Ayer se dieron a conocer los avances de los PMI de servicios y manufacturero de EE.UU de junio, que marcaron los niveles más bajos del último tiempo (desde febrero y agosto de 2020, respectivamente). Ambos valores se situaron fuertemente por debajo de las expectativas, con el PMI de servicios retrocediendo a 51,6 puntos (vs 53,5 esperado y 53,4 en mayo) y el PMI cayendo a 52,4 puntos (vs el pronóstico de 56 y 57 en mayo). A su vez, el PMI compuesto de Markit sufrió la misma caída, al terminar en 51,2, en comparación al 53,6 del mes anterior.  

Lo mismo ocurrió con los avances de los datos de PMI presentados por la zona del euro. Tanto el PMI compuesto como el manufacturero y el de servicios terminaron por debajo de las expectativas, tanto así como del mes previo. Al igual que EE.UU, la Unión Europea volvió a valores que no registraba desde inicios de año. 

La preocupación del mercado radica en que la caída en estos valores denota la desaceleración del crecimiento, mientras que un resultado por debajo de los 50 puntos confirmaría la contracción del nivel económico. La mira estará puesta no solo en los valores finales, sino también en los resultados de los meses siguientes, que ya tendrán el impacto de la suba de tasas anunciada la semana previa.