En los últimos meses, la economía global perdió impulso. Problemas de abastecimiento en algunos sectores, aceleración de la inflación y menor dinamismo del sector de servicios frenaron la recuperación que venía mostrando el nivel de actividad tras el golpe generado por la pandemia. Concretamente, en el 3Q21 el PBI de EE.UU creció apenas 2,1% t/t, muy por debajo al 6,7% del trimestre anterior, con una importante desaceleración en el consumo de bienes y de la inversión. La moderación en el ritmo de actividad se sintió en el mercado laboral pese a que la tasa de desocupación continuó cayendo, llegando al nivel más bajo desde marzo del año pasado. La inflación moderó su marcha, aunque sigue por encima del objetivo de la FED. La buena noticia fue que la disminución en los casos de COVID-19 y el aumento de porcentaje de población vacunada lleva a esperar una mejora en los indicadores, que empezó a demostrarse durante el mes de octubre. De hecho, se espera que en el último trimestre de 2021 la actividad crezca más de 8% t/t. 

Con este marco de fondo, y con una temporada de balances del 3Q21 muy alentadora -con resultados por encima a lo esperado-, en octubre los mercados se recuperaron, borraron la muy mala performance de septiembre y alcanzaron nuevos máximos: el S&P 500 subió 6,7% y el Nasdaq 7,7%, acumulando en el año ganancias por 21,6% y 22,6% respectivamente. Entre estos índices, se destaca el sector tecnológico (+8%) y el cíclico (7,7%) para el Nasdaq, y el tecnológico (6,8%) y el financiero (6%) para el S&P. Dentro de las empresas, se destacó el salto en la acción de Tesla que, tras un muy buen balance que superó con creces las expectativas del mercado, subió 37% en el mes y 57% en lo que va del año. También se destacaron Microsoft y NVDIA -empresa que produce procesadores gráficos-, con alzas de 14% y 22% respectivamente.

Con esta performance, nuestras carteras de Cedears tuvieron muy buenos rendimientos en el último mes. Sólo la cartera B, que invierte activos brasileños, fue la excepción al marcar una nueva caída. Concretamente, la de mejor desempeño fue la cartera Q (invierte en empresas high quality como TESL, AAPL, AMZN, entre otras) que, dados los muy buenos balances presentados por las empresas que la componen, subió 7,8% en el mes y 25,32% en lo que va del año. De la mano del mayor ritmo de actividad, mayores comisiones, fusiones, adquisiciones y subas de tasas de interés, la Cartera F ganó 6,9% en el mes y 38,76% en el año. Un escalón más abajo quedaron las carteras A (S&P), C (cíclicas) y T (Nasdaq), que lograron rendimientos en torno al 3,5% en el mes, acumulando en los primeros 10 meses del año ganancias de 19,8%, 17,86% y 17,44% respectivamente. La cartera G (oro), que tiende a posicionarse como refugio, logró un leve repunte en el mes -apenas 2,7%-, aunque en el año acumula una baja de 13,74%. En último lugar se ubicó la cartera B (Brasil), que cayó 8,4% en el mes y 18,57% en lo que va del año, siendo la cartera de peor performance en el año. 

En los próximos meses, la dinámica del mercado estará marcada por el endurecimiento de la política monetaria de la FED y el mayor dinamismo del nivel de actividad, que podría ponerle más presión a la inflación. A esto se suma que, tras el fuerte rally alcista de los últimos meses, varias empresas cotizan a ratios muy elevados, por lo que nos mantenemos cautos. En este contexto, nuestra la Cartera A es la más recomendable dada su mayor diversificación sectorial que le otorga una relación riesgo / retorno mayor a la de las otras carteras.