A pesar del shutdown en EE. UU. –es decir, el cierre parcial del gobierno debido a que el Congreso no aprobó a tiempo el presupuesto federal–, las acciones cerraron en alza, con los principales índices en máximos históricos liderados por el sector salud. En renta fija, las tasas de los bonos del Tesoro retrocedieron, debido al débil informe ADP que mostró una caída en el empleo privado y reforzó las expectativas de nuevos recortes de tasas por parte de la Fed. Al mismo tiempo, el dólar se mantuvo estable, el oro alcanzó un nuevo récord y el petróleo cedió ante expectativas de mayor oferta. También se publicó el PMI manufacturero.
En renta variable, las acciones recortaron las pérdidas iniciales y cerraron en alza. Los tres principales índices alcanzaron nuevos máximos históricos: el Nasdaq avanzó 0,4%, el S&P 500 0,3% y el Dow Jones 0,1%. El sector salud lideró las ganancias, con Pfizer trepando 7,4% tras un acuerdo con la administración Trump que permitirá a los pacientes acceder a medicamentos recetados con descuento a través de un nuevo sitio web federal. Moderna (+7,4%) y Regeneron Pharmaceuticals (+7,7%) también mostraron fuertes subas. En cambio, el sector de servicios de comunicación fue el de peor desempeño, con Meta perdiendo cerca de 2,2%.
Las tasas de los bonos del Tesoro bajaron 6 pb en la UST2Y, que cerró en 3,54%, y 4 pb en la UST10Y, que finalizó en 4,11%. El mercado descuenta un segundo recorte de 25 pb en octubre con 99% de probabilidad y un tercer recorte en diciembre con 87%. A pesar de la baja en las tasas, los High Yield cayeron 0,4%, mientras que los Investment Grade y los bonos de mercados emergentes retrocedieron 0,1%.
El dólar se mantuvo estable a nivel global, con el DXY en 97,71, en tanto que el oro aumentó 0,2% y alcanzó un nuevo máximo de USD 3.865 la onza.
El petróleo WTI cayó 0,9% hasta USD 61,8 por barril, mínimo en más de tres semanas, ante expectativas de mayor oferta de la OPEP+, que evalúa aumentar la producción en 500.000 barriles diarios por mes. La AIE y TotalEnergies advirtieron sobre un exceso de crudo en 2025, al tiempo que la producción de EE. UU. marcó un récord en julio. Arabia Saudita mantiene cautela y las restricciones de Rusia a los combustibles ofrecieron poco sostén al mercado. En agrícolas, la soja subió 1,3% y cerró en USD 373 la tonelada.
Por otro lado, el PMI manufacturero ISM de EE. UU. aumentó a 49,1 en septiembre, manteniéndose en zona de contracción por séptimo mes consecutivo, aunque marcando la lectura más alta del ciclo. La producción repuntó, pero los nuevos pedidos y los inventarios de clientes se contrajeron, reflejando una demanda débil. El empleo cayó a un ritmo menor y los precios de insumos se mantuvieron elevados, evidenciando presiones de costos persistentes. Los encuestados señalaron altos costos, aranceles y baja demanda, con retrasos en pedidos y postergación de proyectos de inversión.
A su vez, el informe ADP mostró una caída de 32.000 empleos privados en septiembre, muy por debajo del pronóstico de +50.000, y confirmó la primera baja consecutiva desde el Covid, reforzando las señales de desaceleración en el mercado laboral estadounidense. La relevancia del dato se amplifica por la incertidumbre en torno al informe de empleo del BLS (Bureau of Labor Statistics) en el marco del shutdown, mientras que la caída en la confianza del consumidor y en las renuncias voluntarias (JOLTS) también refuerza el clima de cautela en los mercados.