El jueves se dieron a conocer datos económicos de EE. UU., entre ellos la estimación final del PBI del 1Q25, que mostró una caída más pronunciada que la estimación previa. También se publicó el dato de pedidos de bienes manufacturados, que resultó mejor a lo esperado. Por último, las solicitudes iniciales de pensión por desempleo se ubicaron por debajo de las proyecciones, aunque aún sugieren un enfriamiento en el mercado laboral. En los mercados financieros, la atención estuvo puesta en el S&P 500, que con una nueva suba quedó muy cerca de su máximo histórico. La posibilidad de la designación de un nuevo presidente de la Fed con una postura más “dovish” contribuyó a una caída en las tasas de interés y a otra baja en el dólar, que se encuentra en mínimos de 2022. En commodities, el petróleo registró nuevas alzas, ya que sigue latente la incertidumbre respecto del enriquecimiento de uranio por parte de Irán, compensada por un posible aumento en la producción de petróleo por parte de la OPEP+ en su reunión de julio.
Las acciones subieron con fuerza en la jornada. El S&P 500 quedó muy cercano a alcanzar su máximo histórico, al avanzar un 0,7%, mientras que el Nasdaq superó el cierre récord de la rueda del martes al sumar 0,9%, y el Dow Jones un 0,8%. La mayoría de las grandes tecnológicas, como Nvidia y Meta, lideraron las alzas con ganancias de entre 1% y 2%, y extendieron su fuerte tendencia alcista. En cambio, Apple quedó rezagada y cayó un 0,3% tras un recorte en su precio objetivo por parte de JPMorgan Chase.
En cuanto a los mercados de deuda, las tasas de interés que pagan los bonos del Tesoro prolongaron sus caídas tras aumentar las expectativas de que Trump designe a un nuevo presidente de la Fed, lo cual traería aparejada una política monetaria más flexible. A esto se sumó que los datos del PBI de EE. UU. fueron revisados a la baja, reflejando un enfriamiento en la economía, y que las solicitudes de subsidio por desempleo se mantienen por encima del promedio anual. En concreto, la UST2Y retrocedió 6 pb hasta 3,72% y la UST10Y, 4 pb hasta 4,25%. De esta manera, el índice de bonos del Tesoro avanzó un 0,2%, contagiando positivamente a los bonos Investment Grade, que también avanzaron un 0,2%, y a los High Yield y mercados emergentes, que registraron subas de 0,3%.
En monedas, el dólar amplió su racha negativa al ceder un 0,6% y continúa en mínimos de comienzos de 2022, con un nivel de 97,12. Por su parte, el oro se mantuvo en terreno neutral, a pesar de esta debilidad en el dólar, y cerró en USD 3.334 la onza. En Brasil, donde el BCB viene adoptando una política monetaria hawkish, el dólar también volvió a perder terreno con una caída del 1,2%, cerrando en USDBRL 5,49, y ampliando la baja YTD a 11,1%.
Respecto a los commodities, fue una rueda positiva para el petróleo WTI, que exhibió una suba de 0,8% y cerró en USD 65,5 por barril. A pesar de los ataques aéreos de EE. UU., informes sugieren que el stock de uranio enriquecido de Irán se mantiene mayormente intacto, mientras que Teherán aprobó una ley que suspende la cooperación con el organismo nuclear de la ONU, lo cual presionó al precio del crudo. Trump negó las versiones que afirmaban que Irán había trasladado material nuclear antes de los ataques y aseguró que el conflicto está “terminado”, aunque advirtió que continuará apuntando a los ingresos petroleros iraníes. Ahora la atención se centra en la reunión de la OPEP+ del 6 de julio, donde Rusia podría apoyar el incremento en la producción si fuera necesario. Trump también reconoció que las sanciones no han logrado impedir que China siga comprando petróleo iraní.
En el dato económico del día, la economía de EE. UU. se contrajo un 0,5% anualizado en el 1Q25, marcando la primera caída en tres años. La debilidad se explicó por menores datos de consumo (0,5% vs. 1,2% previo) y exportaciones (0,4% vs. 2,4%), al tiempo que las importaciones crecieron 37,9% ante la anticipación de subas de precios por nuevos aranceles. El gasto del gobierno federal cayó 4,6% y la inversión fija se expandió 7,6%, el mayor avance desde 2023.
Los pedidos de bienes manufacturados en EE. UU. crecieron 16,4% en mayo, el mayor aumento desde 2014, impulsados por el fuerte salto en aeronaves no destinadas a defensa (+230,8%) y bienes de capital (+48%). Excluyendo transporte, los pedidos subieron 0,5%. Los pedidos de bienes de capital no relacionados con la defensa, excluyendo aeronaves –referencia clave de inversión empresarial–, avanzaron 1,7%, superando ampliamente las expectativas.
Por otro lado, las solicitudes iniciales de desempleo en EE. UU. bajaron a 236.000, por debajo de lo esperado, aunque se mantienen por encima del promedio anual, reflejando cierta debilidad en el mercado laboral. Las solicitudes continuas subieron a 1.974.000, el nivel más alto desde noviembre de 2021, lo que sugiere mayores dificultades para reinsertarse en el empleo.