Contexto desencadenante
Desde las últimas elecciones en la Provincia de Buenos Aires, el escenario económico y político argentino se encontraba en una zona de máxima tensión. El gobierno enfrentaba una fuerte presión cambiaria: el BCRA llegó a utilizar reservas para sostener al peso en el tramo superior de la banda, mientras que el riesgo soberano escalaba a niveles críticos. Las señales políticas adversas, sumadas a derrotas electorales y legislativas, cuestionaban la gobernabilidad y alimentaban una narrativa de vulnerabilidad.
Ese panorama cambió abruptamente cuando EE. UU. intervino con fuerza en el tablero argentino. A través del secretario del Tesoro, Scott Bessent, se hizo pública su disposición a instrumentar un paquete de respaldo: negociar un swap de divisas por hasta USD 20.000 millones, comprar deuda soberana en dólares e incluso habilitar una línea contingente vía el Exchange Stabilization Fund. Las declaraciones del Tesoro norteamericano reforzaron la idea de que este apoyo trasciende lo técnico: representa un aval geopolítico concreto al rumbo elegido por la administración local.
Por otro lado, el gobierno argentino aceleró medidas adicionales para apuntalar el frente externo: suspendió temporalmente las retenciones sobre productos agrícolas hasta fin de octubre –o hasta alcanzar USD 7.000 millones en liquidaciones–, en un intento de atraer dólares de la cosecha. Asimismo, organismos internacionales como el Banco Mundial anunciaron desembolsos adelantados por USD 4.000 millones para fortalecer el frente financiero local.
Alivio inmediato
La respuesta del mercado fue rápida y potente. En pocas sesiones se observó:
- Una apreciación del peso frente al dólar (variaciones del orden del 2-3 % en una jornada);
- Caída del riesgo país: el spread se comprimió desde máximos que superaban los 1.400 puntos hacia niveles cercanos a los 1.000 puntos básicos;
- Bonos soberanos en dólares y títulos de deuda local avanzaron con fuerza: subas que llegaron a 5-7 % en el día del anuncio.
- La bolsa local siguió el impulso: el índice Merval (medido en dólares) experimentó saltos de doble dígito desde los mínimos recientes.
Este cambio refleja que los precios de los activos argentinos están incorporando una narrativa optimista: que las turbulencias recientes podrían revertirse si se ensancha el respaldo externo y se estabilizan las expectativas.
Perspectivas: dos caminos condicionados por el veredicto electoral
De cara a octubre, el mercado mantiene dos escenarios bien diferenciados, ambos posibles.
- Escenario adverso
Si el resultado electoral es desfavorable para el oficialismo, puede desencadenarse una nueva ola de estrés. En ese caso:
- Renta fija y acciones podrían sufrir depreciaciones adicionales.
- El tipo de cambio podría volver a desafiar el techo superior de la banda (o entrar en zona de presión latente).
- Para contener la salida de capitales, se necesitaría elevar la tasa de interés real, lo que complica aún más el costo del crédito.
- En ese contexto, la inflación recibiría un nuevo impulso al alza, dado el temor fiscal y la pérdida de anclas de precios.
- Escenario favorable
Este es el que los mercados ya parcialmente anticipan. En ese caso:
- Activos de renta fija y renta variable continuarían su remontada. Comenzaría un escenario muy positivo para revalorizar los activos argentinos.
- Las tasas podrían mantenerse en niveles elevados pero razonables, permitiendo margen para que la inflación retome gradualmente su senda descendente.
- El respaldo de Estados Unidos actuaría como catalizador: un swap robusto o compra de deuda exacerbaría la confianza y podría abrir camino hacia el retorno al mercado de capitales en el corriente año.
Cabe destacar que el efecto del apoyo externo no es solo una “inyección de liquidez”, sino un elemento simbólico de legitimación institucional y estratégica, que puede fortalecer la narrativa de estabilidad frente a los inversores internacionales.
Conclusión
Estas semanas previas a los comicios son fundamentales para que los inversores reflexionen sobre cuál de los dos escenarios confían que se materializará y ajusten sus carteras en consecuencia.
- Si creen que se avanzará hacia el escenario adverso, los niveles actuales pueden ser un momento adecuado para reducir exposición.
- Si la expectativa es un resultado que fortalezca al oficialismo, estos precios ofrecen una ventana de entrada interesante.
En cualquier evento recomendamos contactar a su asesor de Cohen Aliados Financieros para profundizar sobre los escenarios y enfrentar el evento electoral con una cartera apropiada para las necesidades y apetito de riesgo del inversor.