El mercado mostró señales de cautela ante datos laborales más débiles, que reforzaron las expectativas de nuevos recortes de tasas por parte de la Fed. Las acciones operaron mixtas, con el Dow Jones destacándose por su acercamiento a máximos históricos gracias al impulso de los bancos y del sector financiero, mientras que el Nasdaq retrocedió por la toma de ganancias en tecnológicas. En paralelo, las tasas de los bonos cedieron y el oro continuó su rally apoyado en la expectativa de menor ajuste monetario. En commodities, el petróleo corrigió con fuerza tras la revisión de la OPEP, que proyecta un exceso de oferta, aunque la soja mantuvo su tendencia alcista ante señales de mayor demanda china.

Las acciones operaron de manera dispar, nuevamente lideradas por el Dow Jones, que se acercó a su máximo histórico tras subir un 0,9%. El índice se destacó gracias al fuerte desempeño de los principales bancos, como Goldman Sachs, JPMorgan, y American Express, que también marcaron nuevos récords. Por su parte, el S&P 500 avanzó un 0,1%, en tanto que el Nasdaq retrocedió un 0,3%. Las subas en semiconductores y acciones financieras fueron compensadas por caídas en el sector tecnológico. AMD se disparó más de un 8% tras proyectar un crecimiento de ventas superior al esperado, impulsando al resto del sector de semiconductores, entre ellos Broadcom (1%) y Qualcomm (1,4%).

En el mercado de renta fija, se vio una caída en las tasas de interés producto de los informes publicados en los últimos días que reflejan una desaceleración del empleo. Esto, sumado a las compras de letras que realizará la Fed para compensar los vencimientos de activos hipotecarios (MBS), favorecieron la baja de tasas en el tramo corto. Concretamente, la UST2Y retrocedió 2 pb y se ubicó en 3,56%, al tiempo que la UST10Y cayó 5 pb y cerró en 4,06%. Con esto, el índice de bonos del Tesoro ganó un 0,1%. Sin embargo, en corporativos, se vieron pérdidas de 0,1% para High Yield e Investment Grade, mientras que la deuda de mercados emergentes operó neutral.

En este contexto, el dólar DXY se mantuvo sin cambios en 99,45. Esto se debió a que el alza del euro fue neutralizada por una caída de la libra del 0,1%, sumado a una apreciación del dólar del 0,3% ante el yen. A su vez, la divisa recuperó terreno en Brasil y avanzó un 0,4% hasta un nivel de USDBRL 5,29. En cuanto al oro, anotó otra suba del 2,0% y cerró en USD 4.209 la onza, a un 3,4% de su máximo histórico. Este aumento también estuvo relacionado con los datos de empleo y una mayor expectativa de recortes en las tasas de interés.

En paralelo, el petróleo WTI bajó 4,3% a USD 58,4 por barril tras tres jornadas en alza, luego de que la OPEP revisara sus proyecciones y estimara un exceso de oferta global de 500.000 barriles diarios en el tercer trimestre, debido a una mayor producción en EE. UU. y dentro del bloque. La debilidad del mercado refleja preocupaciones por sobreoferta, aunque las sanciones de EE. UU. a petroleras rusas comienzan a afectar la producción de Lukoil en Irak. En tanto, la soja continúa con su racha alcista tras el acuerdo entre China y EE. UU., en el que el país asiático volverá a demandar soja estadounidense, y subió un 0,6% alcanzando un nivel de USD 412 la tonelada.