El nuevo reporte del FMI de perspectivas de la economía global (WEO) proyectó un crecimiento mundial del 3,1% para 2024 y del 3,2% en 2025, revisando al alza el valor de 2024 en 0,2 puntos porcentuales respecto a octubre de 2023. Esto fue apoyado por una resiliencia mayor de lo esperada en EE.UU., que crecería un 2,5% en 2023 (vs. 2,1% proyectado en octubre) y para 2024 un 2,1% (vs. 1,5% en octubre), y varias economías emergentes y en desarrollo, así como también el apoyo fiscal en China (+4,6% en 2024 vs. 4,2% en octubre). Sin embargo, el pronóstico para 2024/25 está por debajo del promedio histórico (2000-2019: 3,8%), producto de tasas de política monetaria elevadas para combatir la inflación, el retiro del apoyo fiscal en medio de una elevada deuda que pesa sobre la actividad económica y una baja productividad subyacente. Por su parte, se espera que la inflación general mundial caiga al 5,8% en 2024 y al 4,4% en 2025.

En EE.UU., el mercado laboral sigue sorprendiendo por sus buenos resultados. En diciembre pasado, el número de puestos vacantes aumentó en 101.000 respecto al mes anterior hasta 9,026 millones, el nivel más alto en tres meses y por encima del consenso del mercado (8,75 millones). Durante el mes, las ofertas de empleo aumentaron en los servicios profesionales y empresariales (+239.000) pero disminuyeron en el comercio mayorista (-83.000). La buena dinámica del empleo sumado a la baja de la inflación le dio un nuevo impulso a la confianza del consumidor que, de acuerdo al Conference Board, alcanzó el nivel más alto desde finales de 2021.

Las acciones estadounidenses estuvieron mixtas el martes: el S&P 500 cayó un 0,1% y el Nasdaq un 0,8%, mientras que el Dow Jones cotizó ligeramente al alza con un 0,3%. Los inversores se vieron sorprendidos ante el informe de empleo y la expectativa de las ganancias corporativas de Microsoft, Alphabet y AMD al cierre del mercado.

En resultados corporativos, UPS se hundió casi un 7,4% después de informar unas perspectivas de ingresos para todo el año inferiores a las previsiones. Whirlpool también bajó más del 6% después de dar una guía de ventas pesimista. Por el contrario, General Motors se disparó más de un 7% después de que la compañía superó las estimaciones tanto de ganancias como de ingresos y proporcionó una guía de ganancias mejor que sus resultados de 2023.

El rendimiento de los bonos del Tesoro a dos años subió 4 pb hasta el 4,36%, mientras que la tasa a 10 años retrocedió 3 pb para ubicarse en 4,06%. De esta forma, los índices de renta fija tuvieron una suba promedio de 0,1%, con los Investment Grade como los más favorecidos con un 0,3%, mientras que los High Yield cedieron 0,1%.

Respecto a los commodities, el WTI subió un 1,2%, impulsado por la escalada de las tensiones en Oriente Medio y las positivas previsiones económicas mundiales del FMI. Mientras que la soja aumentó un 2% a USD 447 la tonelada y el oro avanzó un 0,2% para cotizar en USD 2035, máximos de dos semanas ante la caída del dólar y los menores rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo.

El PBI en la zona del euro quedó estancado en el 4Q23 (vs. -0,1% previo), algo mejor que las previsiones (-0,1%) y así expandiéndose 0,1% i.a., según mostraron las estimaciones preliminares. El bloque evitó una recesión a finales de 2023, en medio de un crecimiento mejor de lo esperado en España (0,6% t/t) e Italia (0,2% t/t), ya que la economía francesa se estancó (0% t/t y +0,7% i.a.) y la alemana, que es la más grande, se contrajo (-0,3% t/t y -0,2% i.a.). Considerando todo el año 2023, el PBI de la eurozona creció un 0,5%. Sin embargo, las perspectivas para 2024 siguen siendo desafiantes en medio de altos costos y precios de endeudamiento, una demanda interna y externa más débil y un sector manufacturero debilitado, especialmente en Alemania.

En el caso francés, en el último cuarto hubo una contribución positiva del comercio exterior compensada por la demanda interna final y los cambios de inventario (ambos a la baja) y durante todo el año el PBI aumentó un 0,9% (vs. +2,5% en 2022). En Alemania, el dato del último período del año marca un descenso después de dos períodos consecutivos de estancamiento, donde la economía más grande de Europa enfrenta desafíos cada vez mayores, lidiando con el impacto del aumento de los precios y el aumento de los costos de endeudamiento, que afectaron particularmente al sector manufacturero. En 2023 habría habido una recesión del 0,3%.