- La inflación mensual minorista de marzo fue 3,3%. Se reactiva la aceleración mensual y de niveles similares a lo del año 2019, explicado principalmente por las consecuencias del shock mundial COVID-19.

- Las proyecciones y expectativas inflacionarias estarán determinadas por el mercado interno y el escenario monetario. El último relevamiento de expectativas de mercado (REM) del Banco Central proyecta un crecimiento del nivel de precios de 39%.

Resumen

- El cambio abrupto de escenario generado por el shock Coronavirus afectó la formación de precios a los largo de toda la cadena de precios de la economía derivados por las alteraciones en la oferta y en la demanda.

- El panorama inflacionario es incierto debido a que la economía se encontraba en un proceso de ajuste e intento de estabilización de precios cuando irrumpió la pandemia. Así, la gestión fiscal y monetaria disponen de escasos instrumentos ante una aceleración sostenida de los precios.

- Las proyecciones de inflación minorista para este año se aceleraron notoriamente. Mientras que las expectativas de mercado se establecen en 39,3%, estimamos que las proyecciones se modificarán con la corrección del tipo de cambio y el desempeño de las variables internas.

- El nivel general de precios minoristas (IPC) evidenció un crecimiento de 3,3% mensual en marzo, registrando un nivel mayor respecto al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central que fue de 2,6%.

- El Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) registró una suba mensual de 1% en marzo respecto a febrero, acumulando en el año un 3,6%.

- La economía se enfrenta a un shock inédito que afecta las variables macroeconómicas en conjunto y, particularmente, las variables precio. Estas no solo se enfrentan a las consecuencias directas por la menor dinámica de la oferta, sino por las tensiones internas vinculadas al mercado cambiario.

- En el contexto de cuarenta actual se observan ajustes de precios directos por cierto impulso temporal de demanda de bienes de primera necesidad en el marco de contracción de la oferta y, a su vez, ajustes motivados por motivos especulativos sobre el futuro de la economía interna. Por lo tanto, se genera un espacio de aceleración y mayores dificultades para la política económica.

- Sin dudas, el espacio de gestión en una crisis inédita a nivel mundial es escaso. Más aún para una economía con sesgo inflacionario y bimonetario. Las condiciones iniciales de las que disponía la economía argentina al momento de la crisis no fueron las necesarias para contener eventuales tensiones de precios.

- El escenario de contracción del desempeño de la actividad privada deriva cierta lógica para gestionar fuertes medidas de expansión fiscal y monetaria. Sin embargo, el orden temporal en el que se extiendan esas políticas deberá estar inmerso en una evaluación permanente, aspecto determinante para evitar desalineamientos profundos que conduzcan a una crisis inflacionaria.

- La inflación del mes de marzo de 2020 registró un aumento mensual de 3,3%. El ritmo de crecimiento reanuda el sendero de aceleración observado en el segundo semestre del año 2019.

- El crecimiento de precios acumulado del año 2020 se sitúa en 7,8%. Mientras que en la comparación interanual, la inflación respecto de marzo de 2019 registró un crecimiento del 48,4%.

- Se destaca que los rubros de mayor incidencia en la dinámica fueron nuevamente Alimentos y bebidas no alcohólicas, y Vestimenta ya que registraron una variación mensual de 3,9% y 4,2%, respectivamente. Mientras que por factores estacionales, la variación del rubro Educación fue de 17,5%.

- El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), realizado por el Banco Central estima que la inflación minorista mensual de abril se situará en 2,7% configurando un 39,3% anual.

- El contexto de gran incertidumbre genera la necesidad de correcciones en las proyecciones y modificaciones en las expectativas del mercado. El sesgo inflacionario que se estableció a partir de marzo, motivado por el recorte del funcionamiento de la producción más el deslizamiento del tipo de cambio informal, establece presiones sobre la formación de precios y, en tanto, modificaciones en las expectativas.

- El nivel general del Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) registró un crecimiento de 1% en marzo de 2020 respecto del mes anterior. Este aumento se explica por la suba de 0,9% en los Productos nacionales y de 1,4% en los Productos importados.

- El costo de la construcción estimado por el Índice del Costo de la Construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires registró un aumento de 1,4% en marzo de 2020 respecto del mes anterior. Este resultado surge como consecuencia del alza de 1,2% en Materiales, Mano de obra en 1,6% y 0,8% en otros Gastos Generales.