Entre los índices a replicar se encuentra el S&P 500, considerado el mejor medidor del mercado, gracias a la diversificación de las empresas que incluye y al tamaño de las mismas. El S&P 500 es el mayor índice de EE.UU, ya que engloba las principales 500 empresas, lo que genera que su capitalización bursátil sea de USD 39.000 M. Gracias a su diversificación, tanto en relación a las compañías que lo componen como a los sectores, es considerado un índice de referencia a nivel global.
En los primeros 10 meses del año, el SPY -ETF que replica el S&P 500- acumula una ganancia 25,35%, en tanto que la volatilidad acumulada hasta octubre fue de 11,3%, lo que lo convierte en una interesante opción para maximizar la relación riesgo/retorno. Si bien en marzo del año pasado, con el inicio de la pandemia, cayó 12,3% -la pero performance en 10 años-, en apenas un mes se recuperó. Desde entonces, viene mostrando una tendencia alcista que se consolidó este año, en la que acumula una ganancia de 25,35%.
Composición de la cartera Cedear A
La cartera A tiene como objetivo replicar el S&P 500, utilizando los Cedears y las ponderaciones que logren asemejarse en mayor medida a este índice, lo que permite alcanzar una correlación del 99%. Está compuesta por por 17 Cedears, distribuidos de manera uniforme entre 9 sectores, entre los que se destacan el tecnológico (24%), el de comunicaciones (10,2%), la salud (15,3%) y el industrial (8,3%): esto la convierte en la más diversificada de nuestras carteras. En sus papeles se encuentran grandes empresas, como AAPL, GOOGL, JPM, entre otros, las cuales se ponderan a su vez entre tres segmentos:
I. El segmento Growth representa el 40% de la cartera y se compone de empresas en crecimiento, con ganancias en expansión que habitualmente cotizan a múltiplos de valuación más altos que el promedio del mercado.
II. El segmento Stable Business representa el 30%, y se nutre de empresas con márgenes de rentabilidad e ingresos estables, independientes del ciclo económico y que suelen presentar menor volatilidad.
III. El segmento Cyclical, con el 30% restante, está compuesto por empresas cuyas ganancias dependen del ciclo económico, más ligadas a la “vieja economía”. Esto las posiciona como una buena oportunidad para aprovechar el crecimiento intrínseco de estas compañías, al tiempo que se logra disminuir el riesgo sistemático.
Rendimiento
La cartera A, en la pospandemia, fue la que mostró un crecimiento constante, a diferencia de las otras carteras de Cedears, las cuales, o se vieron afectadas en mayor profundidad, o mostraron una gran volatilidad hasta alcanzar la recuperación. La cartera A alcanzó su valor mínimo a fines de marzo del año pasado (cayó un 29% en relación a enero de 2020), pero logró un repunte del 27,2% en los 20 días posteriores. En los primeros 10 meses del año, la cartera A acumula una ganancia de 23,57% (2% por debajo del SPY). Este crecimiento se debe en mayor medida a los resultados positivos que presentaron las empresas Growth este año (32%), gracias a empresas como MSFT (52%) o GOOGL (69%).
Sumado al rendimiento, es importante medir la volatilidad que pueda presentar una cartera. Esta medida analiza la dispersión de los retornos de un activo, para así intentar predecir los movimientos que su precio puedan presentar. Cuanto más volátil sea un activo, más riesgoso se lo considera, ya que presenta menor previsibilidad en la variabilidad de su precio. Como se observa en el gráfico, la cartera A presenta una volatilidad del 11,57% hasta octubre, es decir, dentro de las últimas 200 ruedas el precio de la cartera no se desvió de su media en una proporción mayor a ese valor. Esto sirve de comparación con otras carteras, como por ejemplo la de Brasil, que no sólo muestra un rendimiento negativo, sino también una volatilidad durante las últimas 200 ruedas del 30% respecto a su precio promedio.
Más allá de los datos comentados anteriormente, cabe destacar que se espera que el contexto actual favorezca a la cartera A gracias a la normalización que está presentando la economía. Las expectativas del mercado establecen una suba en la confianza del consumidor para el 4Q21 (113 pts vs 109,8 del 3Q21), sumada a la reducción de estímulos que iniciará la FED con el tapering. Esto lleva a un crecimiento esperado por el mercado de 4% para el 4Q21 y del 3,1% para el 1Q22. Bajo este marco, se espera un crecimiento de todos los sectores, especialmente de los cíclicos, los cuales componen un 30% de la cartera A.
Esta coyuntura internacional, sumada a lo destacado anteriormente, nos hace recomendar la cartera A, ya que se destaca por su relación riesgo/retorno por sobre las otras carteras, al presentar una moderada volatilidad en el corto plazo y asegurarse una rentabilidad media entre el corto y el mediano plazo.