Las obligaciones negociables (ONs) son instrumentos de deuda privada (bonos) emitidos por compañías para financiarse. De esta forma, la sociedad contrae deuda con los obligacionistas, que son los inversores que compraron esos títulos, y se compromete a cancelar esa deuda en el plazo pactado junto con el interés correspondiente. Este interés puede ser abonado de manera trimestral, semestral, o anual. La amortización del principal generalmente es abonada junto con la última cuota de interés, aunque también puede pactarse en cuotas.

Estos instrumentos se pueden adquirir al momento de su emisión, lo que se llama “mercado primario”. Al cotizar en la Bolsa de Comercio, también se pueden comprar (y vender) de otros inversores ONs ya emitidas, en lo que es el mercado secundario. Aquí entra en juego un primer factor importante: la liquidez. Algunas ONs, al ser poco liquidas, presentan el inconveniente de que es difícil encontrar contraparte para operarlas; en esta nota nos enfocaremos en aquellas que cuentan con mayor liquidez en el mercado secundario.

Hay otros factores importantes: la legislación, que define bajo qué tribunal se litigará cualquier potencial problema; la lámina mínima, que muestra la cantidad mínima de bonos que es admitida para negociar –por ejemplo, una lámina mínima de 1 significa que con aproximadamente un dólar ya podríamos comprar una ON–. También es importante el cupón, que representa el interés anual que paga cada bono; y la TIR, que es el rendimiento promedio anual de la inversión a vencimiento suponiendo que la empresa abone todos sus compromisos. El “ticker” es la nomenclatura bursátil que los identifica.

La importancia de la moneda de pago

Las obligaciones negociables listadas son pagaderas en dólares. Aunque dicho pago puede realizarse a una cuenta de inversión local (a través de dólar MEP); o también puede abonarse en la plaza Nueva York (lo que sería dólar CCL –contado con liquidación–). No hace falta tener una cuenta internacional para recibir un pago en dólar cable, puesto que pueden ser depositados en la cuenta de nuestra sociedad de bolsa en el exterior.

Los pagaderos en dólar cable cuentan con otro beneficio: actualmente, en caso de querer ingresar dichos dólaresdesde Nueva York al país, se obtiene una ganancia adicional que, en promedio, es del 3%.

El riesgo: la escasez de dólares y las normativas

Debido a la delicada situación cambiaria del país, el Banco Central, bajo la comunicación A 7106, estableció que las empresas que afronten vencimientos de deuda hasta fines de 2021 deberán renegociarla por un 60% y solo podrán obtener acceso a dólares por el 40% restante. De esta manera, incluso empresas con capacidad de pago se ven obligadas a reestructurar. Esto aplica para vencimientos de capital, pero no para el pago de intereses.

Hay una excepción: las empresas que ya hayan reestructurado sus deudas durante 2020 podrán acceder durante este año al mercado de cambios para afrontar dichas obligaciones por su totalidad; tal es el caso de la ON de Cresud, CSFQD.

Al margen del riesgo latente de que esta normativa se siga prorrogando, el aspecto a destacar es que, si la empresa propone una reestructuración bajo términos que protejan al inversor, tal como fue el caso de Cresud, el riesgo que esta normativa agrega es acotado. Por ello, es importante la elección del emisor.

Conclusión

La contracara del riesgo actual que tienen las ONs es que, por esto, podemos obtenerlas a precios más bajos y generar retornos mayores que en una situación ordinaria, siendo esto también una oportunidad.Incluso los bonos de las empresas más sólidas, que históricamente son caros -debido a su alta confiabilidad- muestran ahora precios más bajos.

Para mitigar este riesgo, una opción es apostar por aquellas empresas que posean una posición de caja considerable para afrontar el vencimiento, como lo son Vista Oil & Gas o Pampa Energía. Otra posibilidad son las exportadoras, que a futuro puedan ofrecer dichas ventas como colaterales para conseguir nuevo financiamiento (como, por ejemplo, Arcor o Cresud). Para perfiles más conservadores está la posibilidad de Tecpetrol, que cuenta con una casa matriz y negocios en el exterior para respaldar sus obligaciones.