La semana comenzó con un desplome en el precio del petróleo, producto de una mejora en las perspectivas de desescalada del conflicto en Medio Oriente. Esto generó menores expectativas de inflación y una mejora en los bonos del Tesoro, lo cual también derivó en una suba para la renta variable. Por otro lado, el dólar continúa debilitándose, en tanto que el oro anotó otra suba.
Los ojos estuvieron puestos en la caída del precio del petróleo WTI, que retrocedió un 8,6% y cerró en USD 68,5 por barril. Esto se dio luego de que el ataque con misiles de Irán a una base estadounidense en Qatar no dejara víctimas, lo que alivió los temores de una escalada inmediata en las tensiones en Medio Oriente. Si bien el mercado ahora descuenta una posible desescalada, persisten riesgos significativos, principalmente la amenaza de que Irán intente cerrar el estrecho de Ormuz, por donde transita cerca del 20% del petróleo mundial. Aunque el Parlamento iraní habría respaldado la medida, la decisión final recae en el Consejo de Seguridad Nacional del país. El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, advirtió que tal acción sería un “suicidio económico” para Irán y exhortó a China, su principal comprador de crudo, a intervenir.
Las acciones subieron el lunes mientras el mercado desestimaba temores de un conflicto más amplio. El S&P 500 y el Dow Jones avanzaron 0,8%, mientras que el Nasdaq subió 0,9%. Tras la abrupta caída en el precio del petróleo, las acciones energéticas tuvieron fuertes bajas, como ExxonMobil y Chevron, que retrocedieron entre 2% y 3%. En el plano corporativo, Tesla trepó más de 9% tras presentar sus primeros taxis autónomos, mientras que AMD subió 1% tras una mejora de recomendación, impulsando al sector tecnológico.
La baja en el precio del petróleo y su consecuente alivio en las preocupaciones inflacionarias generaron un impacto bajista en las tasas de interés de los bonos del Tesoro. En paralelo, la gobernadora de la Fed, Michelle Bowman, señaló que podría apoyar un recorte de tasas en julio si la inflación continúa moderándose, reforzando el tono dovish de su colega Christopher Waller el pasado viernes. Concretamente, la UST2Y se redujo en 7 pb y cerró en 3,83%, mientras que la UST10Y cayó 5 pb y cerró en 4,32%. Con esto, el mercado aumentó sus apuestas por una flexibilización monetaria, con unos 55 pb de recortes ya descontados para fin de año. El índice de bonos del Tesoro registró una suba de 0,4%, mientras que Investment Grade avanzó un 0,3% y los mercados emergentes un 0,2%.
En cuanto a monedas, el dólar perdió valor a nivel mundial, con el DXY retrocediendo un 0,3%, quedando en un nivel de 98,4. Las monedas que más se apreciaron frente al dólar fueron el euro (+0,4%) y la libra (+0,5%). Por su parte, el oro avanzó un 0,4%, alcanzando un nivel de USD 3.380 la onza.
En el dato económico del día, las ventas de viviendas usadas en EE. UU. subieron 0,8% en mayo, superando las expectativas, con mejoras en todas las regiones excepto el oeste. El precio mediano fue de USD 422.800. La NAR señaló que las altas tasas hipotecarias siguen limitando la actividad, pero una baja en los rendimientos podría reactivar el mercado.