La Organización Mundial de la Salud anunció ayer que considera insostenibles los bloqueos que tienen lugar en este país para controlar el COVID-19, dado el impacto de este cierre en la economía global, principalmente por el cierre de uno de los mayores mercados del mundo.
Considerando los efectos del virus, la entidad declaró también que no considera necesaria una intervención de tal magnitud, y que cree que los efectos negativos sobre la economía – tanto local como internacional – se observarán en los próximos meses.
A pesar de la caída en los contagios que está presentando el país, el confinamiento extremo está afectando a la cadena de suministros global, dada la cantidad de empresas que tienen fábricas o producen insumos en el país. Esto tiene un impacto directo en las grandes economías e influye en el encarecimiento de los productos, aumentando así la presión inflacionaria que está sacudiendo al mundo actualmente.
Cabe destacar, a su vez, que el rebrote en China tuvo una gran desaceleración en los últimos días, marcando un promedio de 10.000 casos diarios – vs 30.000 dos semanas atrás –. Sin embargo, continúa el confinamiento en Shanghái y en Pekín, lo que deja en duda la veracidad de los datos publicados por el gobierno populista chino respecto a los contagios.