El cierre de Shanghái, producto del aumento en los contagios de COVID-19, está afectando fuertemente a todas las compañías que tienen plantas en dicha ciudad. Esto impacta principalmente a automotrices como General Motors o Tesla, que tienen un alto porcentaje de su producción en esa localidad.
El efecto en la industria no sólo impacta desde el cierre, sino también desde la desaceleración económica que viene mostrando uno de los mayores mercados del mundo. El cierre de Shanghái, con 26 millones de personas, y el confinamiento en el resto de China afecta fuertemente las ventas de la industria.
A pesar de que los contagios en la ciudad sólo alcanzan los 4.400 casos, la política “Cero COVID” impuesta por el gobierno chino llevó al cierre total de la ciudad de Shanghái, y se espera que esto continúe por una semana más. Esta política benefició al país durante el 2020, logrando controlar la cantidad de casos, pero se duda de su efecto actual, ya que podría profundizar la recesión del país, considerando la gran suba en los precios energéticos.
General Motors (GM) viene marcando una suba de 5,3% durante la última semana, aunque aún acumula una caída de 24,3% en lo que va del año. Por el lado de Tesla (TSLA), la compañía logró una suba de 12,2% en los últimos 5 días, producto de su noticia respecto a la división de acciones -aunque aún acumula una baja de 8,3% en lo que va del año-.
A pesar de esto, el ETF CARZ -que mide a las principales compañías del sector automotriz- viene avanzando un 4,7% en lo que va de la semana, y sólo marca una caída de 3,8% durante el 2022. Esto supera ampliamente la baja del Nasdaq (-6,9%), lo que lo vuelve una opción recomendable a pesar de las limitaciones actuales en el mercado chino.