La OMS declara la pandemia, Italia se pone en cuarentena mientras Alemania y EE.UU. miran para otro lado. Las bolsas acusan el impacto de la inacción política, mientras que China emerge en una mejor posición de la crisis desatada por el brote del coronavirus. ¿Qué hacer? Bajar exposición a los activos de riesgo y buscar oportunidades de inversiones en Asia.
Estrategia de inversión
En el día de hoy la Organización Mundial de la Salud declaró que el brote de la enfermedad por coronavirus (COVID-19)
una pandemia; es decir, una epidemia a escala global. Esta información ya la habían descontado los mercados el pasado 20 de febrero cuando el S&P 500 se desplomó, en menos de una semana, un 19% desde máximos. El brote de la enfermedad por coronavirus en el norte de Italia, en proporciones significativas, confirmó los temores a un contagio global.
¿Cuál es el principal temor de los mercados?
Los inversores anticipaban una recesión técnica (una caída tanto de la oferta como de la demanda de forma
abrupta pero transitoria) en China y, ahora, en Europa por las medidas que los gobiernos vienen implementando
(cuarentenas) para contener la enfermedad. La demora por parte de las autoridades occidentales en la toma de
decisiones, adelantándose a los hechos, hace temer que este parate transitorio de la economía se convierta en
una crisis financiera que nos precipite a una recesión peor que la de 2008.
Los gobiernos de Europa, principalmente de Alemania, y el de los EE.UU., están demorando demasiado tiempo en
actuar desde el punto de vista fiscal para contrarrestar las consecuencias económicas que se generan cuando la población es víctima del miedo a un contagio masivo por coronavirus. Hasta ahora los programas de estímulo fiscal no han sido significativos ni han estado a la altura del desafío que se avecina. Por esta razón, hoy miércoles 11 de marzo el mercado vuelve a corregir más de un 4% después de la recuperación ensayada el martes.
En este contexto, hemos decidido reducir la exposición de nuestras carteras a activos de riesgo, bajando el peso de las acciones en la Cartera Income, de 30% a 20%, y en la cartera Growth, de 55% a 40%.
También, hemos incrementado ligeramente nuestra exposición a oro por la debilidad del dólar, y hemos alocado una mayor proporción de nuestros activos en China. Los chinos han demostrado estar a la altura del desafío, no sólo conteniendo en tiempo record la enfermedad sino también por el anuncio de un paquete fiscal de 34 trillones de yuanes (equivalente al 30% de su PBI) para reactivar su economía. En el segmento de la renta fija hemos aumentado la exposición a T-Bills (hasta un año de vencimiento) y reducido la posición tanto en U.S. High Yield como en Emerging Markest High Yield.
Visión
Mantennos nuestra convicción de que el impacto del coronavirus será pasajero y, cuando la economía global emerja de la “cuarentena”, será en un contexto de abundante liquidez y estímulo fiscal. Lamentablemente, tendremos que soportar nuevas caídas en el valor de los activos de riesgo (acciones y bonos corporativos) para obtener la respuesta adecuada por parte de las autoridades occidentales para enfrentar el parate económico. En el mientras tanto, recomendamos buscar oportunidades en aquellos países donde el escenario “catástrofe” comienza a quedar atrás.