El dato de inflación en EE. UU. sorprendió a la baja y reforzó la percepción de un proceso desinflacionario más firme, lo que impulsó un marcado apetito por riesgo. Las acciones reaccionaron con subas generalizadas, mientras que la curva de rendimientos mostró un leve descenso, dando soporte también a los activos de renta fija, en particular a los emergentes y al crédito corporativo. El mercado continúa validando un escenario de recortes de tasas por parte de la Fed en 2026. En commodities, el petróleo mantuvo un sesgo alcista, apoyado en tensiones geopolíticas y señales de menor oferta, al tiempo que los datos de empleo semanal confirmaron un mercado laboral estable.

La inflación anual en EE. UU. se ubicó en 2,7% i.a. en diciembre de 2025, el nivel más bajo desde julio, por debajo del 3,1% esperado por el mercado y del 3,0% registrado en septiembre. El índice de energía subió 4,2% i.a., con aumentos de 0,9% en la gasolina, 11,3% en el fuel oil y 9,1% en el gas natural. Las menores subas se observaron en indumentaria (0,2% i.a.) y vehículos nuevos (0,6%). En tanto, la inflación núcleo anual se situó en 2,6% i.a., el nivel más bajo desde marzo de 2021, frente a expectativas de 3,0%. El BLS no recolectó datos en octubre de 2025 debido al shutdown del gobierno por 43 días, por lo que no hubo cifras de ese mes ni se publicó el dato mensual de noviembre, lo que deja ciertas dudas en cuanto a la tendencia.

Tras conocerse el dato de inflación, las acciones avanzaron con fuerza, revirtiendo los malos resultados de las ruedas previas, especialmente en el sector tecnológico. El Nasdaq lideró con una ganancia de 1,8%, seguido del S&P 500 con un 1,2%, y el Dow Jones con un 0,5%. Los sectores de consumo discrecional, tecnología, servicios de comunicación e industriales encabezaron las subas, mientras que energía quedó rezagado.

La curva de rendimientos reaccionó levemente a la baja, con una caída de 1 pb en la UST2Y, que cerró en 3,48%, y de 2 pb en la UST10Y, que finalizó en 4,13%. Esto dio impulso a los mercados de renta fija, en especial a la deuda de mercados emergentes, que avanzó un 0,3%. En el segmento corporativo, los High Yield también ganaron 0,3%, mientras que los Investment Grade lo hicieron en 0,2%. El índice de bonos del Tesoro avanzó 0,2%. A pesar de la sorpresa positiva del dato de IPC, el mercado sigue descontando dos recortes de tasa de 25 pb para 2026, en los meses de marzo y julio.

El US Dollar Index aumentó un 0,1%, impulsado por una apreciación del 0,2% frente al euro. En sentido contrario, el dólar cayó un 0,2% frente al real y cerró en USDBRL 5,51. El oro también retrocedió un 0,2% y finalizó en USD 4.332 la onza.

En paralelo, el petróleo WTI subió 0,8% debido a la orden de EE. UU. de un cierre total del tráfico marítimo vinculado a buques petroleros sancionados que operan desde y hacia Venezuela. Además, Washington avanza hacia sanciones más duras sobre el sector energético ruso y la AIE mostró que los inventarios de crudo en EE. UU. cayeron en 1,27 M de barriles la semana pasada, marcando su segunda semana consecutiva de bajas por encima de las expectativas.

Respecto del mercado laboral, las solicitudes iniciales de desempleo en EE. UU. bajaron en 13.000 respecto de la semana previa, hasta 224.000, revirtiendo el dato revisado al alza de 237.000 de la semana anterior y ubicándose levemente por debajo de las expectativas de 225.000. En tanto, las solicitudes continuas aumentaron a 1.897.000 en la semana finalizada el 6 de diciembre de 2025, desde 1.830.000 (dato revisado a la baja) del período previo, aunque se ubicaron por debajo de las previsiones de 1.930.000.