La pandemia acelera cambios en la región. Sigue por otra parte la incertidumbre, el libreto se escribe en el escenario mismo de los hechos. Los paquetes fiscales sumados a la pérdida de la recaudación suponen en el promedio de los países incrementos del déficit fiscal de 6 puntos del producto que a la vez incrementan la deuda de la región. No sabemos si será una década perdida pero evidentemente tiene un arranque complejo. Lo más importante desde el plano social es la pérdida de empleos tanto formales como informales que influyen en mayor pobreza e indigencia.
La nueva presidencia de Biden es clave en el contexto de esta crisis, tiene en agenda cambio climático, moderar la relación con China, impulso fiscal a la reactivación, mejora institucional y gestión sanitaria. La región no suele estar en la agenda americana pero podría haber cambios en la administración demócrata.
Hay un ciclo favorable de precios de materias primas relacionado con la demanda asiática. La región sigue acrecentando su comercio con China y el nuevo RCEP, gran tratado de libre comercio entre 15 países asiáticos impulsa a un mayor intercambio. Es un tratado que representa un tercio de PIB mundial y comprende a 2200 millones de personas.
La pobreza crítica ha subido en América latina a 83 millones de personas. El Gini es estructural y sigue elevado, se percibe en las encuestas de opinión por parte de los ciudadanos muy injusta esta inequidad que alienta protestas como las observadas recientemente en Chile, Ecuador y Colombia. Son candidatos futuros a estas protestas Paraguay y Perú.
Los partidos políticos siguen con desprestigio del mismo modo que el Congreso y el Poder Judicial. La democracia es cuestionada por gente de menores ingresos y la aprobación general a la democracia es de 48% según Latinobarómetro.
La corrupción muy instalada con 20 expresidentes presos en la región. Los dos grandes países con gobiernos que llegaron por fuera del establishment. Bolsonaro levanta banderas anticorrupción, críticas al PT y libertad económica. Andrés Manuel Lopez Obrador plantea un gobierno cercano a los más necesitados en una línea mas progresista. En Brasil el tipo de cambio creció mucho, la cuenta corriente está en equilibrio y se espera una buena recuperación en 2021. Los excesos en cuanto a la gestión del Covid no supusieron costo político y el Presidente tiene buenos niveles de popularidad.
Méjico va con el ciclo americano, creciendo poco este siglo cerca de 2%- El crecimiento potencial se encuentra disminuido por la inversión baja. Los capitales nacionales están reacios a invertir. Los sectores críticos han sido turismo, petróleo por baja de precio. Méjico podría tardar tiempo en recuperar a los niveles de 2019 que ya eran bajos. La expansión fiscal contra cíclica no fue muy importante. Los salarios mínimos subieron por encima de la inflación. El saldo comercial se mantiene vigoroso. La inflación en la zona del 3%. El sector automotriz dinámico. La desigualdad sigue siendo importante a la vez que los niveles de inseguridad.
El Presidente de Méjico sigue con altos niveles de popularidad a pesar que hay muchos frentes de gobierno cuestionados. Tiene una mirada social que genera aprobación. El sector automotriz dinámico y la empresa Pemex complicada por baja productividad laboral y endeudamiento. Grandes desafíos el año que viene para la región cuando se acoten los subsidios sociales. Esperemos que el rebote sea pronunciado y persistente.