Contexto: 2024, un año que empezó con cautela y aceleró

El año 2024 arrancó con un entorno de alta incertidumbre política y económica. Sin embargo, a partir de marzo comenzaron a consolidarse señales más claras de rumbo, con una baja sostenida de la inflación y una reducción paulatina de las tasas de interés. Esta combinación habilitó un nuevo ciclo de crédito, tanto en el sistema bancario como en el mercado de capitales.

Esta visión es compartida desde Integra Pymes, quienes observaron un crecimiento exponencial en el volumen de operaciones. "En enero y febrero crecimos casi un 300% respecto al mismo período de 2023", comentó Vaisman, su gerente general. Este cambio de clima permitió extender los plazos de los instrumentos, especialmente en el mercado de cheques, que recuperó profundidad y dinamismo.

Coyuntura desafiante, oportunidades concretas

El año 2025 comienza con nuevos desafíos: por un lado el humor por la situación global producto de los aranceles recíprocos. Y por otro lado, con el foco puesto en lo local, salida del cepo mediante.

¿Qué papel tendrán estas variables en el financiamiento para PYMES?

En este sentido, rescato las palabras de Pablo Pereyra, gerente general de Acindar Pymes, quien destacó que en contextos de alta volatilidad, las pymes deben anticiparse: iniciar trámites, calificar y mantener abiertas líneas de crédito, incluso si deciden no utilizarlas de inmediato. "En esta transición, evaluar con claridad las condiciones de acceso al financiamiento es tan importante como el propio proyecto a financiar", señaló.

Y esto es algo que se puede ver en el mercado: a pesar de la volatilidad, tanto los avales del mercado de capitales como los bancarios están creciendo de manera significativa, especialmente para capital de trabajo. 

En este contexto, el papel de las SGR como socios cercanos cobra relevancia para abrir el acceso a distintas herramientas financieras a las pymes.

Expectativas positivas para 2025

La proyección de crecimiento económico para este año alienta la planificación de nuevas inversiones. La baja de la inflación y la salida del cepo cambiario apuntan a fortalecer la previsibilidad, un atributo clave para que las empresas se animen a tomar decisiones de largo plazo.

Las pymes ya no solo buscan refinanciar deudas caras, sino que también se preparan para expandirse: incorporar tecnología, ampliar instalaciones, comprar maquinaria o reforzar su estructura logística.

¿Qué instrumentos lideran?

El cheque de pago diferido se mantiene como la herramienta más utilizada por su flexibilidad y bajo riesgo. Su agilidad operativa lo convierte en un recurso ideal para financiar capital de trabajo en plazos de 30, 60 o 120 días.

En paralelo, crece el uso de líneas bancarias avaladas por SGR, que hoy ofrecen condiciones más competitivas y una aprobación mucho más rápida que en el pasado. En palabras de Pereyra, "un empresario PYME puede aprobar una operación de capital de trabajo en 24 o 48 horas".

También gana tracción el financiamiento en dólares para empresas exportadoras o con ingresos dolarizados, dada la estabilidad cambiaria y el diferencial de tasas. Eso sí, la decisión debe estar alineada con la estructura de ingresos y el perfil de riesgo de cada compañía.

Financiar el crecimiento

La conclusión es clara: el nuevo ciclo macroeconómico abre una ventana de oportunidad para profesionalizar la gestión financiera y acompañar la recuperación con planificación, eficiencia y conocimiento. En Cohen, trabajamos junto a las empresas para estructurar soluciones a medida, combinando instrumentos del sistema bancario y del mercado de capitales, porque no hay crecimiento sin financiamiento.