Enfocar y alcanzar la luz al final del túnel en esta época crítica, a causa de la pandemia del COVID-19, no solo depende de la vacuna sino que también, y en gran medida, de la supervivencia y el fortalecimiento de las Pymes, las principales generadoras de empleo en la Argentina.

El complejo escenario actual pone de relieve la necesidad del sostenimiento y de la evolución de las pequeñas y medianas empresas, en pos de reconstruir el entramado productivo y social del país. En este contexto, el financiamiento representa un factor crítico a la hora de lograr encauzar la delicada situación que transitan estas compañías. 

En rigor, bien vale remarcar que el acceso al crédito no comienza ni termina en las alternativas que ofrecen los bancos, las cooperativas o mutuales, más allá de que, por desconocimiento, muchas pymes consideren exactamente lo contrario. Con tasas competitivas, plazos convenientes, mayor rapidez en el acceso al efectivo solicitado, instrumentos a medida, y hasta requerimientos más flexibles que los exigidos por las entidades financieras, el mercado de capitales aparece hoy como una solución real y concreta de financiamiento para las pymes, ya sea destinado a la inversión, al capital de trabajo o a la reestructuración de pasivos, entre otros.

“Es un método de financiamiento alternativo a lo conocido por las pymes que, por lo general, tienen miedo de acceder al mercado de capitales. Está la creencia de que este mercado es solo para las grandes empresas, pero no es así.”

En pleno crecimiento, pero aún con un potencial enorme, el financiamiento pyme representa actualmente alrededor del 26% (cerca de unos $10.000 millones al mes) del financiamiento total obtenido en el mercado de capitales.

Si se compara con el resto de Latinoamérica, el financiamiento pyme tiene mucho para crecer en Argentina. “El promedio local alcanza al 0,3% del PBI, mientras que en la región asciende al 5%. Es decir, deberíamos crecer más de 15 veces para llegar a ese número”, sostiene Martín Baretta, gerente de Servicios al Cliente de Caja de Valores y director del MAV (Mercado Argentino de Valores de Rosario).

Así, en este proceso de lenta pero progresiva expansión, entra en juego un actor central para el financiamiento pyme: las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR). Con más de dos décadas de trayectoria en el mercado, las SGR son sociedades comerciales que tienen como principal propósito facilitar el acceso al crédito a sus socios partícipes, las Pymes, otorgando avales para mejorar sus condiciones de financiamiento –respaldando las operaciones con su fondo de riesgo– a través del mercado de capitales, bancos y proveedores.

En ese sentido, hay que aclarar que las SGR no prestan dinero, sino que ofrecen garantías hacia los acreedores de las pymes brindando mejores opciones de plazo, tasa y condiciones de crédito que sólo obtienen contando con un aval. Actualmente, el sistema de SGR está integrado por casi 50 entidades.

Un acreedor se verá beneficiado con la garantía, dado que la pyme al contar con el aval, representa un deudor sin riesgo y en caso que la operación resulte fallida, la SGR responderá al pago de la deuda. Así, las SGR otorgan seguridad al inversor y, por ende, a todo el sistema, al avalar el pago del instrumento pyme, y al analizar en forma permanente el riesgo de los requirentes de financiamiento.

Las SGR están compuestas por socios protectores –aquellos inversores que aportan capital al fondo de garantía que responde por las operaciones avaladas–, y por socios partícipes, que son las Pymes que se ven beneficiadas al poder acceder a mejores condiciones crediticias.

A continuación, repasamos algunos de los instrumentos de financiamiento pyme avalados por las SGR:

Cheques de Pago Diferido (CPD)

Se instaló en el mercado como el instrumento de financiación más accesible para obtener capital de trabajo u operativo por un plazo de hasta 360 días. En la bolsa se pueden descontar cheques propios y de terceros. Su tasa, definida a través de una subasta, es considerada como de “referencia” en el mercado. Hoy más de 50 mil pymes utilizan este mecanismo. Permite a quien tiene cheques a cobrar en un futuro adelantar su cobro vendiéndolos en el mercado; y a quien posee fondos líquidos, comprar estos cheques a cambio de tasas de interés futuras. De esta manera, las empresas que tienen cheques a cobrar, pueden obtener el importe que resulte, neto de costos, y así conseguir capital de trabajo. Para negociar estos cheques a través de una SGR, la pyme deberá incorporarse como socio partícipe. Ésta puede estar asociada a varias SGR y negociar cheques con todas ellas. Las pymes entregan a la SGR los cheques de pago diferido recibidos de terceros, o los propios según hayan acordado previamente con ésta. Luego son enviados al mercado para su posterior negociación. De esta manera, ante cualquier dificultad de cobro del cheque, la SGR se transforma en el pagador, abonando el monto comprometido. El costo transaccional es de 4% aproximadamente (costo del aval y derecho de mercado).

Más del 80% del financiamiento pyme en el mercado de capitales se explica por la negociación de CPD, según la Comisión Nacional de Valores (CNV). Así, en los primeros diez meses del año el financiamiento a través de cheques de pago diferido muestra un salto interanual del 83% hasta los $132.996 millones. En octubre, el volumen nominal negociado de los CPD ascendió un 25% interanual a $11.966 millones.

Es importante destacar que el 55% del total negociado de los CPD corresponde a los cheques electrónicos o Echeq, manteniéndose en ese nivel respecto a los meses previos. Desde el inicio de la pandemia, la negociación de este instrumento digital asciende a $44.202 millones hasta octubre.

Obligaciones Negociables Simples Garantizadas

Es un título de deuda que permite acceder al mercado de capitales bajo condiciones más flexibles, donde la tasa, la moneda, la amortización y el plazo, pueden determinarse en función de las necesidades, los flujos del emisor y la tendencia del mercado. Este tipo de instrumento se emite avalado por una SGR o por un banco autorizado por la Comisión Nacional de Valores (CNV). Vigentes desde julio de 2017, Las Obligaciones Negociables Simples Garantizadas están caracterizadas por la rapidez y la simplicidad del proceso de colocación, ya que es simplificado comparado con una Obligación Negociable (ON) tradicional. Cuentan con mayores plazos de financiamiento. Tienen un bajo costo administrativo ya que el régimen de información es simplificado. Cuentan con un menor costo financiero, debido a la calificación de la entidad que otorga la garantía. Muchas empresas recurren a estas ON para ampliar su capital de trabajo, mejorar la tecnología o implementar proyectos de investigación. En cuanto a la emisión bajo el Régimen Pyme, las empresas pueden optar por solicitar la autorización de listado de una sola emisión o de un Programa. En este último supuesto podrán colocarse sucesivas series dentro del plazo máximo de dos años de haberse otorgado la autorización. En ambos casos, el monto máximo nunca podrá superar los $100 millones.

Durante los primeros diez meses del año, la emisión acumulada de ON (tanto bajo el régimen general, como de ON Pyme Garantizada) escaló un 155% hasta los $344.918 millones. A su vez, en los meses transcurridos del 2020 se colocaron 156 obligaciones negociables, 69 unidades más que en el mismo período del año 2019 (+72%).

Pagaré bursátil

Permite a las empresas acceder a una alternativa de financiamiento en pesos y en dólares, a mayores plazos: entre 1 y 3 años. La tasa es definida por el mercado a través de una subasta. Su costo transaccional es de 1,5/2% aproximadamente (costo del aval y derecho de mercado).

En los primeros diez meses del año, se negociaron 1.348 pagarés por un monto equivalente a $3.737 millones, lo que representa una caída interanual de 43%. Sin embargo, en octubre se negociaron 167 pagarés por un monto total equivalente a $1.002 millones, lo que indica una disparada del 773% respecto al mismo mes del año anterior.

En términos agregados, el 49% de los pagarés negociados se denominaron en pesos (40% del monto negociado). Las tasas de interés nominales promedio de estos valores negociables se ubicaron en 44,5% para el segmento avalado y en 35,9% para los directos en esta moneda.  En tanto, el intervalo de plazos de los avalados osciló entre los 3 y 24 meses. Comportamiento idéntico exhibieron los directos, cuyo intervalo de plazo se estiró a 26 meses.

Por su parte, los pagarés en dólares se negociaron a una tasa promedio de 0,2% y a un plazo de 3 a 27 meses para el segmento avalado, a la par que los directos lo hicieron a una tasa promedio de 2,9% y plazos de 3 a 28 meses

Fideicomisos Financieros Pyme

Son aquellos que reúnen al menos una de las siguientes características distintivas: a) que el/los fiduciante/s califiquen como Pyme para la CNV; b) que en el caso de fiduciantes que no reúnan la condición de PYMES CNV, al menos el 70% del monto del activo fideicomitido se encuentre conformado por derechos o créditos provenientes de operaciones celebradas con PYMES CNV (Resolución de CNV a estudio). La cesión de los créditos al fideicomiso puede originarse en los siguientes instrumentos: cupones de tarjetas de crédito; préstamos de consumo; préstamos personales; créditos por ventas al exterior; créditos por ventas de inmuebles; cartera cheques de pago diferido / facturas; cesión de flujos ciertos de contratos.

La colocación acumulada de fideicomisos financieros a lo largo de los primeros diez meses del año alcanzó los $31.377 millones, lo que representa una variación negativa de 18% respecto al nivel registrado durante el mismo período del año anterior. Durante este lapso se colocaron 73 fideicomisos financieros, 31 unidades menos que en igual período de 2019.

En lo que respecta a octubre de 2020, se colocaron 10 fideicomisos financieros por un total de $4.954 millones, representando una variación interanual positiva de 27%. La totalidad de las emisiones se denominaron en pesos argentinos.

Préstamos bancarios (fuera del mercado de capitales)

En lugar de tomar una hipoteca, la pyme puede también gestionar la garantía a través de la SGR para que el banco apruebe directamente el préstamo. En este caso, la entidad financiera no tiene la necesidad de realizar el análisis de riesgo, dado que la pyme ya está avalada por la SGR.

ALIADOS FINANCIEROS

En busca de facilitar el proceso de vinculación con las SRG, algunas sociedades de bolsa ofrecen actualmente un servicio de asesoramiento integral para que las pymes accedan al financiamiento en el mercado de capitales. Ocurre que, en muchos casos, este tipo de empresas no cuenta con un soporte interno que las ayude a elegir una SRG, es de decir, no tienen en su staff un gerente financiero o un contador, y es directamente el dueño el que termina manejando la cuestión operativa, con lo cual el proceso de elección se complejiza.

“En lugar de que cada pyme acuda a cada una de las SGR y atraviese todo ese proceso, le brindamos asesoramiento, hacemos el análisis de riesgo de la empresa, juntamos toda la documentación y le armamos un pool de SGRs. En otras palabras, lo que ofrecemos es vincular a la pyme que tiene la necesidad de financiar su capital de trabajo con las SGR”, afirma Álvaro Catalá, Head Finanzas Estructuradas de Cohen.

“Entre las distintas opciones del mercado, recomendamos la mejor propuesta que se acomode a las necesidades de la empresa en cuestión. Buscamos entender a las pymes, a sus necesidades, y poner a disposición las posibilidades que existen en el mercado”, añade.

Al mismo tiempo, existe en Cohen un diferencial en todo este proceso, ya que también le ofrece a las pymes la apertura de cuenta comitente, la negociación de cheques, y la gestión del cash management. “Además de gestionar el aval con la SGR, nosotros le descontamos el cheque a la pyme y lo producido de ese descuento se lo depositamos en la cuenta comitente, para invertir ese capital en función de las necesidades que tiene la empresa”, explica Catalá. Usualmente, los agentes suelen recomendar para tal fin Fondos Comunes de Inversión (FCI) Money Market

“El objetivo es generar tranquilidad en las pymes, para que se enfoquen solo en su negocio (operatividad, innovación, etc.), y no en la parte financiera, como ha sucedido en los últimos años”, dice el Head Finanzas Estructuradas de Cohen.