El precio del barril de petróleo acumula una caída del -13,5% (USO) en lo que va del año. Sin embargo, peor ha sido la performance de las compañías de energía que han retrocedido entre un -8,1% (XLE) y un -17,2% (XOP). Con estas caídas, son ya 3 años consecutivos en los cuales las acciones energéticas no sólo lo hacen peor que el índice global de acciones (ACWI), sino también respecto del precio del barril. El diferencial es aún más significativo si comparamos la performance desde el enero de 2017 entre las empresas de tecnología +112% (IYW) Vs -17% (XLE) y -51% (XOP).
Pero...
Los fundamentales de la industria son, después de mucho tiempo, favorables. Por un lado, las estimaciones de producción de petróleo de los países no alineados dentro de la OPEC han sido reducidas por parte de la IEA. Esto no debería sorprender dado que la cantidad descubrimientos de nuevos yacimientos de petróleo convencional ha decepcionado en los últimos 20 años.
Por ahora, los nuevos (y mayores) descubrimientos son de la categoría deep water drilling cuyo costos de extracción son mayores al convencional. Los hallazgos de Chevron y Shell en el Golfo de México (Perdido corridor) como los de Brasil y Guyana frente a sus costas, caen dentro de esta categoría.
Por el otro lado, quien ha sido el gran disruptor del sector desde 2009, el petróleo no convencional (shale oil) de los EE.UU., registra un menor ritmo de crecimiento en su producción, como una menor productividad de sus pozos. Esto se refleja en una caída en la cantidad de perforaciones (rigs).
Está barato: ¿por qué nadie compra?
A pesar de lo barato que están las acciones en términos del 1yr Fwd P/E1 (16,3x Vs 23,6x de las Tecnológicas o 18,7x del S&P 500), no aparecen compradores. ¿Por qué?
Los fondos (ETF o fondos de inversión pasivo) de materias primas como SPDR Global Natural Resources (GNR), han perdido más de 20% de sus activos bajo administración en el último tiempo, y por lo tanto, se han visto forzado a vender acciones, entre ellas del sector de la energía, para hacer frente a los rescates. Los inversores no están interesados en las commodities como antes.
Quien podría ser un comprador natural del sector por estar barato, los denominados Value Fund (que suelen invertir en empresas con bajo valor libro o P/B), tampoco aparecen. ¿Por qué? Luego del mal desempeño que han tenido en los últimos 10 años frente a los Growths Fund, esta clase de fondos no está recibiendo dinero nuevo que les permitiría comprar acciones baratas como la del sector petrolero. Hoy el dinero fluye hacia los sectores que crecen (en ventas y beneficios) como las empresas tecnológicas.
El último factor que le resta compradores a estas compañías es la baja ponderación que tienen en índices como el S&P 500 donde apenas representan el 4,5%, un nivel históricamente bajo. Por esta razón, cada vez que ingresa un dólar para ser administrado de forma pasiva por un ETF que replica el S&P 500 (SPY), el sector petrolero solo recibe una mínima parte de ese nuevo flujo.
¿Qué recomendamos?
Ante un escenario tan negativo, más aún por la aparición del coronavirus, nuestra visión táctica frente al sector petróleo se ha vuelto positivo. ¿Por qué cambiamos nuestra percepción sobre el sector?
Por un lado, la mejora en los fundamentales que venimos observando: menor oferta de petróleo a precios baratos y menor CAPEX y mejora en el cash flows de las compañías; atraerá otro tipo de inversores (fondos activos o real money) que podrían considerar que el castigo para el sector ha sido excesivo.
Por el otro, cuando observamos consensos tan firmes sobre un determinado sector, existe la oportunidad que ante la mínima noticia positiva, la revalorización sea rápida y significativa.
En el próximo comité de Asset Allotacion estaremos incrementado la ponderación del sector.
Performance relativa entre empresas del sector de energía (XLE y XOP), barril de petróleo (USO), del sector de tecnología (IYW) y del índice S&P 500 (SPY).
Fuente: Bloomberg