La jornada estuvo marcada por el dato de inflación de julio de EE. UU. que, pese a la aceleración del IPC Core, fue leído positivamente por el mercado. En este contexto, las acciones tocaron nuevos máximos, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro se mantuvieron estables y el dólar volvió a debilitarse frente a todas las monedas. En el mercado de commodities, el petróleo volvió a retroceder, al tiempo que la soja convalidó la recuperación que había mostrado al inicio de la semana. En el plano comercial, la Casa Blanca advirtió que podría cobrar un porcentaje de los ingresos por exportaciones a otras empresas, además de NVDA y AMD.

En julio de 2025, el IPC de EE. UU. registró un alza de 0,2% m/m y 2,7% i.a., repitiendo la performance de junio y ubicándose levemente por debajo de las expectativas. La mala noticia la aportó el IPC Core (excluye alimentos y energía), que aceleró su marcha con un incremento de 0,3% m/m, la mayor suba en seis meses, lo que llevó la variación interanual a 3,1%. El dato reflejó aumentos de precios en rubros como autos usados, transporte y vehículos nuevos, junto con una desaceleración en vivienda y una caída más pronunciada en energía.

A pesar de que los datos coincidieron con las persistentes preocupaciones de miembros del FOMC (Comité Federal de Mercado Abierto) sobre que las presiones inflacionarias siguen siendo elevadas, la ausencia de sorpresas alcistas significativas llevó a los operadores a aumentar las apuestas por un próximo recorte de tasas en septiembre. Ante este panorama, la UST10Y subió 2 pb y cerró en 4,29%, en tanto que la UST2Y cayó 2 pb para finalizar en 3,73%. Así, el índice de bonos del Tesoro retrocedió 0,1%, mientras que la mayor probabilidad de recortes de tasas favoreció a la deuda corporativa High Yield y bonos de mercados emergentes, que registraron alzas de 0,2%.

Por otro lado, los tres principales índices cerraron la jornada con subas superiores al 1%, y tanto el Nasdaq como el S&P 500 alcanzaron nuevos máximos. En concreto, el Nasdaq avanzó 1,33%, el Dow Jones 1,18% y el S&P 500 1,11%. A su vez, las Small Caps ganaron 2,56%. Todos los sectores operaron en terreno positivo, liderados por servicios de comunicación, mientras que energía quedó rezagado. En el frente corporativo, Intel ganó 5,40% después de que Trump elogiara al CEO Lip-Bu Tan tras críticas anteriores, y Meta avanzó 2,95%. Asimismo, el VIX perdió 1,55 puntos y cerró en 14,7.

El impacto para el dólar a nivel global fue bajista, con el DXY retrocediendo 0,4%. La mayor repercusión se observó en el euro y la libra, que avanzaron 0,4% ambos frente al dólar, al tiempo que este cayó 0,3% frente al yen. Así, la divisa acumula una baja de 9,6% en el año, siendo el euro la moneda que más se fortalece, con un alza de 12,7%. En Brasil, el dólar perdió 1,0% y cerró en USDBRL 5,39%, acumulando una caída de 12,8% en el año. Por su parte, el oro aumentó 0,1% y cerró en USD 3.349 la onza.

El petróleo WTI cedió 1,2% y cerró en USD 63,2 el barril, con una baja total de 11,9% en el año debido a la expectativa de mayor oferta por parte de la OPEP+ y a una menor demanda global. La soja, en cambio, se vio beneficiada y subió 2,2%, cerrando en USD 371,8 la tonelada.

En el plano comercial, la Casa Blanca indicó que, tras el acuerdo con Nvidia y AMD para ceder al gobierno de EE. UU. el 15% de los ingresos por ventas de chips avanzados a China, este esquema podría extenderse a otras empresas en el futuro, calificándolo como una solución creativa. La medida forma parte de las negociaciones comerciales y busca equilibrar el control de exportaciones tecnológicas hacia China.