Tras mostrar en lo que va del año una mejor performance que los bonos soberanos y los corporativos e incurriendo también en una menor volatilidad, repasamos las perspectivas del segmento de cara a lo que resta del 2021.

Con un rendimiento YTD de 8,24%, nuestro índice de bonos subsoberanos supera ampliamente al índice de soberanos (-7,3%), aunque también al de corporativos (+2,86%). Notamos que esta mejor performance se acentuó durante junio, mes en el que se dieron a conocer los números fiscales del 4Q del 2020, que reflejaron resultados mejores a los esperados, con mejores posiciones de caja. A esto se le sumó que el 24 de junio Chaco formalizó el canje de su deuda (USD 250 M), quedando solamente La Rioja y Buenos Aires en default.

Otro aspecto destacable es que, durante el año, los bonos subsoberanos presentaron una volatilidad 70% menor a la de los soberanos, sin verse afectados por las fuertes caídas de precios que tuvieron los bonos soberanos durante el primer trimestre y hacia mediados de junio.

Nuestras recomendaciones

Tras haber obtenido ganancias importantes en los bonos que estábamos recomendando, y sin tener todavía un acuerdo con el fondo monetario que marque un sendero de previsibilidad, recomendamos prudencia a la hora de armar nuevas posiciones a los precios actuales

Nuestra recomendación es mantener posiciones. En caso de buscar tomar ganancias, vemos que fin de año puede ser un mejor momento, debido a las compras que se hacen habituales por la exención de estos activos en el impuesto de bienes personales. También se suma la posibilidad que PBA termine cerrando el acuerdo, lo que traería cierto upside al resto de los bonos provinciales, aunque todavía este desenlace no está cerca de vislumbrarse. 

  • Santa Fe 2023. Mantenemos la recomendación debido a que es una emisión pequeña (USD 250 M) que amortiza 50% del capital en marzo de 2022 y el 50% restante en marzo del 2023, sustancialmente antes de que el calendario de pagos del país comience a estresarse (algo que sucederá entre 2024 y 2025). Con un superávit fiscal del 15% en el primer trimestre del año y una fuerte posición de caja, el único riesgo de la provincia es que no le den los USD para el pago (en este caso se podría renovar igualmente la deuda). 
  • Córdoba 2025. Al igual que Santa Fe, posee mucha liquidez y excelentes números fiscales (15% también de superávit primario). Tiene la ventaja de que es el segundo bono más corto de los provinciales y, además, se encuentra en precios más bajos que Santa Fe.
  • Salta 2027. Con una deuda que representa solamente el 40% de los ingresos de la provincia y un manejo ordenado de las cuentas públicas, la TIR del 18% del bono de Salta se muestra atractiva.
  • CO26 (Córdoba ley local). Al margen de ser constructivos con la provincia, cerramos la recomendación en el bono: tras haber pagado capital 2 veces en el año y tener una suba de precio adicional de 12% (+27,8% en total de suba), su paridad actual del 95% ya luce cara.
  • Neuquén 30 (TICADE). Seguimos viendo valor en el bono como estrategia defensiva, al estar garantizado por regalías hidrocarburíferas. 

* El índice de bonos subsoberanos está compuesto por todos los bonos provinciales reestructurados y los que no fueron reestructurados (Ciudad de Buenos Aires y Santa Fe), se excluye a Tierra del Fuego por estar todavía en tratativas de reestructuración y a Chacho por haber reestructurado recientemente.