A medida que la discusión de normalización monetaria avanza en Estados Unidos y la curva de rendimientos de Treasuries se aplana, descontando menor vigor económico en el mediano plazo, el reflation trade pierde tracción.
Las energéticas (+28% en 2021) y empresas de servicios financieros (+24% en 2021) continúan acumulando un mayor retorno que el S&P 500 en lo que va del año; sin embargo, marcaron máximos entre principios y mediados de junio, registrando una tendencia bajista desde entonces.
El Nasdaq, dominado por tecnológicas consolidadas, presentó un rendimiento superior al de sectores cíclicos desde el último comunicado de la FED, a mediados de junio, cuando se adelantó la proyección de suba de tasas para 2023.
Como resultado de lo anterior, la diferencia de rendimiento entre el S&P 500 y el Nasdaq se comprimió fuertemente. Mientras que el S&P 500 retornó 17% en lo que va del año, el Nasdaq acumula un alza de 15,6% en igual lapso.
Acuerdo en la OPEP: cae el petróleo
El acuerdo entre la OPEP y sus aliados, que había trascendido la semana pasada -aunque aún no estaba cerrado- finalmente fue firmado y entró en vigencia.
Emiratos Árabes, que demanda un aumento en la base de cálculo para su cuota de producción, logró un éxito parcial. La nación, que demandaba un aumento de su base de 20% hasta 3,8 M de barriles diarios, obtuvo el reconocimiento de 3,5 M de barriles diarios. Por otro lado, Arabia Saudita, Irak, Kuwait y Rusia también aumentarán sus bases de cálculo.
Más allá de estos mayores cupos, que entrarán en vigencia en mayo de 2022, el efecto más importante proviene del compromiso de aumentar mensualmente el bombeo total en 400.000 barriles diarios, entrando en vigor en dos semanas.
De esta manera, la OPEP y sus aliados retoman los aumentos de bombeo necesarios para recuperar los 5,8 M de barriles diarios que dejaron de producir en respuesta a la menor demanda que generó la pandemia. El petróleo WTI retroce -2,3% hasta USD 70,2 por barril.