- La dinámica económica se sostiene en una fase de disrupción profunda pese a las aperturas parciales de algunas actividades. El escenario para la actividad económica es complejo dado que la recuperación para este año no está asegurada.
- Las proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año profundizan la contracción con un nivel mayor al del año 2002. El desempeño interanual del PIB para el año 2020 registraría una caída inédita de 11,6%.
Resumen
- La actividad económica en el mundo está cayendo por encima de las proyecciones previas. El marco de la pandemia está acentuando el escenario negativo para América Latina y el Caribe debido a que la región se transformó en el nuevo epicentro de los contagios.
- Según el último informe de la CEPAL, la proyección de caída del PIB para América Latina se establece en -9,1% y para América del Sur en -9,4% cuyos principales canales de transmisión son el comercio y el turismo.
- Respecto a la economía nacional, las proyecciones de la CEPAL establecen una contracción de la actividad económica de -10,5%, solo por debajo de Perú y Venezuela con registros de -13% y -26%, respectivamente.
- La profundidad de las consecuencias sobre la actividad económica siguen siendo inciertas debido a que no solo dependen de la dinámica sanitaria, sino que continúan marcadas por el espacio de gestión para administrar la cuarentena.
- El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) realizado por el Banco Central profundizó su estimación en relación a la contracción de la actividad económica, el registro se situó en -15,6% para el segundo trimestre de este año y -11,6% para el total del año.
- La consultora FIEL informó que de acuerdo a su último relevamiento del Índice de Producción Industrial (IPI), se registró en junio un retroceso interanual de 6,1%.
- La actividad económica sostiene indicios de necesidad de apertura administrada del confinamiento. En ese sentido, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAEINDEC) del mes de mayo registró una caída fuerte interanual 20,6%.
- Mientras que en mayo de 2020, la utilización de la capacidad instalada en la industria se ubica en 46,4%, nivel inferior al del mismo mes de 2019, en el que se registró un 62,0%.
- América Latina se transformó en uno de los epicentros de la pandemia lo cual genera la necesidad de mayores recursos fiscales y el control de los contagios. No es un aspecto favorable para las economías y menos aún para los países que enfrentan la crisis en condiciones económicas menos favorables.
- Las proyecciones de crecimiento de la economía mundial realizadas por la CEPAL reflejan una contracción de -9,1% para América Latina en el año 2020. Mientras que se espera que la tasa de desocupación regional se ubique alrededor del 13,5% al cierre de 2020.
- De acuerdo a CEPAL, los países para los que se proyecta una mayor caída en la actividad económica son Venezuela (-26%), Perú (-13%) y Argentina (-10,5%). Esto también debe notarse desde la perspectiva de las condiciones iniciales con que cada una de esas economías se encontraba al momento de la decisión del confinamiento.
- El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central informó una profundización de la contracción de la actividad económica nacional de -11,6% para el año 2020, es decir, un 2,3% mayor a la proyección de junio. Mientras que la estimación para el segundo trimestre de este año fue -15,6% y una recuperación de 5% para el tercer trimestre del año.
- El poder ejecutivo nacional decidió establecer una fase de confinamiento dinámica donde se flexibilizan actividades en forma progresiva. Particularmente, la decisión responde al proceso de caídas abruptas en gran parte del sector productivo y de servicios de la economía nacional. La administración rígida del confinamiento emerge serios problemas para la estructura económica del país donde no solo se observan consecuencias de corto plazo, sino que las repercusiones negativas son dinámicas.
- Desde ese escenario, la actividad económica se situará en una fase de caída aunque menor si es que el confinamiento dinámico se sostiene. Una mayor apertura de actividades determinará presiones en los niveles de precios y sobre el tipo de cambio, con lo cual la política fiscal y monetaria deberán tener capacidad de administración y respuestas claras, más allá de las restricciones y controles.
- De acuerdo al último informe de la consultora FIEL, el Índice de Producción Industrial (IPIFIEL) registró en junio un retroceso interanual de 6.1%. Mientras que en términos desestacionalizados, se informó que la producción industrial de junio registró una mejora de 1,7% respecto al mes anterior, interrumpiendo siete meses consecutivos de caída. No obstante, la caída de la producción afectó a más del 75% de la industria en el segundo trimestre.
- El sector de la construcción sigue evidenciando una dinámica desfavorable no solo por los efectos del confinamiento, sino los efectos derivados de la profundización de la crisis económica. El índice Construya, que mide el nivel de actividad de once empresas representativas del mercado de la construcción, registró una recuperación interanual incipiente durante junio de 1,7%. Mientras que en términos acumulados, se observa una caída de 26,9% respecto del acumulado de los primeros seis meses de 2019.
- Durante mayo de 2020 la utilización de la capacidad instalada en la industria fue 46,4%, nivel inferior al del mismo mes de 2019, en el que se registró un 62%. En el mes se registró un mayor uso de la capacidad instalada de los fabricantes de maquinaria agropecuaria y de aparatos de uso doméstico que incidió positivamente en la utilización de la capacidad instalada de la metalmecánica que alcanza un nivel de 31,7% superior al registrado en abril pasado (20,1%), pero inferior a mayo del año pasado (49,9%).
- En ese escenario, también se registraron caídas en otros componentes de la oferta agregada. En mayo de 2020, el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) muestra una marcada disminución de 36,4% respecto a igual mes de 2019. El acumulado del año durante enero-mayo presenta una disminución de 16,3% respecto a igual período de 2019.
- Desde el relevamiento de la industria manufacturera se observan que las caídas más pronunciadas en términos históricos fue en el sector automotor (-73,7), textil (-57,2%) y metálicos básicos (-52,5%)
- De acuerdo a datos del INDEC en el contexto de la COVID-19, de más de 1.700 establecimientos de industria manufacturera, solamente 38,6% de los locales pudo operar con normalidad en mayo, mientras que 50,3% operó parcialmente y 11,1% de los locales no tuvo actividad productiva.
- En la última estimación, correspondiente al mes de mayo de 2020, el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) muestra la segunda caída sin precedentes luego de abril, con una disminución de -48,6% interanual. El acumulado de los primeros cinco meses de 2020 presenta una disminución de 42,2% respecto a igual período de 2019.
- El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE-INDEC) exhibió una contracción de 20,6% en la comparación interanual durante mayo. De esta manera, en los primeros cinco meses del año el EMAE acumuló una caída de 13,2% con relación al mismo período de 2019.
- De acuerdo a Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la producción de las pymes industriales cayó interanualmente -34,9% en mayo de 2020. El menor descenso relativo respecto al mes de abril (-53,1%) se deriva de la apertura de algunos rubros de producción. Concretamente, si los rubros esenciales como alimentos y bebidas, papel y cartón, y productos químicos no se tendrían en consideración, el derrumbe se extendería a 45,8%.
- Por el lado del consumo, CAME informa que las ventas minoristas cayeron -34,8% anual durante junio 2020, medidas en cantidades y en comercios todo el país incluyendo tanto modalidad online como en locales físicos. Con mayor cantidad de comercios abiertos, el ritmo de caída fue menor que en mayo. La baja en la región AMBA llegó -49,3% mientras que en el resto del país fue de -20,3%.
- El escenario descripto con los datos estadísticos determina que la estrategia sanitaria del gobierno para enfrentar la pandemia deberá estar sujeta a modificaciones para situarse en el plano de un confinamiento administrado, pues los costos económicos siguen en aumento y los recursos para enfrentar la crisis son muy limitados.