El mercado mostró un tono positivo en la jornada, con ganancias en los principales índices de acciones y un retroceso en las tasas de los Treasuries que impulsó a los bonos a nivel global. El dólar se debilitó frente a otras monedas, mientras que el oro extendió su rally hasta un nuevo máximo histórico, reflejando la búsqueda de cobertura ante riesgos fiscales y geopolíticos. En commodities, la fuerte caída del petróleo por la reanudación de exportaciones desde el Kurdistán y los planes de mayor producción de la OPEP+ reavivaron temores de sobreoferta, en contraste con la presión alcista que persiste en metales industriales como el cobre, donde las interrupciones de oferta mantienen la atención de los inversores.

La renta variable tuvo una buena rueda, con avances en los tres principales índices. Gracias a los sectores de tecnología, comunicaciones y consumo discrecional, el Nasdaq subió 0,6%, el S&P 500 0,3% y el Dow Jones 0,1%. En cambio, el sector energético quedó rezagado debido a la fuerte baja en el precio del crudo. Las acciones de Nvidia ganaron 1,9%, al tiempo que EA saltó 4,6% tras anunciarse su adquisición por PIF, Silver Lake y Affinity Partner. En sentido opuesto, Apple perdió 0,6%.

Por su parte, las tasas de los bonos soberanos cayeron, provocando una suba de 0,2% en el índice de bonos del Tesoro. La UST2Y retrocedió 1 pb hasta 3,63%, en tanto que la UST10Y descendió 4 pb y cerró en 4,14%, en medio de preocupaciones de un shutdown si no se aprueba el presupuesto en el Congreso y a la espera de datos económicos clave. Los bonos Investment Grade avanzaron 0,4%, los de mercados emergentes 0,2% y los High Yield 0,1%.

En línea con la curva soberana, el dólar cedió a nivel global, con el DXY perdiendo 0,2% y cerrando en 97,90. La baja respondió al avance de la libra (0,3%), el euro (0,2%) y a la caída de 0,5% del dólar frente al yen. Además, continuó depreciándose frente al real, retrocediendo otro 0,5% hasta USDBRL 5,32, lo que implica una baja acumulada de 14% en el año. En paralelo, el oro subió 1,7% y alcanzó un nuevo máximo histórico de USD 3.825 la onza, acumulando un alza de 45,8% en 2025.

El petróleo WTI cayó 3,8% hasta USD 63,2 por barril tras la reanudación de exportaciones desde el Kurdistán iraquí (180-190 mil bpd iniciales, con expectativa de subir a 230 mil) y ante los planes de la OPEP+ de aumentar la producción, lo que reavivó temores de sobreoferta. El grupo podría aprobar esta semana un alza de al menos 137 mil bpd para noviembre. Esto contrasta con la suba superior al 5% registrada la semana pasada, a raíz de los ataques de Ucrania a infraestructura energética rusa. Por su parte, el cobre avanzó 2,7% por la interrupción de oferta en la mina Grasberg (Indonesia) tras un deslizamiento mortal, advirtiéndose que la producción no se recuperará totalmente hasta 2027. A ello se suma la suspensión de la mina Constancia en Perú por protestas.