La estabilidad cambiaria de los últimos meses debe ser acompañada de la desaceleración del nivel general de precios. La autoridad monetaria tiene el desafío apremiante de generar una menor dinámica inflacionaria mensual en el objetivo de estabilizar la macroeconomía.  

- Ante el objetivo de suavizar las tensiones de la economía se espera una gestión monetaria de sesgo contractivo. Tras un año de gran exceso monetario uno de los factores fundamentales para la política monetaria será la evolución.

Resumen

El mercado cambiario nacional sostiene la estabilidad en un contexto de fragilidad e instrumentos escasos tras la emisión durante el año 2020 y la necesidad de desacelerar el ritmo inflacionario mensual.  

- El escenario macroeconómico de transición esperado para este año deberá evitar la volatilidad de la moneda nacional, digerir el exceso de emisión y minimizar la pérdida de reservar lo cual debería constituir un factor necesario para tranquilizar la economía.  

- La eventual transición hacia un régimen de mayor orden monetario y menor inflación está fuertemente limitada por el desempeño sanitario futuro. Se presenta una carrera entre el rebrote del virus y la aplicación de vacunas desde el cual se derivan efectos económicos.  

- Ese proceso tiene potenciales costos sobre el lado monetario de la economía, pues la pérdida neta de reservas internacionales durante el 2020 año representa un deterioro patrimonial y de poder de gestión para el Banco Central en una coyuntura inestable.  

- Ciertamente, la estabilización incipiente en el mercado cambiario deriva en cierta recuperación en las reservas internacionales brutas durante febrero tras meses consecutivos de caída desde agosto de 2020.  

- En el año 2020 el saldo de los flujos de reservas fue negativo en U$S 5.500 millones, es decir, una caída de 12,3% respecto del nivel de diciembre de 2019 lo cual marcó el año con tensiones cambiarias y restricción del comercio internacional.  

- Durante febrero el Banco Central sostiene el nivel de tasa de interés de política en 34% aunque se espera un aumento a los efectos de estabilización cambiaria. Mientras que la tasa de referencia efectiva anual es de 40%.  

- Durante el mes de febrero el tipo de cambio minorista continúa con variaciones diarias en el segmento formal registrándose una depreciación del 4,5% respecto de diciembre.  

- La volatilidad en la cotización registrada en el mercado cambiario informal continuó en disminución en lo transcurrido de este año lo cual generó un nivel menor de  cotización respecto al formal, estableciéndose en $/U$S 150.  

- El riesgo país medido por el EMBI+Arg aún se establece en un nivel relativamente alto, 1456 p.b. durante la segunda semana de febrero lo que representa un  aumento incipiente en relación a diciembre de 2020.    

- En la coyuntura macroeconómica actual se plantean varios objetivos de política pero, a su vez, instrumentos evidentemente menores a los esperados para abordar la gestión monetaria. En concreto, no solo se presenta la necesidad de estabilizar el mercado cambiario, la tasa de inflación mensual e impulsar la reactivación, sino que se deberá despejar el panorama incierto y la gestión sanitaria.

- El escenario macroeconómico de transición de este año deberá evitar los factores de fragilidad y de mayor volatilidad nominal. La necesaria política para digerir los excesos monetarios del año anterior deberá ser abordada con los instrumentos y alcance de política adecuados los cuales pueden ser fuertemente afectados ante un posible contexto de nuevas dificultades sanitarias.  

- En la transición macroeconómica de este año se deberá evitar la volatilidad de la moneda nacional, digerir el exceso de emisión y minimizar la pérdida de reservas, todo esto debería constituir un factor necesario pero no suficiente para tranquilizar la economía. Asimismo, un factor determinante y de potenciales riesgos es la dependencia con la evolución sanitaria.    

- El desafío de estabilizar la problemática sanitaria en un escenario de nuevos brotes, se plantea como una restricción importante. Ante un escenario posible de aumento en los contagios afectará la actividad económica y generará la necesidad de expansión fiscal lo cual constituirá  restricciones sustanciales sobre la gestión de política económica alejando los objetivos de estabilización.  

- Se presentan desafíos derivados de la continuidad y aumento en la reducción neta de reservas internacionales frente a un año donde la entidad monetaria deberá estabilizar el mercado cambiario y la tasa de inflación. El flujo neto de reservas de del año 2020 fue negativo ascendiendo a –U$S 5.500 millones.    

- El saldo de reservas internacionales brutas en la segunda semana del mes de febrero es US$ 39.270 millones lo que implica una disminución respecto de diciembre de U$S 140,1 millones.  

- Por otro lado, las reservas internacionales netas totalizarían los U$S 5.735 millones promediando el mes de febrero. Esto es, descontados las asignaciones por derechos especiales de giro del FMI, las obligaciones monetarias con otras entidades (swaps) y los depósitos por encajes en moneda extranjeras de entidades financieras.

- Si bien desde el Ministerio de Economía anunciaron el objetivo de suspensión de financiamiento de la expansión fiscal vía el Banco Central, la masa monetaria liberada es un potencial de presión para el nivel de inflación actual. La expansión monetaria desde el Banco Central a través de adelantos transitorios y transferencias de utilidades, ascendió a $ 2.014.702 millones en 2020, lo cual representó un 363,5%. del monto total de todo el año anterior.

- La depreciación nominal en el mercado minorista hacia la segunda semana del mes de febrero fue 4,5% respecto de principios de año, con una cotización promedio de cierre en $ 93,95 aunque luego del impuesto País y la nueva retención la cotización efectiva resulta en $ 155.  

- El mercado informal sigue evidenciando cierta estabilidad durante el mes de febrero aunque en un panorama de inflación que no se desacelera lo cual genera un potencial nivel de tensiones. La cotización informal se sitúa, hacia la segunda semana de febrero, en los $/U$S 150.  

- El nivel de tasa de política monetaria en el cierre de la segunda de febrero se establece en 33% situándose en un promedio similar al del año 2020 (29%). Se proyecta una modificación en el nivel de tasa si se activa un programa de restricción monetaria dada la necesidad de absorción del excedente monetario del año anterior. A su vez, el nivel de tasa efectiva se estableció en 40% anual.

- El riesgo soberano medido por el EMBI+Arg, hacia la segunda semana de febrero registra 1456 p.b. Esto nota un aumento incipiente respecto de fines de diciembre cuando el nivel era 1368 p.b..