra consecuencias importantes por la caída de Evergrande, y considerando que el mercado del acero continúa con fundamentos sólidos, la caída reciente en acerías luce como una sobrerreacción por ‘expectativas’ y, por lo tanto, sugiere oportunidad de compra.
Nuevo intento en programa de infraestructura
Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, intentó infructuosamente ayer unir las facciones moderadas y progresivas de la bancada demócrata para dar sanción al proyecto de infraestructura propuesto por Biden.
Los congresistas fueron convocados nuevamente para hoy, donde retomarán las negociaciones e intentarán, una vez más, realizar una votación favorable.
La facción progresista del Partido Demócrata se opone a respaldar el programa de USD 550.000 M sin que se vote primero el programa más extenso de subas impositivas y de gastos, incluidas varias partidas sociales, por un total de USD 3,5 trillones. La facción más moderada busca primero aprobar el plan de menor envergadura para luego negociar los montos adicionales de gasto, junto con potenciales subas impositivas.
Biden se ve debilitado por esta división interna de su partido, más que por la intención de voto de los congresistas republicanos. El proyecto inicial de infraestructura ya cuenta con media sanción en el Senado.