La gestión de la pandemia ha generado un proceso de aumento de la popularidad del Presidente lo cual es análogo a lo ocurrido en otros países donde la población cierra filas con el líder. En el caso del jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, se observa este mismo fenómeno.

Los gobernadores se encuentran alineados con Alberto Fernández y le han dado un apoyo explícito en su estrategia sanitaria. Desde la oposición hay poco protagonismo. Algunas analistas plantean que es bueno que Fernández y Larreta estén en la misma partitura ya que convergen al centro. Las figuras de Macri y Cristina, ausentes en el debate público, tienden a polarizar. En el espacio Cambiemos se podrían visualizar dos posiciones, una mas crítica al gobierno encabezada por Bullrich, el propio Macri y el Presidente del radicalismo, Alfredo Cornejo.

Por otra parte, Larreta y María Eugenia Vidal se sitúan en una postura de mayor diálogo. Dentro del Frente de Todos, se observa a Massa alineado con el Presidente. El Frente de Todos, que genera cierta tensión al interior del espacio, ha lanzado el impuesto Patria. No ha habido posiciones encontradas con Cristina y, por otra parte, se lo ve al Presidente con vuelo propio, creciendo en espacios de poder.

Con ese escenario, el año que viene habrá elección de medio término, clave para el Frente de Todos, aunque seguramente la caída en el nivel de actividad bajará los niveles de aprobación del Presidente, hoy muy alta por la pandemia.

La cuestión económica es criticada desde varios espacios, proponiendo que haya mayor flexibilización de la cuarentena. En este sentido, la tensión entre la visión sanitaria y la económica, que no debe ser tal, es una constante durante todas estas semanas y va a ir creciendo conforme la recesión sea mayor y las necesidades de recuperar ingresos sean más acuciantes.

Sería deseable que el Congreso y que el Poder Judicial trabajen a pleno, son actividades esenciales y en otros países esto funciona normalmente. En lo que se refiere a la política exterior no parece prudente aislarse del Mercosur, en conversaciones con otros países en torno a tratados de libre comercio. Hay que superar las distancias ideológicas con Bolsonaro y mirar a mayor plazo. El Mercosur es un proyecto común desde mediados de la década de 1980 y hay que fortalecerlo.