Las compañías desarrolladoras y fabricantes de chips extienden su marcha volátil y alcista, diferenciándose una vez más del Nasdaq y del S&P 500.
Desde sus máximos de principios de septiembre, los principales índices de acciones norteamericanos acumulan bajas que promedian el -1,7%. En contraste, VanEck Semiconductor ETF (SMH) subió 0,7% en igual lapso y se encuentra +24,7% en lo que va del año.
La rueda del viernes constituye una clara muestra de esta tendencia, dado que los mercados en rojo no afectaron al sector de semiconductores, que operó con subas generalizadas. Se destacaron las compañías de mayor tamaño, como Nvidia (+1,4%), Texas Instruments (+1,2%), Qualcomm (+0,8%) e Intel (+0,8%).
En el corto y mediano plazo, el sector se beneficia de la escasez, que genera elevada demanda y precios para la totalidad de su producción. No obstante, con vistas al largo plazo, los anuncios de importantes incentivos gubernamentales y planes de inversión llevarán al extremo opuesto, un exceso de oferta que implicará un desafío para los participantes de esta competitiva industria.
Intel anunció la semana pasada planes para invertir USD 95.000 M y crear dos nuevas fábricas en Europa, que se sumarán a sus nuevas inversiones por USD 20.000 M en Estados Unidos. Samsung Electronics confirmó en agosto que aumentará sus inversiones en un tercio, comprometiendo un desembolso de USD 205.000 M en los próximos 3 años, el cual es fomentado por el gobierno de Corea del Sur para mantener el liderazgo (compartido con Taiwan) en el sector.