El contexto de recuperación económica con persistencia de estímulos fiscales y monetarios es ampliamente favorable para las acciones. Sin embargo, lentamente comienzan a emerger presiones inflacionarias y el mercado se torna sensible ante cualquier indicio sobre un retiro temprano de estos estímulos.

Junto con esta situación, las propuestas de aumentos impositivos anunciadas por Joe Biden suman presión sobre la renta variable norteamericana, principalmente en aquellas compañías que cotizan a ratios elevados respecto de sus ganancias.

Por el lado de la renta fija, las tasas de interés de los bonos más seguros (Investment Grade) podrían subir ante la mayor inflación o el retiro de estímulos monetarios. No obstante, no podemos descartar enteramente un escenario de inflación transitoriamente elevada, lo que implicaría tasas cercanas a los niveles actuales (hasta bien entrado el año 2022). En este último escenario, mantenerse en cash fuera de la renta fija implicaría perder un rendimiento que, si bien es reducido, contribuye a preservar el valor real del patrimonio.

Con la mirada puesta en valuaciones, proyectos de aumentos impositivos, niveles de tasas y etapas del ciclo económico, nuestra recomendación para perfiles de riesgo moderado consiste en priorizar la cobertura a la baja, diversificar la posición en acciones por fuera de Estados Unidos e incorporar inversiones en REIT (Real Estate Investment Trusts). Adicionalmente, recomendamos apostar por la renta fija high yield de corta duración para aumentar el rendimiento.

Nuestro asset allocation para riesgo moderado se distribuye de la siguiente manera:

Esta combinación retornó 9,5% en 2020 y acumula un rendimiento de 1,3% en lo que va del 2021. Este rendimiento se obtiene con una volatilidad reducida y una baja máxima de 14,1% durante el peor momento de la pandemia, cuando el índice S&P 500 caía 32%. Fuera de dicha baja, rara vez la cartera se encuentra más de 2% por debajo de máximos.