La caída del gigante chino del Real Estate finalmente saltó a las primeras planas en la rueda de ayer, con bajas generalizadas en los mercados globales. El S&P 500 cayó -1,7%, el Nasdaq -2,2% y el índice de mercados emergentes (EEM) cedió -2,7%.

Sinic Holdings, un desarrollador inmobiliario de menor tamaño, cayó 87% ante temores de un efecto contagio en el Real Estate de China. La empresa perdió más de USD 1.000 M de valuación y su cotización debió ser suspendida, quedando valuada en la bolsa de Hong Kong en menos de USD 250 M. 

La calificadora de riesgos S&P Global Rating degradó la deuda de Sinic a “CCC+” (vulnerable a impago dependiendo de la coyuntura) citando que la compañía falló en comunicar un programa claro para cancelar deuda.

Más allá de lo anterior, resulta importante notar que la eventual caída de Evergrande no supone un riesgo sistémico para el sector financiero de China. Los créditos bancarios constituyen una pequeña parte del total de pasivos de la compañía, que supera USD 300.000 M. De esta manera, incluso en el escenario de un default caótico, los números no son suficientemente grandes para poner en riesgo al sistema bancario, que cuenta con unos USD 40 Trillones en activos y más de USD 30 Trillones en préstamos.

Brasil en corrección

El índice de acciones MSCI Brasil acumula una baja de 23% desde fines de junio, presentando un rendimiento negativo de -11,5% en lo que va del año.

Los temores por el “evento Evergrande”, que impactaron en todos los mercados ayer, golpearon con especial intensidad a Brasil, producto de su mayor vulnerabilidad: iShares MSCI Brasil ETF cayó 2,9%. No obstante, el contexto internacional explica solo una parte de la tendencia reciente.

La popularidad de Bolsonaro, que enfrenta elecciones presidenciales en 2022, se encuentra en su nivel más bajo desde que entró en funciones. La desaprobación del presidente ronda el 53% y la aprobación no supera el 25%. Se trata de datos bajistas si se considera que el rival más probable en la contienda será el ex presidente de izquierda Luis Inácio “Lula” da Silva.

Por otro lado, los enfrentamientos de Jair Bolsonaro con autoridades de la Corte Suprema y del Congreso, respecto del uso de votación electrónica y críticas por interferencia en su capacidad de gobernar, supusieron una crisis institucional.

Finalmente, el principal componente del índice MSCI Brasil, la minera Vale, está sufriendo las restricciones a la producción de acero que impone China. Las mismas generaron un desplome de 45% -desde los máximos de mayo- en el mineral de hierro dentro del principal mercado de Vale, cuya cotización (-32% desde máximos) acompañó parcialmente la baja del mineral.

La combinación de estos eventos empaña los avances en términos de recuperación económica, vacunación y reformas estructurales, generando que los componentes más importantes del índice -Vale (-0,4%), Petrobras (-7,1%) y Banco Itaú (-15,2%)- se encuentren en terreno negativo en lo que va del año.