El dato final del PBI estadounidense del 3Q22 volvió a sorprender al marcar un alza de 3,2% t/t anualizado –vs. 0,6% i.a. el trimestre previo–, superando así las estimaciones de la primera y segunda revisión que habían marcado un alza de 2,6% t/t y 2,9%, respectivamente. La corrección se concentró en el consumo privado que subió 2,3% t/t –vs. 1,7% t/t de la estimación anterior–, marcando una aceleración respecto a la performance del primer semestre. Por su parte, el índice de precios implícitos fue ajustado un 0,1% al alza hasta 4,4% t/t. A pesar de que esto implicaría que la actividad económica norteamericana estaría resistiendo la suba de tasas mejor de lo previsto, el resultado por encima de las expectativas terminó afectando negativamente al mercado. Esto se debe a que un resultado más sólido da mayor margen a la Fed para continuar con su política monetaria contractiva. Dado que tanto el mercado de empleo como el crecimiento económico, favorecido por el consumo, continúan al alza, la entidad aún puede continuar subiendo las tasas para controlar la inflación que afecta al país. Este desarrollo está alineado con el escenario de soft-landing planteado, ya que la economía norteamericana todavía no muestra señales de encontrarse cercana a una fuerte caída en su actividad.

Ante este contexto, los mercados ajustaron: Nasdaq (-2,4%), S&P (-1,4%) y Dow Jones (-1%). Tanto las compañías Growth (-1,8%) como las Value (-1,7%) se vieron afectadas por la preocupación de los inversores sobre el nivel que podrían alcanzar las tasas de interés luego de darse a conocer los datos económicos. Todos los sectores cerraron en terreno negativo,mientras que los defensivos volvieron a registrar caídas más moderadas: salud (-0,1%) y consumo defensivo (-0,5%). Por el contrario, los sectores de consumo discrecional (-2,6%) y tecnológico (-2,5%) nuevamente fueron los más golpeados de la jornada. Después del sector energético (-9,5%), el sector de consumo no cíclico se ubica como el segundo mayor perdedor del último mes (-8,5%) cayendo un 37% durante 2022. Entre las industrial, la de semiconductores se ubicó dentro de las mayores perdedoras con el ETF SOXX cayendo un 4%. La razón fue el anuncio de Micron Technology (MU) de que reduciría un 10% su personal luego de presentar su balance. La firma retrocedió un 3,4% y generó un efecto contagio en compañías como NVIDIA, Qualcom o AMD que también cerraron con fuertes bajas. A pesar de que el sector acumula una caída de casi 36% en lo que va del año, aún no consideramos que sea una oportunidad de entrada dado el gran ratio de endeudamiento que registran estas firmas, situación que las vuelve más volátiles en contextos de suba de tasas como el actual. 

Por el lado de la renta fija, la preocupación del mercado impactó en mayor medida a los activos más riesgosos llevando a los high yield a caer un 0,6% mientras que los bonos de mercados emergentes bajaron en 0,5%. Por su parte, los bonos investment grade se mantuvieron sin variaciones, aunque aún se ubican como los mayores detractores de la semana al caer un 2% vs un 1% que retroceden en promedio los otros dos. 

Ante este escenario, el dólar volvió a ser el gran ganador de la jornada con el DXY avanzando un 0,3%. Esto afectó negativamente a los commodities, llevando a que el crudo retroceda un 1% y el oro un 1,2%. Sin embargo, ambos se posicionan como los grandes ganadores de la semana al avanzar en promedio un 1%.