Tras el puente de tiempo obtenido con el Club de París por la deuda de USD 2.400 M, que despeja hasta marzo del año próximo uno de los frentes que mayor incertidumbre traía a los activos argentinos, la expectativa sobre un alza de precios no se convalidó en el día de ayer.

Nuestro índice de bonos soberanos en USD operó neutro, en un día en el que la mayoría de los bonos emergentes tuvieron leves subas (venían castigados tras la reunión del FOMC de la semana pasada).

El Merval en USD CCL, al igual que en los últimos días, fue de menor a mayor: arrancó a la baja, pero repuntó y finalizó en 404 USD, respetando una vez más la zona de 397/400 USD como piso. Hoy será un día clave en el cual se definirá la posible reclasificación del país a mercado de frontera (desde emergente). Tras la dura advertencia de MSCI del año pasado por los controles de capitales, el mercado tiene casi descontada la noticia de la reclasificación. Además, estos mayores flujos (ya que, si bien el índice de frontera es sustancialmente menor, es muy probable que la mayor ponderación dentro del índice termine favoreciendo más) no serán inmediatos y se estima un periodo de adecuación de al menos 3 meses. En caso de mantenernos como mercado emergente es probable que se vea una toma de ganancias, aunque también dejaría la puerta abierta a que, en caso de que el país levante expectativas, pueda aumentar luego su participación en un índice que es sustancialmente más importante.



Levanta ROFEX post electoral

Ayer los contratos de dólar futuro de ROFEX post electorales (diciembre en adelante) operaron con alzas de casi 1%, mientras que los preelectorales casi neutros. Vemos que esto va en línea con un mercado que, tras el puente de tiempo obtenido con el Club de París, asignó un poco más de chances al potencial acuerdo con el FMI (el acuerdo debería implicar reducir la brecha y, por ello, devaluar). 

¿Apuesta al acuerdo?

Los riesgos de un no acuerdo no son despreciables, pero para aquellos que sean constructivos con dicha posibilidad, la tasa fija de larga duración (por ejemplo, el TO26) sería una apuesta con mucho potencial de suba para tal escenario. Debido a que presenta una TIR del 50% que, por la larga duración del bono, conllevaría una gran alza de precio en caso de comprimir tasa.